Mostrando entradas con la etiqueta Mensajes de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mensajes de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de mayo de 2012

Abr 19_12 Así se dará la profecía de que seríais un sólo rebaño bajo un sólo Pastor.

Rosario vespertino
Temas:
  • Yo no espero de vosotros cosas grandes, maravillosas, inmensas, porque no las podéis hacer porque sois pequeñitos.
  • Los desastres harán que vosotros os unáis como hermanos y al ser así, hermanados en el desastre, también seréis hermanados en el amor.
  • ¿En dónde quedan las riquezas del mundo, cuando Yo Soy realmente el Creador de todo cuanto existe? Y así como os las he dado, también os las quitaré para vuestro bien.
  • Muchos hijos Míos han desoído las advertencias que se os han venido dando y no se han preparado, satanás fácilmente podrá vencer a ésas almas.
  • Los que estéis Conmigo, a pesar de que os enfrentaréis a vuestras culpas, a vuestros pecados, aún así gozaréis, porque un padre que ama, comprende a los hijos y los aconseja, en lugar de reprenderlos con castigo.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo no espero de vosotros cosas grandes, maravillosas, inmensas, porque no las podéis hacer porque sois pequeñitos.

  Hijitos Míos, todos vosotros sois pequeñitos y si sois pequeñitos, vuestras obras también son pequeñas. Yo no espero de vosotros cosas grandes, maravillosas, inmensas, porque no las podéis hacer porque sois pequeñitos. Un niño pequeño da cosas pequeñitas a sus padres, pero las da de todo corazón y eso es lo que Me importa más de cada uno de vosotros, que lo que hagáis, lo hagáis de corazón, que lo tengáis desde lo más profundo de vuestro corazón y Me lo entreguéis con todo amor, Mis pequeños y ese amor que iréis creando, eso es lo que irá purificando la Tierra entera, porque para eso vinisteis, Mis pequeños, a producir amor, ciertamente amor pequeñito, pero unido a los méritos de Mi Hijo Jesucristo, vosotros iréis incrementando ése amor con la Potencia de Mi Hijo.
Dad pues, Mis pequeños, lo que podáis, aunque sea pequeñito, pero dádMelo con amor, ofrecedlo por la salvación de vuestros hermanos, los que distraídos están con el mundo. Ellos mismos también hacen cosas buenas, pero están alejados de Mi Presencia, no quieren estar Conmigo, o no les interesa. OfrecedMe lo que vuestros hermanos hacen, dádMelo como si vosotros mismos las hicierais.
Os he hablado anteriormente de los hermanos mayores y menores de una familia, todos vosotros sois Mi familia, así es que si ellos, como hermanos pequeños no saben ofrecer lo que están haciendo, vosotros como hermanos mayores, los que oráis, los que estáis Conmigo, los que estáis buscando agradarMe, dádMe lo que vuestros hermanos menores están haciendo y también Me alegraré con ello y vosotros ayudaréis a vuestros hermanos menores a ganar el Reino de los Cielos porque ellos distraídos están con las cosas del mundo.
¿Veis, Mis pequeños, todo lo que podéis hacer por Mi Reino? Estáis salvando vuestra alma y estáis salvando la de vuestros hermanos, los que están distraídos. Pero también os pido que oréis por aquellos que están haciendo mal en el mundo, muchos de ellos ya satanás los ha envuelto totalmente en su maldad, algunos de ellos desesperados están porque no saben salir de esa fuerza satánica que los cubre. Ayudadles también con vuestra oración, sacrificios, penitencias, Misas, Rosarios, todo lo que podáis hacer por ellos. Yo amo a todas las almas, aún a aquellos pecadores y por eso envié a Mi Hijo, para que fuera principalmente a salvar a aquellos que más Me necesitaban.
Quitadle a satanás, al enemigo, ésas almas que luego podrán hacer grandes cosas para el Reino de los Cielos. Os amo, Mis pequeños y recordad que Somos una familia.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre:
Los desastres harán que vosotros os unáis como hermanos y al ser así, hermanados en el desastre, también seréis hermanados en el amor.

  Hijitos Míos, el pecado os afectó a tal grado que dejasteis que el mal se introdujera en vuestro corazón, así el hombre fue avanzando y en lugar de irse hacia el bien, la gran mayoría se fue yendo hacia el mal. Satanás fue haciendo su obra destructora y así hizo que los hombres se llenaran de soberbia, que se pusieran en contra Mía y por eso tuvieron su castigo, al grado de que se les cambiaron las Lenguas para que no se pudieran comunicar unos a otros y, aún a pesar de ello, Me siguieron ofendiendo.
Si en la Torre de Babel hubo este cambio, ahora vendrá el cambio positivo, Mis pequeños. Esto que voy a permitir sobre la Tierra, lo que vosotros veréis como destructivo, os llevará nuevamente a la unidad. Os uniréis como hermanos por los desastres que habrán, las fronteras se borrarán, será un solo pueblo todo el mundo y así se dará la profecía de que seríais un sólo rebaño bajo un sólo Pastor, que es Mi Hijo, Jesucristo.
La maldad se acabará porque el mundo producirá amor, los desastres harán que vosotros os unáis como hermanos y al ser así, hermanados en el desastre, también seréis hermanados en el amor.
Ciertamente, aunque hayáis dejado que el pecado entrara a vuestro corazón, hay bondad todavía en los corazones y es el momento en que el amor que tenéis fluirá, saldrá hacia el exterior, lo transmitiréis a vuestros hermanos y os amaréis los unos a los otros como os pidió Mi Hijo Jesucristo.
¿Veis ahora cómo Mis Planes os estarán llevando a algo muy bello? Yo Soy vuestro Dios y lo que Yo permito siempre será para bien de Mis hijos. Os faltaba ese amor que ya habíais olvidado, os estabais apartando los unos de los otros. Satanás nuevamente se estaba aprovechando de las almas para separaros y destruiros. Al producir amor en toda la Tierra y viviendo como hermanos en ése momento, destruiréis las fuerzas de satanás, porque el amor destruirá el odio y la maldad que él ha sembrado. Vosotros pondréis vuestro granito de arena para crear este Nuevo Mundo. Hace tiempo os dije que vosotros mismos iríais preparando al Mundo, (Lenguas…), para la Segunda Venida de Mi Hijo. Tenéis el libre albedrío y Yo no os puedo obligar al cambio, vosotros, con vuestro libre albedrío debéis preparar el campo en el que vuestro Dios, Mi Hijo Jesucristo, habitará entre vosotros. No lo podíais invitar a estar entre vosotros si hubiera todavía odio, maldad, destrucción, que había sembrado satanás en vuestros corazones. Ahora vosotros mismos, con todo esto que Yo permitiré, os llenaréis de amor y así, como verdaderos hermanos, llenos de Amor y de ayuda de unos para con los otros, es como recibiréis a Mi Hijo.
Entended ahora vuestra misión, entended ahora el regalo que os voy a dar, pero porque vosotros mismos lo vais a provocar con el cambio que tendréis del mal hacia el amor.
Recibid Mis Bendiciones, Mis pequeños, y dejad que Mi Santo Espíritu os guíe a todas estas bellezas que he preparado para vosotros, en donde vosotros mismos seréis actores de este nuevo cambio.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.Sobre: ¿En dónde quedan las riquezas del mundo, cuando Yo Soy realmente el Creador de todo cuanto existe? Y así como os las he dado, también os las quitaré para vuestro bien.

  Hijitos Míos, satanás, a través del tiempo, os ha llevado a que vosotros os llenéis de las cosas del Mundo, busquéis fama, riquezas, queráis sobresalir ante todos, para que todos se den cuenta de que tenéis más que ellos. A veces os creéis superiores a vuestros hermanos y esa soberbia, a la que habéis llegado, hace que vosotros mismos no os deis cuenta de la realidad que se vive en el mundo. ¡Cuántos hay que son mejores que vosotros, los que tenéis tantos bienes, vosotros, los que buscasteis dinero, bienes, fama. Cuando veis a estas almas santas, pequeñitas, que se dedicaron a buscarMe a Mí y no al mundo, os dais cuenta que perdisteis el tiempo y este es el momento en que os llevaré a que vosotros os deis cuenta de vuestra realidad. Mucho tiempo perdisteis en lo que debió haber sido vuestra misión sobre la Tierra y os desviasteis para buscar otros bienes, que solamente hicieron que vosotros no hicierais lo que Me prometisteis ibais a hacer por Mí.
Cuántas almas sencillas, pequeñas, son mejores que vosotros porque ellos sí encontraron la verdadera riqueza, que Soy Yo, Me buscaron afanosamente y con amor y Me encontraron. Yo Soy la riqueza universal, Yo Soy vuestro Dios y Creador, Yo he creado todo cuanto existe, visible e invisible, entonces ¿en dónde quedan las riquezas del mundo, cuando Yo Soy realmente el Creador de todo cuanto existe? Y así como os las he dado, también os las quitaré para vuestro bien.
Así como un padre o una madre, al ver que sus hijos pequeñitos han tomado algo que les puede hacer daño, inmediatamente se lo quitan. Veo ahora que habéis tomado mucha maldad del mundo y, especialmente, aquellos que quieren apoderarse del mundo, que controlan los gobiernos, que controlan a vuestros hermanos y a vosotros mismos. Tontamente le han hecho caso a satanás, haciéndoles creer que realmente controlarán, cuando serán ellos los que perderán todo por haberse ido con mentiras a hacer lo que satanás les aconsejaba.
¿Veis ahora Mis pequeños, cómo una gran mayoría de vosotros errasteis el camino?, no buscasteis la verdadera riqueza, que es Mi Amor, que son las Gracias y Bendiciones que Yo continuamente os he dado a lo largo de vuestra vida. No pudisteis ver la grandiosidad de Mis obras dentro de la pequeñez en la que se os presentaba, porque Yo así actúo, os doy cosas pequeñas, pero que valen inmensamente y, satanás es al revés, os enseña cosas que brillan, que son grandes, que os deslumbran, pero que nada valen y, así, vais desperdiciando vuestra vida y, hasta lucháis y matáis por quedaros con esas cosas que brillan y que os van a destruir a vosotros eternamente.
Apartad la soberbia de vuestro ser, de vuestra vida y llenaos de humildad, de la pequeñez que os enseñó Mi Hijo Jesucristo. Siendo Dios se hizo Pequeñito, se hizo humilde y sencillo, se hizo pobre, cuando todas las riquezas del Universo Le pertenecen.
Seguid Su Ejemplo, Mis pequeños, preparad vuestro momento final para que os presentéis ante Mí. Si sois llamados a Mi Presencia, llegad así, pequeñitos, pedidLe ayuda a Mi Hijo Jesucristo, para que el tiempo que os quede todavía de vida, sea un ejemplo para vuestros hermanos. En la pequeñez está vuestra grandiosidad, porque os uniréis a los méritos de Mi Hijo, que es Dios, aprended en lo pequeño, para que seáis grandes a los Ojos de vuestro Dios y Creador, que Soy Yo.
Os Bendigo, Mis pequeños y pedid Sabiduría para que podáis entender éstas Verdades que os enseño.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla La Siempre Virgen María.
Sobre: Muchos hijos Míos han desoído las advertencias que se os han venido dando y no se han preparado, satanás fácilmente podrá vencer a ésas almas.


  Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Ya se os ha dicho que estos son Mis tiempos, los tiempos que Nuestro Padre y Nuestro Dios permitió para que Su Hija, Su Esclava, os pudiera ayudar en vuestra salvación y aplastarle la cabeza a satanás.
Mucho tiempo he pasado, Mis pequeños, preparando a la humanidad para estos momentos. Mis Apariciones alrededor del mundo han sido para prepararos, para que entréis a estos tiempos con confianza y confianza plena, a la Voluntad de Nuestro Padre Dios en Su Santísima Trinidad.
Muchos hijos Míos han desoído las advertencias que se os han venido dando y no se han preparado, satanás fácilmente podrá vencer a ésas almas porque no se han preparado con las armas que se les han dado: Principalmente la vida de la Gracia, de la oración, y del rezo del Santo Rosario, Mis pequeños. Vuestra principal fuerza está en la Sagrada Eucaristía y la habéis hecho a un lado de vuestra vida.
Ciertamente muchos de vosotros asistís a la Misa Dominical, pero cuántos realmente viven la Eucaristía y toman el cuerpo de Mi Hijo. Otros llegan a tomarLo sin haber acudido a un sacerdote, hijo Mío, para que les perdonara sus pecados. Os acercáis a tomar el Alimento Divino con vuestra alma llena de pecado y de esta forma, estáis asegurando todavía más vuestra perdición eterna.
Mis pequeños, estas son las Enseñanzas que se os dan desde la infancia y no habéis mejorado, no habéis crecido en la Palabra. Ciertamente en las cosas del mundo, profesionalmente, buscáis tener más estudios, llegar a maestrías y doctorados, ciertamente hacéis un esfuerzo grande por adquirir ése conocimiento para obtener bienes materiales, os esforzáis y eso es bueno, pero ¿cuántos de vosotros hacéis lo mismo en lo espiritual?, ¿cuántos buscáis entender más la Palabra de Mi Hijo, seguir Su Ejemplo, vivir como verdaderos hijos de Dios? Y si se pudiera decir ¿cuántos de vosotros habéis buscado la maestría o el doctorado dentro de la vida espiritual RefiriéndoMe a esto, a que buscarais dentro de las Sagradas Escrituras el Conocimiento Divino?
Habéis hecho a un lado este Alimento Divino de vuestra vida, vivís a medias o peor aún, con lo mínimo necesario. Ciertamente se os agradece que asistáis a Misa los domingos, pero al menos llevad una disposición para atender a la Palabra que se os lee, para que la podáis vivir.
Todo esto que os digo, Mis pequeños, aunque suene a regaño, es el Amor de una Madre que se da a los hijos y que quiere que los hijos sean mejores, porque la Madre tiene que dar cuentas al Padre por cada uno de los hijos y Yo quiero que cada uno de vosotros lleguéis al final de vuestra existencia, ante vuestro Padre y Nuestro Dios, de la mejor forma, con grandes méritos que hayáis logrado a lo largo de vuestra vida. Yo Me sentiré orgullosa de haber hecho Mi tarea por el bien de vuestra alma, Nuestro Padre, Nuestro Dios, se sentirá orgulloso de vuestra alma y de vuestra tarea como corredentores, ayudando a la salvación de vuestros hermanos. El Cielo mismo se alegrará al ver un alma que hizo grandes cosas en la Tierra, que se llenó de méritos y que ayudó a muchas almas en su salvación con su crecimiento espiritual.
Os quiero hacer ver con esto, Mis pequeños, que os debéis de mejorar en lo que estéis haciendo sobre la Tierra. Ciertamente, tenéis que estudiar, para ayudar a vuestros hermanos con vuestras capacidades intelectuales, llenaos de la vida de Dios para que también los ayudéis en lo espiritual y así, salvándoos vosotros, salvaréis también a muchas almas.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Los que estéis Conmigo, a pesar de que os enfrentaréis a vuestras culpas, a vuestros pecados, aún así gozaréis, porque un padre que ama, comprende a los hijos y los aconseja, en lugar de reprenderlos con castigo.


  Hijitos Míos, vosotros, los que estáis Conmigo, los que Me habéis seguido a través del tiempo incrementando vuestro amor hacia Mí, aceptando Mi Palabra, mejorándoos para alcanzar vuestra santidad, éstos son tiempos también para vosotros porque entenderéis fácilmente los acontecimientos que estaréis viendo a vuestro alrededor.
Podréis ver en los acontecimientos grandes y en los pequeños Mi Presencia y os alegrareis, mientras muchos otros de vuestros hermanos sufrirán, llorarán y hasta Me maldecirán. No sabrán ellos lo que estará pasando y vosotros sí, Mis pequeños. Veréis los cielos y aprenderéis de los acontecimientos que ahí veréis, veréis al sol y éste, además de daros su luz, también os dará conocimiento de Mi Presencia y de lo que vendrá. Veréis a vuestro alrededor la Naturaleza, cómo se comportará y vosotros os daréis cuenta de cómo Yo iré manejando los acontecimientos para que vosotros, los que estéis Conmigo, no sufráis lo que los demás sufrirán, porque no estarán Conmigo, se desesperarán y buscarán un bien que no encontrarán, porque ya ése bien se les habrá quitado.
Este es el regalo, Mis pequeños, para aquellos que Me han seguido, para aquellos que han sufrido persecución, porque Me pusisteis como lo Primero en vuestra vida. Fuisteis atacados por vuestros propios hermanos porque Me buscasteis y Me llevasteis a lo más profundo de vuestro corazón. Mientras vosotros orabais, ellos se divertían y así sucedió cuando Noé subió al Arca, él advirtió por muchos años lo que iba a suceder, se burlaron de él, lo tomaron por loco, hicieron lo que quisieron con él y el tiempo llegó, tal y como estaba anunciado y lo mismo sucederá en estos tiempos.
Habéis sido anunciados de los acontecimientos que ya se están dando y que se agravarán, pero los que estéis Conmigo seréis protegidos por Mi Gracia. Grandes Milagros veréis, Mi Poder Divino se derramará sobre aquellos que Me han sido fieles, Mi Justicia también caerá sobre aquellos que Me han querido hacer daño a Mí y a vuestros hermanos. Estos serán los momentos de la Verdad Mundial, en donde os veréis tal cual sois y Me veréis a Mí también, vuestro Padre y vuestro Dios y lloraréis el haber desperdiciado vuestro tiempo y el haberMe maldecido, porque no tuvisteis lo que hubierais querido.
Sí, Mis pequeños, os arrepentiréis del mal que Me hicisteis, del mal que os hicisteis a vosotros mismos y el mal que le hicisteis a vuestros hermanos y a la Naturaleza entera.
Es vuestro Juicio, Juicio personal en donde no podréis señalar a nadie, cada uno de vosotros, solos, ante Mí, ante Mi Presencia Divina, ante el Amor Divino.
No os confundáis, Mis pequeños con lo que os puedan decir aquellas almas que no están Conmigo y están con satanás, que os han hablado de cosas muy diferentes y que ven estos momentos en forma diferente y se aprovechan de los acontecimientos para buscar más las cosas materiales que las espirituales, se siguen engañando, siguen buscando lo que no sirve, siguen perdiendo su tiempo, que es Mi tiempo.
El tiempo ya está sobre vosotros y sobre toda la humanidad. ¿Cómo reaccionaréis ante los acontecimientos fuertes cuando éstos se den? Los que están preparados en el Amor los aceptarán y Me los ofrecerán, los que no estén preparados, porque no quisieron llenarse de Mi Amor, sufrirán indeciblemente, pero por su falta de amor hacia Mí, por su falta de docilidad a Mi Voluntad y por su falta de deseo de vivir según Mis Leyes, ellos sí sufrirán por haberse apartado de Mí, vuestro Dios.
En cambio vosotros, los que estéis Conmigo, a pesar de que os enfrentaréis a vuestras culpas, a vuestros pecados, aún así gozaréis, porque un padre que ama, comprende a los hijos y los aconseja, en lugar de reprenderlos con castigo. Aprenderéis de vuestras faltas, aprenderéis de lo que el Mundo Me hizo y todo esto os servirá para que os mejoréis en lo futuro. Son tiempos de cambio, pero hacia el Bien, Mis pequeños, tiempos en que buscaréis estar más Conmigo, buscando la Verdad, siguiéndola, amándola, porque Yo Soy la Verdad Misma.
Venid a Mí, Mis pequeños, llenaos de Mis bienes y pedidMe perdón por vuestros males, de esta forma os abriré Mis Brazos y podréis sentir Mi Amor en pleno, gozaréis Mi Amor, gozaréis Mi Perdón. Os amo, Mis pequeños, pero también, haced vuestra parte, amadMe de corazón a Mí, vuestro Dios, porque Me lo merezco, Soy vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.


lunes, 26 de marzo de 2012

Mzo 08_12 La Luz Divina vencerá a la obscuridad de satanás.

Rosario vespertino
Temas:
  • Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
  • Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.
  • Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás.
  • ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
  • Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.

Hijitos Míos, habéis desperdiciado el núcleo familiar, vosotros en la familia que os he permitido tener en la Tierra, para que os unierais en Mi Pensar, en Mi vivir, y así pudierais vosotros vivir ya desde la Tierra lo que debéis vivir eternamente en el Reino de los Cielos.
Pero no ha sido así, en la gran mayoría de los hogares no se vive lo que se os ha enseñado. Debisteis haber vivido bajo Mis Enseñanzas, tomando una responsabilidad grande, muy grande, que es la enseñanza de Mi Amor y de todo lo que se os ha dado de vida espiritual, primeramente de parte Mía, de vuestro Padre y después, de Mi Hijo.
¿Qué habéis hecho con todas éstas enseñanzas que os iban a llevar a la perfección y al ser perfectos, ser santos?
Antes del Matrimonio debierais haber tendido a la búsqueda de la perfección, tomando para sí, todo lo enseñado que tenéis en las Sagradas Escrituras y, después, haberos unido con esa finalidad, mantener Mi Vida espiritual sobre la Tierra, uniéndoos el hombre con la mujer para mantener la especie, pero sobre todo, para mantener Mi Vida, Mis Enseñanzas, la Vida que se os ha dado, que se os ha enseñado, que Mi Hijo os la vino a dar y que la vino a vivir para que vosotros la tomarais, que fuerais vosotros ejemplo de Él y de esta forma, pudierais entrar después al Reino de los Cielos fácilmente.
Habéis desperdiciado mucho, Mis pequeños, los valores del Cielo no se deben desperdiciar, la vida espiritual la debéis vivir y con ello, dar ejemplo a vuestros hermanos de lo que debe ser un alma entregada a Mí, aquí en la Tierra, pero, desgraciadamente, os habéis entregado a satanás, una gran mayoría de vosotros, Mis hijos, habéis preferido a satanás que a Mí, en vuestro corazón, y con esto, al tomar sus enseñanzas, caísteis, volvisteis a caer, como vuestros Primeros Padres. Vosotros habéis venido, después de ellos, para recuperar lo que ellos perdieron, para que vosotros levantarais, nuevamente, al género humano a donde habían estado ellos antes de su caída. Pero, al contrario, en lugar de subir, bajasteis, y seguís bajando, seguís cayendo, seguís desperdiciando lo que se os ha dado y, todo esto, debió salir de la familia, del núcleo familiar, del apoyo de los padres hacia los hijos, de los hermanos entre sí.
Mis pequeños, no habéis luchado por lo que es Mío, ¿de qué ha servido que se os dijera en el Primer Mandamiento que Yo Soy lo Primero y lo último? Habéis preferido al enemigo antes que a Mí, vuestro Padre, que Soy más que un amigo, Soy vuestro Dios y Creador. Me hicisteis a un lado y por eso la humanidad está así porque, ciertamente, que satanás no os va a enseñar nada para que vosotros os unáis, por eso estáis ahora desunidos, peleados unos con los otros, creando guerras, creando destrucción por todos lados, separando las familias, guerras internas dentro de vuestra familia y en vosotros mismos.
Yo, vuestro Dios, creé todo para la unión, satanás es el que desune, es el que aparta, ¿acaso esto es lo que vosotros deseáis?, ¿os gusta el pleito, la destrucción, la muerte, la maldad?
Si es así, Mis pequeños, no merecéis entrar al Reino de los Cielos, el Reino de los Cielos es para los que saben amar, para los que saben ayudar, para los que saben unir, para los que saben amarse los unos a los otros, para los que saben ayudarse los unos a los otros, para los que saben ayudar a crecer a los demás en Mis Leyes y en Mi Amor.
Si vosotros seguís prefiriendo lo que satanás os ha dado, desde ahora os vuelvo a repetir, no merecéis el Reino de los Cielos.
Envié a Mi Hijo para que os enseñara todo esto, para que vosotros pudierais ver y sentir, con Su Presencia, lo que se vive en el Reino de los Cielos, y es el Amor, Mis pequeños, un Amor intenso, un Amor Divino y esto no lo estáis viviendo en la Tierra, porque vosotros habéis preferido la destrucción de vuestra alma, a su santidad, a vuestra santificación.
Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.

Hijitos Míos, os he dicho tantas veces que vosotros fuisteis creados para vivir vida de amor. Fuisteis creados para que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os consintiera, porque vosotros bajasteis a la Tierra a servirMe, y este es un sacrificio grande y bellísimo, Mis pequeños, dejasteis ése lugar Bendito, que es el Reino de los Cielos, para bajar, como Mi Hijo, a servirMe en el Amor.
Mis pequeños, por eso os amo tanto y por eso os pongo tanta protección porque, como Mi Hijo os dijo, satanás es el príncipe de este mundo, es el reino de la maldad, ¿cómo voy a dejar Yo, que Mis hijos, que se donan a Mí, queden sin protección? Os doy toda la protección posible para que vosotros no seáis afectados por satanás a tal grado de que vuestra alma se pierda.
Os he dejado Mi Vida de Sacramentos, se os ha dado protección con los santos Ángeles, tenéis la protección de los unos para con los otros con vuestra oración, viviendo en la hermandad. Mi Hija, la Siempre Virgen María os cuida y os protege, os ha dejado el rezo del Santo Rosario como el arma más poderosa en estos tiempos para vencer a satanás, tenéis las Enseñanzas de Mi Hijo para que, viviendo con Su Ejemplo, con Su Amor, con Su protección, pudierais vosotros ir quitándole poder a satanás. Él no puede contra el Amor, vosotros vinisteis a vivir el Amor Divino a la Tierra, vinisteis a destruir su reino con vuestro ejemplo, que deben ser las Enseñanzas de Mi Hijo y las normas que Yo, como Padre Divino os di, aquí a la Tierra.
Vuestra misión es Amor, Mis pequeños, os lo he dicho tantas veces, pero seguís haciendo a un lado el Amor y el respeto que os debéis los unos a los otros, con las Virtudes, pero insistís en vivir en la maldad del Príncipe de este mundo, que es satanás.
¿Qué queréis pues, entonces, Mis pequeños? Tenéis Mi protección, tenéis todo lo que un alma necesita para que satanás no os venza aquí en la Tierra, pero vosotros os escapáis de Mis Manos para que no os consienta. Preferís vivir en la maldad, viendo maldad, transmitiendo maldad, en lugar de imponer el Amor, exigiendo Amor entre vuestros hermanos y no dejando que la maldad os destruya y destruya a los demás.
Estáis viviendo en el error y en el odio porque así vosotros lo habéis buscado, no porque Yo quisiera que así vivierais. Vuestros Primeros Padres vivían en la plenitud del Amor y eran felices por ello, hasta que fueron engañados por satanás.
Yo os di los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento, Mi Hijo os dio Sus Enseñanzas en el Nuevo Testamento y todo se resume en el Amor.
Ciertamente, Mi Hijo no fue aceptado por una gran mayoría de personas de su tiempo porque también vivían en la maldad y es que, necesariamente, para vivir en el Amor y vivir en el bien, debéis primero vivir en la humildad, reconociendo vuestra debilidad, vuestros errores, vuestra mala vida, al aceptarlo, es cuando empezáis a mejorar y es cuando venís a Mí para pedir Mi ayuda, para que vuestro cambio se vaya dando, pero son muy pocos los que aceptan el error en el que vivís y buscáis, con vuestra soberbia, aprovecharos de vuestros hermanos, buscando ser superiores a ellos, para destrozar a las almas en diferentes formas. Estáis aquí para vivir como verdaderos hermanos, os habéis vuelto enemigos de vuestros hermanos, no hay cordialidad entre los pueblos, os queréis quitar vuestros bienes unos y otros y muy pocos buscan el deseo de mejora espiritual y, desgraciadamente, aquellos que están luchando por su perfección, para que los lleve a la santidad, son atacados por sus mismos hermanos, empezando muchas veces desde dentro de la familia, en donde no reciben ese apoyo, porque se salen de la normalidad en la que viven y ésa “normalidad” es ya la maldad de satanás.
Ciertamente, en estos momentos, si os queréis mantener en el Bien, seréis castigados con desprecio, con maldad, con grosería y hasta con muerte. Si queréis vivir en el Bien, y buscáis el Bien, sois luz entre las tinieblas, pero la gran mayoría no quieren ver la luz, no quieren ver Mi Luz que traéis ya de los que Me estáis buscando y los que os mantenéis Conmigo y, por eso, sois despreciados los que Me buscáis, porque al estar entre los que viven en las tinieblas, vosotros, los que sois luz, destacáis y se sienten mal los que están viviendo en la obscuridad. Prefieren destruir a aquellos que están produciendo luz, para que, entonces, el mal sea lo “normal” y ya no se sientan mal los unos con los otros.
Ciertamente, a eso Me refería cuando os decía que ibais a ser otros Cristos sobre la Tierra en estos tiempos, pero también ibais a ser despreciados por vuestros hermanos, como Mi Hijo lo fue. Él fue Luz en ése momento cuando todo alrededor eran tinieblas. Los mismos altos dirigentes, vivían en la obscuridad y llevaban al pueblo hacia la obscuridad, al venir la Luz al mundo con Mi Hijo, Él hizo que se sintieran mal los que vivían y transmitían la obscuridad y para no sentirse mal, Lo destruyeron, Lo crucificaron, se burlaron de Él.
Ciertamente, la Luz surgirá, es tiempo ya de que se dé la Luz nuevamente entre los hombres, estos son tiempos de una gran lucha espiritual, de entre la Luz y las tinieblas, y la Luz Divina vencerá a la obscuridad de satanás.
Manteneos pues, Mis pequeños, los que habéis sido llamados hacia la Luz, los que reflejáis Nuestra Luz Divina, manteneos en pie, aceptad el dolor que recibiréis, como Mi Hijo lo aceptó, porque eso os llevará a la santificación de vuestras almas.
Manteneos transmitiendo la Luz Divina, para que las tinieblas se vayan disipando sobre la Tierra. Manteneos unidos los que sois luz, para que se dé la Gran Luz en vuestro mundo con la llegada de Mi Hijo a la Tierra. Es inevitable que la Luz se dé, satanás no puede vencer a la Luz Divina, éstos son tiempos de la obscuridad y son tiempos de la gran prueba entre aquellos hermanos vuestros que escogerán la Luz o escogerán las tinieblas.
Se os dio la Luz, y vosotros escogisteis a las tinieblas, aceptad pues vuestro castigo, los que habéis aceptado las tinieblas en vuestra vida. En estos momentos, vuestra soberbia os hace creer que vivir en las tinieblas es lo mejor, porque tenéis el poder del mundo y ¿qué es el mundo ante el Universo? Los que habéis escogido la Luz, estáis Conmigo y tenéis el Universo entero con vosotros, porque el Universo fue creado para los que estuvieran en la Luz.
Grandes regalos tendrán los que viven en la Luz, mucho dolor tendrán los que sigan despreciando la Luz y sigan escogiendo las tinieblas, habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría. Es el tiempo de la separación del trigo y la cizaña, escoged pues vuestro futuro, acercaos a Mí, pedid Sabiduría y Discernimiento Santo, pero antes que nada, pedid humildad, que eso es lo que os va a abrir las Puertas de Mi Misericordia sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás

Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, busco vuestro bien, así como os lo dio Mi Hijo a través de Su Vida, de Sus Enseñanzas, de Su Amor, de Su Muerte, de Su Resurrección, sois Mi herencia, porque así Me lo pidió Mi Hijo desde la Cruz. Un Gran Dolor donado por vosotros, Él dándose por vuestra salvación y pidiéndome a Mí, Su Madre, que siguiera Su tarea de Salvación por Él para vosotros. Mi Corazón, adolorido, al ver a Mi Hijo en la Cruz sufriendo pero, también, contento, porque os estaba redimiendo. Mi Corazón, ciertamente, adolorido, uniéndose al de Él y recibiendo ésta tarea de seguir con vuestra salvación, en el tiempo venidero.
Mis pequeños, Mi Corazón de Madre os ama infinitamente, porque el Corazón de Mi Hijo está junto con el Mío. Una madre también busca lo mejor para sus hijos y se da plenamente por su bienestar.
Mi Hijo Me encomendó a la humanidad entera, para que fuerais salvados, porque todos tenéis que regresar al Reino de los Cielos, al Reino del Amor. Seréis juzgados en el Amor, se os abrirán las Puertas si vuestro corazón sabe amar.
¡Cuántos, cuántos han cerrado su corazón al amor!, pero Yo, como Madre vuestra sigo tocando corazones, sigo buscando que vuestro corazón aprenda a amar.
Habéis constatado los milagros que se han dado alrededor del mundo, ya sea con la Presencia de Mi Hijo o con Mi Presencia, para que regresarais hacia las Verdades enseñadas y para que vivierais plenamente el Amor que se os enseñó. Muchos han sido tocados en su corazón y aún corazones muy duros, completamente cerrados, por la Gracia de Nuestro Dios, se han abierto. El Amor de Dios todo lo puede, vuestras oraciones, unidas a las Mías, pueden producir Milagros, Mis pequeños.
Todos estamos unidos en el Amor y por eso se os ha insistido tanto que viváis en la oración, en vuestra donación y en el respeto a lo enseñado por Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Mucho se puede lograr todavía para la salvación de tantas almas que alejadas están del Verdadero Amor.
Ciertamente, satanás Me tiene pavor, porque nada puede contra Mí, contra ésta humilde Esclava del Señor, donada completamente a Su Voluntad. Es Mi pequeñez, es Mi Humildad, es Mi Amor total por Mi Dios lo que no soporta satanás y, por eso, cuando rezáis el Santo Rosario y vuestra boca y vuestro corazón, pronuncian Mi Nombre, satanás se aleja, se desvanece, porque no puede contra Mí, que Soy reflejo de Nuestro Dios. Por eso os hemos pedido que vosotros seáis reflejo también del Amor de vuestro Dios, por eso Mi Hijo os enseñó cosas sencillas, para que en estos tiempos fueran grandes.
La Humildad, la sencillez, la docilidad, es lo que os hace grandes ante los Ojos de Nuestro Dios y cuando sois más pequeños, sois más grandes ante Su Presencia y más poderosos contra los poderes del mal; satanás no puede contra los pequeños por eso os lo decía así Mi Hijo, que fuerais pequeños, porque al ser pequeños, estáis confinado plenamente en vuestro Dios, al ser pequeños, aceptáis vuestra debilidad y os acercáis a Aquél que tiene el Poder grande de protegeros y en este caso es vuestro Dios y, si vuestro Dios os protege, nada puede satanás contra vosotros.
Ahora, como Madre vuestra, os repito nuevamente las Palabras de Mi Hijo, sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás y ayudaréis a vuestros hermanos para que satanás no los destruya. Dad ejemplo de esto, Mis pequeños, a vuestros hermanos y, os repito, al estar trabajando y viviendo plenamente Nuestro Dios en vosotros, lo primero que transmitiréis a vuestros hermanos, será una paz indescriptible, porque ¿qué más podréis necesitar cuando el Creador del Universo está con vosotros? Eso es la plenitud de la Gracia, Mis pequeños, que viva vuestro Creador, vuestro Dios plenamente en vosotros, como vivía plenamente en vuestros Primeros Padres.
Esa es vuestra misión, regresar, regresar nuevamente a ése tiempo de vuestros Primeros Padres viviendo la plenitud con vuestro Creador. Cuando Él vive plenamente en un alma, el alma no necesita nada más, no desea nada más, no envidia nada más, es el éxtasis de Amor al que todos vosotros debéis llegar.
Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os guíe, para que Yo os enseñe a llegar a ése éxtasis de Amor en el que Yo también vivo, porque estoy plena del Amor de Nuestro Dios. Sois Mis hijos, Soy vuestra Madre y deseo lo mejor para vosotros como Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad así lo desea. Buscad pues la plenitud siendo pequeños, siendo como niños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?

Hijitos Míos, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os he prometido, ciertamente, por un lado, es el vivir en un Nuevo Mundo, un Mundo preparado para los escogidos, pero escogidos por Mí, porque vosotros primero Me escogisteis, cambiasteis vuestra vida y quisisteis manteneros Conmigo, con vuestro Dios.
Ciertamente, tendréis un lugar bello, porque eso es lo que quiero para los hijos consentidos. Vosotros sufristeis y estáis sufriendo por haber escogido vivir en Mis Enseñanzas, vivir Mi Amor y transmitirlo y, como os he dicho, habéis sido también mártires de éste tiempo, mártires cruentos e incruentos y por eso os consentiré con éste regalo tan grande que daré para vuestro cuerpo, para vuestra vida, pero también los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, no solamente será algo externo, sino, sobre todo, será un experiencia espiritual bellísima, porque vuestro ser no puede gozar plenamente si vuestra alma no vive plenamente Conmigo y por eso ése estado espiritual va a ser algo bellísimo que no habéis experimentado la gran mayoría de vosotros. Y eso será todavía más bello que el lugar en el que viviréis y las cosas que veréis con vuestros ojos humanos. Viviréis plenitud de gozo en cuerpo y en alma, gozaréis lo que Yo, vuestro Dios puedo crear para vosotros que, en éste momento, es inimaginable, porque no tenéis ningún punto de comparación para lo que Yo os daré, porque no ha habido antes, en la historia de la humanidad, lo que tendréis ahora vosotros, los escogidos, porque Me escogisteis a Mí, vuestro Dios.
Todo actuar tiene su repercusión, si actuáis en el Bien, gozaréis Mi Bien y todo os saldrá bien, si actuáis en el mal, todo os saldrá mal. No os puedo Bendecir como quisiera, si vosotros estáis escogiendo vivir en el mal porque, de esta forma, estáis atacando al Bien Supremo, que Soy Yo, Me estáis traicionando, Me estáis cambiando a Mí, vuestro Dios, que Soy todo Bien, por el mal que habéis escogido para vuestro corazón y para vivir en él.
El mal y el Bien, no pueden vivir en el mismo lugar, si escogéis el mal, Yo Me aparto, si escogéis el Bien, estoy con vosotros y os protejo para que el mal no entre en vosotros, a menos que, en vuestro libre albedrío, insistáis en hacerMe a un lado, en sacarMe de vuestro corazón. Pero entended, que en vuestro libre albedrío, podéis escoger la Bendición o la maldición, el Bien o el mal, la Vida o la muerte, la Luz o las tinieblas, sois libres y podéis escoger lo que queráis.
Todo esto son tribulaciones para el alma, mientras vivís sobre la Tierra, porque sois débiles y satanás os pone muchas tentaciones, a lo largo de vuestra vida, para desviaros. Ciertamente, en momentos estaréis en contra Mía, porque estaréis pecando y, a veces, hasta gravemente. En otros momentos estaréis Conmigo y sacaréis de vuestro corazón la maldad, gracias a Mis Sacramentos, Sacramentos que son Luz y Vida para vosotros. Yo no os traiciono, Yo busco siempre vuestro Bien, si os donáis a Mí, no solamente viviréis en Mi Bien, sino éste se irá incrementando, acrecentando, haciéndose cada vez más fuerte en vuestro ser y os dará más gozo.
Cuando un alma Me ha escogido, cuando un alma ha escogido vivir en el Bien y empieza a probar de las mieles del Amor, difícilmente se apartará de Mí, porque Yo sé consentir a las almas que dejan todo por Mí y, con esto os quiero decir que dejan el pecado, que tratan de vivir según Mis Mandatos, según Mi Amor, según Mis Enseñanzas.
Cuando un alma no desea vivir ya de lo que el mundo le da, sino que busca lo que el Cielo le provee, es cuando Yo vuelo hacia ésa alma, la abrazo, la beso, le cambio sus vestiduras y la empiezo a alimentar con manjares exquisitos y, así, al consentir a las almas, busco que nunca más se aparten de Mí, pero para esto debéis poner todo vuestro deseo, toda vuestra fuerza, todo vuestro amor para llenaros de Mí.
Es una lucha fuerte, interna, del alma contra el mundo. Ciertamente, todos vosotros habéis caído en el mal, habéis caído en el pecado, pero el hecho de que os levantéis, ya esto implica que Me estáis escogiendo, que estáis haciendo a un lado el pecado de vuestra vida. PedidMe que os ayude a que deis el cambio decisivo, que es el vivir plenamente en Mí y para Mí. Con esto no os estoy diciendo que os llevaré a vivir una vida diferente a la que estáis viviendo, sino que seguiréis viviendo lo que Yo os pedí que vivierais, pero en plenitud total. Vuestros actos serán donados totalmente a Mí, serán Bendecidos por Mí, vuestro Dios y serán más perfectos, aún aquellos actos sencillos, a veces insignificantes, actos de todos los días, porque vuestro estado de vida así los exige, al ser ofrecidos a Mí, vuestro Dios, con todo vuestro corazón, ya no van a ser actos sencillos, sino adquirirán un Poder Divino que os cambiará a vosotros y cambiará a los que estén a vuestro alrededor, porque así seréis luz, seréis ejemplo, seréis Mi Hijo sobre la Tierra, porque Mi Hijo llevó una vida sencilla, cumplió Sus obligaciones de estado ante los hombres, pero todo lo hacía en unión Conmigo, con vuestro Padre, con vuestro Dios y, así, Sus actos se volvían Divinos, porque Él estaba unido a Mi Divinidad con Su Divinidad.
Todo en Mí es sencillez, todo en Mi es Bondad, todo en Mi es Paz, todo en Mi es alegría, todo en Mi es progreso, todo en Mi es puro Amor. Aprovechad todo esto, Mis pequeños, ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
Que vuestros actos y vuestra vida cambien a este mundo que estáis viviendo. Vivid en Mi Plenitud para que en Mi Plenitud de Amor destruya la maldad que satanás ha sembrado en vuestros corazones. Lo podéis lograr, Mis pequeños, porque Mi Hijo lo logró por vosotros, uníos a Él y sed ésos Cristos de éste tiempo, para que todo se plenifique en Mi Amor, porque así es lo que Yo deseo, porque Soy vuestro Dios, porque Soy vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto.

(Lenguas…) Hijitos Míos, cuando Yo os dije “sean perfectos como el Padre es Perfecto”, os estoy pidiendo que lleguéis a ése grado, porque sois hijos de todo un Dios y sois hermanos Míos.
Mis pequeños, el Cielo es perfección porque es perfecta toda hechura de vuestro Padre y vuestro Dios. Todo lo creado lleva un orden perfecto, el Universo entero está creado en un orden perfecto, lo que conocéis es perfecto, aunque fue alterado por el Pecado Original, aún, en estos momentos, vosotros, la ciencia y los más prominentes en conocimiento en vuestro mundo, os seguís asombrando de la perfección que os rodea y de lo que hay en el Universo entero.
Cuando os he pedido que seáis perfectos, como Mi Padre y vuestro Padre es Perfecto, es para que podáis entrar al Reino de los Cielos, pero antes luchando para alcanzar ésa perfección, porque para entrar a un reino perfecto, vosotros debéis ya haber cambiado de la imperfección en la que vivís, a la perfección en la cual fuisteis concebidos en la Mente de vuestro Padre y vuestro Dios.
Vosotros mismos podéis constatar lo que la imperfección puede causar en aquello que está creado en la perfección. Cuando vosotros veis lo que los grandes científicos o inventores de vuestro mundo pueden hacer, guiados por la Luz del Espíritu Santo, os asombráis de lo que el hombre puede crear que, aunque no es perfecto, sí lleva un alto grado de perfección, porque está guiado por Nosotros, y si ésa maquinaria es trabajada por alguien que no tiene las capacidades, que es imperfecto, porque no tiene las capacidades para mover toda esa perfección, posiblemente se pueda destruir esa maquinaria fabulosa, que fue creada prácticamente en perfección. Por eso no puede entrar un alma imperfecta al Reino de los Cielos, simplemente, no hay lugar para ella en el Reino de los Cielos y, por eso, se os exige una purificación total antes de entrar al Reino de los Cielos y ésa, también, es vuestra tarea de toda una vida, apartar de vosotros vuestras imperfecciones, especialmente porque os llevan al pecado y no puede entrar un alma, que produce pecado, al Reino de los Cielos porque, en el Reino de los Cielos, se vive de la Pureza y de la santidad. Se viven todas las Virtudes en alto grado, en grado perfecto y, vuestra imperfección no puede entrar al Reino de los Cielos.
Por eso, agradeced a vuestro Padre y vuestro Dios, todo lo que permita en vuestra vida, para que os vaya purificando, y ofreced cada instante de vuestra vida, ya sea bueno o doloroso, para que os vayáis purificando, vosotros y vuestros hermanos, al ofrecer también vuestros deseos por ellos.
Sed perfectos, como vuestro Padre es Perfecto, mantened en vuestra mente y en vuestro corazón esta frase, para que ella os vaya apartando del mal y para que luchéis para alcanzar ésa perfección a la que estáis llamados todos vosotros, sobre todo para que podáis entrar al Reino de los Cielos, porque es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto, y solamente lo lograréis con vuestra vida de ejemplo, con vuestra vida en virtud, con vuestra vida llena de amor. No hay otra forma, Mis pequeños, porque así es como se vive en el Cielo y es como debéis empezar a vivir ya sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Ago 24_11 Saltaréis de gusto, gozaréis con los ángeles y santos estos momentos bellísimos.



Rosario vespertino
Temas:
  • Si vosotros os mantenéis en Mis Leyes y Decretos y sobre todo, en la Palabra Enseñada por Mi Hijo Jesucristo, difícilmente fallaréis, porque Mi Gracia os estará protegiendo.
  • Es la era en donde vuestro Dios Espíritu Santo va actuar fuertemente en todos los corazones y por eso os he dicho que ahora el Amor va a ser más profundo.
  • La humildad la debéis trabajar en grado heroico, Mis pequeños, porque también la soberbia y la maldad de satanás se van a dar en grado heroico.
  • Nuestro Dios es Puro Amor, estáis llamados a tener Vida de Amor, estáis llamados a una eternidad de Amor, agradeced pues esto, Mis pequeños, porque Él no se separa del hombre, es el hombre el que se separa de Nuestro Dios.
  • Estáis esperando grandes desastres sobre la Tierra, pero ¡qué mayor desastre para cada uno de vosotros el que no estéis viviendo en estado de Gracia!

Primer Misterio, Habla Dios Padre.Sobre: Si vosotros os mantenéis en Mis Leyes y Decretos y sobre todo, en la Palabra Enseñada por Mi Hijo Jesucristo, difícilmente fallaréis, porque Mi Gracia os estará protegiendo. Estáis viendo el ataque de satanás alrededor del mundo, os he dicho que él os conoce, ciertamente no conoce lo que vosotros estáis pensando ni lo que tenéis en vuestro corazón, pero él conoce vuestras limitaciones, conoce vuestras debilidades y él os pone tentaciones para que caigáis en ésas debilidades, Mis pequeños.
Estos son tiempos, en los que estáis viendo, cómo el mal, satanás, se ha dedicado a hacer que todo se vea bien, que aún el mismo pecado ya no se vea como pecado y, de esta forma, muchos de vosotros estáis cayendo en sus errores y estáis dejando que vuestra alma se vuelva más libertina y, no es así, Mis pequeños. Por eso os he dado unos Mandamientos, de los cuales no os debéis salir, Mis pequeños y Yo, precisamente, conociendo la debilidad del hombre, os di los Mandamientos para que os mantuvierais en ellos, además ya os he pedido que debéis meditarlos continuamente, para que no os salgáis de Mis Decretos y para que podáis vencer todo aquello con lo que satanás os está atacando y os seguirá atacando.
Satanás tiene muchas formas de atacar al hombre, él es el rey de la mentira y os está envolviendo en grandes mentiras mundiales y, por eso, Mis pequeños, os debéis acercar a la oración y a la vida de la Gracia, para que esto sea un escudo poderoso contra los ataques de satanás y para que vosotros vayáis creciendo también, en fuerza espiritual contra sus próximos ataques. Ciertamente éstos se van a ir acrecentando y la mentira con la que os está envolviendo os está llevando a aceptar tantas cosas que Yo desde un Principio os dije que no debierais aceptar en vuestro corazón.
Por eso, si vosotros os mantenéis en Mis Leyes y Decretos y sobre todo, en la Palabra Enseñada por Mi Hijo Jesucristo, difícilmente fallaréis, porque Mi Gracia os estará protegiendo, pero hay tantos, tantos hermanos vuestros que no están ya protegiéndose con todo esto que os estoy diciendo os protejáis, porque sus mismos padres no les han dado ésa instrucción desde pequeñitos, por ellos son por los que debéis orar más, para que los acerquéis a Mi Corazón y, a través de Mi Santo Espíritu, ellos vayan obteniendo la Gracia de irMe conociendo poco a poco y de ir luchando contra las fuerzas de satanás.
Apoyadlos pues, Mis pequeños, con vuestra oración, pero sobre todo, con ése amor fraterno con el que debéis vivir en estos tiempos cada uno de vosotros, con vuestros hermanos y con el mundo entero.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Es la era en donde vuestro Dios Espíritu Santo va actuar fuertemente en todos los corazones y por eso os he dicho que ahora el Amor va a ser más profundo. Hijitos Míos, en el Antiguo Testamento no se vivía en el amor que os vino, posteriormente a enseñar Mi Hijo. Se Me tenía miedo a Mí, vuestro Dios Amor, pero no querían entender lo que era vivir el Verdadero Amor y, quizá hasta tergiversaban las palabras de los profetas y se Me tenía miedo. Para eso os mandé a Mi Hijo, para que, en Palabras y en Vida de todo un Dios hecho Hombre, el hombre tuviera el ejemplo perfecto a seguir. Mi Hijo os lleva a vivir el Amor, primeramente Conmigo, con vuestro Dios, porque Yo Me merezco todo, Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, Yo os doy todo, Soy el Dios Providente, el Amor Eterno que está cuidando de Sus creaturas. Os he llevado hacia un mundo en el cual no os imaginabais qué pudiera suceder, y esto es, la vida con Mi Hijo. No se vivía antes este mundo de amor, se vivía en el Dios temor, todos los pueblos vivían con ése temor hacia Mí, vuestro Dios. Al vivir en el amor, Mis pequeños, ya os sentís con más libertad, ya el hombre puede caminar seguro y feliz, porque sabe que todo un Dios, en Su Santísima Trinidad, lo está apoyando, lo está cuidando, lo está guiando, lo está protegiendo de todo, pero con amor. Ya no se tiene que estar cuidando, como en la antigüedad, de todos a su alrededor, porque todos se veían como enemigos, porque se vivía en la ley del temor, ¡no!, Mis pequeños, Yo, ahora Soy el Dios Amor que os protege y, aquél que está Conmigo, también vive ése amor y protege a sus hermanos, tanto física como espiritualmente.
Todo esto que se está dando alrededor del mundo, os va a llevar, Mis pequeños, a no solamente vivir lo que Mi Hijo os enseñó, sino todavía a algo más profundo, porque es la era en donde vuestro Dios Espíritu Santo va actuar fuertemente en todos los corazones y por eso os he dicho que ahora el Amor va a ser más profundo, porque deberéis vivir más profundamente Mi Amor. Ya no será un Amor superficial, sino un Amor profundo y, ¿por qué profundo, Mis pequeños?, porque estaréis viviendo Conmigo en vuestro interior. Ya es un mundo profundo en vosotros, con Mi Presencia, gozando de Mi Presencia en vuestro interior y si todo lo que vosotros hacéis en vuestro interior, se da en vuestro exterior entonces, Mi Vida Divina que se va a dar en todos aquellos que Me van a aceptar en estos tiempos de cambio, va a ser un Amor muy profundo.
Ciertamente es el Amor de hermanos, pero ya no es el Amor de hermanos como hermanos, sino es el Amor profundo y Divino en donde Yo, como Padre, os estoy uniendo en lo espiritual, pero muy profundamente y esa fuerza espiritual es lo que va a hacer el cambio universal, Mis pequeños. Ya no estaréis, como algunos dicen, hablando de dientes para afuera, o sea, solamente llevando un simple amor, sino que tiene que ser un amor muy profundo el que debe que crecer en vosotros, para que ya no seáis personas de doble identidad, sino que seáis personas de una sola pieza, en que Mi Amor esté actuando perfectamente en vosotros, en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, como actuaba en vuestros Primeros Padres, Adán y Eva. Ya no habrá hipocresías, mentiras, ya no aparentaréis nada, siempre y cuando Mi Amor venga desde lo más profundo de vuestro ser, porque al Vivir Yo perfectamente en vosotros, ya no podréis mentir, porque Me estaríais dañando a Mí. Ya no podréis hacer ningún tipo de daño a vuestros hermanos porque primeramente Me estaríais dañando a Mí. ¿Entendéis esto, Mis pequeños?, os lo estoy dando para que seáis verdaderos Cristos, verdaderos hijos Míos en estos tiempos, hombres de una sola pieza, hombres espiritualizados para que seáis Mis verdaderos hijos en las Tierras por venir.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La humildad la debéis trabajar en grado heroico, Mis pequeños, porque también la soberbia y la maldad de satanás se van a dar en grado heroico. Hijitos Míos, si vosotros revisáis las Sagradas Escrituras y revisáis la vida de los hermanos vuestros ya santificados, hay algo que hizo que se diera en ellos un cambio profundo y éste cambio, también, no solamente ayudó a la persona, sino ayudó a pueblos numerosos.
El cambio que se debéis tener cada uno de vosotros, se da en la humildad, Mis pequeños. Ya os he hablado de la humildad, pero estos tiempos, es donde la humildad debe estar a flor de piel en cada uno de vosotros.
La humildad la debéis trabajar en grado heroico, Mis pequeños, porque también la soberbia y la maldad de satanás se van a dar en grado heroico.
Un gran mal, que ya lo estáis viendo cómo se ha ido poco a poco diseminando, se va a dar pronto muy fuertemente entre vosotros y os va a tratar de llevar hacia vuestra perdición, por eso, os estoy urgiendo a que Me pidáis a Mí, vuestro Dios, que Mi Santo Espíritu se derrame sobre vosotros, para que alcancéis un alto grado de humildad.
Cuando vosotros actuáis en humildad, ya no sois vosotros los que estáis actuando, ya Me estáis dando el lugar preferente que debo tener Yo, como vuestro Dios, en vuestro ser, en vuestra vida, en todo lo que hagáis con vuestros hermanos. Cuando hay humildad, os reconocéis pequeños, os reconocéis necesitados, reconocéis que sois poca cosa y que solamente Conmigo podéis crecer. Conmigo podéis hacer grandes cosas para el bien de vuestros hermanos, pero sobre todo, para el cambio que se tiene que dar a nivel Universal.
Es la humildad la que os va a dar la salvación eterna, es la humildad la que os va a ayudar a que vosotros tengáis los dones, también, a nivel heroico, de Mi Santo Espíritu.
Todo esto os lo digo, Mis pequeños, para que ya empecéis a vivir en la humildad que os va a proteger y que os va a hacer grandes ante Mis Ojos, porque haréis grandes cosas si sois humildes, porque Yo, como os dije, estaré trabajando a través vuestro. Yo no puedo trabajar en corazones soberbios, en almas que no se sienten necesitadas de Mi Gracia y de Mi Amor, solamente aquellas almas sencillas, aquellas almas que dejen, en humildad, que Yo trabaje a través de ellas, son las que van a lograr el cambio, primeramente en ellas y luego el cambio que se va a dar a nivel Universal, porque Yo os voy a ayudar.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Nuestro Dios es Puro Amor, estáis llamados a tener Vida de Amor, estáis llamados a una eternidad de Amor, agradeced pues esto, Mis pequeños, porque Él no se separa del hombre, es el hombre el que se separa de Nuestro Dios. (Lenguas…) Sí, hijitos Míos, éste es Mi tiempo, el tiempo de vuestra Madre, el tiempo que Nuestro Padre Me ha concedido para uniros a todos vosotros en un solo Corazón, en Su Amor, pero también es un tiempo muy temido, pero no para vosotros, sino para satanás, porque él sabe que va a ser vencido por una Creatura y en su soberbia no ha soportado esto desde que se le anunció siglos atrás.
Estos son Mis tiempos, tiempos de esta Servidora del Señor, en que Su Voluntad, la Voluntad de Su Santísima Trinidad, se va a dar a través Mío.
Es el Amor de Nuestro Dios el que vencerá, es Su Amor el que Vive en Mí, es Su Amor el que Me da Vida, Vida plena, Vida Santificante, Vida de un Amor que Me ha dado y que no Me merezco, pero Soy Suya y Él puede hacer lo que quiera Conmigo.
Mis pequeños, es ésa humildad en grado heroico, que Él ya os ha explicado, que debéis buscar y que se dio en Mí. Fui preparada para la corredención y ha sido una Gracia muy grande para Mí, Ser la Madre del Salvador, pero vosotros, Mis pequeños, también habéis sido llamados a ser corredentores y es una Gracia, también, muy grande, que se os ha dado y que Yo, como Madre vuestra, Madre de todo el género humano, gozo inmensamente, porque ¿cuál madre no goza con los éxitos de los hijos? Y Yo quiero que cada uno de vosotros, Mis pequeños, llevéis a cabo vuestra misión, sobre todo, con un gran amor y un gran respeto hacia Nuestro Dios, hacia Nuestro Padre, y todo lo que hagáis, hacedlo, Mis pequeños, con alegría extrema. No hagáis las cosas sintiéndoos forzados, en que tenéis que llevar a cabo vuestra misión, porque ya estáis aquí en el mundo y tenéis que hacer algo, ¡no!, Mis pequeños, el don de la vida es un don que tiene un valor inconmensurable que todavía no entendéis.
Cuando Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor os haga entender lo valioso que es el don de la vida, lo valiosa que es vuestra misión aquí en la Tierra, es cuando caeréis de rodillas y con vuestra frente en el suelo, agradeceréis inmensamente lo que Nuestro Dios ha hecho con cada uno de vosotros, al daros el don de la vida para servirLe a Él, Nuestro Dios.
Vuestra mente está todavía nublada por el pecado y no entendéis todavía estos misterios de Amor, pero cuando se os devele vuestra mente, es cuando vosotros entenderéis y agradeceréis inmensamente todo lo que ha hecho Nuestro Dios en vuestra vida.
Podréis repasar minuto a minuto toda vuestra vida y agradeceréis minuto a minuto, de toda vuestra vida, las Bendiciones que recibisteis de Nuestro Dios y que recibiréis, eternamente si os mantenéis en vida de Amor.
Como os dije, estos son Mis tiempos y también el tiempo de aquellos que quieran tomarMe a Mí, como Madre. Que Me sigan obedientes, como los hijos buenos obedecen a la Madre, Yo os quiero llevar Conmigo al triunfo contras las fuerzas de satanás. Será un momento grande, bellísimo ver cómo se van a ir disipando estas nubes obscuras que cubren al Universo entero y se empiece a dar la Luz Inmensa, Infinita de Nuestro Dios. Saltaréis de gusto, gozaréis con los ángeles y santos estos momentos bellísimos, gozaréis Conmigo, con vuestra Madre, todo lo que Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad nos está preparando al Universo entero, al Cielo; todo quedará unido nuevamente en el Amor.
Como os dije, no entendéis perfectamente todo esto, pero estáis llamados a gozarlo. Agradeced ya desde estos momentos a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, todo lo que os quieren dar, que a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestros pecados pasados, a pesar de vuestra inconstancia en el Amor, en la vida de Gracia, en las Virtudes, Él os sigue perdonando y os sigue llamando para que viváis con Él eternamente.
Nuestro Dios es Puro Amor, estáis llamados a tener Vida de Amor, estáis llamados a una eternidad de Amor, agradeced pues esto, Mis pequeños, porque Él no se separa del hombre, es el hombre el que se separa de Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Estáis esperando grandes desastres sobre la Tierra, pero ¡qué mayor desastre para cada uno de vosotros el que no estéis viviendo en estado de Gracia! Hijitos Míos, muchos, muchos de vosotros estáis buscando respuesta al futuro que se os viene y que os he anunciado, pero que vuestro futuro, Mis pequeños, no sea mañana, sino hoy mismo, vuestro futuro tiene que ser el ahora.
Debéis vivir buscando vuestra santificación, debéis vivir hoy mismo el ser lo que Yo quiero que seáis para con vuestros hermanos, que luchéis por una verdadera familia en Mí, vuestro Dios, que no estéis esperando a que se empiecen a suceder cosas tremendas, inimaginables para que empiece vuestro cambio, el cambio tiene que ser hoy mismo, Mis pequeños.
Si sois honestos con vosotros mismos, tenéis que buscar cómo estáis interiormente, debéis estar cambiando para que encontréis el camino de la Verdad, que es lo que Yo quiero en cada uno de vosotros, la Verdad, Soy Yo y Yo debo habitar en cada uno de vosotros.
Vuestro futuro es inmediato, no esperéis días, semanas o meses para cambiar, Mis pequeños, cada uno de vosotros tendrá un futuro diferente de acuerdo a los acontecimientos que se darán pero, ciertamente, vuestro futuro será Conmigo y debéis buscar la eternidad Conmigo, ¿estáis preparados para ello?
Estáis esperando grandes desastres sobre la Tierra, pero ¡qué mayor desastre para cada uno de vosotros el que no estéis viviendo en estado de Gracia!, que no estéis buscando por el bien de vuestros hermanos, que no estéis uniendo a vuestra familia, a vuestros hermanos que os rodean, amistades, a los pueblos de la Tierra. Si vosotros no estáis buscando eso, Mis pequeños, entonces sí, vuestro futuro es incierto, pero si ya empezasteis, Mis pequeños, a vivir en ese estado de Gracia, en ésa unión íntima Conmigo, entonces ya habéis entendido realmente cuál debe ser vuestro futuro.
Luchad pues, Mis pequeños, para que sea Mi Vida en vosotros, para que sea Yo, el que vaya moviendo vuestra vida, la vida de vuestros hermanos, y se dé perfectamente éste pueblo Mío, que es el pueblo que se va a dar con lo que os he prometido.
Los que quedéis para los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas, serán almas que vivan en unión íntima Conmigo, que hicieron su futuro inmediato, que lucharon por su perfección, por eso os repito, no estéis esperando acontecimientos futuros, vuestro futuro es ya estar Conmigo en estos momentos.
Gracias, Mis pequeños.

martes, 12 de julio de 2011

Vuestra espiritualidad deja mucho que desear...


Jun 23_11 Es un dolor grande para Mí el que Me teman cuando Yo Soy todo Amor.



Rosario vespertino
Temas:
  • Se os ha dicho que vosotros como instrumentos, sois vehículos de Nuestras grandezas. Esto meditadlo bien, Mis pequeños, dentro de vuestro corazón.
  • Estáis viendo cómo el mundo entero está sufriendo, son los primeros dolores de parto para el nacimiento de un Nuevo Mundo que os voy a dar.
  • Os puedo decir y porque os conozco a cada uno de vosotros, que vuestra espiritualidad, deja mucho qué desear.
  • Vosotros sois muy dados a juzgar por las apariencias externas, tanto de cuerpo, como de las vestimentas que traigáis o lo que poseéis y así juzgáis.
  • Cuando morís, estando siempre ante Mi Presencia, el paso es fácil y bello.
Mensaje de Dios Padre y Dios Espíritu Santo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Se os ha dicho que vosotros como instrumentos, sois vehículos de Nuestras grandezas. Esto meditadlo bien, Mis pequeños, dentro de vuestro corazón. Hijitos Míos, Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, voy dando luces a hermanos vuestros, a algunos de vosotros también, para que estas luces vayan avisando a vuestros hermanos sobre los acontecimientos que se están dando y se vayan preparando.
Sabéis como el Padre os ama y Nosotros, como Trinidad Divina, también os amamos infinitamente. Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, derramamos Amor en abundancia sobre la humanidad entera pero, este Amor que debiera fructificar en las almas, no fructifica en muchas de ellas. Porque no se le abona, al no compartirlo, no crece dentro de vosotros y así es como se desarrolla el Amor, cuando se da, cuando se comparte. Si vosotros no lo dais, este Amor, se mantiene pequeñito y aún hasta puede desaparecer dentro de vosotros, porque no estáis dando éste regalo tan grande que viene de Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad.
Se os ha dicho que vosotros como instrumentos, sois vehículos de Nuestras grandezas. Esto meditadlo bien, Mis pequeños, dentro de vuestro corazón.
Imaginad, Mis pequeños, que vosotros estáis recibiendo Bendiciones, Gracias, Dones, Virtudes, riquezas Divinas que entran en vosotros, vosotros las tenéis y las debéis dar a vuestros hermanos, porque vosotros, en cierta forma, os volvéis parte Nuestra y así lo queremos, para que cada uno de vosotros os deis cuenta del Amor que debe haber en vuestro corazón y cómo vuestra presencia debe transmitir ése Amor.
Cuando vosotros dais lo que Nosotros os estamos dando, así es como debiera caminar este mundo, cuidándoos los unos a los otros con las Bendiciones y regalos espirituales que recibís de Nosotros y que debéis dar cada uno de vosotros. Pero cuando detenéis vosotros ése paso de Nuestra Gracia, se detiene todo lo bello que debiera fructificar en el mundo. Por eso os decía que no en todos de vuestros hermanos fructifican las Gracias, las Bendiciones y el Amor, cerráis ése paso de la Gracia.
Es como si en una manguera vosotros dejáis que fluya el agua, regáis vuestras plantitas y éstas crecen. Así estáis vosotros, si abrís, las Gracias fluyen y vosotros podéis dar lo que Nosotros os estamos dando para que repartáis entre vuestros hermanos, pero si vosotros os cerráis a la salida de las Gracias que debéis dar, vosotros detenéis el paso de Gracias Celestiales hacia la Tierra.
¿Ahora entendéis, Mis pequeños, cómo es que no se está dando lo que se debiera dar sobre la Tierra?, porque no estáis en íntima sintonía con Nuestra Trinidad. Vosotros estáis haciendo lo que vosotros queréis para vosotros mismos, no estáis trabajando para el Cielo, no estáis abriendo ésa llave de Gracia que debéis dar a vuestros hermanos.
Vosotros, al ser instrumentos, y cuando sois buenos instrumentos, primeramente gozáis lo que estáis recibiendo y después gozáis cuando repartís y veis en vuestros hermanos el resultado de tantas Bendiciones que llegan a ellos, a través de vosotros, y ellos se alegran por haber recibido de Nosotros éstas Gracias.
El ser vehículo, Mis pequeños, es una Gracia muy especial y así lo hemos querido para que vosotros gocéis de éste paso de Gracia Nuestra hacia vuestros hermanos y hacia vosotros mismos.
Cuando meditáis esto, dentro de vuestro corazón ante Mi Presencia, Mis pequeños, comprenderéis este regalo tan grande y entonces comprenderéis lo que debéis hacer como misión aquí en la Tierra.
Llenaos primeramente de Nuestro Amor y de nuestras Bendiciones y luego repartid, todo eso que recibisteis, a vuestros hermanos.
Esa es la misión de cada uno de vosotros sobre la Tierra y es una misión bellísima, Mis pequeños, porque vosotros gozaréis y vuestros hermanos gozarán también al recibir lo que vosotros les deis.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Estáis viendo cómo el mundo entero está sufriendo, son los primeros dolores de parto para el nacimiento de un Nuevo Mundo que os voy a dar. Hijitos Míos, estáis viendo cómo el mundo entero está sufriendo, son los primeros dolores de parto para el nacimiento de un Nuevo Mundo que os voy a dar y, vosotros en cierta forma, seréis como ésas madres que están pariendo, que sufriréis, pero después gozaréis con el Nuevo Reino que vendrá. Y os digo que seréis como ésas madres, porque ayudaréis a parir éste Nuevo Mundo por vuestras oraciones, por vuestra donación, por ser otros Cristos en éstos momentos de la historia, por ser hijos obedientes, por ser ésos hijos que aprendieron la lección y que, gracias a ella, estáis dando lo mejor que podéis dar.
Sois ésas madres que gozaréis lo que Yo os voy a dar, sois intercesores ante Mi Gracia y ante Mi Amor, sois ésos hijos Míos, los verdaderos, “hijos Míos”, que Me reconocéis como Padre, porque estáis Conmigo, porque Me buscáis, porque conocéis las necesidades espirituales de vuestros hermanos e intercedéis por ellas, porque Me consentís dándoMe vuestros momentitos de Amor, vuestras delicadezas, vuestros agradecimientos, vuestros regalitos de niños pequeños, en resumen, sois ésos hijos buenos a los que el Padre no les puede negar nada, porque vosotros sois lo que debéis ser, los hijos de Mi Corazón.
Mis pequeños, seguid adelante y manteneos unidos en oración con vuestros hermanos, que son Mis hijos también alrededor del mundo. Vuestra oración de corazón está uniendo a toda la humanidad, y os había ya dicho anteriormente que cuando vuestras oraciones se unieran alrededor del mundo, es cuando se iba a dar la Luz en el mundo. Os estáis uniendo, Mis pequeños, manteneos así, ahora estáis en la obscuridad, pero poco a poco iréis viendo cómo vuestra oración, vuestra donación y todo hecho en Fe, empezará a fructificar en vuestro corazón. Sabe, porque Yo se los voy a permitir así, sabe que se están acercando ya ésos momentos bellos, pero que debéis pasar ésta purificación por una necesidad de limpieza de vuestras almas, tanto de vosotros como de vuestros hermanos, porque el regalo que os voy a dar, es inmenso y deberéis entrar a ése Nuevo Mundo que os voy a dar de la mejor forma. Vosotros os arregláis, os perfumáis, os peináis para estar de la mejor forma visibles ante vuestros hermanos cuando os invitan a una fiesta importante, esta va a ser la fiesta más importante de vuestra vida, los que ahora estáis viviendo sobre la Tierra el cambio, el cambio que Yo voy a permitir para que vosotros gocéis Mis Bendiciones y se elimine también el mal sobre la Tierra. Estáis viviendo momentos de cambio dramáticos y bellísimos a la vez.
Sois Mis hijos y vosotros sí comprendéis lo que os estoy diciendo, mientras que hay muchos hermanos vuestros que aún no puedo llamar Mis hijos, como os llamo a vosotros, que con vuestra oración, vosotros les ayudaréis a su salvación eterna y por ellos os pido que oréis incesantemente, para que Yo también los pueda llamar así, Mis hijos consentidos, como a vosotros. La tarea es difícil, porque hay tantos, tantos hermanos vuestros que están muy alejados de lo que deben ser en estos momentos. Atraedlos a Mi Corazón, traédMelos a todos, Mis pequeños, perseverad en la oración, pero sobre todo, en el ejemplo. Que éstos hermanos vuestros, que están alejados de Mí, vean en vosotros Mi Presencia y eso es lo que va a hacer que muchos de ellos os sigan y se dejen tocar por Mi Amor a través de vuestras palabras y de vuestras obras. Manteneos dando ejemplo en todo sentido, Mis pequeños, ejemplo de Mi Vida Divina en vosotros. Os amo, Mis pequeños, os amo, Mis hijos.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os puedo decir y porque os conozco a cada uno de vosotros, que vuestra espiritualidad, deja mucho qué desear.
Hijitos Míos, Yo, como Padre vuestro que Soy, de toda la humanidad, de todo lo creado, visible e invisible, os puedo decir y porque os conozco a cada uno de vosotros, que vuestra espiritualidad, deja mucho qué desear. Cómo quisiera que realmente crecierais en una espiritualidad correcta.
Sí, Mis pequeños, y así os lo quiero acentuar, que sea una espiritualidad correcta y que no esté contaminada con todo aquello con lo que satanás ha contaminado alrededor del mundo. Os hace creer que lo que estáis haciendo es correcto, cuando en realidad, la espiritualidad que lleváis y vuestra forma de vida está muy contaminada y Yo os quiero llevar a la perfección y así os lo dijo Mi Hijo, que debéis tratar de ser perfectos, como Yo Soy Perfecto.
Mis pequeños, la oración, que es una comunicación directa Conmigo, siempre os va a llevar a la perfección, porque estaréis escuchando lo que Yo quiero de vosotros. Cada uno de vosotros sois diferentes, cada uno de vosotros tiene una historia diferente, habéis nacido en diferentes hogares y con una manera de pensar muy diferente de unos y otros, de vuestros padres, de vuestros parientes, de todos aquellos que os rodean durante vuestro crecimiento y que van afectando y ayudando también a vuestro desarrollo completo. Por eso cada uno de vosotros es diferente y sois diferentes ante Mis Ojos y ante vuestros hermanos, pero de cualquier manera, dentro de vuestra diferencia, debéis vosotros buscar la perfección espiritual, que eso es lo que os va a hacer iguales, porque estaréis buscando un solo bien que es el amor en cada uno de vosotros y ése amor nace de Mí, solamente, Mis pequeños.
Pero cuando vosotros vais creciendo y os vais haciendo de una manera de pensar, cada uno de vosotros fabrica en su mente y en su corazón, lo que quisierais ser, pero no necesariamente va con aquello que Yo quiero de cada uno de vosotros y ahí es donde Yo quiero que vosotros entendáis que debéis pasar más tiempo en oración y, esto es platicando Conmigo, para que Yo os guíe, para que Yo os dé las pautas a seguir en vuestra vida, en vuestra propia espiritualidad y la espiritualidad que debéis llevar con vuestros hermanos. Si vuestro interior tiende a la perfección, vuestros actos necesariamente también tenderán hacia la perfección y así es como el mundo se va perfeccionando. Pero si vosotros os entercáis en vuestra forma de ser y no queréis cambiar, entonces es cuando todo se echa a perder, porque vuestros actos ya no son perfectos, ya no buscan el bien de los demás. Estáis buscando solamente vuestro propio bien, y si vuestro bien está afectado por satanás, ya vuestros actos y vuestro trato con vuestros hermanos ya no van a tender hacia la perfección y así vuestro mundo se irá de picada hacia el mal y hacia la imperfección, así es como estáis viendo que se está dando ahora.
Si vuestros actos fueran perfectos no estaríais viendo lo que está sucediendo a vuestro alrededor. Cada país, cada estado, cada pueblo, cada familia, todos estáis afectados y estáis viendo cómo no estáis tendiendo al Amor y cómo no está estable vuestro mundo, porque cuando estáis viviendo en el Amor, todo se estabiliza, hay paz, hay armonía, hay alegría y no estáis viviendo eso, Mis pequeños, porque no hay perfección en vuestro interior, porque no hay oración, que es la comunicación Conmigo, no queréis aprender de Mí, vuestro Dios, no queréis tomar Mi Perfección para perfeccionaros.
Vosotros os habéis alejado de Mí y estáis haciendo vuestra propia vida, estáis afectados por satanás y queréis seguir afectados por él, no le estáis dando la espalda a él, Me estáis dando la espalda a Mí, vuestro Dios. Y por eso vuestro mundo todavía sufrirá, y vosotros con el mundo, porque no habéis querido entender que solamente Yo os puedo llevar a una perfección en donde viviréis en paz y viviréis Mi Amor eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros sois muy dados a juzgar por las apariencias externas, tanto de cuerpo, como de las vestimentas que traigáis o lo que poseéis y así juzgáis. Hijitos Míos, en general, vosotros sois muy dados a juzgar por las apariencias externas, tanto de cuerpo, como de las vestimentas que traigáis o lo que poseéis y así juzgáis y creéis que el que más tiene, el que más puede, el que más poder tiene dentro de la Tierra, son los mejores y son a los que les debéis hacer caso y seguir el ejemplo que os dan, y muy equivocados estáis, Mis pequeños, porque así es satanás. También aparenta, sí, nada más aparenta, lo que vosotros quisierais tener, porque deseosos estáis de poseer bienes, terrenos, poseer una belleza externa, ayudada con tantas y tantas cosas que tenéis para seguir aparentando que sois mejores o que sois los mejor vistos ante vuestros hermanos, que poseéis belleza, dinero, bienes mundanos, pero que vacíos estáis de vuestro interior.
Tantas veces os he dicho que vosotros vais a ser juzgados por lo que tenéis en vuestro interior, que son las obras de vuestra alma. Vuestro cuerpo actúa lo que en el alma se desarrolla. Si vosotros no tenéis bienes espirituales altos, fuertes, bellos, no saldrán ellos hacia el exterior y seguiréis aparentando con lo que tenéis dentro de lo humano para que vuestros defectos internos no se muestren o vuestros hermanos no les presten tanta atención, porque los estaréis deslumbrando solamente con vuestro exterior, cuando ciertamente, vuestro interior no vale.
Las almas que valen, vuestros hermanos que valen ante Mis Ojos principalmente, y que debieran valer también ante vuestros ojos, son almas sencillas, a veces, hasta escondidas, que no tienen tanta belleza externa, en cuanto a sus vestimentas o hacia la riqueza de su exterior y vosotros no las valoráis, porque no tienen eso que vosotros buscáis, un exterior bello en cuanto a lo que se ponen sobre su cuerpo, porque muchas almas buenas, son muy bellas, si vosotros las veis, porque la belleza principal del exterior, sale de vuestro interior.
Si vosotros estáis ante Mi Presencia, en buen estado, vuestra alma está en una posición de virtud alta, esto se va reflejar en vuestro exterior y se mostrará ésa belleza interna en vuestro exterior. Aunque vuestros detalles y rasgos externos de vuestra cara o de vuestro cuerpo, no sean lo que vosotros preferís como perfectos, de todas maneras, se verá ésa irradiación interna hacia el exterior y una belleza muy especial veréis que sale de aquellas almas, de aquellos hermanos vuestros que están en íntimo contacto Conmigo en su interior.
Con esto os quiero dar a entender, Mis pequeños, que estáis muy equivocados por el juzgar por las apariencias por los afeites, con las riquezas con las que adornáis vuestro cuerpo, el verdadero bien radica en vuestro interior y ese es el que debéis buscar y sabéis perfectamente cuando un alma es buena, pero la despreciáis, porque aún así seguís prefiriendo lo que aparenta y no lo que realmente es en la persona.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando morís, estando siempre ante Mi Presencia, el paso es fácil y bello. Hijitos Míos, morir en Mí, no es morir, es nacer. Cuando morís, estando siempre ante Mi Presencia, el paso es fácil y bello, porque desde antes, al estar viviendo sobre la Tierra y estando ante Mi Presencia, sabéis que es un delgado velo el que os está separando de Mí y que la muerte, vuestra muerte humana, va a rasgar ése velo y es cuando Me mostraré ante vosotros tal cual Soy y veréis la belleza más grande que podáis imaginar, es más, ni podéis imaginar lo que Soy y que veréis en ésos momentos y vuestra alegría será tan grande, que quisieras nuevamente morir para verMe.
Sí, Mis pequeños, vosotros sois tan limitados, vuestras capacidades son tan limitadas que no podéis ni siquiera imaginarMe ni imaginar el mundo que se os va a abrir en esos momentos.
Estáis viviendo este mundo lleno de pobrezas espirituales, de maldad, de odios, rencores, pleitos, guerras. Atacas de unos contra otros y tantas y tantas cosas tan feas que vivís todos los días, aunque ciertamente, también recibís amor, porque no todo lo que hay en la tierra es maldad. Hay almas que también han abierto su ser, su vida hacia Mí y ellas producen Mi Amor y también amor recibís, pero Mi Presencia es inimaginable para vosotros y por eso, si estáis viviendo en Mí, durante vuestra vida, ya deseáis que se recorra ése velo que nos separa, para que Me sintáis, Me viváis plena y eternamente. Es el regalo inmenso, inconmensurable que Yo le doy a las almas que han procurado vivir en Mí y para Mí y para vuestros hermanos en consecuencia, porque si estáis llenos de Mí y de Mi Amor, al ser Mi Amor dinámico debéis darlo a los que están a vuestro alrededor y ellos gozan de Mí a través de vosotros.
Pero ¡Ay!, de aquellas almas en las que Yo no vivo continuamente para ellas, que no Me toman en cuenta, que no buscan que Yo sea lo primero en su vida. Desgraciadamente estas almas que no Me buscan, muchas de ellas Me temen y ya os he dicho que es un dolor grande para Mí el que Me teman cuando Yo Soy todo Amor.
Estas almas Me toman como a un verdugo, Me toman como alguien que las está siguiendo para castigarlas, porque Yo no vivo en su vida. En lugar de pensar que Yo estoy para ayudarles, para tomarlas de la mano, para perdonarles en todo momento y sobre todo, de comprenderlas porque un verdadero Padre, comprende la pequeñez y los defectos de los hijos, perdona y luego ayuda. ¿Entonces cómo podéis decir que Me teméis?, cuando Yo solamente os puedo dar un bien para que vosotros os desarrolléis plenamente en lo espiritual y con ello podáis tener una vida agradable sobre la Tierra. Pero estas almas que no viven para Mí ni están Conmigo, que no Me buscan, para ellas, sí el momento de la muerte es tremendo, porque no Me conocen, porque no Me han buscado y aquél que no conoce al Amigo, que no conoce al Hermano, se Le teme, porque no sabe cómo va a reaccionar. Si éstas almas Me conocieran, sabrían que de Mí solamente puede salir Amor, pero un Amor Puro y Santo, desconocido para ellas.
Ayudadles, Mis pequeños, a estas almas que temen estar ante Mí, que temen hasta el morir, que temen acercarse a Mí, porque sienten que al vivir en pecado, en maldad, sienten que en su corazón no Me merecen, porque no saben que Yo perdono todo y todas las almas tienen derecho a estar Conmigo. Ayudadles, Mis pequeños, cuando entréis en contacto con ellas, pedídMelo, porque ya os he preparado a vosotros para ayudarles, dadles ésa Gracia especial de parte Mía de acercarlas a Mí y que gocen de Mí a través de vosotros. Gozad, Mis pequeños, por la conversión de estos hermanos vuestros que necesitan de Mi Vida espiritual, que necesitan de esa vida Celestial. Ayudadles que vayan conociendo lo que va a ser la eternidad. Dadles esa vida que ya vosotros vivís, dadles ésa confianza de vivir en Mí, dadles Mi Amor, que ya vosotros mismos producís.
Os amo, Mis pequeños y así como Yo os amo, amadles a ellas.
Gracias, Mis pequeños.