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miércoles, 6 de marzo de 2013

Artículo: María y el Próximo Cónclave


María y el Próximo Cónclave


Parece que los hombres olvidan que la barca de Pedro no era de Benedicto XVI. Tampoco de Juan Pablo II, ni de ningún Papa en la Historia de la Iglesia. El dueño de la barca es Jesucristo y la Madre de la Iglesia es María y la luz es más poderosa que las tinieblas. Y sí, la Iglesia tendrá que pasar por su dolorosa pasión y su gran prueba, pero María necesita darle a su Iglesia un Papa que cumplimente lo que comenzó Juan Pablo II al llevar a la Iglesia al Tercer Milenio y que continuó el gran teólogo Papa Emérito y fiel servidor de Jesucristo, Benedicto XVI.
Por eso no será un cónclave corto, pues llevará tiempo para que la acción del Espíritu Santo paulatinamente inunde el corazón de algunos cardenales, y éstos en otros y en otros, hasta que ellos mismos se den cuenta, al menos los que se dejen guiar por la acción de Dios, que es la Poderosa Señora del Cielo la que hará surgir de manera totalmente SORPRESIVA y no previamente calculada por ellos al Papa de su elección. Él sabe quién es, él ha sido preparado para este momento dramático de la Iglesia. Llegará a la Silla de Pedro como consecuencia de los sucesos inevitables que el Cielo ha determinado desde hace tiempo y que en su corazón lleva en lo más profundo el Corazón Inmaculado de María, y lleva también el anuncio profético del Apocalipsis; se convertirá en Luz y Trueno del Final de los Tiempos. Así será y María lo ha escondido hasta ahora y lo traerá a la luz de las naciones desde donde está. (Las grandes misiones las conocen los que son elegidos para ellas. Cada uno es creado de acuerdo al plan divino; algunos nunca entienden el Plan de Dios, viven en la obscuridad y los grandes misterios están ocultos para ellos, es decir, el misterio de su propia existencia y el por qué fueron creados. Otros son bañados en una gran luz desde el principio… y éste es el caso del próximo Papa).
Fátima
¿O qué estamos pensando, que el mensaje de la Virgen se quedará sólo en los libros? ¿Que su pedido traído a Fátima no se va a realizar? ¿Que sus profecías de formar apóstoles de estos tiempos quedarán a medio realizarse, con soldados a su servicio sin la debida preparación y crecimiento espiritual, temerosos, desunidos y sin el debido discernimiento, sin su escudo ni su espada bien afilada? ¿Que Ella preparará la Parusía o manifestación de Su Hijo con una Iglesia que no logró replicar el mensaje de su Madre? No,no es así. Ella tiene reservada una sorpresa. Un apóstol, un profeta, un Papa que conducirá a la Iglesia de manera tal que traerá un cambio absoluto en la forma de guiarla para prepararla no sólo a la Gran Tribulación sino también para dejar sembrada la semilla del triunfo del Reino de Cristo en la Tierra. Con el comienzo del final de los tiempos, y con esta sabia y estratégica jugada de la Madre del Señor, los demonios están ahora enfurecidos y van a desplegar contra el mundo y hacer surgir hacia afuera el fuego del odio que habita en los corazones de los hombres, de tal manera que en muy breve tiempo la humanidad se verá presa de una gran confusión ante todo lo que estará ocurriendo, así como las fuerzas de la naturaleza desatadas que harán que los hombres desfallezcan y eventualmente griten hacia lo Alto para que Dios se manifieste. Será entonces que este Papa se convertirá en Luz y Fuerza, Fe y Amor, para que a través de él encuentren la gracia de Dios y la presencia de la Santísima Virgen María entre nosotros, para así fortalecer a los verdaderos hijos de Dios y hombres de buena voluntad que estén dispuestos a afianzarse en Nuestro Señor y en su Madre Santísima, a través de la fuerza de la Iglesia que dará este Papa antes de que explote la apostasía por todas partes.
Consagración de Rusia
Por eso, ya lo decía el místico estigmatizado italiano Antonio Ruffini (1907-1999) a una pregunta de que si Juan Pablo II sería el Papa que consagraría Rusia al Corazón Inmaculado de María y respondió: “No, no es Juan Pablo II. No será su sucesor inmediato tampoco, sino el siguiente. Él es quién consagrará finalmente a Rusia” (Interview P. Kramer Crusader #82). Este Papa que viene, entre otras encomiendas, llevará adelante el pedido anhelado, suplicado y recordado por la Santísima Virgen desde 1917 en Fátima: Consagrar a Rusia a su Corazón Inmaculado, solicitando que se unan a él, al Santo Padre, todos los obispos del mundo. Este hecho profético se consumará bajo sus años de Pontificado, y hará que ese caudal de gracias inmenso que están depositados dentro del Corazón Inmaculado de la Santísima Virgen por fin se derrame a toda la Iglesia y al mundo completo; esto dará un impulso extraordinario a la Iglesia y contribuirá enormemente a la anhelada UNIDAD de muchos, fortaleciendo así al Cuerpo Místico de Cristo para la gran batalla y la Gran Tribulación que vendrán después…
Una gran persecución se avecina pues la VERDAD en la persona del Papa se mostrará a todos. Otra Gracia inmensa concedida por nuestra Madre del Cielo. Gracia de conversión y de preparación espiritual pues ahora el tiempo es cortísimo, pues ha llegado el final de los tiempos. Y este Papa, que en su gozo de Servir a la Reina, sufrirá muchísimo, María, al final, estará con él para recibir su holocausto... donde...
LUIS EDUARDO LÓPEZ PADILLA