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jueves, 3 de abril de 2014

MADRE Y SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS




Desde 1945 a 1959, la Stma. Virgen se apareció en Amsterdam (Holanda) a la vidente Ida Peerdeman. El 11 de febrero de 1951 se presentó bajo su nuevo título: "Yo soy María, la Señora de todos los Pueblos".
La vidente, Isje Johanna Peerdeman ("Ida"), murió en 1996 a la edad de 90 años. 
María viene con su nuevo título de "SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS" y pide que sea proclamado el último dogma mariano, que comprende una triple verdad: "El Padre y el Hijo quieren enviar en este tiempo a María, la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS, como la Corredentora, Medianera y Abogada" (31.05.1951). "Cuando el dogma... sea proclamado, entonces la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS dará la Paz, la verdadera Paz al mundo" (31.05.1954).
La Stma. Virgen dictó con insistencia a la vidente la breve y potente oración que encabeza esta página, para que ese dogma sea proclamado cuanto antes y de ese modo el Espíritu Santo descienda con una nueva plenitud, como ha sido prometido. Esta nueva oración "... ha sido dada para pedir que el verdadero Espíritu venga al mundo" (20.09.1951). María insiste: "Esto se ha de hacer y se hará todos los que acepten esta oración se comprometerán a rezarla todos los días. Tú no puedes calcular lo que eso vale. Tú no sabes lo que el futuro traerá". (15.4.1951). Ella incluso llega a prometer: "Mediante esta oración la Señora salvará al mundo. Yo vuelvo a repetir esta promesa" (10.05.1953). "Vosotros no sabéis cuán grande y privilegiada es esta oración ante Dios"(31.05.1955). Dirigiéndose al Papa, la Stma. Virgen dijo que había sido "enviada por su Señor y Creador bajo este título, para poder salvar al mundo de una gran catástrofe mundial" (10.05.1953). "Cuida de que sea difundida por todo el mundo, en todos los pueblos. Todos tienen derecho a ello. Te aseguro que el mundo cambiará" (29.04.1951).
"Que todos recen esta sencilla oración cada día. Esta oración se ha dado así, pequeña y sencilla, para que todos puedan rezarla en este mundo presuroso y moderno" (20.09.1951).
LA IMAGEN:
-LA INTERPRETACIÓN E ILUSTRACIÓN DEL DOGMA
Durante varias visiones, la Stma. Virgen describe a la vidente la milagrosa imagen que representa el triple dogma y por eso la imagen "...ha de preceder un dogma, un nuevo dogma" (15.04.1951).
La Corredentora está de pie sobre el globo terrestre delante de la Cruz luminosa de la Redención de su Hijo. Alrededor de Ella está reunido el rebaño de Cristo, iluminado por tres rayos, la Gracia, la Redención y la Paz, provenientes de las manos de la Medianera de todas las Gracias. 
El 15 de noviembre de 1951 la Madre de Dios pide directamente a la vidente: "Di a todos los que colaboran, que todavía falta mucho más por hacer, que difundan aún más la oración y la imagen por el mundo. Yo les ayudaré". El 29 de abril de ese año la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS había prometido: "Te aseguro que el mundo cambiará."
LA ACCIÓN MUNDIAL
-LA IMAGEN Y LA ORACIÓN HAN DE LLEVARNOS AL DOGMA
Muchos escucharon la oración de Amsterdam por primera vez durante la Primera Jornada Internacional de Oración, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1997. En su corazón comprendieron la ansiedad de María por difundir ahora esta potente oración en muchas lenguas, juntamente con su imagen milagrosa. María expresamente llama a una acción de redención y de paz (a 01.04.1951) a la difusión de su oración, juntamente con su imagen, a la que deberían tomar parte todos los hombres. "Esta acción no tiene que ver sólo con un país, sino con todos los pueblos" (11.10.1953).
La SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS hace una consoladora promesa para esta acción: "¿Tienes miedo? ¡Yo te ayudo! Ya verás cómo la difusión se hará por sí sola" (15.04.1951). "María se asume toda la responsabilidad" (04.04.1954). Hace ya casi cincuenta años que la vidente vio caer la nieve como un símbolo del maravilloso efecto de la acción: "Al igual que los copos de nieve caen sobre la tierra, cubriéndola con una capa espesa, así se extenderá la oración y la imagen por todo el mundo y penetrará en el corazón de todos los pueblos" (01.04.1951). María hace una promesa magnífica: "Comiencen esta obra de redención y de paz con ardor y celo y verán el milagro" (01.04.1951).