Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hay buenas y malas noticias…como siempre.
La buena noticia que me dieron ayer mis médicos es que sorpresivamente la quimio que ya ha terminado, redujo el tumor y las lesiones hasta cierto grado.
La mala noticia es que su pronóstico es que me quedan 11 meses de vida.
Sin embargo hay un nuevo desarrollo en el intestino delgado y en el cólon que me está causando dolor diario y debe ser estudiado para ver si el cáncer se está extendiendo. Como verán, nunca hay un momento aburrido.
Le he estado comentando a la gente esa frase que creo que es de una película Americana que dice… ¨Esto no termina hasta que la gorda cante¨. En consecuencia, ¡me mantendré alejado de todas las señoras gordas!
Hasta que la Voluntad de Dios se manifieste realmente en todo este asunto, sigo con mi vida como si ésta fuera una cosa más en la vida con la que cada uno de nosotros debemos lidiar en ciertos momentos.
Para mí este ha sido un tiempo en que he estado muy agradecido con Nuestro Padre por permitirme recibirlo.
Me ha dado tiempo para prepararme cosa que mucha gente no lo puede hacer. Esto en sí para mí es una gran, gran gracia.
También me ha permitido contemplar mi muerte, un tema que la mayoría de nosotros por desgracia nunca deseamos considerar. Me ha permitido examinar mi fe y mi confianza en Dios. De esta manera, en los últimos ocho meses he aprendido que mi amor por Dios es real y profundo. Creo verdaderamente desde el fondo de mi alma que Dios realmente existe y que me ama. Con este entendimiento, no hay nada ahora que yo pueda temer, por la gracia de Dios. Ni siquiera la muerte misma.
Mi confianza en Dios a través del don del Espíritu Santo es ahora total. Estoy completamente en Sus Manos y es un sentimiento maravilloso. Ya sea que viva 11 meses o por 11 años más, esa no es la cuestión. El punto es: ¿qué voy a hacer con el tiempo que me queda para glorificar el don de la vida que Mi Padre me ha dado?
Es un tiempo difícil pero un tiempo realmente bendecido para mí…gracias a Dios.
Gracias a todos ustedes por sus continuas oraciones. Ha sido una verdadera fuente de la fuerza del amor para mí…gracias a todos ustedes desde el fondo de mi corazón.
Con respecto a la Misión que Dios nos ha confiado, continúa avanzando de muchas maneras maravillosas. Sinceramente espero, por la gracia de Dios que pueda verlos a todos ustedes en el congreso de la Misión en Ecuador la última semana de Septiembre. Será maravillo verlos.
Continuaré por la gracia de Dios haciéndoles saber lo que vaya sucediendo ya que pretendo a través de sus oraciones, seguir luchando contra esto, como es mi responsabilidad y si es la Voluntad de Dios, pueda ser sanado. Más si la Voluntad de Dios es que sea mi hora de volver a Casa, entonces espero que alguien tome una fotografía en ese bendito momento ya que en verdad espero puedan ver ustedes la más grande sonrisa jamás vista.
Dios los bendiga a todos.
Con amor,
Rick.
