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martes, 19 de marzo de 2013

DÉJAME OÍR TU VOZ ANTES QUE ANOCHEZCA




DÉJAME OÍR TU VOZ ANTES QUE ANOCHEZCA

3.04.90

Yo anhelo por Ti, Jesús, mi Salvador,
Tú que me arrebataste del abismo.
Yo sé que Tú me tratas con ternura
y que me haces sufrir para educarme mejor.
¡Sé de nuevo mi Salvador!
Renueva mi alegría.
¡Arranca de raíz todo el mal que hay en mí
porque Tú amas la Santidad
y la sinceridad del corazón!

Estate en paz, Mi niña, el sufrimiento es Mi don que te doy para santificarte. Yo seré la dulce tortura de tu alma desnuda, el tormento de tu mente, la insaciable sed de tu boca, el latido de tu corazón. Abre tus ojos, alma, y procede en el camino de la santidad. Ofréceme tu voluntad... ¡Abre tus ojos y mira, alma! Mira la huella que Yo he dejado detrás de Mí... Mi Camino está marcado con Mi Sangre. Sigue estas huellas y ellas te conducirán a Mí. No busques ningún aliado, ni preguntes: "¿Qué es esto?" o "¿Qué es aquello?". Mi Fuerza sostendrá tus caídas. Ven hasta a Mí, alma, y Yo te ofreceré Mi Cáliz. Vassula, no rechaces Mi Cáliz. Aunque Mi Cáliz sabe amargo, bébelo. Bebe y dame Gloria, y Yo derramaré en ti como mirra Mis Bendiciones.

Escucha, Vassula, hija Mía, aunque estés rodeada de Mis enemigos, tú permanecerás ilesa, así que no temas sino adelanta. Sigue las huellas de Mi Sangre y no mires ni a tu izquierda ni a tu derecha. Yo estoy delante de ti, esperándote para santificarte. Ven, ven sola. Yo no quiero encontrar rivales en ti.

A causa de Mi Gran Amor que tengo por ti, come menos en estos días de purificación.  Yo soy tu Redentor, que estoy de pie al final de este camino. Abre tus ojos y mira las huellas de Mi Sangre que he derramado por ti. Que estos días sean memorables para ti. Alma, despierta. ¿Por qué estás dormida? Ven y encuentra tu fuerza en Mí. Ven y Yo apaciguaré tu sed, si tú apaciguas Mi sed de Amor. Este es tu deber, hija Mía, ya que Yo fui El que te liberó del abismo y ya que fui Yo Quien vino a rescatarte, desplegando Mi gran Amor por ti. Ven ahora y ofréceme tu voluntad. Muestra tu ansia de apagar Mi insaciable sed de amor, dejando algunas gotas de tu amor en Mis Labios resecos. Yo las recibiré como las flores silvestres del desierto reciben el rocío de la mañana.

¡Alma! Tú no eras ni inocente ni fiel, sin embargo Yo te he perdonado en Mi Pureza y en Mi Luz. Yo he borrado cada pecado tuyo. Por eso, ahora, satisfáceme. Eleva tus ojos a Mí y mira el estandarte que Yo estoy desplegándote encima de ti... Yo te he escogido entre muchos, para mostrar a la humanidad, a través de ti, Mi estandarte de Amor y de Misericordia. Yo estoy desplegándolo ahora por encima de sus cabezas.

¡Generación! Como un amante que busca a su bienamada, Yo voy en todas direcciones, buscando los medios que sean para hacerlos Míos para toda la Eternidad. Demuéstrame, generación, que detrás de tu muro Yo todavía puedo encontrar un amigo fiel... Y aunque no encuentre ninguno, un amigo titubeante... y Yo transformaré tu engaño en un lenguaje sincero, para que el Día del desastre no te golpee. ¡Amigo! Tú que todavía dudas entre el mal y el bien, ¡no seas tibio! ¿Todavía no has comprendido que Mi Corazón está enfermo de Amor? Ven y siente Mis Latidos de Mi Corazón. Cada uno de Mis Latidos es un hermoso canto de Amor a su amigo, un llamado del Amor Celoso del Amor. 

Ven a Mí antes que el sol se oculte y antes que las sombras de la noche caigan como un velo sobre ti. Ven a Mí, no Me dejes de nuevo en el desaliento hasta mañana. Ven antes de que el Viento y el Fuego vengan a dispersarte como paja. Ven a Mí y Yo velaré sobre tu alma, en los días de angustia. Déjame escucharte, alma, déjame escuchar oír el sonido de tus pasos, déjame escuchar tu voz antes de que anochezca...

 
1 La higuera está madura y pronto estarás comiendo sus primeros frutos... Dichoso tú que ahora tienes hambre, porque serás saciado. 

El Amor te ama. Mi Casa es tu Casa. Cae en Mis Brazos y Yo llenaré tu aridez con Mi flujo de Amor. Ven, Yo Jesús te amo sin medida.
 



1 Jesús, que hablaba en tono suplicante, cambió repentinamente de tono