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martes, 23 de abril de 2013

ULTIMO MENSAJE DE LA VIRGEN AGUSTIN DEL DIVINO CORAZON




Os instruyo, os formo, os preparo para la dura prueba
7 de agosto de 2011

Hijos amados: María, vuestra madre, Madre del Segundo Advenimiento: os instruye, os forma, os prepara para la dura prueba; prueba, en la que los consagrados a mi Inmaculado Corazón saldrán airosos, victoriosos; prueba, en la que muchos gemirán, llorarán desconsoladamente; prueba, en que muchos, de mis hijos, querrán estar en el lugar de los muertos; prueba, en la que, aún,
muchos de los que se dicen incrédulos: doblarán sus rodillas, levantarán sus manos hacia el cielo y pedirán perdón, pedirán misericordia: para esta humanidad, alejada del camino del Señor; para esta humanidad, que camina a una velocidad vertiginosa a las profundidades del infierno.
¡Despertad humanidad aletargada, somnolienta! Ya es hora de que toméis conciencia, de todos los sucesos que están por llegar.
No desechéis mis mensajes; guardadlos en la profundidad de vuestro corazón y meditad en ellos; hacedlos vida, en vuestras vidas.
La conversión de corazón, la conversión perfecta y transformante es necesaria para que os salvéis.
Os pido, que consoléis el Corazón Agonizante de mi hijo Jesús. Él padece soledad; Él es profanado, ultrajado en el Santísimo Sacramento del Altar. Las sectas satánicas crecen en número, las sectas satánicas se expanden por el mundo entero.
La Internet, la televisión están llevando a la condenación a muchos jóvenes; jóvenes que: dejan de orar, dejan de creer en Dios, se dejan abstraer por pensamientos contrarios a las leyes divinas.
La televisión y la Internet se están convirtiendo, en puertas abiertas de entrada al infierno.
Vosotros que tenéis fe; vosotros, hijos amados, que confiáis en la misericordia infinita de Dios: orad por estas pobres almas, con la mejor de las oraciones: la Sagrada Eucaristía, el Santo Rosario; reparad por vuestros propios pecados, los pecados de vuestras familias y los pecados del mundo entero.
Os llevo guardados en uno de los aposentos de mi Inmaculado Corazón y os doy mi bendición de Madre: Amén.

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