sábado, 29 de julio de 2017

Mensaje Urgente para España

El 1 de Mayo de 2017, festividad de San José Obrero, Margarita recibió el siguiente mensaje urgente para España, que a continuación reproducimos, y que Jesús ha pedido sea difundido todo lo posible.

El Mensaje

01-05-2017Mensaje urgente para España.Especial para los Sacerdotes.

Jesús:

Aún estás a tiempo, España, de reponerte de todas tus abominaciones.
Aún estás a tiempo. Atiéndeme y oye el Mensaje que te envío por esta pequeña niña.
Quiero que los sacerdotes de España se arrodillen ante el Santísimo a rezar, insistentemente, decenas del Rosario por la Paz.
Una cruenta guerra civil os amenaza, nuevamente, desde el Norte.[1]
Rezad, orad y sacrificaos por vuestra amada Patria, España.
Siempre la espada de la guerra civil pende sobre vuestras cabezas.[2] Siempre, mi Amada Sierva, María la ha evitado. Ahora no puede evitarla más porque no encuentra almas que oren y se sacrifiquen por vuestros hermanos en esta amada tierra de María, España. ¿Queréis ser vosotros de esas almas?
España es un experimento para otros países. Donde otros países se miran. Y donde el modelo implantado se quiere exportar a otras tierras.

Querida: Rosarios por la Paz. Decenas de Rosarios por la Paz.
Esto es lo que tienes que decirles de mi parte.

También que, dado que “a la Eucaristía cada vez se le da menos importancia”,[3] y ya estáis en el proceso de la Abominación, hagáis fuerza para detenerlo, allá donde podáis. Para ello: quiero la Comunión en la boca y de rodillas. Quiero esto.
Díselo a vuestros obispos. Has de decirlo.
Esto es para frenar la Abominación de la Desolación en vuestros Templos.
Quiero menos folklore y más oración devota y recogida.
No quiero que vengáis a mis Templos a festejar cómo me estáis profanando.
Quiero que vengáis a reparar vuestra profanación primero, y luego la de otros.

Vuestras parroquias se llenan de los fornicarios e impuros que no renuncian a su fornicación y a su impureza.
¡No es eso lo que ha dicho mi Papa Francisco! No le acuséis de tal.
Sed valientes, y aplicad la Ley del Señor vosotros mis Ministros, vosotros mis sacerdotes.
Mirad a costa de qué se llenan vuestros Templos, si es a costa de la Profanación.
Mirad si es a costa del folklore, y de tolerar la fornicación y la impureza.
Y sed valientes, y aplicad la Ley del Señor.
Las ovejas vuelven porque es una época de Gracias del Cielo para la tierra, ¡en manera abundante y en manera extraordinaria!, pero no vuelven para esto. Necesitan sabios y buenos, ¡santos! Pastores que les indiquen correctamente el camino. Sed valientes, y hacedlo.

Hay una cosa que hace derramar a mi Corazón lágrimas de Dolor, y es la espina más profunda que se encuentra clavada en Él ahora mismo, en vuestros días y en vuestra Patria: las vocaciones de los jóvenes. Los jóvenes sacerdotes. ¡Cuidadlas!
Los mayores[4] os encontráis cómodamente en vuestros puestos ya logrados “por antigüedad y por sabiduría”, y enviáis a los jóvenes sacerdotes a aquellos pueblos perdidos que se encuentran desperdigados por vuestro territorio español. Pequeños pueblos, antes poblados, hoy desertados, con pocas almas y muchas de ellas ya ancianas. Y no os importa lo que les suceda.
¿Por qué no vais vosotros? Esa vida de retiro os corresponde más a vosotros, al final de vuestras vidas, que a una vocación joven llena de vitalidad.
Tengo que ver cómo muchos de estos jóvenes desertan de sus vocaciones y de sus ministerios, abandonándolos. ¡Tengo que deciros que os pediré cuentas a vosotros del abandono de su vocación!
Y para ti, hijo pequeño,[5] óyeme: No es la soledad en lo que tienes que basarte para abandonar tu vocación. Porque te hayan dejado solo, no quiere decir que no la tengas. Acuérdate de tu discernimiento y de cómo mi Palabra (Boca) habló a tu corazón, y vive otra vez. ¡Revive! No todo está perdido. Yo te estoy esperando.
Únete. Reúnete con otros similares a ti, y busca una salida. Hablad a la Curia y proponed vuestras notas.
Jesús mío, ¿de verdad me tengo que meter en este lío?
Amada mía: Sí. Yo lo quiero. El sacerdocio en España está a punto de desaparecer.

Por favor, amados míos:[6] no-casaros. La soledad que vosotros sentís no se palía con una mujer. Ése es el espejismo que os presenta la serpiente. ¡Muchos sacerdotes son tentados hoy en día por eso! ¡Orad por ellos! ¡Orad y sacrificaos!
La soledad que vosotros sentís, se palía Conmigo. Con una vida de piedad correcta y profunda. Haced eso, y reviviréis.
Vuestra vocación es de unión exclusiva a Mí, Creador de Todo. Dios y Señor. Pero también Hombre como vosotros y Esposo de vuestro corazón. Vivid una vida esponsal, Conmigo.
A eso es lo que estáis llamados. Toda la humanidad, pero vosotros en exclusiva, para ser ejemplo y modelo de la vida futura bienaventurada en el Cielo. Donde los hombres no os casaréis entre vosotros, sino que seréis unidos Conmigo, Dios Uno y Trino. Para siempre, para siempre, para siempre.

Dedicad, amados míos, por lo menos una hora diaria a la adoración en vuestras parroquias.[7] Id aumentando. Pero empezad por lo menos con esto.
Yo os Prometo que me encontraréis. Me “apareceré” a vosotros en vuestro corazón y podré colmaros. Pero tenéis que dejarme.[8] Sois esquivos. Dejadme. ¡Venid a Mí!
Venid hoy a Mí así, como estéis. No importa lo que hayáis sido. Confesaos y Yo borro todo. Borro todo. Borro todo.
Todo lo olvido.
(Jesús paró. No sé bien si es que me despisté yo o paró Él. Le dije:)
Jolín, Jesús, qué has dicho, Hijo. ¡Madre Mía! (Lo siento, pero fue esto exactamente lo que dije)
(Jesús me mira, como sonriente y descansando del Apasionamiento con que ha dicho todo esto. Veo que estaba en frente de mí sentado, diciendo esto como para su lado derecho, Apasionado,  y cuando ha terminado, me ha mirado a  mí de frente sonriendo y se ha levantado). 
¿Irás a decirlo?
Sí.
Gracias, hija.
(Me coge la cabeza y me la besa). 

Virgen:

No tengas miedo, amada hija. Tú sabes que es verdad. Dalo. Para eso te lo advierte.[9]
Si tú no lo das, te pediremos cuentas a ti del mal que pueda acaecer no darlo.[10]
Si lo das, te serán recompensadas con creces tus ansias al recibirlo y transmitir tu misión. Las almas que se salven por este medio, serán contadas entre tus méritos.
Hoy es un día sacerdotal, ¿sabes? Porque es “San José Obrero”, y porque es primero de mayo, mi mes.
Y Yo tengo en el Corazón, como prioridad, mis sacerdotes.
Este Mensaje debe ser insertado en la página web vuestra, y ser difundido, para Gloria de muchos y en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
(Notaba que se iba y me daba pena)
Debes irte ya a tus otras obligaciones. Luego sigo, seguimos.
Tu primera parte de la oración del día, ha pasado.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
[1] Esto ya lo dijo hace tiempo, cuando gobernaba Aznar en España.[2] Lleva mucho tiempo esta amenaza sobre nosotros.
[3] Frase dicha por la Virgen a las videntes de Garabandal en 1962.[4] Los sacerdotes mayores.
[5] Se refiere a los sacerdotes jóvenes, destinados en sitios difíciles, solos.[6] Se refiere a los sacerdotes, naturalmente.
[7] Oración personal del sacerdote. No mientras esté confesando o haciendo otra cosa.[8] Dejarme actuar.[9] Te lo advierte Jesús.
[10] Cfr. Ez 3,17ss.; 33,1ss.  

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