Oct 02_13 Vosotros sois ésos pordioseros, esos leprosos, esos pecadores de este tiempo. |
Rosario matutino
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Ofrecimiento. Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Por qué no decís que la forma en que os ataca satanás, también es obsoleta y le hacéis a un lado de vuestra vida, como habéis hecho Mis Mandamientos y Mis Leyes a un lado de vuestra vida? (Lenguas…) No os imagináis, Mis pequeños, cuánto Amor os tengo, cuánto Amor le tengo a Mi creatura, cuánto Amor deseo para todos vosotros. Yo Soy vuestro Dios de Amor, y lo que Yo tengo, siendo vuestro Padre, lo quiero para todos vosotros, que sois Mis hijos.
Mis pequeños, vuestra vida debe ser Mi Vida, porque Yo he implantado Mi Vida en vosotros, os la he prestado para que vosotros la cultivarais en Mi Amor, en Mis Leyes, en Mis Enseñanzas, y que ésta vida, se pudiera dar, no solo en la Tierra, sino que debe darse en el Universo entero para que, cuando vosotros cumpláis vuestra misión, regreséis Conmigo, al Reino de Mi Amor, pero es Mi Amor el que tiene que lograr el cambio entre todos vosotros.
Fuisteis creados para vivir y transmitir Mi Amor, ésa es vuestra tarea esencial y primordial, Mis pequeños, porque satanás es todo odio y maldad, Mi Presencia en vosotros lo debe aniquilar. Fuisteis creados para una tarea excelsa, una tarea Divina, una tarea sobrenatural y una gran mayoría de vosotros, sobre la Tierra, no estáis llevando a cabo vuestra tarea. Todo lo habéis humanizado, materializado, vuestra vida envuelta en pecado está.
No actuáis en la bondad, la maldad se ha adueñado de los corazones. Mucho odio hay entre vosotros, en vuestros corazones, entre los pueblos, entre las naciones, no buscáis el bienestar humano, porque no hay amor ya en vuestro corazón. Vuestros actos deben reflejar vuestro interior, os lo he dicho muchas veces y, por eso, estáis viendo cómo el mundo no Me lleva en su interior, porque vuestros actos no son los que Mi Hijo haría sobre la Tierra, los que os enseñó, los que vosotros tenéis como tarea aprender, actuar, vivir y transmitir.
Vuestros hijos se han quedado sin Mis Palabras, vuestros hijos se han quedado sin Mis Obras, vuestros hijos viven en una sequedad espiritual tremenda y por eso satanás se ha aprovechado de ellos, porque no les habéis dado ningún escudo de protección a través de Mis Palabras, de Mis Virtudes, de Mi Vida, sí, Mi Vida Divina, que debiera ser la que moviera vuestra vida humana.
Cuánta maldad ha diseminado satanás entre vosotros, porque vosotros se lo habéis permitido. Os di Mandamientos para que normaran vuestra vida, vuestra existencia, y los habéis hecho a un lado, decís que son obsoletos y de ahí se ha aprovechado satanás, porque los pecados, sus pecados, con los que os engaña son lo mismos, os siguen venciendo. ¿Por qué no decís que la forma en que os ataca satanás, también es obsoleta y le hacéis a un lado de vuestra vida, como habéis hecho Mis Mandamientos y Mis Leyes a un lado de vuestra vida?
Mis pequeños, os he anunciado ya, alrededor del mundo, que grandes pruebas tendréis y no estáis preparados para ello, os he tratado de preparar durante años, muchos años. Tenéis todo en las Sagradas Escrituras, pero no os acercáis a ése Libro de Sabiduría Divina, arrumbado está en vuestro hogar, si es que acaso lo tenéis. No tomáis Palabras de Verdad, Palabras de Ejemplo que os guíen en éste mundo de obscuridad. Si al menos, leyerais unos cuantos minutos al día de Mis Palabras de Sabiduría, la santidad ya hubiera llegado a vuestro ser y seríais ejemplo de vida ante vuestros hermanos y orgullo ante Mis Ojos.
Soy vuestro Dios, quiero lo mejor para vosotros pero, vosotros, ni un dedo movéis para mejoraros.
Muy arrepentidos estaréis de haber desperdiciado tantas oportunidades de conversión pero, sobre todo, de crecimiento espiritual, que debisteis haber tomado para vuestra vida, para vosotros y los vuestros, pero demasiado tarde será, cuando vuestra vida se termine y os tengáis que presentar ante Mí. Estaréis ante Mí, sintiéndoos de lo peor, ya que Yo quería vuestros actos, que movierais almas hacia el bien, con vuestro ejemplo. Ciertamente, tomaré vuestro arrepentimiento como un acto bueno de vuestro corazón, pero vuestro tiempo sobre la Tierra, fue estéril, Yo os hubiera querido premiar más, pero muchos de vosotros no lo lograréis por vuestra esterilidad espiritual durante vuestra misión en la Tierra.
Cuántas almas han desperdiciado la oportunidad de santificarse, transmitiéndoMe a Mí, vuestro Dios a vuestros hermanos y no lo hicieron, cuánto desamor hacia Mí. Me hicisteis a un lado de vuestra vida y no aprovechasteis tantos bienes que Yo tenía para derramar sobre vosotros.
Que el tiempo que os quede de vida, que no sea ya tiempo estéril que tengáis que llorar ante Mi Presencia. Que el tiempo que os quede de vida sea para vuestra santificación y la de muchos por el ejemplo que deis de Mi Presencia en vosotros, de Mi Actuación Divina ante vuestros hermanos, de Mis Palabras de crecimiento espiritual, para que muchas almas se salven al escucharos. No desperdiciéis ya vuestro tiempo, Mis pequeños, os amo, Soy vuestro Dios de Amor y amor debéis transmitir porque, vuestra esencia, también debe ser plenamente de amor.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: ¿Acaso hay algo mejor que podáis encontrar por ahí y que no venga de Mí? ¡No! Mis pequeños, ¡nunca, nunca podréis encontrar algo mejor de lo que Yo os pueda dar! Hijitos Míos, los Cielos se abrirán, Mis ángeles cantarán Mi Gloria, alegres, porque su Dios, el Salvador del género humano, bajará entre los hombres. Los hombres de ése tiempo, los escogidos después de la purificación, asombrados, alegres y agradecidos, Me verán bajar ante ellos. Momentos de gran alegría tendrá la humanidad de ése momento.
Yo, vuestro Dios y Salvador, entre los hombres nuevamente.
La humanidad, purificada habrá quedado, el Amor habrá vencido al mal, el hombre, nuevamente, aceptando Mis Leyes y gozando Mi Amor entre ellos. Todos, viviendo en hermandad Celestial aquí en la Tierra, unidos estaréis los escogidos de la Tierra, con vuestros hermanos del Cielo. Gran gozo habrá entre todos vosotros, alegría santa habrá en vuestros corazones, vuestra alegría será inmensa, Mi Amor hinchará vuestros corazones, os desbordaréis de alegría por todos los bienes que compartiré con vosotros.
Estos son momentos bellísimos que os anticipo, Mis pequeños, y más habrán, cuando Yo esté entre los hombres. Ciertamente, durante el momento de la purificación, también estaré Presente ante muchos de vosotros, ante todos aquellos que han abierto su corazón a Mi Amor y que se dejaron mover por Mí, desde antes de la purificación y durante la purificación, porque lo que dejasteis entrar en vuestro corazón, que os alcanzó ésta dicha, de ser escogidos para vivir ésos momentos, nunca se os quitará, será un recuerdo perene, será un recuerdo que Yo dejaré en vuestra alma, como agradecimiento a vuestra donación y a vuestro trabajo Terreno, por haber vivido Mi Amor y por haberlo transmitido a vuestros hermanos.
Cómo quisiera que fuerais muchos los elegidos para ésos momentos pero, desgraciadamente, ya os había dicho, que el resto fiel será pequeño pero, de ahí tomaré, para que se vuelva grande, inmenso.
Cuánto os amo, Mis pequeños, cuánto os amo y vosotros no os dais cuenta de ello, porque no tratáis de vivir junto a Mí.
No cerréis ya vuestro corazón, os defendéis contra todo lo que viene de Mí, como si fuera algo malo, como si os fuera a dañar. Escucháis hablar de Mí y os hacéis a un lado, tapáis vuestros oídos y cerráis vuestro corazón. ¿Acaso hay algo mejor que podáis encontrar por ahí y que no venga de Mí? ¡No! Mis pequeños, ¡nunca, nunca podréis encontrar algo mejor de lo que Yo os pueda dar!, porque Yo Soy vuestro Dios de Amor, Yo Soy la Perfección misma y todo lo que no está Conmigo, está contra Mí, contra vosotros, contra todo lo que es bueno, contra todo aquello que os pueda mejorar.
No os llenéis de mentira y falsedades, si estáis siguiendo algo, en donde Yo no esté Presente o que no haya salido de Mí, no os podrá dar nunca ése bienestar y el crecimiento espiritual que vosotros necesitáis.
Yo Soy el Perfecto, fuera de Mí, no hay perfección, si queréis ser perfectos, Me debéis seguir a Mí, vuestro Dios y las Enseñanzas que os he dejado. Os quiero perfectos, Mis pequeños, luchad por ello, pedidMe lo que necesitéis para lograrlo y siempre os lo daré, porque Yo quiero almas perfectas, os quiero de vuelta en el Reino de los Cielos, porque ahí se vive la perfección del amor. Buscad vuestra perfección y cuando la encontréis, comprenderéis perfectamente todo lo que Yo os quería dar y cómo luchaba para que os abrierais a Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Los que fuisteis afectados por el pecado y por la maldad de satanás, ofrecedMe vuestros dolores, unidos a los de Mi Hijo y Mi Amor os renovará y hará que se os olvide todo dolor pasado. Hijitos Míos, ciertamente, el mal os ha afectado mucho, estáis viviendo en un valle de lágrimas, satanás se encarga de ello, de afectar vuestra vida, de afectar vuestra animosidad, os quita el amor, os llena de odio y de maldad, afecta vuestro ser y no permite que vuestra vida esté llena de Mi Amor.
Pero, aún así, Yo, viviendo en los corazones, hago que vosotros tengáis momentos agradables a lo largo de vuestra existencia, porque al daros el don de la vida, os he dado un gran regalo y ése regalo tiene que ser bello y debéis gozarlo, porque todo lo que viene de Mí, es bueno para vosotros. Pero satanás lucha constantemente para quitaros toda oportunidad de alegría, de crecimiento espiritual, uniones de amor.
Ciertamente, estáis en sus terrenos y estáis viviendo ahora y cada vez peor, lo que se vive en sus terrenos. Vosotros, ahora, vivís en preocupaciones, no tenéis paz en vuestro corazón, salís a la calle y volteáis a un lado y a otro, para ver si no hay alguien siguiéndoos, queriéndoos hacer el mal. Vivís en sobresalto, en temor, ya no hay alegría en vuestros actos, en vuestras palabras, os ha quitado satanás la paz y, al decir la paz, ¡os ha quitado tanto!, y vosotros, seguís viviendo en el error. ¿Por qué, sabiendo esto, no ponéis un alto a toda ésta maldad, procurando hacer el bien?
Os he dado tantas muestras a lo largo de la historia como, cuando las almas se vuelven a Mí y Yo las tomo para ser instrumentos de Mi amor, sus oraciones pueden hacer grandes cambios, no solamente en ellos mismos o en las pocas personas que les rodeen, también se unen ciudades enteras. Si realmente vosotros os reunierais con esa finalidad de empezar a crecer en el Amor, como verdaderamente se necesita, y no dándoMe nada más sobras de vuestro tiempo, entonces os uniríais, como unidas están las almas en el Cielo, cuya preocupación principal es el Amor.
Ciertamente, en el Reino de los Cielos, ya no tenéis que luchar contra satanás y los méritos son diferentes, pero las almas del Cielo se ganaron su premio, precisamente por haber logrado vivir en el amor y transmitirlo. Vosotros, los que estáis militando en la Tierra y en el Universo entero, éste es vuestro momento y debéis aprovecharlo al máximo y, esto es, vivir plenamente el amor que Yo he puesto en vuestros corazones. Ciertamente, hay hermanos vuestros que no tienen amor en sus corazones, y satanás los lleva a tratar de destruir todo amor que éstas almas vean a su alrededor y así vosotros vais perdiendo la paz interior y empezáis a ver a vuestro alrededor situaciones horribles, nefastas, sangrientas, injustas, maldad en su máxima expresión, luchas fraternas, asesinatos infantiles, tantas y tantas cosas que satanás hace a través de vosotros, los que os habéis vuelto instrumentos de él, para dañar Mi Corazón Sacratísimo.
No os imagináis, Mis pequeños, cuánta sensibilidad tiene Mi Corazón y cuánto sufro cuando vosotros os volvéis instrumentos de satanás. No os imagináis, Mis pequeños, lo que tenéis a vuestro alrededor y habéis perdido. No os imagináis, Mis pequeños, cómo pudisteis haber sido santos y ahora estáis muy lejos de ello, porque os habéis vuelto instrumentos del mal y estáis negando y apartando de vosotros todo lo que os puede llevar a la santidad de vida, la cual debéis vosotros buscar con todo vuestro ser.
Venid a Mí, Mis pequeños, venid, para que Yo os proteja, para que cure vuestras heridas, para que cambie vuestros corazones de piedra y que Yo pueda poner Mi Corazón en vosotros.
Ciertamente, la vida sobre la Tierra es difícil, pero os he cuidado, os cuido, Mi Promesa es manteneros en Mi Corazón pero, vosotros os alejáis de Mí, no apreciáis Mis cuidados y buscáis por otros lados experiencias que solamente os llevarán hacia el mal.
Os llamo y os llamo continuamente y, vosotros, no queréis estar Conmigo. Daos cuenta, Mis pequeños, que Yo no Soy alguien más a vuestro alrededor, otro ser humano que quiere estar con vosotros, que puede afectar hacia el Bien o hacia el mal vuestra alma, Soy vuestro Dios, pero habéis perdido la capacidad de asombro. Ahora Me pisoteáis, no Me dais Mi lugar que Me merezco en vuestro corazón, en vuestra vida, entre los hombres, Soy Infinitamente superior a vosotros y, así, aún a pesar de ello, Me hacéis a un lado. ¡Cuánto error en vuestro corazón! ¡Cuánto error en vuestra alma! ¡Cuánta maldad vivís ahora!
Cambiad, Mis pequeños y, cuando menos, tratad, tratad de vivir, aunque sea de prueba, un poco de Mi Amor. Dejad que entre Mi Luz en vuestro corazón, que Yo disipe todas ésas nubes de error que tenéis y, ya que comprendáis, dejadMe enamorar vuestra alma con Mi Amor, para que vosotros volváis a Mí y esto os alegrará inmensamente. Comprenderéis cuánto os amo y cuánto debéis amar a vuestros hermanos con Mi Amor.
Os bendigo, Mis pequeños, acercaos a Mí, pedid Mis Gracias y Bendiciones, que no Me voy a detener en absoluto en dároslas, porque un Padre no puede negar nada a los hijos y especialmente, cuando son para su bien y para su crecimiento en el bien. No temáis por vuestros pecados pasados, venid arrepentidos y Yo abriré Mis Brazos para recibiros, Mi Gracia os cubrirá y Mi Amor enjugará vuestras lágrimas y curará vuestras heridas. Mi Amor todo lo cura, todo lo renueva. Los que fuisteis afectados por el pecado y por la maldad de satanás, ofrecedMe vuestros dolores, unidos a los de Mi Hijo y Mi Amor os renovará y hará que se os olvide todo dolor pasado. Soy vuestro Dios y puedo renovar vuestro cuerpo y vuestra alma, pero debéis tener confianza en Mí y venir a pedir ése alivio, esa renovación y no Me detendré en dároslo para que sanéis y empecéis una nueva vida en Mi Amor.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mis Bendiciones empiecen a renovar vuestra vida, vuestra existencia, vuestro cuerpo, vuestra alma, todo vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Seguid adelante, vosotros, los pequeños, los humildes, los despreciados y perseguidos de éste tiempo, porque de vosotros es el Reino de los Cielos. Hijitos Míos, éstos son los tiempos para los sencillos, para los humildes, para los que son como niños, porque han creídos en Mis Palabras, han creído en Mi Amor, han querido vivir diferente a como vive la mayoría y, cuando digo esto, os volvéis los raros de éste tiempo.
Los que estáis Conmigo, sois los que no os acostumbráis a vivir como la gran mayoría vive, y esto es, apartados de vuestras obligaciones espirituales, pero obligaciones espirituales basadas en Mí, vuestro Dios y no inventando cosas que solamente os confunden u os llevan hacia el mal.
Ciertamente estáis viviendo momentos de mentira, de maldad, de equivocación, satanás se ha encargado de crear tantas cosas, de llevaros por filosofías y conocimientos obscuros, malvados, que solamente os confunden y os sacan de vuestra realidad espiritual, que es la Mía, la que se os ha enseñado a través de las Escrituras y que Mi Hijo os enseñó y vivió. Son tiempos de confusión mundial, en donde cada quien hace su propia ley y su doctrina a seguir.
La soberbia se ha adueñado del corazón del hombre, se buscan solamente valores superfluos, momentáneos, que no os van a dar una vida eterna, como la que Yo os he prometido y cumplido con las almas que Me han seguido. Son momentos difíciles, en donde enseñar lo bueno que Yo quiero que tengan las almas, os lleva a ser perseguidos, asesinados, eliminados de la sociedad, porque no sois como ellos. Son momentos difíciles, en donde la Luz que vosotros tenéis y queréis transmitir, es atacada por la obscuridad que se vive en infinidad de corazones y que, al ver la Luz, prefieren eliminarla, antes de tomarla también como vida y ejemplo. Por eso os he dicho que el resto fiel es pequeño, porque los que están a vuestro alrededor, que viven en la obscuridad, os tratan de eliminar, os hacen a un lado, no quieren ser como vosotros, porque prefieren vivir la maldad del pecado, que es fácil, que es una puerta ancha, que os hace gozar vuestros sentidos inmensamente, aunque, después, os deje una cruda espiritual tremenda, pero que saben eliminar de su mente y de su corazón y así se vuelven autómatas del mal.
Vosotros, al estar junto a ellos, vosotros, siendo Luz, no os quieren ver, porque vuestra Luz les daña, les hace ver su realidad, les hace ver su pecado, se dan cuenta de su soberbia, porque no aceptan la sencillez y las virtudes que lleva la Luz. Os hacen a un lado, porque se sienten avergonzados, señalados, se sienten expuestos ante vosotros, que sois virtuosos y que estáis buscando vuestra santidad de vida, cuando, ciertamente, aquellos que poseen Mi Luz, son todo lo contrario a lo que ellos se imaginan que sois.
Vosotros, los que lleváis Mi Luz, sufrís, como Mi Hijo sufrió. Mi Hijo vivió la maldad y la maldad Lo acechaba. La maldad en el corazón del hombre continuamente Lo atacaba. Ciertamente se daban cuenta que Él era Luz, pero no lo querían aceptar muchos, especialmente aquellos que ya vivían con satanás en su corazón.
Por eso, vosotros, los que sois Luz de éste tiempo, sois también los Cristos de éste tiempo, y os amo, porque sois así, y vuestro premio será inmenso, Mis pequeños, porque veo a Mi Hijo en cada uno de vosotros y a la hora de vuestro premio, también veré a Mi Hijo en vosotros, e imaginad el premio que os daré.
Seguid adelante, vosotros, los pequeños, los humildes, los despreciados y perseguidos de éste tiempo, porque de vosotros es el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: No despreciéis vuestra cruz, Mis pequeños, aún por más dolorosa que sea, tomadla, ofrecédMela por vuestra propia salvación y por la de los vuestros. Entended, hijitos Míos, que vosotros no fuisteis creados para el sufrimiento, vuestros Primeros Padres fueron creados perfectamente en Mi Amor y en el gozo, vivían el Cielo en la Tierra, Mi Gozo era estar con ellos y su gozo, era el tenerMe a Mí, plenamente; el Pecado Original echó a perder Mi Obra de Amor de la Creación, y entró el mal, el pecado, la destrucción y el dolor al mundo.
Y, por eso, Mi Hijo, enviado por Mí, tomó todo esto sobre Sus Hombros, lo sufrió en Su Cuerpo, lo sufrió en todo Su Ser, pero reparó el mal hecho y, vosotros, aún a pesar del dolor que existe a vuestro alrededor, también podéis gozar de Mi Amor, como Él os enseñó.
Ciertamente, vuestra cruz, no os la podéis quitar pero, así como Mi Hijo tomó Su Cruz y la tomó con gozo, sabiendo que con ella se iba a reparar el error cometido por vuestros Primeros Padres e iba a recuperar la Gracia para todos vosotros, ahora, vosotros, también os debéis abrazar a vuestra cruz, la cruz que Yo os he pedido que toméis, para cambiar el mal que exista a vuestros alrededor, en un Bien Supremo, que no solamente os salve a vosotros, sino salve también a infinidad de almas, por las que vosotros pidáis y os deis.
Ved, Mis pequeños, cómo satanás siempre sale perdiendo, él siempre os va a tratar de causar un mal pero, si vosotros, aprendéis a Divinizar el mal que llega a vuestra vida, si tomáis ése mal, que es vuestra cruz, os abrazáis de ella, la aceptáis de corazón y la unís a los Méritos de Mi Hijo, toda ésa maldad con la que os ataca satanás, queda destruida por la Bondad, por Mi Amor y además, salva, porque con satanás, su finalidad es destruir y la finalidad de Mi Hijo, la finalidad del Amor, es reconstruir, es salvar, es amar. No despreciéis vuestra cruz, Mis pequeños, aún por más dolorosa que sea, tomadla, ofrecédMela por vuestra propia salvación y por la de los vuestros.
Ciertamente, así como siempre estuve con Mi Hijo, unido, así estaré con vosotros en todo momento y, especialmente en los momentos más difíciles, en donde vuestra cruz se vuelve más pesada. Si os acercáis a Mí y pedís Mi ayuda y Me la ofrecéis de corazón, aceptando ésos dolores, para el bien de vuestros hermanos, por su salvación, os aseguro que os aligeraré ésa cruz pesada que lleváis y, además, os daré un gozo inmenso porque entenderéis, con Mi Sabiduría Santa lo que estáis haciendo por vuestros hermanos y por vuestro propio bien.
Os repito, no despreciéis vuestra cruz, porque ella también es vuestra propia salvación.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Hijo os decía, y os sigue diciendo, que buscarais primeramente el Reino de Dios, o sea, Mi Reino, el de vuestro Padre y, lo demás se os iba a dar por añadidura y se sigue cumpliendo Mi Promesa, Mis pequeños. Hijitos Míos, os desesperáis por la falta de lo material, ya que no os alcanza para cubrir con vuestras obligaciones de estado. Cometéis muchos errores para lograr obtener ése dinero que os falta y, hasta pecáis gravemente por obtenerlo.
¡A cuántos errores os ha llevado la materialidad en la que vivís! Cometéis tantos errores por buscar lo que es pasajero, lo que no os llevaréis después de vuestra muerte.Llenáis vuestra cabeza y vuestro corazón de preocupación por obtener más de lo que está deteniendo vuestro vuelo hacia Mí y, ciertamente, como ya os había dicho hace tiempo, os estoy quitando lo material para que empecéis a cultivar lo espiritual. Ojalá buscarais con ahínco lo espiritual, así como buscáis lo material.
Mi Hijo os decía, y os sigue diciendo, que buscarais primeramente el Reino de Dios, o sea, Mi Reino, el de vuestro Padre y, lo demás se os iba a dar por añadidura y se sigue cumpliendo Mi Promesa, Mis pequeños.
Aquellos que buscan servirMe mejor, aquellos que se apartan del mundo y con esto quiero decir que se alejan de todo aquello que os lleva a perder el tiempo en las cuestiones materiales, sean cuales fueren, y buscan lo espiritual, éstas almas obtienen ciertamente, lo que necesitan del mundo. Yo consiente estoy, Mis pequeños de que vuestro cuerpo necesita sus cuidados, porque vuestro cuerpo tiene que vivir y estar en buenas condiciones para que pueda llevar a vuestra alma a misionar a muchos lados y no necesariamente, como alguna vez os dije, no os voy a pedir que vayáis a misionar a lugares difíciles, inhóspitos, en los que podáis perder la vida y sufrir mucho. Yo os pido que evangelicéis a vuestro alrededor, empezando con vuestra familia, con vuestras amistades, a donde vayáis continuamente, dejadles Mi Ser, Mis pequeños,dejadles Vida a vuestros hermanos, eso es misionar.
A cada quien le doy dones diferentes para que logren llevar a cabo su misión aquí en la Tierra. A veces, os pediré que cambiéis a un alma empedernida que vive en el mal, en el error y ésa será vuestra misión en la Tierra, aunque sea a una sola alma, pero que la salvéis para Mí, para Mi Reino, o un alma que está haciendo el mal fuertemente entre vuestros hermanos y Yo os envío a que os presentéis, para que Me llevéis y Yo haga el cambio a ésa alma. Posiblemente también os envíe a que podáis mover corazones de cientos de miles de personas que Me necesitan y os daré dones diferentes a los de vuestros hermanos, que solamente tienen que convertir a una o a poquitas.
Lo único que quiero de vosotros, es vuestra donación, que aceptéis a donde os envíe, que aceptéis decir lo que Yo os indique, que aceptéis aún abrazar y besar al enfermo, al que quizá os dé asco, al ver su enfermedad, su pobreza, su mendicidad, pero ése abrazo y ése beso, los va a hacer volver a Mí.
Vosotros sois instrumentos y debéis ser fieles instrumentos. Yo quiero almas, todas las almas de regreso y, si sois verdaderos instrumentos y estáis viviendo para Mí, y sobre todo, entendiendo vuestra misión, que es de conversión, de salvación, de amor, entonces os deberéis dejar mover por Mí, vuestro Dios. Cuando hay verdadero amor en los corazones, no hay desprecio alguno hacia vuestros hermanos, porque les amaréis, que ciertamente podríais despreciar a vuestros hermanos. El que verdaderamente ama, lleva plenamente a Mi Hijo en su ser y Mi Hijo nunca despreció al pordiosero, al leproso, al pecador y, si vosotros fuereis honestos con vosotros mismos y reconocierais vuestra maldad y vuestro pecado, os daríais cuenta que vosotros sois ésos pordioseros, esos leprosos, esos pecadores de este tiempo, así que no tratéis a vuestros hermanos como vosotros mismos podríais ser tratados por Mi Justicia Divina.
¿Os dais cuanta ahora, Mis pequeños, lo que es Mi Amor hacia vosotros?, que no os trato según merecéis, sino que realmente os trato como Mi Amor desea.
Os amo, Mis pequeños y recibid Mis bendiciones.
Gracias, Mis pequeños.
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