Ago 11_16 Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¡Oh! ¡Pobre humanidad, que creéis estar viviendo, cuando, realmente, estáis muertos! Tenéis vida que no es Vida, vivís en la muerte, porque no vivís en Mi Vida. Satanás os ha llevado a un estado letárgico de muerte, de muerte espiritual.
¡Oh! ¡Pobre humanidad, que creéis estar viviendo, cuando, realmente, estáis muertos! Tenéis vida que no es Vida, vivís en la muerte, porque no vivís en Mi Vida. Satanás os ha llevado a un estado letárgico de muerte, de muerte espiritual.
Creéis vivir, pero, al no tener Mi Vida, al no vivir en estado de Gracia, estáis muertos ante Mi Presencia y si no os arrepentís a tiempo, antes de que llegue la muerte a vosotros, moriréis eternamente.
¡Pobre humanidad, tan engañada por satanás!, que seguís a los que están muertos, que están como vosotros, que no os dan Vida y, así, unos y otros, os compartís la muerte, porque vivís en el pecado, vivís en ésa muerte espiritual, que no deja que Yo pueda habitar en vosotros y os dé la Verdadera Vida.
Mis pequeños, Yo viví en el Mundo, os traje la Luz, os traje Vida, os traje Sabiduría, os traje las Virtudes, os traje el Amor. Yo, vuestro Dios, os saqué da las tinieblas en las que vivíais, visteis la Luz Verdadera, que Soy Yo, vuestro Dios, vuestro Salvador. Os vine a rescatar de las garras de satanás que os tenían aprisionados y vosotros, muy pocos de vosotros, reaccionasteis y tomasteis Mi Vida y pudisteis libraros de la obscuridad de las tinieblas, a donde os tenía encarcelados satanás.
El tiempo ha pasado, ya van más de dos mil años de Mi Venida a la Tierra y seguís en tinieblas, os traje la Luz y seguís prefiriendo las tinieblas.
¡Cuánto Dolor Me causáis!, ¡Oh!, pobre humanidad malvada, desagradecida, os vine a rescatar de las garras de satanás, de las tinieblas en donde estabais y son pocos, muy pocos, los que verdaderamente han tomado Mis Enseñanzas, Mi Sabiduría, la vida en el Amor y en las Virtudes que Yo os traje del Cielo.
¡Pobre humanidad! ¡Tan poca cosa que sois, pero os amaMos!, y hacéis tantas cosas en contra del Amor, que en lugar de ganar Nuestro Amor, lo estáis perdiendo. Vosotros mismos estáis escogiendo vuestro destino. Si no Me seguís a Mí, necesariamente estáis siguiendo a satanás, que es vuestro enemigo.
Estáis ciegos, sordos, no queréis escuchar lo que es bueno para vuestra alma. No queréis vivir en las Virtudes y en el Amor. No queréis caminar por caminos de Luz, de Amor, de Esperanza, os mantenéis en la obscuridad, de la cual os rescaté y volvéis a caer en ella y no hacéis, prácticamente, nada para salir de ella.
Satanás os lleva a un goce superfluo, pecaminoso, malvado. Vivís en la mentira y no queréis ver la realidad, no queréis ver la Verdad que Yo os traje y que tanto Me costó.
Morí por vosotros, para traeros Vida, para llevaros a la Verdad, para que vivierais el Amor y hacéis a un lado todo eso y queréis seguir viviendo en la mentira y en la maldad.
Los tiempos están próximos, estáis ya fuera del tiempo, el tiempo ya no es tiempo, estáis a momentos de la gran prueba y ni siquiera eso os mueve a la reflexión y al arrepentimiento.
Es más, ya ni buscáis lo que os pueda hacer crecer espiritualmente y llevaros a vuestra salvación eterna. Ya no os interesa vivir Conmigo, preferís los goces del Mundo y no el sacrificio, la donación, para alcanzar la Verdad y vivir en ella. ¡Cuánta maldad tenéis en vuestro corazón, si lo pudierais ver espiritualmente, os resultaría nauseabundo ver vuestro estado del alma! No entendéis, o no queréis entender vuestra realidad espiritual y será demasiado tarde cuando os veréis como realmente estáis, pero ya no podréis arrepentiros y os condenaréis eternamente.
De poco sirvió Mi Donación para la gran cantidad que sois vosotros. Me di por todos vosotros y muy pocos Me siguen.
Os Bendigo, Mis pequeños, por estar Conmigo, por tener Fe en Mis Palabras, por querer seguir haciendo Vida, el Amor en el Mundo. Derramaré sobre vosotros Mis Bendiciones, Carismas, Mi Amor, para que podáis compartirlos con vuestros hermanos y les ayudéis a reaccionar a tiempo, antes de que venga su Juicio Particular y se puedan condenar.
Os conozco a cada uno de vosotros y os daré lo que necesitaréis para ayudarMe a rescatar almas para que tengan vida eterna en el Reino de los Cielos.
Al menos, vosotros, dadMe vuestro Amor, dejadMe vivir en vuestro corazón, consentidMe por lo que otros no hacen, dejadMe que Viva en vosotros, para que vean que todavía Vivo, y que Mi Amor, todavía, os ama.
Orad, orad, intensamente, por todas aquellas almas que se puedan condenar, pero hacedlo de corazón, Mis pequeños, para que Yo toque a las almas y cambien. No os imagináis, Mis pequeños, el valor de la oración y más en estos tiempos, en que hay tantas almas que se pueden condenar. La intercesión tiene un valor inmenso, porque al orar vosotros por vuestros hermanos que no conocéis y lo hacéis con un verdadero amor, vuestro amor toca el Mío y, Yo, derramo Mis Bendiciones, para que alcancen su arrepentimiento, su conversión y su salvación eterna.
Orad, orad a todo tiempo y destiempo, para que Yo pueda salvar infinidad de almas que están prácticamente condenadas; os lo agradeceré inmensamente, Mis pequeños y, así, vuestras familias, aseguraran, también, su salvación eterna. Recordad que lo que hagáis por vuestros hermanos, eso se volverá hacia vosotros y a los vuestros. DadMe almas y Yo os daré Vida eterna, a vosotros y a los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla la Santísima Trinidad.
Sobre: Hay tantas almas que Hemos rescatado, que estaban encadenadas a satanás, que han sido recuperadas gracias a vuestra oración, a vuestro amor hacia Mí, primeramente, y hacia vuestros hermanos.
Hijitos Míos, los tiempos son críticos, os lo he venido diciendo de algunas semanas para acá.
Nunca os voy a dejar solos, desamparados, a merced de las fuerzas satánicas; si vosotros Me buscáis, ahí estaré, si vosotros Me despreciáis, ahí estaré. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy el Santo Espíritu que os ilumina.
Vosotros, sois Mis hijos, sois Mi Creación, vinisteis a servirMe a la Tierra, pero desviasteis el camino. Ese primer acto de Amor que vosotros hicisteis al donaros para bajar a servirMe, para Mí, vale muchísimo, por eso os busco y os quiero regresar al Reino de los Cielos.
Las almas se debilitan cuando no hay suficiente oración, cuando no hay búsqueda de vuestro Alimento Espiritual, especialmente de la Sagrada Eucaristía y los Sacramentos. Os debilitáis y esto lo aprovecha satanás para empezar a inculcar en vosotros ideas erróneas que os desvían del verdadero camino que Yo os vine a mostrar en la Presencia de Mi Hijo.
Soy vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, sois Mi Creación y así, como Mi Santísima Trinidad os ha dado vida, os ha dado guía, os ha dado vuestro camino, ahora, en Mi Misma Santísima Trinidad, os voy a recuperar, os quiero a regresar a Mí, a donde pertenecéis y, de muchas formas, voy moviendo a las almas a que recapacitéis, que retoméis el camino de la Verdad y del Amor y vengáis a Mí.
Como os dije, nunca os voy a abandonar y tenéis una protección constante a través de los Ángeles del Cielo, ellos están con vosotros, vuestro Ángel de la Guarda está con vosotros; todos los Ángeles están atentos a vuestra actuación y os han de rescatar de los momentos difíciles que estáis padeciendo y que padeceréis, todavía, más fuertemente. Ya están entre vosotros y os están aconsejando, os están rescatando, os están regresando al camino de la Verdad.
Yo Soy un Padre Amorosísimo para las almas que Me aman y Me buscan y, también, Soy un Padre que sabe perdonar a las almas pecadoras y que Me rechazan.
Entended, Mis pequeños, que por más malos que seáis, aunque Me hayáis vuelto la espalda, aunque Me repudiéis, Yo nunca os abandonaré, espero ése momento en que Yo pueda daros la Luz de Mi Santo Espíritu, que os haga ver la Verdad.
Conocéis cómo hay hermanos vuestros que habían tenido una vida terrible, atroz, mundana, pecaminosa y, en algún momento, fueron tocados por Mi Gracia y los rescaté, pero, ahí es donde intervenís vosotros, cada uno de vosotros. Vosotros podéis rescatar muchas almas, ¡os lo he pedido tanto!, vuestra oración es escuchada en todo momento, pero debéis tener paciencia, porque hay almas muy renuentes a Mi Gracia que necesitan mucha oración, sacrificios, ayunos, penitencias, para que puedan entender, para que Mi Gracia entre profundamente en ellos.
Paciencia, Mis pequeños, como Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, Hemos tenido paciencia con vuestros pecados.
Hay tantas almas que Hemos rescatado, que estaban encadenadas a satanás, que han sido recuperadas gracias a vuestra oración, a vuestro amor hacia Mí, primeramente, y hacia vuestros hermanos.
Confiaos plenamente a vuestros Santos Ángeles que os rodean, ellos os rescatarán de momentos difíciles. Platicad con ellos, orad juntos, pedidles que os acompañen en todo momento, compartidles Mi Amor, ellos os enseñarán muchas cosas bellas, confiad en ellos.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Gracias, Mis pequeños, por perseverar, gracias porque estáis Conmigo y Yo os llevaré a ésos Cielos y a ésas Nuevas Tierras que os tengo prometidos. Falta poco, Mis pequeños, seguid adelante, pronto veréis la Luz de vuestro Nuevo Hogar, aquí en la Tierra, y gozaréis Conmigo, y con vuestros hermanos del Cielo, el regalo que os daré.
Hijitos Míos, en las Escrituras, os prometo que, a todos aquellos que Me buscáis, seréis marcados por Mis Ángeles. Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y os busco para protegeros, para guiaros y para regresaros al Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.
He puesto Mi Marca en vuestra frente y en vuestro corazón, os reconoceréis cuando la obscuridad os cubra, pero lo primero que veréis en vuestros hermanos, para reconoceros, será la Paz y el Amor que os daréis mutuamente.
Cuando no tenéis un soporte espiritual, cuando no confiáis en alguien, os desesperáis. Buscáis, primeramente, a aquellos que creéis que os puedan proteger, pero, si espiritualmente van a estar igual que vosotros, estarán, también, desesperados y no sabrán qué camino tomar.
Os he dicho que esto sucedía en el pueblo judío, pueblo rebelde, pueblo hipócrita, pueblo mentiroso, pueblo idólatra, que tantas veces Me dio la espalda, y Me la sigue dando. Me tuvieron, plenamente, porque ellos fueron el pueblo que escogí, pero Me rechazaron, Me traicionaron y Yo escogí, entonces, a un nuevo pueblo y éste es, el rebaño que escuchó la Palabra de Mi Hijo y La sigue y aprende de Él, escucha Su Voz y vienen a Mí.
Ése es el nuevo pueblo, un pueblo que Me ama a pesar de todo lo que está sucediendo, un pueblo que comprende, perfectamente, el Dolor de Mi Hijo, Su Donación, Su Amor por cada uno de vosotros y, por eso, Me siguen y Me aman. Un pueblo que quiere ser rescatado pero, antes dejar mucho fruto. Un pueblo que no pertenece al mundo, ciertamente, está en el Mundo, pero el mundo también lo ha rechazado, porque no quiere vivir como el mundo vive.
Ése es Mi nuevo pueblo, un pueblo en el que puedo ver a Mi Hijo en cada uno de sus habitantes; un pueblo que ha luchado contra las fuerzas de satanás, y no ha sido vencido, porque Mi Hijo Vive en cada uno de sus miembros. Un pueblo que se ama como hermanos verdaderos, que buscan una fraternidad Divina y no concupiscente, como se vive en el mundo. Un pueblo que está buscando reunirse con sus hermanos del Cielo, donde está vuestro Hogar.
Sois Mi Pueblo, Mis pequeños, os voy reuniendo y, así, como vosotros, en vuestro grupo, en éste momento, también, hay varios grupos que pertenecen a Mi pueblo, que estáis Conmigo, que Me buscáis y obedecéis Mis Mandamientos, que os sentís incómodos de vivir en este Mundo, porque el Mundo, ya no os llena. Os reunís para hablar de Mí y de lo Mío, un pueblo que se apoya, que ríe sanamente, un pueblo que quiere transmitir Mi Vida a sus hermanos, aunque se les ataque.
Sois Míos, Mis pequeños, sois Mi nuevo pueblo, vosotros Me buscáis, tenéis Fe en Mí, vivís en Mi Amor, como hubiera querido que el pueblo, al que primero escogí, fuera como vosotros, que os mantenéis en vida espiritual constante y, con un amor inmenso hacia Mí.
Os amo, Mis pequeños y os protegeré contra las fuerzas de satanás en éstos tiempos de gran prueba espiritual.
Soy vuestro Dios y vosotros Me pertenecéis, os he venido rescatando de entre las multitudes, ahora ya habéis encontrado vuestro Hogar Verdadero, estáis Conmigo, estáis con vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños, por perseverar, gracias porque estáis Conmigo y Yo os llevaré a ésos Cielos y a ésas Nuevas Tierras que os tengo prometidos. Falta poco, Mis pequeños, seguid adelante, pronto veréis la Luz de vuestro Nuevo Hogar, aquí en la Tierra y gozaréis Conmigo, y con vuestros hermanos del Cielo, el regalo que os daré.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Éste año inicia la Purificación mundial y Universal, como os he dicho. Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros.
(Lenguas…) Hijitos Míos, vuestra traición, vuestra necedad, vuestra soberbia, ha llegado al límite. Padeceréis lo que la humanidad no ha padecido desde el Diluvio, una Purificación Mundial y Universal se dará, os lo he venido anunciando y pocos habéis reaccionado a Mi llamado.
Como os había dicho, este año dará principio a ésa Purificación, será el parteaguas del viejo y el Nuevo Mundo que se os dará.
Vosotros esperáis grandes catástrofes, pero, la peor catástrofe, la traéis vosotros mismos en vuestro corazón. Como os dije antes, en un principio, la gran mayoría de vosotros ya estáis muertos, las catástrofes naturales, que se darán, serán para purificar las tierras, las que vosotros mismos echasteis a perder, y renacerán nuevas tierras, nuevas aguas, todo será purificado.
Se os dio la tarea de cuidar la naturaleza, porque ella misma os estaba sirviendo, os estaba dando vida por Orden Mía, os estaba dando Mi Amor a través de los cuidados que os daba en el aire, en la tierra, en vuestros alimentos y, vosotros, en lugar de cuidarla, la atacasteis, atacasteis y destruisteis vuestro hogar.
Ha llegado el momento en que la misma tierra y el Universo entero, se han cansado de vuestro maltrato, Yo Mismo, vuestro Dios, Me cansé ya de vuestro repudio a Mi Amor. Se os ha avisado desde hace muchos años que ibais por mal camino y no habéis querido reaccionar.
De tiempo en tiempo, Mi Hija, la Siempre Virgen María, bajó a avisar al hombre, y a la misma Iglesia, que ibais por mal camino y no habéis querido reaccionar.
La Presencia de Mi Hijo, en los Sacramentos, los habéis ultrajado, los sacrilegios están a la orden del día, la misma Iglesia no ha cuidado el gran Tesoro que se os dejó en la Presencia Real y Divina de Mi Hijo entre vosotros.
Muchos, muchos ministros de la Iglesia se han vuelto al mal, han hecho trato con el enemigo; los gobiernos de la Tierra, que debieran cuidar a sus conciudadanos, los han venido maltratando por siglos. El mismo hombre que debiera agradecerMe todos Mis cuidados y que debierais vivir como hermanos, os tratáis como enemigos y os hacéis daño unos a otros, no estáis viviendo en el Mundo que Yo creé para vosotros, no estáis viviendo como hermanos, no estáis siguiendo las lecciones de vida que Mi Hijo os Enseñó.
Blasfemáis Mi Santo Nombre, Me dais la espalda, Me tratáis con desprecio y no como el Rey que Soy.
Acaso, Yo vuestro Dios, que tanto os amo, ¿Me merezco todo esto? No, Mis pequeños, son tan pocos los que Me siguen, los que Me respetan, los que Me aman y, ésos pocos, son atacados por la gran mayoría que se han vuelto hacia el mal, y los tengo que rescatar.
Grandes temblores moverán vuestras tierras, que se abrirán, a tal grado, que se tragarán pueblos enteros. Las aguas cubrirán grandes poblaciones y resurgirán otras, purificadas, saneadas. Los ríos, los lagos, que ahora están contaminados, porque vosotros no los cuidasteis, serán saneados, también, y surgirán nuevos ríos, lagos y mares limpísimos, llenos de vida, llenos de color. Los vientos arrasarán con los pueblos, las mismas personas volarán por los aires y morirán.
¡Cuánta maldad habéis provocado, Mis pequeños!, Yo, vuestro Dios, que creé todo para vuestro Bien y no estáis a la altura de todo el Bien recibido. No Me habéis agradecido Mis cuidados, a lo largo de toda vuestra existencia. Poco os acordáis de Mí, muy poco amor Me ofrecéis los pocos que realmente Me amáis, porque de la gran mayoría, ya no recibo nada de su corazón.
Quisisteis vivir sin Mí, muchos moriréis sin Mí. Escogisteis vuestro camino sin Mí y, solos, pereceréis. Soy un Dios Justo, doy mucho al que mucho dio, exijo porque os doy en demasía.
Mi Amor ha sido despreciado, pisoteado, la maldad ha corrompido todo, hasta lo más bello que tenéis en Mi Santa Iglesia.
Habéis dejado entrar la corrupción a vuestro corazón, ya no actuáis como verdaderos hijos Míos, ya no sois buenos, ya no sois de una sola pieza, dejáis mucho qué desear, por eso, Mi Justicia ya está sobre vosotros. Éste año inicia la Purificación mundial y Universal, como os he dicho. Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mis regalos son grandes para aquellos que Me aman. Mi Justicia, es terrible, para aquellos que Me odian, que Me han maltratado, que Me blasfeman, que Me han negado, Soy un Dios Justo y doy a cada quien, lo que se merece.
Hijitos Míos, para los que estáis Conmigo, cuando os hablo de Purificación, gozáis, os alegráis, porque, para vosotros, es inicio de Nueva Vida, es el gozo de saber que la maldad será detenida, que las injusticias y los malos tratos de los gobiernos y de los mismos conciudadanos, serán abolidos.
Para los justos, para el pueblo escogido, es un nuevo renacer de la humanidad, una nueva Promesa, un regalo grande, ésa alegría inmensa, os traerá Paz. Vuestras preocupaciones terminan, es belleza futura e inmediata. Todo lo que Yo os doy, Mis pequeños, todo lo que Yo Creo para los Míos, es un regalo extraordinario e inimaginable.
Hace muchos años os dije que no os fijarais en los acontecimientos de la Purificación, porque eran necesarios que se dieran, que os fijarais, más bien, en el nuevo regalo que os iba a dar con los Cielos Nuevos y las Nuevas Tierras y, estáis muy próximos a ése regalo, Mis pequeños, para vosotros los que luchasteis por mantenerMe en vuestro corazón y por mantener el estado de Gracia, que os une perfectamente, a Mí.
Por lo contrario, las almas malas, las almas que no están Conmigo, para ellas, hablarles de Purificación, es temor, es desesperación, es nerviosismo total, no hay paz en ellos, no saben qué pueda pasar y eso los mantiene en una expectativa negativa, esperando acontecimientos que, ciertamente, no pueden ni detener ni transformar. Están acostumbrados a hacer su voluntad, pero por medio del mal y, eso se acabó, está fuera de sus capacidades lo que viene, y eso les desespera.
Es el momento de terminar con toda ésa maldad que satanás sembró en infinidad de almas y estas, a la vez, destruyeron el hogar que Yo les había dado, que es vuestro Mundo.
No os imagináis, Mis pequeños, la alegría que Me dais cuando os veo haciendo, los que estáis Conmigo, cosas buenas, como el cuidar una flor, pintar un cuadro, criar un animalito, el decir una buena palabra, el desear buenas cosas a vuestros hermanos. Tantas cosas bellas que podéis decir, pensar, desear: gozo con ello, Mis pequeños, porque todo lo bueno viene de Mí y, cuando vosotros hacéis algo bueno, Me estáis reproduciendo en ello, porque Yo Soy Creador y vosotros hacéis vuestra parte con los cuidados que le dais a la naturaleza, a vuestros hermanos, a todo lo que podéis cuidar y embellecer, porque en todo estoy Yo.
Ese es el Nuevo Mundo que os voy a dar, Mis pequeños, puras bellezas, puro Amor, pura vida espiritual que os va a llenar, como nunca antes habíais sido satisfechos espiritualmente; Yo con el hombre y el hombre con su Dios, es lo que os espera, Mis pequeños.
Recuperaréis capacidades bellísimas y grandísimas que tenían vuestros Primeros Padres. Se os viene un horizonte de cosas bellísimas que ni siquiera podéis imaginar que tendréis. Gozo, Mis pequeños, al hablar de esto y Vivo gozosamente lo que vosotros estáis viviendo en vuestro corazón cuando os lo digo. El simple hecho de que os prometa Paz, en vuestro interior, Paz a vuestro alrededor, seguridad de que sabéis que nadie ni nada le podrá hacer daño a vuestros hijos, ése simple hecho, os debe traer una alegría inmensa.
Veréis crecer a vuestros hijos y nietos y más generaciones, porque larga vida os daré. Mis regalos son grandes para aquellos que Me aman. Mi Justicia, es terrible, para aquellos que Me odian, que Me han maltratado, que Me blasfeman, que Me han negado, Soy un Dios Justo y doy a cada quien, lo que se merece.
Gracias, Mis pequeños.
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