Mostrando entradas con la etiqueta mensaje de Dios Padre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mensaje de Dios Padre. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de abril de 2011

EVANGELIZACIÓN EN EL AMOR DE DIOS PADRE - Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo, y La Santísima Virgen María, J.V.


Mar 30_11
Acercaros lo más pronto posible a Mí, para que Yo os proteja de todo lo que se dará.



Rosario vespertino
Temas:
  • Veréis cosas muy, muy diferentes a lo que normalmente veis en la naturaleza y esto será para que vosotros empecéis a reaccionar.
  • Yo no puedo entrar a los corazones si vosotros no Me lo permitís, Yo respeto vuestro libre albedrío. Yo respeto vuestro ser.
  • Siempre estoy con vosotros, por favor, Mis pequeños, no Me hagáis Vivir, -perdón-, junto con las porquerías con las que llenáis vuestro corazón.
  • Estáis viendo por un lado la obscuridad, la maldad de un mundo viejo, pero por otro lado, estáis viendo también la Luz, las Promesas, que se van ya haciendo realidad.
  • No desperdiciéis nuevamente la Gracia que Yo derramaré sobre vosotros, porque será la última antes de la Gran Tribulación.
Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo, y La Santísima Virgen María, J.V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Veréis cosas muy, muy diferentes a lo que normalmente veis en la naturaleza y esto será para que vosotros empecéis a reaccionar.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Padre y Creador y así como vosotros, que sois padres en la Tierra, conocéis a vuestros hijos, conocéis su carácter, conocéis su forma de ser, sabéis cómo reaccionan en determinadas situaciones, así Yo os conozco y os conozco perfectamente, más que los padres de la Tierra conocen a sus hijos. Y porque os amo, Mis pequeños, y porque quiero la salvación de todos, vais a tener señales. Señales en lo material, en lo físico, alrededor del mundo, ciertamente fuertes, Mis pequeños y que se saldrán de toda lógica humana, para que os deis cuenta que hay Alguien más poderoso que puede lograr esto.
Ciertamente muchas almas regresarán a Mí, vendrán a buscar Mi ayuda y protección, al ver todas estas situaciones que se darán alrededor del mundo, porque el miedo, el temor a lo que pueda suceder, los acercará a Mí y, luego, Yo los traeré a Mi Corazón y el miedo se tornará en amor, en alegría, en paz, porque todos aquellos que Me siguen, que están Conmigo, vienen a Mí, no por temor, ni para vivir en el temor. Si vienen por temor, será como un niño asustado que se ha salido del hogar y que se asusta ante el mundo y las situaciones que se están dando. Y así regresaréis muchos de vosotros, porque os salisteis de la Casa Paterna, quisisteis hacer vuestra voluntad y os asustasteis con el mundo y con lo que satanás os quiso hacer para que destruyera vuestra alma, destruyera vuestro ser.
Por eso, Mis pequeños, os advierto, y os advierto con Amor, os advierto como un padre amoroso haría con los hijos cuando salen del hogar sin permiso y se van a hacer lo que es su voluntad. Tendréis, os repito, situaciones fuertes, dolorosas, que os asustarán, que no sabréis qué hacer en ésos momentos, especialmente aquellos que no contáis con Mi apoyo, porque no lo habéis buscado.
Veréis cosas muy, muy diferentes a lo que normalmente veis en la naturaleza y esto será para que vosotros empecéis a reaccionar y empecéis a daros cuenta que os habéis alejado de Mí, vuestro Dios y Creador, que Yo os estoy esperando, que abro Mis Brazos, para que vosotros, todos vosotros lleguéis de regreso a Mí, porque Yo os voy a proteger.
Ciertamente, satanás, ante toda esta situación, que Yo permitiré, que parte saldrá de Mí y parte de él, no solamente tratará de atemorizaros, sino también de destruiros, por eso, deberéis acercaros lo más pronto posible a Mí, para que Yo os proteja de todo lo que se dará.
Os amo, Mis pequeños, amo vuestra vida, amo vuestro corazón, amo vuestra alma, os quiero proteger contra la destrucción que satanás quiere producir alrededor del mundo.
Que Mi Amor os proteja, que Mi Amor os cubra y que la Gracia del Espíritu Santo esté sobre vosotros y os haga reaccionar para que todos regreséis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo no puedo entrar a los corazones si vosotros no Me lo permitís, Yo respeto vuestro libre albedrío. Yo respeto vuestro ser.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Mi Hijo os dijo: “ámense los unos a los otros como Yo os he amado”. Él mostró ése Amor, el Amor de todo un Dios entre los hombres, un Amor Divino, para que pudierais compararlo con el amor del ser humano, que creíais que era el verdadero.
Este Amor Divino es el que se debe posesionar de las almas, porque este es el Amor Divino que tenían vuestros Primeros Padres, Adán y Eva. Ellos perdieron éste Amor Divino y debéis vosotros volver ahora, con vuestro libre albedrío y sobre todo, deseándolo de corazón a regresar al Amor Divino en vuestro ser, para ello, debéis vosotros ejercitar éste deseo, continuamente debéis repetir, en vuestro corazón, que deseáis que Mi Amor Divino se posesione nuevamente de vosotros, porque Yo no puedo entrar a los corazones si vosotros no Me lo permitís. Yo respeto vuestro libre albedrío, Yo respeto vuestro ser, porque así Yo lo quise hacer para con vosotros, para que vosotros realmente os ganarais el Reino de los Cielos luchando por obtenerlo.
Ciertamente, Soy vuestro Padre, vosotros Mis hijos y el Padre regala a los hijos infinidad de cosas pero, cuando van creciendo, después tienen que ganarse todos ésos regalos. Cuando sois pequeños no podéis meditar sobre esto, porque todavía no tenéis el uso de razón ni tenéis todavía edad para saber que se tienen que ganar las cosas, pero los padres, desde pequeñitos, os van enseñando que si queréis algo, debéis hacer bien vuestra tarea, os debéis portar bien. De una forma u otra se os va enseñando que os debéis ganar las cosas y, por eso os pido, Mis pequeños, que Me pidáis que Yo derrame Mis Bendiciones sobre vosotros, que os dé todo lo necesario para que os podáis ganar Mis Gracias, porque vosotros, ciertamente, sois muy pequeños, no sabéis cómo actuar en verdadera Gracia, en verdadero amor, en verdadera humildad y sobre todo, en verdadera pureza ante Mí.
Satanás os ha desviado tanto que ya vosotros no sabéis lo que es perfectamente bueno, porque lo que es perfectamente bueno, viene de Mí y vosotros, en el mundo, que estáis tan agobiados ya con el ataque de satanás, ya no sabéis realmente lo que es bueno para vosotros y para vuestros hermanos.
Por eso, pedidMe de corazón, que Yo pueda ya entrar en vosotros, dadMe permiso, Mis pequeños, de que todo un Dios, Yo, vuestro Padre, pueda entrar en vosotros, os purifique, limpie todo aquello que se ha ido deteriorando con los siglos y que ya podáis regresar a Mí, limpios, purificados y sobre todo, deseosos de estar ante Mi Presencia y vivir siempre en Mi Amor.
Haced vuestra tarea, Mis pequeños, hacedla lo mejor posible, que el regalo ya está frente vosotros, y se os dará, os lo prometo, pero trabajad, aunque sea un poquito, para recibirlo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Siempre estoy con vosotros, por favor, Mis pequeños, no Me hagáis Vivir, -perdón-, junto con las porquerías con las que llenáis vuestro corazón.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, vengo con vosotros, Mis pequeños, porque Soy Luz, Soy Amor, Soy Vida, Soy la Presencia Viva en el corazón de cada uno de vosotros, de vuestro Dios.
Soy la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y Vivo en vosotros, Mis pequeños, es un regalo inmenso que Nuestro Padre Dios hizo para cada uno de vosotros, que Yo pudiera habitar, desde vuestra concepción, en vuestro ser.
Mis pequeños, estos son momentos en que Yo os llevaré hacia la Verdad, os llevaré a la Luz Verdadera, os llevaré al Amor Infinito de Nuestro Dios. Soy Dios y reconozco la Paternidad del Padre, porque he sido Creado por Él y Soy el Amor Infinito de Él y que Yo Me doy hacia vosotros y vosotros estáis llamados a ser parte de ése Amor, porque fuisteis creados para el Amor y para vivir eternamente en el Amor.
Ciertamente, satanás se ha encargado de llevaros por caminos contrarios a la Verdad para la que fuisteis creados y para la razón por la que tenéis ésta vida que Él os ha prestado para servirLe.
Mis pequeños, no os dais cuenta de éste don tan grande que habéis recibido de vuestro Padre, de vuestro Dios y Creador, el don de la vida. Servir a vuestro Dios, es lo más grande que un alma puede tener y, especialmente, cuando se os ha dado el don de la vida y para que vuestro camino fuera seguro, fui puesto en vuestro interior. Estoy en cada uno de vosotros para que vuestra misión sobre la Tierra fuera correcta, fuera verdadera, fuera llena de Luz y que vivierais y trajerais de regreso, hacia el Amor, a todas las almas que pudierais.
No os imagináis, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, esta Gracia tan grande que habéis recibido, no la habéis meditado lo suficiente para que esta Gracia la pudierais vosotros agradecer de corazón a vuestro Dios, a Nuestro Dios, a Nuestro Padre. Yo, siendo Dios, lleno de Amor, deseo daros a cada uno de vosotros esa Vida, esa Vida Divina a la que vosotros debéis llegar.
Mucha maldad hay a vuestro alrededor y, en lugar de tratar de evitarla, os habéis involucrado dentro de ella, os habéis ensuciado.
Vinisteis a luchar a la Tierra, a que el Amor de vuestro Dios se impusiera, con delicadeza, con respeto, en todas las almas. Y os digo “se impusiera”, porque esa es la realidad en la que debéis vivir, pero no sois forzados a vivir en el Amor si no queréis. Vuestros actos, vuestras palabras, toda vuestra forma de ser, debe llevaros a vosotros mismos y a vuestros hermanos hacia esta realidad Divina: vivir en el Amor.
Esta es la única y real función que tiene vuestra vida en la Tierra, producir Amor, el Amor que os enseñó vuestro Dios, Jesucristo, Encarnado, para que pudierais tomar de Él ejemplo, ejemplo humano y llevarlo a vuestro corazón.
Yo no os abandono, siempre estoy con vosotros, pero hay tantos, tantos de vuestros hermanos que están tan distraídos en el mundo, que a pesar de que Yo Vivo en vuestro interior, no se Me toma en cuenta, no Me buscan, no buscan Mis Consejos, no buscan tener una vida interior, a veces, hasta temen entrar dentro de su corazón, porque están temerosos de ver su realidad pecaminosa, pero, Mis pequeños, para eso estoy Yo. Os conozco perfectamente, no podéis esconder nada ante Mí y, aún así, conociéndoos y conociendo vuestra pequeñez y debilidad, os acompaño en todo momento, para que pongáis vuestro corazón sobre Mi Corazón y os ayude a que éste se purifique y que podáis presentaros, en algún momento, ante Nuestro Padre y Nuestro Dios, purificados y que la Gracia de Nuestra Santísima Trinidad, os lleve a la perfección y podáis gozar eternamente el regalo al que habéis sido llamados.
Mis pequeños, no Me abandonéis, debéis saber que estoy en vosotros. En cualquier momento de tribulación, si no obtenéis ayuda externa, la mejor ayuda que tendréis, es entrar a vuestro corazón, platicar Conmigo, pedidMe ayuda, Yo Soy vuestro Dios y os podré ayudar en todo lo que necesitéis.
Mis pequeños, estáis llamados a algo grande, a algo inmenso, Mi Gracia está con vosotros, Mi Poder Divino está con vosotros, solamente necesito vuestra humildad, vuestra sencillez y, sobre todo, vuestro respeto a Mi Presencia en vosotros. No llenéis vuestro corazón y vuestra alma con la maldad de satanás, ensuciáis Mi Presencia, Me ensuciáis a Mí, que Soy vuestro Dios y que Vivo en vuestro interior.
Yo nunca salgo de vuestro ser, pero quiero que vuestro ser esté limpio, esté puro y esto lo puedo lograr Yo y, si entendéis esto que os acabo de explicar, que siempre estoy con vosotros, por favor, Mis pequeños, no Me hagáis Vivir, -perdón-, junto con las porquerías con las que llenáis vuestro corazón y en las que todo un Dios no debe estar. Tanta maldad y tanta suciedad con la que llenáis vuestro corazón y que aceptáis de satanás, cuando Yo estoy viviendo dentro de vosotros, Yo no Me merezco esto que Me hacéis.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Estáis viendo por un lado la obscuridad, la maldad de un mundo viejo, pero por otro lado, estáis viendo también la Luz, las Promesas, que se van ya haciendo realidad.
Sí, hijitos Míos, ésta Maternidad que Me concedió Nuestro Padre Dios, para que a través de Mí, vuestra Madre, llegara El Salvador a la humanidad, fue una Maternidad física. Ciertamente Lo tuve en Mi Vientre, ésos nueve meses Divinos, Celestiales, una Gracia inmensa, grandísima que Nuestro Dios hizo en Mí, Su Esclava, Su Pequeña, Su Creaturita.
Pero, Mis pequeños, Mis hijitos, vosotros estáis llamados también a llevar a cabo una maternidad espiritual, todos vosotros estáis llamados a traer en vuestro interior a Mi Hijo y, es más, a que también Él Viva plenamente en vosotros. También es una Gracia inmensa, que Nuestro Padre Dios, en Su Santísima Trinidad, hace a cada uno de vosotros.
Meditad esto, Mis pequeños, porque es un regalo grandísimo que tenéis cada uno de vosotros, el que Mi Hijo pueda habitar en vosotros y podáis darLo a vuestros hermanos.
Sí, Mis pequeños, gozad este regalo tan grande de la Presencia de todo un Dios en vosotros y que podáis también darLo a vuestros hermanos como Yo Lo di a la humanidad entera.
Yo, en Mi “fiat”, acepté que Mi Hijo pudiera Encarnarse y venir a la Tierra, ahora es vuestro momento, Mis pequeños, también dad vuestro “fiat” a Nuestro Dios y Creador, para que, también, la Presencia de Mi Hijo se dé en estos momentos de tribulación mundial.
Son vuestros momentos, sois Mis hijos, sois Mi Calcañal, sois la Fuerza del Cielo en estos momentos de la humanidad, en estos momentos de la historia, en estos momentos del cambio.
Tenéis esa Gracia inmensa, Mis pequeños, en donde se va a dar el parteaguas, como se dio cuando Mi Hijo vino a la Tierra, y así como se habla del Antiguo y Nuevo Testamento, del antes de Cristo y después de Cristo, se habla ahora de la Venida de Mi Hijo para este nuevo tiempo de purificación. Va a ser el fin del viejo hombre y vendrá el nuevo hombre, el hombre nuevo, que habitará los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas, que seréis los elegidos, vosotros, los que os habréis llenado de Gracia y de Amor y sobre todo, los que han aceptado la Voluntad Divina de Nuestro Dios en sí mismos y en su vida.
¿Ahora os dais cuenta, Mis pequeños, de vuestra posición, en estos momentos de la humanidad, la Gracia tan grande que ha hecho Nuestro Dios con vosotros? Termina un mundo viejo y estáis vosotros, con Nuestra ayuda, iniciando un mundo nuevo.
Estáis viendo por un lado la obscuridad, la maldad de un mundo viejo, pero por otro lado, estáis viendo también la Luz, las Promesas, que se van ya haciendo realidad, Promesas antiguas, Promesas actuales, en donde estáis viendo que se van acercando ya los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas, para que gocéis el Amor Pleno de Nuestro Dios.
La maldad acabará, la Bondad reinará, tenéis en estos momentos ambas cosas. Tenéis el libre albedrío, pero los que estáis llenos de amor o estáis buscándolo, tendréis ésa Gracia grande de Nuestro Dios de gozar el regalo prometido y que lo estáis sintiendo ya en vuestros corazones, estáis ansiando ya vivirlo, sabéis que existe, tenéis ésa Fe, habéis aceptado en vuestro corazón las Palabras de Mi Hijo, las Palabras de los Evangelios, la Fe os está llevando a obtener ése regalo grande. Pero también, Mis pequeños, hay que terminar la tarea, todavía falta que el Amor destruya la maldad de satanás y, por eso, os debéis dejar invadir por la Presencia Santa y Divina de Mi Hijo en vosotros, para que vuestros actos y vuestra presencia en esta Tierra, sea una realidad Divina, que vuestra presencia sea de Luz, para terminar con estas tinieblas que ya se están terminando, porque el Amor vencerá toda la maldad de satanás. Aunque estéis viendo como que ésta se va acrecentando, porque así es satanás, sabe que él tendrá su fin y luchará hasta el final, definitivamente será vencido por el Amor, por la Virtud, por la Gracia Divina de Nuestro Dios.
Sois Mis hijos, estoy con vosotros, Soy vuestra Madre y os acompañaré en todo momento y agradeced, Mis pequeños, esta Gracia tan grande que os ha dado Nuestro Dios, la de estar en este momento de la humanidad, en este parteaguas que se está dando y que vosotros sois partícipes de él.
Agradeced a Nuestro Dios, como esta Humilde Esclava de Nuestro Dios, agradece.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No desperdiciéis nuevamente la Gracia que Yo derramaré sobre vosotros, porque será la última antes de la Gran Tribulación.
Hijitos Míos, prácticamente la humanidad entera se desvive por obtener las cosas materiales, lo que el mundo os da. Se os enseña, desde pequeños, que debéis estudiar para obtener un trabajo y, a través de él, os podáis llenar de las cosas del mundo que necesitáis para vivir cómodamente y así os afanáis, prácticamente, toda vuestra vida y vuestros valores se vuelven simplemente, materia y, así os clasificáis: el que más tiene, es el más exitoso y se le respeta por ése supuesto éxito, por haberse llenado de más bienes del mundo. Sale en cartelones, su fotografía está en todos lados, alabanzas se les hacen, se les invita a todos lados, porque tienen mucho del mundo.
Mis pequeños, ¿os dais cuenta de los errores en los que caéis y cómo os ha engañado satanás? Estas almas que se han llenado de tanto de lo material, llegará un momento en que llorarán haber perdido tanto tiempo por haberse afanado en nada más llenar sus bolsillos, llenarse de cosas materiales, llenarse de posesiones, que solamente han sido lastre para que ellos pudieran llegar a Mí y pudieran alcanzar el Verdadero Tesoro, que era el Reino de los Cielos.
Vosotros, todos vosotros, en algún momento habéis caído en este error y lo habéis transmitido a vuestros hijos y vuestros hijos a sus hijos y así por generaciones se ha dado, en donde, vosotros mismos, les aconsejabais que buscaran los valores de la Tierra y poco o prácticamente nada les disteis de educación espiritual. Su alma quedó vacía, lo que debisteis de haber llenado, porque los debisteis haber educado para la verdadera vida que cada uno de vosotros tendréis eternamente, ésa vida espiritual quedó vacía, no les preparasteis.
Ciertamente, tuvieron lo del mundo, pero infinidad de almas llegan ante Mi Presencia y su alma está vacía, no saben qué hacer ante Mí, lloran, lloran el haber perdido su tiempo, por haberse llenado de las cosas del mundo y en el momento en el que sienten Mi Amor y que saben que eso es lo valioso para el alma, lloran el haber desperdiciado su tiempo en cosas del mundo, porque Mi Amor realmente es lo que hace, que el alma se satisfaga, se dé como debe ser.
Mucho error hay en el mundo y vosotros sois parte de ese error. Enmendad vuestros errores, pidiéndoMe que Mi Santo Espíritu llegue a todos los corazones de toda la humanidad, que lo que no pudisteis dar vosotros a vuestros hijos, a vuestros hermanos, a sus hijos, que la Luz de Mi Santo Espíritu les provea lo que vosotros no quisisteis o no pudisteis dar.
Sed humildes, Mis pequeños, ante Mi Presencia y pedidMe perdón por lo que no pudisteis hacer con vuestros hijos o lo que vuestros padres no pudieron hacer con vosotros y así, pedidMe, para que Mi Santo Espíritu venga a poner orden a toda la Tierra, porque el desorden existe y lo estáis viendo por todos lados y es porque falta Amor, es porque falta ésa Sabiduría Divina con la que debisteis vosotros haberos guiado toda vuestra vida y no le quisisteis hacer caso, os dejasteis solamente guiar por los valores humanos, que os llevaron al error, pero estos valores humanos, realmente, fueron engaño de satanás hacia todos vosotros.
Se os dio la oportunidad, a lo largo de vuestra vida, de venir a Mí, pero muchos de vosotros, una gran mayoría, no quisisteis escuchar este llamado, pero porque sois Mis hijos, os doy esta oportunidad, de que podáis retomar lo perdido, pero ahora a través de este regalo que os puedo dar a través de Mi Santo Espíritu derramado sobre todos vosotros.
Cuando llegue el momento, tomadLo y agradecedLo, Mis pequeños, no desperdiciéis nuevamente la Gracia que Yo derramaré sobre vosotros, porque será la última antes de la Gran Tribulación. Me conoceréis, conoceréis lo que es Mi Amor, conoceréis Mi Misericordia, pero vuestro libre albedrío decidirá: venir a Mí o estar en contra Mía. No desperdiciéis, Mis pequeños esta oportunidad, el Amor, os llama nuevamente a estar con Él, tomadLo, Mis pequeños, tomadLo.
Gracias, Mis pequeños.


lunes, 11 de abril de 2011

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y La Santísima Virgen María a J. V.

EVANGELIZACIÓN EN EL AMOR DE DIOS PADRE 
Mensajes de Dios Padre a J.V.


Mar 23_11 IMPORTANTÍSIMA ORACION QUE NOS PIDE DIOS PADRE QUE HAGAMOS.



Rosario vespertino
ORACIÓN:
“Que el Amor de la Santísima Trinidad cubra, proteja a todo lo visible e invisible, a todas las almas, a todo lo creado, contra todo aquello que satanás ha afectado y que ha llevado hacia el mal”
Temas:
  • Los acontecimientos ya empezaron y seguirán hasta terminar con la purificación total de la Tierra, es Mi Promesa y así será.
  • Satanás se ha introducido aún hasta en el lugar Santo y se las ha ingeniado para que no haya Transubstanciación de Mi Sangre, al cambiar las palabras de la Consagración.
  • La Tierra entera será purificada, es tiempo de estar de rodillas, Mis pequeños, es tiempo de pedir perdón, es tiempo de pedir Misericordia, el tiempo ya os alcanzó.
  • AyudadMe, Mis pequeños, a luchar contra toda la maldad que se ha diseminado sobre toda la Tierra, necesito vuestra ayuda, necesito vuestro apoyo, sois Mis hijos, sois Mi familia.
  • Mi Justicia será benévola con vosotros, con Mis verdaderos hijos y gozaréis Mi Justicia, ciertamente, y la llamaréis para que os purifique, porque sabréis que la necesitaréis para estar ante Mí.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y La Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Los acontecimientos ya empezaron y seguirán hasta terminar con la purificación total de la Tierra, es Mi Promesa y así será.
Hijitos Míos, el Amor viene a renovar toda la Tierra, esa es Mi Promesa. Os lo he dicho ya por mucho tiempo y ganarán aquellas almas que han perseverado, como en los días de Noé, que avisó del Diluvio que se vendría y pocos, solamente su familia, fueron los que perseveraron, porque creyeron en Mis Palabras.
En este tiempo, también, Mis pequeños, se os ha ido avisando desde hace mucho tiempo para que os fuerais preparando y si entendíais lo que Yo os estaba diciendo, con vuestra oración, con vuestra donación, pudisteis haber aminorado los acontecimientos, pero os cansasteis de esperar y volvisteis a vuestra vida pasada, vida de pecado, vida fuera de los Sacramentos, vida sin oración, vida solamente para vosotros, en donde Yo ya no estoy, ya no acudís a Mí, ya hacéis vuestra vida propia y no estáis Conmigo. Pues bien, Mis pequeños, os prevengo ya de los acontecimientos más fuertes, como se os ha ido señalando.
Empezó a llover fuertemente, pero no creían aquellos hombres que la lluvia seguiría y ahora así serán los acontecimientos, como ya os había anunciado, que los acontecimientos de la purificación, se iban a venir uno tras otro y cada vez mayores.
Aquél fue el diluvio de agua y purificó toda la Tierra, ahora estos desastres y el fuego que ha de venir del Cielo, también purificará a todas las almas. Será un fuego renovador, limpiando almas y limpiando la Tierra.
Habéis atacado lo Mío, os habéis apartado de Mis Leyes y de Mi Amor sobre todo. ¿Creéis acaso, Mis pequeños que puedo seguir soportando vuestras burlas y, sobre todo, vuestro desinterés hacia lo que viene de Mí, todo aquello que es Mío, todo aquello que os iba a dar y asegurar vuestra salvación eterna? No, Mis pequeños, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, os amo infinitamente y vosotros, como hijos desobedientes y muchos de vosotros, malvados, porque habéis hecho trato con el enemigo, tendréis vuestro castigo, pero es un castigo paternal y deberéis tomarlo así.
Deberéis aceptar que el castigo es por vuestro error y con humildad deberéis tomarlo, para que Yo Me apiade de vosotros, porque si aún en el momento del castigo, vosotros os mantenéis soberbios ante él, Mi Ira será más grande contra vosotros, porque vuestra burla seguirá contra Mí y vosotros no sois nadie para burlarse de Mí, vuestro Creador.
Estos son momentos de purificación, en donde quedarán las almas obedientes, buenas, aquellas almas que comparten Conmigo, Me aman, aceptan Mis Mandamientos, aceptan Mis Órdenes de Amor. Estas almas dóciles, pequeñitas, humildes, sencillas, son las que se ganarán éste Nuevo Tiempo, en donde serán consentidas las almas escogidas. Las almas soberbias y malas no tendrán cabida en Mi Nuevo Reino sobre la Tierra, serán eliminadas, pero si os arrepentís de vuestros pecados y de vuestra maldad, Me apiadaré de vosotros y no os perderéis eternamente.
Os repito nuevamente, a Noé no le creyeron hasta que empezó a llover y, en estos tiempos, muchos no han creído a Mis advertencias a través de Mis hijos escogidos en toda la Tierra, que os avisaron con tiempo para que tuvierais un cambio efectivo de vuestra forma de ser hacia el Bien. Los acontecimientos ya empezaron y seguirán hasta terminar con la purificación total de la Tierra, es Mi Promesa y así será.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Satanás se ha introducido aún hasta en el lugar Santo y se las ha ingeniado para que no haya Transubstanciación de Mi Sangre, al cambiar las palabras de la Consagración.
Hijitos Míos, ya os había pedido que fuerais bendiciendo todo a vuestro paso (Lenguas…), para que todo aquello que bendijerais, tanto personas como cosas, todo lo creado por Mí, visible o invisible, regresara a Mí. Pero ahora os pido, Mis pequeños que cubráis todo con Mi Amor.
Mi Sangre, que se dio por todos vosotros debiera estar purificando perfectamente todo, a través de todas las Misas que se dicen alrededor de la Tierra y así Mi Sangre debiera ir protegiendo y purificando a toda la humanidad. Pero sabéis que satanás se ha introducido aún hasta en el lugar Santo y se las ha ingeniado para que no haya Transubstanciación de Mi Sangre, al cambiar las palabras de la Consagración y, de esta forma, el vino se queda como tal y Mi Sangre no aparece para purificar continuamente a la humanidad entera.
Por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, Mis pequeños, que vayáis cubriendo a la Tierra entera con Mi Amor y pedidlo así, Mis pequeños: “Que el Amor de la Santísima Trinidad cubra, proteja a todo lo visible e invisible, a todas las almas, a todo lo creado, contra todo aquello que satanás ha afectado y que ha llevado hacia el mal”, continuamente repetidlo también, Mis pequeños y, de esta forma, Mi Amor protegerá a toda la Tierra.
Ciertamente Mi Sangre os sigue protegiendo, pero no al grado que debiera ser, Mis pequeños, pero Mi Amor protegerá y de esta forma le quitaréis a satanás poder, porque él no puede contra Mi Amor y él no podrá destruir a todos aquellos y a todo aquello que ya quede Bendito y protegido con Mi Amor.
Os doy todo esto, Mis pequeños, en la sencillez de Mi Corazón, para que veáis que, en cosas sencillas, podéis hacer grandes cosas para Mi Reino y para la protección de vuestros hermanos y de toda la Creación. No os doy fórmulas rebuscadas ni difíciles, es Mi Amor el que va a hacer el cambio, os lo he dicho y os lo repito y, es Mi Amor al que debéis hacer que llegue hacia vosotros y hacia los vuestros.
Por eso, continuamente repetid esto que os pido, que Mi Amor os cubra y os proteja a vosotros y a los vuestros y así anularéis las potencias de satanás.
Os amo, Mis pequeños, y traedMe a muchas, muchas almas a su salvación eterna a través de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: La Tierra entera será purificada, es tiempo de estar de rodillas, Mis pequeños, es tiempo de pedir perdón, es tiempo de pedir Misericordia, el tiempo ya os alcanzó.
Hijitos Míos, Yo, vuestro Dios y vuestro Padre, estoy guiando los acontecimientos. Sí, Yo Mismo voy cuidando de que nada se salga de orden, aunque satanás así quisiera y lo desea provocar. No os preocupéis vosotros, los que estáis Conmigo, ciertamente él quiere atacar a las almas buenas y destruirlas, a todas aquellas almas que todavía perseveran, aquellas almas que han tomado en su corazón Mis Palabras y las guardan en lo profundo de su ser, con respeto, con cariño, con amor. ¿Cómo creéis pues, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, que Yo voy a permitir que los acontecimientos fuertes de la purificación caigan sobre vosotros? Yo Soy un Dios Justo, Bueno, Misericordioso, Yo no puedo tratar igual al alma buena que al alma mala.
Por eso, en Mi Misericordia Infinita, os avisé desde hace mucho tiempo, que éste tiempo llegaría a vosotros, para que os fuerais preparando todos, todos vosotros, todos los habitantes de la Tierra y se os avisó desde mucho tiempo antes, para que Mis Promesas, advertencias, Mis Palabras, llegaran a toda la Tierra, porque os amo y para que vosotros tuvierais tiempo de lograr un cambio real en vuestro interior y, que ése cambio real, aminorara o cancelara los acontecimientos y que os diera a vosotros también una posición segura ante Mí, ante Mi Ira Divina, ante Mi Justicia, contra todo aquello y todos aquellos que están en contra Mía.
Mi Amor se derramó y se sigue derramando por toda la humanidad. Se ha ido derramando en todos los tiempos. Mi Misericordia llega a almas buenas y malas, en las almas buenas produciendo crecimiento alto, bello, un crecimiento purificador y, en las almas malas, esperando que Mi Gracia, al llegar a ellas, las hiciera reflexionar y cambiaran de forma de ser, pero en muchas almas, no ha sido así. No podrán decir ésas almas que fui injusto, porque mucho tiempo se os dio, por muchos lados todas las almas tuvieron acceso a Mi Palabra, a Mis Advertencias, a Mi Amor, pero mantuvieron sus oídos sordos, su corazón cerrado al Amor. Yo respeto su libre albedrío, pero también Mi Justicia caerá sobre ellos y tendrán lo que se merecen, porque eso es lo que escogieron.
En cambio, las almas que abrieron sus oídos y dejaron entrar Mis Palabras en su corazón, Mi Misericordia Infinita, también les dará su premio.
Sí, Mis pequeños, Yo Soy un Dios Justo, Yo Soy un Dios de Amor, cada quien tendrá lo que ha trabajado durante su vida. Si buscasteis el Bien, seréis protegidos por ése Bien y veréis Mi Misericordia sobre vosotros, en estos tiempos de tribulación, mientras tanto veréis, también, Mi Justicia caer sobre las almas que no quisieron estar Conmigo.
Os sigo Bendiciendo y os sigo dando tiempo, pero estáis ya sobre el tiempo, el tiempo ya os alcanzó, ya estáis en los acontecimientos y estos se irán agravando día a día. La Tierra entera será purificada, es tiempo de estar de rodillas, Mis pequeños, es tiempo de pedir perdón, es tiempo de pedir Misericordia, el tiempo ya os alcanzó.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: AyudadMe, Mis pequeños, a luchar contra toda la maldad que se ha diseminado sobre toda la Tierra, necesito vuestra ayuda, necesito vuestro apoyo, sois Mis hijos, sois Mi familia.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María (Lenguas…) Estoy con vosotros, Mis pequeños y con todos aquellos que han buscado el Amor de Mi Hijo.
Os protejo, Mis pequeños, ved cómo estoy de pié sobre las naciones de la Tierra. Ved cómo estos rayos de Amor que salen de Mis Manos, que salen de Mí, protegen a los pueblos, protegen a las naciones. Estoy con vosotros, Mis pequeños, os cuido.
Estáis en los momentos de la Gran Lucha, pero estáis Conmigo, Mis pequeños, Mi Corazón de Madre os cuida y os protege, pero no quiero que os salgáis de Mí, que os apartéis de Mi Corazón.

Os pido, Mis pequeños, que en estos momentos, de ahora en adelante, hagáis un esfuerzo mayor en vuestra vida por manteneros en pureza, buscando vuestra santidad y ayudando a vuestros hermanos, con vuestro ejemplo, para que ellos también busquen el vivir de acuerdo a lo que tanto os pidió Mi Hijo, para vuestro crecimiento espiritual y para tener una vida llena de Amor, en donde Mi Hijo pueda tomar Presencia real en vuestro ser, porque cuando un alma busca su perfección, busca vivir en amor, en pureza, Mi Hijo hace morada en ésas almas y no hay regalo más grande y más bello que un alma pueda tener junto a sí a su Dios, al Amor Infinito. ¿Qué más queréis vosotros, que sois tan pequeñitos? Tener a vuestro Dios con vosotros mismos en vuestro ser, es un regalo inmenso y os estoy diciendo la forma en que vosotros lo podréis tener. Luchad contra vosotros mismos, contra todo aquello que os pueda quitar la pureza, el amor de vuestro corazón, principalmente el amor hacia vuestro Dios y luego el amor hacia vuestros hermanos.
Mi Hijo os habló solamente de Amor, tenéis ésta escuela de Amor y solamente debéis seguirla, Mis pequeños. No habéis luchado mucho por obtener todo lo grande que Mi Hijo os dio. Estáis desperdiciando mucho de lo que todavía podéis obtener si ponéis más de vuestra parte. Grandes regalos espirituales os están esperando, pero debéis luchar por ellos.
Vosotros sabéis, del mundo, lo que debéis luchar para obtener las cosas que necesitáis; en lo espiritual, también debéis luchar por ello, aunque, ciertamente, la Gracia de vuestro Dios se os da gratuitamente y, ciertamente, la tenéis pero, para mantenerla en vuestro ser, debéis luchar por ella, para que no la perdáis, porque la Gracia no puede habitar en donde hay pecado y si la Gracia se os da continuamente, al momento en que vosotros buscáis el pecado y lo dejáis entrar a vuestro corazón, la Gracia sale, le estáis faltando al respeto, estáis ensuciando Su Gracia, no le estáis dando el valor que tiene y sale de vosotros, porque no puede convivir con el mal, que vosotros aceptáis, en vuestro libre albedrío, que entre y que habite en vuestro corazón.
Mis pequeños, estáis viendo la gravedad de los acontecimientos a vuestro alrededor y no solamente estoy hablando de lo destructivo en los pueblos de la Tierra, sino en la espiritualidad de vuestros hermanos. Estáis viendo cómo ya no se buscan los verdaderos valores del espíritu y, eso es más destructivo que ver cómo caen edificios y casas.
Ciertamente duele y a Nosotros Mismos, acá en el Cielo, Nos duele ver el dolor que se da por los desastres en los pueblos y en las naciones, pero más dolor nos da ver un alma condenada, que aceptó que satanás entrara a su corazón.
Ved las almas, Mis pequeños, ved las almas de la Tierra, no veáis lo físico, lo que vuestros ojos ven, ved el corazón de vuestros hermanos, ved cómo se comportan, escudriñad en ellos y daos cuenta de su espiritualidad y así os daréis, verdaderamente cuenta, de cómo está vuestro mundo. Le habéis quitado el amor, le habéis quitado la vida en Dios, habéis entregado vuestro mundo a las garras de satanás. No habéis luchado por mantener la Herencia de Mi Hijo, todo el Amor, todas las Enseñanzas, toda la vida espiritual que os dejó. Éste Tesoro
Divino no lo habéis protegido, satanás os lo ha arrancado y, ahora, satanás ha tomado posesión de vuestras almas. Vuestras almas fueron creadas para que fueran llenadas de amor, de buenas obras, de cosas bellas, de cosas santas. ¿Qué habéis hecho con vuestra alma, Mis pequeños?, en vez de ser un recipiente transparente, purísimo, limpísimo a los Ojos de Nuestro Dios, ahora es un cesto de basura, horripilante, sucio, pestilente, eso es ahora el alma de muchos de vosotros. No hay transparencia, no hay nada que valga en vosotros, no podéis transmitir nada bueno, porque no hay nada bueno en vuestro interior pero, aún, a pesar de todo esto, Mis pequeños, Mi Hijo, os sigue buscando y Yo os sigo protegiendo, sigo sobre todas las naciones protegiéndolas de los ataques de satanás, cuidándoos a cada uno de vosotros, esperando vuestra conversión. Venid a Mí, Mis pequeños, éstos son Mis Tiempos, los tiempos de una Madre que os ama infinitamente y que está luchando fuertemente contra las fuerzas de satanás.
Os amo inmensamente, ayudadMe, Mis pequeños, a luchar contra toda la maldad que se ha diseminado sobre toda la Tierra, necesito vuestra ayuda, necesito vuestro apoyo, sois Mis hijos, sois Mi familia, luchemos, Mis pequeños, con el Amor de Nuestro Dios. Os amo, Mis pequeños, gracias, gracias por vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Justicia será benévola con vosotros, con Mis verdaderos hijos y gozaréis Mi Justicia, ciertamente, y la llamaréis para que os purifique, porque sabréis que la necesitaréis para estar ante Mí.
Hijitos Míos, es solamente un delgado velo el que os separa de Mí. Yo os puedo ver a través de ése velo, es muy delgado, Mis pequeños, y éste velo se va a ir descorriendo, así como se vayan sucediendo los acontecimientos de la purificación que tendréis sobre toda la Tierra.
Poco a poco iréis viendo lo que ahora no ven vuestros ojos, iréis viendo Mi Presencia entre vosotros, iréis viendo el Cielo en la Tierra. El dolor, que iréis teniendo cada uno de vosotros, irá descorriendo este velo y os iréis dando cuenta de la realidad que os rodeaba, que tanto os traté de explicar y que vosotros no queríais entender.
Vuestra falta de Fe no quería entender todas estas Verdades que Yo os daba y que estaban al alcance de vuestra mano pero, aunque vuestros ojos estaban velados, vuestra razón no quería entender, con humildad, lo que Yo os estaba dando.
Qué difícil es para muchos de vosotros vivir en la humildad. Si realmente os dejarais cubrir por ella, tantas cosas que veríais, tantas cosas que entenderíais, pero os mantenéis así, a ciegas, porque queréis seguir viendo con los ojos de vuestro cuerpo y no con los ojos de vuestra alma.
PedidLe a Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, que vaya descorriendo este velo de vuestros ojos del alma, para que podáis ver ya, todas las bellezas que Yo os daré si perseveráis en la prueba, que ya tenéis a vuestro alrededor.
Muchos de vosotros sentís que la prueba de purificación, que tendréis, será muy difícil, insalvable, porque os sentís llenos de pecado y de maldad en vuestro corazón. Cuando vosotros reaccionáis así, Mis pequeños y realmente lo estáis diciendo de corazón y con humildad, ésa humildad es la que os va a salvar y os va a quitar muchos de los dolores, que la gran mayoría de vuestros hermanos tendrán, en esta purificación mundial.
Mientras más os acerquéis a Mí, mientras más llenos esté vuestro corazón de amor, pero de un corazón sincero, puro, profundo, verdadero, es el que os va a ayudar a sobrellevar fácilmente, sí, Mis pequeños, lo repito, fácilmente, los acontecimientos difíciles de la purificación, porque Yo estaré con vosotros y os estaré protegiendo de tantos dolores.
El hecho de que vosotros hayáis escogido el buen camino, eso implica sacrificio, trabajo, pero sobre todo, amor. Escogisteis la mejor parte y esa parte, que Soy Yo, os protegerá.
Os he dicho que Soy Justo y veréis Mi Justicia sobre vosotros pero, Mi Justicia sobre vosotros, será leve porque, ciertamente, también Mi Justicia tiene que caer sobre los buenos, porque el pecado también os ha tocado y alguna vez le habréis permitido que os ensuciara.
Mi Justicia será benévola con vosotros, con Mis verdaderos hijos y gozaréis Mi Justicia, ciertamente, y la llamaréis para que os purifique, porque sabréis que la necesitaréis para estar ante Mí. Llamadla pues, Mis pequeños, en vuestra vida, en vuestra persona y no temáis que, os repito, Mi Justicia no será la misma sobre las almas buenas que sobre aquellas que Me han atacado y han atacado a vuestros hermanos.
Confiad en Mí y confiad de corazón, porque os he dicho que Me duele inmensamente cuando un alma no confía en Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, a J. V.

Oct 19_10 “Hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso”.


Rosario vespertino


Temas:


• Que Yo Me sienta orgulloso de cada uno de vosotros, que actuasteis en el Bien hasta el último momento.


• Aún podéis disminuir la intensidad de vuestro sufrimiento particular y el sufrimiento mundial que tendrán todos los pueblos de la Tierra.


• Que vuestra oración sea insistente a Mi Corazón Sacratísimo, para que Yo derrame Bendiciones inmensas sobre aquellos hermanos vuestros que os piden que oréis por ellos.


• No les deseéis el mal a vuestros hermanos que están haciendo el mal en la sociedad, al contrario, traédMelos a Mi Corazón.


• EntregadMe vuestra soberbia y vuestra vanidad y entrad a la humildad, que es la puerta segura de la entrada de todo Mi Ser en vosotros.

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre


Sobre: Que Yo Me sienta orgulloso de cada uno de vosotros, que actuasteis en el Bien hasta el último momento.

Hijitos Míos, os he pedido que siempre estéis preparados para lo que pueda venir a vuestra propia vida, porque debéis estar preparados para cuidar lo más grande y más bello que tenéis, que es vuestra propia alma, pero ahora también os pido que estéis preparados para los acontecimientos que se van a venir sobre toda la Tierra.

Momentos grandes, difíciles, pero si los tomáis realmente con amor y respetando Mi Voluntad, veréis que éstos acontecimientos, lejos de atemorizaros, os van a llevar a una paz interior bellísima, porque vosotros deberéis tomar, como os he dicho, esto como una penitencia a vuestros pecados pasados.

Entended con todo esto, Mis pequeños, que os estoy ayudando a que vosotros alcancéis vuestra purificación y, con ello, vuestra santificación, porque las almas santificadas son las que van a tener la oportunidad de ver los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, lo que os he prometido, y que estáis a momentos de recibir éste gran regalo. Pero una gran mayoría de hijos Míos, no acuden regularmente al Sacramento de la Confesión, de hecho, no acuden a los Sacramentos y por eso os doy la oportunidad, con todos estos acontecimientos, a que vosotros reflexionéis y aceptéis, en vuestra vida, lo que Yo os mande.

Os vuelvo a repetir, no toméis esto como un castigo de parte Mía, vosotros os habéis ganado estos dolores por vuestro mal proceder, porque Me habéis dado la espalda, porque no queréis vivir en el Amor. Así pues, así como el sacerdote os deja penitencia que debéis realizar después de vuestro arrepentimiento de corazón, para que vuestros pecados sean perdonados, esto que Yo voy a permitir en vuestra vida, a nivel mundial, es la penitencia para el perdón de vuestros pecados, pasados y presentes y tomadlo así, simplemente, ofreciendo de corazón vuestros dolores, para que vuestra alma quede preparada, para que al quedar limpia, podáis tener acceso a la Promesa que os he dado de los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas.

Mi finalidad es de Amor, es de respeto a vosotros y sobre todo, de un cuidado extremo que tengo hacia cada uno de vosotros, porque os amo. Quiero lo mejor para vosotros, pero también debéis vivir de acuerdo a la dignidad que tenéis, porque sois hijos Míos, y un hijo Mío, verdadero, no puede estar viviendo en el mal, no puede estar viviendo en pecado, no puede estar dando un mal ejemplo. Mi Hijo, cuando estuvo sobre la Tierra, todo Su comportamiento era de acuerdo a la dignidad que Él tiene y así lo mostró a los hombres y ahora os toca a vosotros, Mis pequeños, hermanos de Mi Hijo, Cristo Jesús, también os debéis comportar con la dignidad que tenéis. Mi Hijo os atrajo ésa dignidad, agradecedLe y manteneos cuidando vuestra alma, vuestra persona, con la dignidad real que tenéis.

No os apartéis, del Bien, Mis pequeños, hasta el último momento de vuestra vida quiero que se pueda decir de cada uno de ustedes, que sois hijos Míos, hijos de Dios. DadMe ése gusto, Mis pequeños, que Yo Me sienta orgulloso de cada uno de vosotros, que actuasteis en el Bien hasta el último momento.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María,


Sobre: Aún podéis disminuir la intensidad de vuestro sufrimiento particular y el sufrimiento mundial que tendrán todos los pueblos de la Tierra.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María.

Recordad el pasaje en las Escrituras, cuando estábamos en las Bodas de Caná, Mi Hijo y Yo. Yo le dije a los sirvientes “hagan lo que Mi Hijo les diga”, ahora estáis en otros momentos de la humanidad. Ahora es Mi Esposo el Espíritu Santo el que está entre vosotros y ahora os pido a todos vosotros: hagan lo que Mi Esposo quiere, para todos vosotros.

Ciertamente Él viene a purificar la Tierra entera, (Lenguas...) Con Su Amor Divino os viene a purificar, Mis pequeños. Cuando se habla de una purificación, cuando se habla de una reprensión del Cielo hacia todos vosotros, esto se hace a través de un acto amoroso, porque si vosotros sois sencillos y humildes, aceptáis de corazón que se os reprenda, porque sabéis que ésa reprenda os va a servir para mejorar. No así los que son soberbios ellos, al contrario, se enojan y responden con grosería, hasta con maldad, porque se les trate así, según ellos.

Mis pequeños, los padres amonestan a los hijos cuando van por mal camino o lo hacen para ayudarles, para que evitarles tener un accidente grave y que puedan hasta perder la vida o los deje lisiados.

Ahora, Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor, os viene a reprender, pero amorosamente, Mis pequeños. Algunos de vosotros entenderéis esto como un ataque, un ataque personal y malo de vuestro Dios y no es así, Mis pequeños. Si hacéis un examen de conciencia, honesto y verdadero, veréis que cada uno de vosotros os merecéis ésa reprimenda, porque os habéis alejado de las Leyes de Nuestro Dios, os habéis alejado especialmente de Su Amor y de la Caridad que debéis tener hacia vuestros hermanos. Habéis fallado en múltiples ocasiones y traéis una carga, a veces, tremenda de faltas pasadas que no habéis confesado ni habéis buscado a algún sacerdote que os las perdone. Estáis tan alejados de la Iglesia, de ésa institución Divina que os dejó Mi Hijo y ya no buscáis el Alimento Divino que tenéis, que es el Cuerpo de Mi Hijo y Su Sangre Preciosa.

Sí, Mis pequeños, habéis fallado demasiado y ¿aún así creéis que no os merecéis un castigo? No Mis pequeños, no seáis soberbios, el regalo que os va a dar Nuestro Padre Dios, es inconmensurable, es grandísimo y debéis estar preparados vosotros, en lo espiritual y aún en lo físico, para recibir éste regalo tan grande que Él os quiere dar y que vosotros gozaréis infinitamente, porque cuando Nuestro Dios regala algo a Sus creaturas, sobrepasa toda imaginación y eso es lo que ahora vais a tener, Mis pequeños, regalos que sobrepasan vuestra imaginación.

Así, pues, os repito, aceptad con humildad lo que Él permita en vuestra vida. Cada uno de vosotros habéis pecado y ciertamente, en diferente forma y en diferente nivel de maldad. Cada uno recibiréis, según vuestros pecados, según vuestras faltas, según vuestro olvido a estar bajo las Leyes y bajo el Amor de Nuestro Dios. Sabiendo esto, cada uno de vosotros, en vuestro corazón, arrepentíos ya, para que vuestra penitencia no sea tan grave. Aún podéis disminuir la intensidad de vuestro sufrimiento particular y el sufrimiento mundial que tendrán todos los pueblos de la Tierra. Arrepentíos, pedid perdón a Nuestro Dios, que es todo Bondad y Misericordia sobre cada uno de vosotros. Arrepentíos y sobre todo, haced un cambio de vida total, para que Nuestro Buen Dios se apiade de vuestra maldad, de vuestro orgullo, de vuestros errores.

Estoy con vosotros, Mis pequeños, Yo intercedo continuamente, para que ésta penitencia no sea tan grave sobre vosotros, pero ayudadMe también con el cambio de vida que debéis hacer, y manteneos así, dejando atrás vuestros pecados y tratando de mejorar vuestra vida y sobre todo, el crecimiento de vuestra alma para llevarla a su santificación.

Os lo pido de Corazón.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,


Sobre: Que vuestra oración sea insistente a Mi Corazón Sacratísimo, para que Yo derrame Bendiciones inmensas sobre aquellos hermanos vuestros que os piden que oréis por ellos.

Hijitos Míos, vosotros veis, en lo humano, hermanos vuestros que estiran su mano para recibir una moneda de vosotros, una ayuda que les va a servir a ellos para alimentarse en ése día o irla pasando mejor, de alguna forma, gracias a vuestra ayuda y a la de vuestros hermanos. Pero ahora también os pido, Mis pequeños, que veáis ésa misma mano que se alarga hacia vosotros, pero ésta es espiritual y la debéis de ver con el corazón.

Son tantos, tantos hermanos vuestros alrededor del mundo, que necesitan una ayuda espiritual, un apoyo espiritual, palabras que salgan del corazón, para ayudarles a resolver sus problemas, para ayudarles a crecer espiritualmente, hacerles ver la realidad de su existencia. Tantas almas que necesitan que un hermano se les acerque, para apoyarles en sus dolores, en sus preocupaciones. Tanto que necesitáis cada uno de vosotros y cuando necesitáis de ésa ayuda, muchas veces no tenéis a nadie a vuestro lado.

Ciertamente contáis Conmigo, con vuestro Dios, para que os apoye, para que os ayude a salir adelante pero, por vuestra falta de Fe, necesitáis a alguien, entre vuestros hermanos, a quien ver, alguien a quien tocar, ellos pueden daros una ayuda espiritual, una ayuda moral a vuestros problemas pero, como os repito, Me tenéis a Mí, pero os falta Fe para sentir Mi Presencia entre vosotros o, es más, dentro de vosotros. Por eso os pido, Mis pequeños, que vuestra oración sea insistente a Mi Corazón Sacratísimo, para que Yo derrame Bendiciones inmensas sobre aquellos hermanos vuestros que os piden que oréis por ellos. Tan pronto os pidan, voltead hacia Mí, Mis pequeños, y ponedMe, en Mi Corazón, las necesidades de vuestros hermanos y aún vuestras propias necesidades.

Ése acto que vosotros hacéis, ya es un acto de Fe, estáis volteando a verMe, estáis Conmigo, Me estáis mostrando las necesidades de vuestros hermanos y eso Me halaga, Mis pequeños, porque estáis creyendo que Mi Vida está entre vosotros y aún dentro de vosotros. Yo realmente vivo en vuestro interior y sé lo que necesitáis cada uno de vosotros, pero debéis pedir Mi ayuda y esto lo hago para reforzar vuestra Fe, y para que crezcáis en ella. Si Yo os diera todo sin que vosotros tuvierais la necesidad de pedirlo, vosotros no creceríais en Fe, ni en Confianza, ni, en Esperanza en Mí.

Con esto, Mis pequeños, os hago a vosotros voltear hacia Mí y ésa confianza Me halaga porque, primeramente, os conocéis a vosotros y sabéis que no podéis ayudar a vuestros hermanos con tal o cual necesidad, porque no tenéis las capacidades para hacerlo y, por otro lado, al voltear hacia Mí, Me halaga, porque sabéis que Soy vuestro Dios y que puedo hacer todo por vosotros y viviendo así, en humildad, en sencillez, Yo puedo derramarMe fuertemente sobre vuestros hermanos y sobre vosotros mismos.

Muy difícil es la vida del hombre si no tiene Fe, por eso, pedidLe a Mi Santo Espíritu, que está habitando entre vosotros, que os ayude con ése regalo tan grande, que el hombre necesita, que es la Fe y ésta, para que se complemente, pedidLe también el Amor, que el Amor es lo que mueve a toda la Creación y mueve hasta Mi propio Corazón. Es a través del Amor por el cual vosotros Me sacáis muchos regalos para vosotros o para vuestros hermanos, el Amor verdadero. El Amor sano y santo, que lo utilizáis para pedir por vuestros hermanos, ya no para vosotros mismos, sino para las necesidades de vuestros hermanos, es lo que mueve a Mi Corazón, por eso obtenéis vosotros, dentro de la Comunión de los Santos, al pedir unos por otros, Mis Bendiciones.

A veces os llegan regalos Míos que vosotros no pedisteis en lo personal, pero que os llegaron en el momento más oportuno de vuestra vida y esto se da porque alguno de vuestros hermanos de la Comunión de los Santos ha pedido, para que se le conceda a algún otro hermano ésa Bendición. Como os he dicho, nada se pierde dentro de la economía espiritual, tarde o temprano, vuestra oración, vuestras peticiones, vuestra intercesión, van a llegar a algún alma y les van a ayudar, os lo aseguro y os lo prometo. Es Mi Amor, que os he dicho, que es dinámico, todo lo va curando, todo lo va reformando, todo lo va santificando.

Confiad en Mí, Mis pequeños, para que podáis obtener de Mí todas vuestras necesidades, tanto de las que tenéis aquí en la Tierra, como las que tenéis en vuestra alma y que tendréis necesidad de ellas en el Reino de los Cielos.

Os quiero siempre felices, Mis pequeños, fuisteis creados para ser consentidos, para que gozarais plenamente en cuerpo y alma. Entendedlo, Soy un Dios de Amor, no Soy un Dios de maldad ni de temor. Os amo, Mis pequeños.

Gracias, gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,


Sobre: No les deseéis el mal a vuestros hermanos que están haciendo el mal en la sociedad, al contrario, traédMelos a Mi Corazón.

Hijitos Míos, debéis entender, y ya os lo he pedido otras veces, que sois pequeñitos, sois niños de párvulos, que apenas estáis creciendo, apenas estáis tratando de alcanzar una vida espiritual alta, grande. Son tantas las distracciones que os pone satanás, que no os dejan crecer. Tenéis el ejemplo de hermanos vuestros que alcanzaron la santidad de vida porque se esforzaron en ello, la santidad no llega en forma sencilla y sin poner nada de vuestra parte, debéis luchar, Mis pequeños, por alcanzarla.

Ved Mi Vida sobre la Tierra, sufriendo todo tipo de adversidades. A pesar de Mi Predicación pocas almas Me aceptaron y acabaron asesinándoMe en la Cruz, que era la forma en que los malhechores terminaban. Yo, todo un Dios, blasfemado por los hombres y terminando en la Cruz como un malhechor. No, Mis pequeños, Yo no Me merecía esto, porque Soy vuestro Dios y sobre todo porque Soy el Amor Perfecto. En Mí no hay maldad y la Cruz era para los maleantes. En Mí solamente hay Amor y los maleantes difícilmente aman de corazón y si aman, quizá solamente sea a sus pequeñitos, a sus propios hijos.

Amar de corazón quiere decir respetar la vida y los bienes de sus hermanos. Podríais indicarMe que hay maleantes que comparten del fruto de lo que ellos ganan con sus fechorías, pero eso no es amor, Mis pequeños, porque no están recibiendo ésos bienes de un trabajo digno y correcto, están recibiendo ésos bienes del pecado que cometen y eso no está bien, Mis pequeños.

Orad por aquellos que están viviendo en el error, que viven en la maldad, porque en una gran mayoría de los casos, no han recibido ningún tipo de espiritualidad, ya que dentro de sus familias, generalmente, hay mucha tribulación, separación, golpes, sufrimientos tremendos y por eso vosotros no debéis juzgar en ningún momento, debéis orar, simplemente, amarles dentro de vuestra oración, compadeciéndoos de ellos, compadeciéndoos del mal que están realizando.

Hay tanto que tenéis qué hacer, Mis pequeños, a través de vuestros actos personales y a través de vuestra donación, con vuestra intercesión para el perdón de los pecados que comenten. Mucho bien podéis hacer en ésas almas que necesitan de Mi Presencia para su mejora, no les deseéis el mal a vuestros hermanos que están haciendo el mal en la sociedad, al contrario, traédMelos a Mi Corazón.

Recordad cuando Yo estaba en la Cruz, Yo tenía a dos ladrones junto a Mí y uno de ellos se movió en su corazón y Me pidió perdón. Ciertamente había cometido muchas faltas graves, pero al estar junto a Mí, su corazón sintió el amor que quizá nunca había tenido, ni en su hogar ni en las personas que estaban a su alrededor. Era un hermano vuestro que necesitaba amor y lo sintió en ése momento y hubo un arrepentimiento de corazón. Ésos son los regalos que Yo hago a las almas arrepentidas y ésos son los milagros que hace el Amor, y Yo quiero que vosotros hagáis milagros, poniéndoMe a tantas almas, vacías de Amor, ante Mi Presencia. TraédMelas, Mis pequeños, para que tomen el lugar del buen ladrón, para que sientan Mi Amor y lo puedo hacer, Mis pequeños, si vosotros las traéis hacia Mí, ponédMelas junto, para que ellas absorban y sientan Mi Amor, y de esta forma se puedan arrepentir de su vida pasada, de su vida de error, de su vida de maldad y venga el arrepentimiento de corazón, para que obtengan el premio que Yo le prometí al buen ladrón: “hoy mismo estarás Conmigo en el Paraíso”.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,


Sobre: EntregadMe vuestra soberbia y vuestra vanidad y entrad a la humildad, que es la puerta segura de la entrada de todo Mi Ser en vosotros.

Hijitos Míos, ciertamente tomaré vuestra vida, si Me la ofrecéis, si deseáis que Yo, vuestro Dios, os tome y os guíe, (Lenguas...), de esta forma, estaréis aceptando el vivir bajo Mi Divina Voluntad. Yo plenamente en vuestra vida. Es lo que Yo quiero de cada uno de vosotros, que seáis como vuestros Primeros Padres, obedientes en todo a Mis necesidades, a Mis gustos, a Mis Promesas, a Mi Amor, a todo lo que Yo os pida que realicéis, porque Yo solamente quiero vuestro bien.

El hijo obediente acepta las órdenes de sus padres, porque sabe que de ellos va a obtener mucho y lo que ellos os pidan, siempre será para un bien, ya sea para ellos, para uno mismo o para alguien más. Nunca os van a pedir vuestros padres, hacer algo que vaya en contra de vosotros o de alguien y así estoy Yo ahora con vosotros, Mis pequeños.

Si vosotros aceptáis Mi Vida, Mi Divina Voluntad en vuestro ser, si os olvidáis ya de vuestro “yo” y dejáis que Yo pueda, otra vez, hacer Mi Paraíso Terrenal en vuestro corazón, porque os quiero llevar a una pureza y a una santidad tal, como la tenían vuestros Primeros Padres, os llevaré a ése momento en que Yo convivía en su corazón plenamente. Ellos se comunicaban plenamente Conmigo, con un gusto tremendo y siempre tenían abierto su corazón a Mi entrada. Su corazón era Mi aposento real, Yo bajaba a su corazón y Me deleitaba ante los pensamientos, acciones, de su vida espiritual, dentro de su ser y quiero que volváis a ésos momentos, que mantengáis vuestra alma siempre dispuesta a que Yo pueda bajar del Cielo a vuestro corazón. Me deleitaré estando con vosotros y, ciertamente, vosotros también os vais a deleitar con Mi Presencia en todo vuestro ser, en vuestra vida, en todo lo que hagáis, de esta forma, todos vuestros actos, pensamientos, todo será Divinizado, todo será bellísimo, todo os saldrá bien, porque Yo estaré con vosotros en todo momento, os estaré llevando a la perfección total y especialmente a la perfección en el Amor.

Conviviréis nuevamente con la naturaleza, con todo lo creado y es cuando gozaréis plenamente con todo lo que Yo os he dado, de todo lo que creé para vuestro bienestar, tanto físico como espiritual. El hombre fue creado para ser el rey de la Creación y vosotros deberéis volver a ése momento, cuidaréis lo Mío y también Me ofreceréis todo lo que Yo os he dado.

Empezad pues, Mis pequeños, dejadMe que Yo ya habite plenamente en vosotros, olvidad vuestro “yo” y dejad que Yo tome posesión de lo que ciertamente Me pertenece, que es todo vuestro ser. Os he dado el libre albedrío, entregadMe vuestro libre albedrío, entregadMe vuestro “yo”, entregadMe vuestra soberbia y vuestra vanidad y entrad a la humildad, que es la puerta segura de la entrada de todo Mi Ser en vosotros, Yo Me encargaré de purificaros y de llevaros al Amor intenso que solamente Yo, vuestro Dios os puedo dar.

Gracias, Mis pequeños.