-Permitida por la Iglesia
La Última Tribulación
PRELUDIO AL REINO DE DIOS EN LA TIERRA
"PORQUE HABRÁ ENTONCES UNA GRAN TRIBULACIÓN, CUAL NO LA HUBO
DESDE EL PRINCIPIO DEL MUNDO HASTA EL PRESENTE, NI VOLVERÁ A HABERLA".
Mateo 24: 21
"UNA VEZ MÁS HARÉ YO QUE SE ESTREMEZCA NO SOLO LA TIERRA, SINO TAMBIÉN
EL CIELO"
Hebreos 12: 26
"…CUANDO EMPIECEN A SUCEDER ESTAS COSAS, COBRAD ÁNIMO Y LEVANTAD LA
CABEZA
PORQUE SE ACERCA VUESTRA LIBERACIÓN".
Lucas 21: 28
"…ASÍ SERÁ LA PALABRA QUE SALE DE MI BOCA: NO VOLVERÁ A MÍ SIN
RESULTADO, SINO QUE
HARÁ MI VOLUNTAD Y CUMPLIRÁ AQUELLO A QUE LA ENVIÉ".
Isaías 55: 11
"LA HORA HA LLEGADO"
JUAN 12: 23
"NO, NO HACE NADA EL SEÑOR YAHVÉ SIN REVELAR SU SECRETO A SUS SIERVOS
LOS PROFETAS."
Amós 3: 7
DE LOS ESCRITOS DE LA SIERVA DE DIOS LUISA PICCARRETA:
Noviembre 1, 1899 Luisa hablando dice:
Encontrándome en mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma
dentro de una Iglesia, y ahí había un Sacerdote que celebraba el Divino
Sacrificio, y mientras esto hacía lloraba amargamente y decía: "La columna
de mi Iglesia no tiene donde apoyarse." En el momento que decía esto he
visto una columna cuya cima tocaba el cielo, y por debajo de esta columna
estaban Sacerdotes, Obispos, Cardenales y todas las demás dignidades, que
sostenían dicha columna, pero con mi sorpresa, al mirar he visto que de estas
personas, quien era muy débil, quien medio acabado, quien enfermo, quien lleno
de fango; escasísimo era el número de aquellos que se encontraban en estado de
sostenerla, así que esta pobre columna, tantas eran las sacudidas que recibía
desde abajo, que se tambaleaba sin poder estar firme.
Hasta arriba de esta columna estaba el Santo Padre, que con cadenas de oro y
con los rayos que despedía de toda su persona, hacía cuanto más podía para
sostenerla, para encadenar e iluminar a las personas que moraban en la parte
baja, si bien alguna se escapaba para tener más oportunidad de degradarse y
enfangarse; y no sólo a estas personas, sino que trataba de atar e iluminar a
todo el mundo.
Mientras yo veía esto, aquel Sacerdote que celebraba la Misa (aunque tengo
duda si era Sacerdote o bien Nuestro Señor -me parece que era Él, pero no lo sé
decir con certeza), me ha llamado junto a Él y me ha dicho:
"Hija mía, mira en qué estado lamentable se
encuentra mi Iglesia, las mismas personas que debían sostenerla desfallecen, y
con sus obras la abaten, la golpean, y llegan a denigrarla. El único remedio es
que haga derramar tanta sangre, hasta formar un baño para poder lavar ese
purulento fango y sanar sus profundas llagas, para que sanadas, reforzadas,
embellecidas por esa sangre, puedan ser instrumentos hábiles para mantenerla
estable y firme."
Después ha agregado: "Te he llamado para decirte: ¿Quieres tú ser
víctima y así ser como un puntal para sostener esta columna en tiempos tan
incorregibles?"
Después de esto he visto la sangrienta masacre que se hacía de aquellas
personas que estaban bajo la columna. ¡Qué horrible catástrofe! Escasísimo era
el número de los que no caían víctimas, llegaban a tal atrevimiento que
trataban de matar al Santo Padre.
Pero después parecía que aquella sangre derramada, aquellas sangrientas
víctimas destrozadas, eran medios para hacer fuertes a aquellos que quedaban,
de modo que sostenían la columna sin hacerla bambolear más. ¡OH, QUÉ FELICES
DÍAS! DESPUÉS DE ESTO DESPUNTABAN DÍAS DE TRIUNFOS Y DE PAZ, LA FAZ DE LA
TIERRA PARECÍA RENOVADA, LA COLUMNA ADQUIRÍA SU PRIMER LUSTRE Y ESPLENDOR. ¡OH
DÍAS FELICES, DESDE LEJOS YO OS SALUDO, PUES TANTA GLORIA DARÉIS A LA IGLESIA Y
TANTO HONOR A DIOS QUE ES SU CABEZA!
Septiembre 2, 1901
Esta mañana mi adorable Jesús se hacía ver junto con el Santo Padre y
parecía que le dijera:
"Las cosas hasta aquí sufridas no son más
que todo lo que Yo pasé desde el principio de mi Pasión hasta que fui condenado
a la muerte; hijo mío, no te queda otra cosa que llevar la cruz al
calvario."
Y mientras esto decía, parecía que Jesús bendito tomaba la cruz y la ponía
sobre la espalda del Santo Padre, ayudándolo Él mismo a llevarla. Ahora,
mientras esto hacía ha agregado:
"Mi Iglesia parece que está como moribunda,
especialmente respecto a las condiciones sociales, que con ansia esperan el
grito de muerte; pero ánimo hijo mío, DESPUÉS DE QUE HAYAS LLEGADO AL MONTE,
CUANDO LEVANTEN LA CRUZ, TODOS SE SACUDIRÁN Y LA IGLESIA DEJARÁ EL ASPECTO DE
MORIBUNDA Y RECOBRARÁ SU PLENO VIGOR.
Sólo la cruz será el medio para esto, como sólo la cruz fue el único medio para
llenar el vacío que el pecado había hecho y para unir el abismo de distancia
infinita que había entre Dios y el hombre, así en estos tiempos SÓLO LA CRUZ
HARÁ LEVANTAR LA FRENTE DE MI IGLESIA, VALEROSA Y RESPLANDECIENTE PARA
CONFUNDIR Y PONER EN FUGA A LOS ENEMIGOS."
Agosto 15, 1904 Luisa hablando:
"…Ahora, mientras esto decía, dentro de un relámpago he visto toda la
Iglesia, las guerras que deben sufrir los religiosos y que deben recibir de los
demás; guerras entre la sociedad, parecía una riña general; PARECÍA TAMBIÉN QUE
EL SANTO PADRE DEBÍA SERVIRSE DE POQUÍSIMAS PERSONAS RELIGIOSAS, TANTO PARA
REDUCIR A BUEN ORDEN EL ESTADO DE LA IGLESIA, LOS SACERDOTES Y OTROS, COMO PARA
RESTAURAR EL ORDEN EN UNA SOCIEDAD QUE SE ENCUENTRA EN GRAN ESTADO DE
DESCONCIERTO. Ahora, mientras esto veía, el bendito Jesús me ha dicho:
"¿CREES TÚ QUE EL TRIUNFO DE LA IGLESIA ESTÁ LEJANO?"
Y yo: "Cierto, ¿quién debe poner el orden a tantas cosas trastornadas?
Y Él: "AL CONTRARIO, TE DIGO QUE ESTÁ
CERCANO, es un choque que debe suceder, pero fuerte, y por eso lo permitiré
todo junto, entre los religiosos y los seglares para abreviar tiempo; y en este
choque que traerá un trastorno fuerte, sucederá el choque bueno y ordenado,
pero en tal estado de mortificación, que los hombres se verán perdidos, y ahí
les daré tanta gracia y luz, para conocer el mal y abrazar la verdad..."
Marzo 7, 1915
"Hija mía… Si tú supieras cuánto sufro, pero la ingratitud de las
criaturas a esto me obliga; los pecados enormes, la incredulidad, el querer
casi desafiarme, y todo esto es lo menos, si te dijera de la parte religiosa,
¡cuántos sacrilegios! ¡Cuántas rebeliones! ¡Cuántos que se fingen hijos míos y
son mis más encarnizados enemigos! Estos fingidos hijos son usurpadores,
interesados, incrédulos, sus corazones son cloacas de vicios, y estos hijos
serán los primeros en desatar la guerra contra la Iglesia y buscarán matar a su
propia Madre, ¡oh, cuántos están ya listos para desatarla!
Por ahora la guerra es entre gobiernos, naciones, PERO DENTRO DE POCO HARÁN
GUERRA A LA IGLESIA, Y SUS MÁS GRANDES ENEMIGOS SERÁN SUS PROPIOS HIJOS. Mi
corazón está lacerado por el dolor, pero a pesar de esto tolero que pase esta
borrasca y que la faz de la tierra, las iglesias, sean lavadas por la sangre de
aquellos mismos que la han ensuciado y contaminado. También tú únete con mi
dolor, reza y ten paciencia mientras ves pasar esta borrasca."
Mayo 18, 1915 Luisa hablando:
Continuando mi pobre estado, mi pobre naturaleza me la sentía sucumbir. Me
encuentro en estado de violencia continua, quiero hacer violencia a mi amable
Jesús, y Él para no hacerse violentar más, se esconde, y después, cuando ve que
no estoy en acto de hacerle violencia por su ocultamiento, de improviso se hace
ver y rompe en llanto por lo que está sufriendo y sufrirá la mísera humanidad.
Otras veces, con un acento conmovedor y casi suplicante me dice:
"Hija, no me violentes, ya mi estado es violento por sí solo por causa de
los graves males que sufren y sufrirán las criaturas, pero debo dar los
derechos a la Justicia".
Y mientras dice esto llora, y yo lloro junto con Él, y muchas veces parece
que transformándose todo en mí, llora por medio de mis ojos, por eso, en mi
mente pasan todas las tragedias, las carnes humanas mutiladas, los ríos de
sangre, los pueblos destruidos, las iglesias profanadas que Jesús me ha hecho
ver desde hace tantos años. Mi pobre corazón está lacerado por el dolor, ahora
me lo siento contorsionar por los espasmos, ahora helar, y mientras sufro esto,
oigo la voz de Jesús que dice:
"¡Cómo me duele, cómo me duele!" Y se
pone a llorar, ¿pero quién puede decirlo todo?
Ahora, estando en este estado, mi dulce Jesús para calmar de alguna manera
mis temores me dijo:
"Hija mía, ánimo, es cierto que grande será
la tragedia, pero has de saber que tendré cuidado de las almas y de los lugares
donde haya almas que vivan en mi Querer".
Noviembre 21, 1915 Luisa hablando:
Encontrándome en mi habitual estado, en cuanto vi a mi siempre amable Jesús
le pedí que por piedad cambiara los decretos de la Divina Justicia, y le dije:
"Jesús mío, no más, mi pobre corazón se deshace al oír tantas tragedias;
Jesús, basta, son tus queridas imágenes, tus amados hijos que gimen, lloran, se
duelen bajo el peso de medios casi infernales".
Y Él: "¡Ah hija mía, sin embargo todo lo
que de terrible sucede ahora, no es más que el esbozo del proyecto! ¿No ves qué
amplio giro estoy trazando? ¿QUÉ SERÁ CUANDO EJECUTE EL PROYECTO?
En muchos lugares se dirá: "Aquí estaba tal ciudad, tales edificios".
Habrá lugares totalmente destruidos, el tiempo apremia, el hombre ha llegado
hasta a obligarme para que lo castigue, ha querido casi desafiarme, incitarme,
y Yo he tenido paciencia, pero todos los tiempos llegan.
NO ME HAN QUERIDO CONOCER POR VÍA DE AMOR Y DE MISERICORDIA; ME CONOCERÁN
ENTONCES POR VÍA DE JUSTICIA. Por tanto, ánimo, no te abatas tan pronto".
Febrero 5, 1916 Luisa hablando:
Continúo mis días muy afligida, especialmente por las amenazas casi
continuas por parte de Jesús que los flagelos se harán mayores. Esta noche, he
quedado aterrorizada, pues me encontré fuera de mí misma y encontré a mi
afligido Jesús; yo me sentía renacer a nueva vida al verlo, ¿pero qué? En
cuanto me dispuse a consolarlo varias personas me lo arrebataron y lo redujeron
a pedazos. ¡Qué dolor! ¡Qué horror! Yo me eché por tierra cerca de uno de esos
pedazos, y una voz del Cielo ha resonado en aquel lugar:
"FIRMEZA, ÁNIMO A LOS POCOS BUENOS, NO SE
SEPAREN EN NADA, NO DESCUIDEN NADA, serán expuestos a grandes pruebas por Dios
y por los hombres. SÓLO LA FIDELIDAD no los dejará titubear y serán salvos. La
tierra será cubierta por flagelos jamás vistos, las criaturas querrán deshacer
al Creador y querrán tener un dios por su propia cuenta, y satisfacer sus
caprichos a costo de cualquier carnicería, y con todo esto, no logrando su
intento llegarán a las más bajas bestialidades. Todo será terror y pavor".
Octubre 4, 1917 Nuestro Señor a Luisa:
"Hija mía, hija mía, resígnate, ¿no ves qué obstáculo me ha puesto el
hombre con el pecado que me impide hacer partícipe de mis amarguras a quien me
ama? ¡Ah!, ¿no recuerdas cuando antes te decía: "Déjame hacer, de otra
manera el hombre llegará al punto de hacer tanto mal de agotar el mismo mal, y
no saber ya qué otro mal hacer?".
Y tú no querías que castigara al hombre, y el hombre empeora siempre, ha
reunido en sí tanta pus, que ni la guerra ha podido hacer salir esta pus; la
guerra no ha derribado al hombre, más bien lo ha envalentonado de más; la
revolución lo hará enfurecerse, la miseria lo hará desesperar y entregarse en
brazos del delito, y todo esto servirá para hacer salir de alguna manera toda
la podredumbre que contiene el hombre, y entonces mi bondad, no indirectamente
por medio de las criaturas, sino DIRECTAMENTE DESDE EL CIELO castigará al
hombre, y ESTOS CASTIGOS SERÁN COMO BENÉFICO ROCÍO QUE BAJARÁ DEL CIELO, QUE
ABATIRÁ AL HOMBRE, Y TOCADO POR MI MANO SE RECONOCERÁ A SÍ MISMO, SE DESPERTARÁ
DEL SUEÑO DE LA CULPA Y RECONOCERÁ A SU CREADOR (El Gran Aviso de Iliminación
de la Conciencia). Por eso hija, ruega para que todo sea para bien del
hombre".
Enero 8, 1919
"Hija mía, escóndeme, ¿no ves cómo me
persiguen? ¡Ay de Mí! Me quieren echar fuera, o bien darme el último lugar.
Hazme desahogar, desde hace muchos días no te he dicho nada de la suerte del
mundo ni de los castigos que me arrancan con su maldad, y toda la pena está
concentrada en mi corazón. Quiero decírtela para que tomes parte en ella y así
dividiremos juntos la suerte de las criaturas, para poder rezar, sufrir y
llorar juntos por el bien de ellas.
¡Ah, hija mía, habrá contiendas entre ellas, la muerte cosechará muchas vidas,
aun de Sacerdotes! ¡Oh! cuántas mascaras vestidas de Sacerdotes, las quiero
quitar antes de que surja la persecución a mi Iglesia y las revoluciones, tal
vez se conviertan en el momento de la muerte; de otra manera, si las dejo,
estas mascaras en la persecución se las quitarán, se unirán a los sectarios y serán
los más fieros enemigos de la Iglesia, y su salvación resultará aún más
difícil."
Y yo (Luisa) muy afligida he dicho: "¡Ah mi Jesús! Qué pena oírte
hablar de estos benditos castigos, ¿pero los pueblos cómo harán sin Sacerdotes?
Ya son demasiado pocos y quieres quitar otros, ¿quién administrará los
Sacramentos, quién enseñará tus leyes?"
Y Jesús: "Hija mía, no te aflijas
demasiado, LO ESCASO DEL NÚMERO ES NADA, YO DARÉ A UNO LA GRACIA, LA FUERZA QUE
DOY A DIEZ, A VEINTE, Y UNO VALDRÁ POR DIEZ O POR VEINTE; YO A TODO PUEDO
SUPLIR, y además, los muchos Sacerdotes no buenos son el veneno de los pueblos,
en lugar de bien hacen mal, y Yo no hago otra cosa que quitar los elementos
primarios que envenenan a las gentes."
El 29 de enero de 1919 el Señor le dice a Luisa:
"Hija mía amada, quiero hacerte conocer el
orden de mi Providencia. En cada período de dos mil años, he renovado al mundo:
en los primeros los renové con el diluvio. En los segundos dos mil años lo
renové con mi venida a la tierra, en la cual manifesté mi Humanidad, de la Cuál
como de tantas fisuras, se traslucía mi Divinidad; y los buenos y los mismos
Santos de estos terceros dos mil años han vivido de los frutos de mi Humanidad
y como a gotas han gozado de mi Divinidad. Ahora estamos cerca del fin de los
terceros dos mil años y HABRÁ UNA TERCERA RENOVACIÓN.
He aquí el porqué de la confusión general de todo: no es sino la preparación a
la tercera renovación. Y si en la segunda renovación manifesté lo que hacía y
sufría mi Humanidad y poquísimo lo que obraba la Divinidad, ahora, en esta
tercera renovación, DESPUÉS DE QUE LA TIERRA HABRÁ SIDO PURGADA y destruida en
gran parte la presente generación, seré aún más magnánimo con las criaturas y
llevaré a cabo la renovación con manifestar lo que mi Divinidad hacía en mi
Humanidad… Mi amor quiere desahogarse y quiere dar a conocer los excesos que mi
Divinidad obraba en mi Humanidad a favor de las criaturas, que superan por
mucho, los excesos que externamente obraba mi Humanidad."
Marzo 22, 1924 Hablando el Señor:
"Es precisamente éste el gran flagelo que
se prepara a la horrible carrera vertiginosa de las criaturas; la misma
naturaleza está cansada de tantos males y quisiera reivindicar los derechos de
Su Creador; POR ESO TODAS LAS COSAS NATURALES QUISIERAN PONERSE CONTRA EL
HOMBRE; EL MAR, EL FUEGO, EL VIENTO, LA TIERRA, ESTÁN POR SALIR DE SUS CONFINES
PARA DAÑAR Y GOLPEAR A LAS GENERACIONES PARA DIEZMARLAS".
Hablando Luisa:
Entonces mi Jesús ha desaparecido y yo he quedado más amargada al pensar en
la horrible carrera de las criaturas y en el trastorno que la naturaleza hará
contra ellas.
Entonces, habiendo yo regresado a la oración, mi Jesús ha regresado en forma
que daba compasión, me parecía inquieto, gemía, se dolía, se extendía en mí, se
volteaba ora a la derecha, ora a la izquierda, y yo le preguntaba: "Jesús,
amor mío, ¿qué tienes? ¡Ah! Tú sufres mucho, dividamos juntos las penas, no
quieras estar solo, ¿no ves cuánto sufres y cómo no puedes más?"
Ahora, mientras esto decía, me he encontrado fuera de mí misma en brazos de
un Sacerdote, pero mientras que la persona parecía Sacerdote, la voz me parecía
de Jesús, el cual me ha dicho:
"Haremos un camino larguísimo, sé atenta a
lo que ves."
Y caminábamos sin tocar la tierra; primero yo lo llevaba a Él en brazos,
pero como me seguía un perro como si me quisiera morder, yo tenía temor y para
quitarme el temor hemos cambiado posición y Él me llevaba a mí. Y le he dicho:
"¿Por qué no lo has hecho antes? Me has hecho sentir temor, y yo no te decía
nada porque creía que era necesario que te llevara yo; ahora estoy contenta,
porque estando yo en brazos no me podrá hacer nada." Y yo decía: "Me
lleva en brazos Jesús."
Y Él repetía: "Llevo entre mis brazos a
Jesús."
Pero el perro seguía todo nuestro camino, y me ha tomado un pie con el
hocico, pero sin mordérmelo. El camino ha sido muy largo y yo preguntaba con
frecuencia: "¿Cuánto camino nos falta?"
Y El: "Otras 100 millas." Después,
preguntando de nuevo ha dicho: "Otras
30", y así hasta que hemos llegado a la ciudad. ¿Y ahora quién
puede decir lo que a lo largo del camino se veía? Dónde, pueblos reducidos a
montones de piedras; dónde, lugares inundados y pueblos sepultados en las
aguas; dónde, se desbordaban los mares, dónde los ríos, dónde se abrían
vorágines de fuego; me parecía que todos los elementos se ponían de acuerdo
entre ellos para dañar a las generaciones humanas y formaban sepulturas para sepultarlas.
Pero lo que más se veía a lo largo del camino y que más daba pavor, era el
ver los males de las criaturas, todo era tinieblas que salían de ellas, pero
tinieblas densas, acompañadas de un tufo corrompido y venenoso; eran tantas las
tinieblas que muchas veces no se podía discernir qué punto era; todo parecía
fingimiento, doblez, y si algún bien había, era todo superficial y aparente,
pues dentro anidaban los vicios más feos y urdían las más insidiosas conjuras,
que disgustaban mayormente al Señor que si abiertamente hicieran el mal, y esto
en toda clase de personas. ¡Qué clase de polilla que corroe toda la raíz del
bien!
En otros puntos se veían revoluciones, asesinar a las personas a traición,
¿pero quién puede decir todo lo que se veía? Entonces yo cansada de ver tantos
males, repetía a menudo, ¿y cuándo terminaremos este largo camino?
Y quien me llevaba, todo pensativo respondía: "Otro poco, no has visto
todo aún."
Finalmente, después de muchas fatigas me he encontrado en mí misma, en mi
lecho, y mi dulce Jesús que continuaba lamentándose porque sufría mucho,
extendiéndome los brazos me ha dicho:
"Hija mía, dame un poco de reposo, porque
no puedo más..."
Noviembre 16, 1926
Después de esto me ha transportado fuera de mí misma haciéndome ver el gran
mal de las generaciones humanas, y continuando su hablar ha agregado:
"Hija mía, mira cuánto mal ha producido la
voluntad humana, se han cegado tanto que están preparando guerras y
revoluciones encarnizadas, ahora no será sólo Europa, sino que se unirán otras
razas, el círculo será más extenso, otras regiones del mundo tomarán parte.
¡Cuánto mal hace la voluntad humana, lo ciega, lo vuelve miserable y lo hace
homicida de sí mismo! Pero Yo me serviré de esto para mis altísimos fines, y LA
REUNIÓN DE TANTAS RAZAS SERVIRÁ PARA FACILITAR LAS COMUNICACIONES DE LAS
VERDADES, A FIN DE QUE SE DISPONGAN PARA EL REINO DEL FIAT SUPREMO.
Así que LOS CASTIGOS PASADOS NO SON OTRA COSA QUE LOS PRELUDIOS DE AQUELLOS QUE
VENDRÁN, cuántas otras ciudades serán destruidas, cuántas gentes sepultadas en
las ruinas, cuántos lugares precipitados y enterrados en el abismo, los
elementos tomarán la defensa de su Creador. Mi justicia no puede más, MI
VOLUNTAD QUIERE TRIUNFAR Y QUISIERA TRIUNFAR POR VÍA DE AMOR PARA ESTABLECER SU
REINO, PERO EL HOMBRE NO QUIERE VENIR AL ENCUENTRO DE ESTE AMOR, POR LO TANTO
ES NECESARIO USAR LA JUSTICIA."
Y mientras esto decía me hacía ver un brasero grandísimo de fuego que
salía de la tierra y quien se encontraba cerca era investido por ese fuego y
desaparecía. Yo he quedado asustada y pido y espero que mi amado Bien se
aplaque.
Agosto 12, 1927 Jesús nuestro Señor hablando
"En estos tiempos todos los elementos,
trastornándose, son anunciadores de bienes, y es necesario para reordenar mi
reino. Es la cosa más grande, por eso se requiere el trastorno para purificar
la tierra; por eso no quiero que te oprimas demasiado, más bien sigue tu vuelo
continuo, tu insistencia para adquirir la fuerza completa de vencer el reino
del Fiat Supremo."
Luisa hablando
Entonces yo continuaba rogando y sentía una mano que se posaba sobre mi
cabeza, y de esta mano salían tres fuentecitas, una desbordaba agua, otra
fuego, y la otra sangre, que inundaban la tierra, en las cuales eran arrolladas
gentes, ciudades y reinos. Era espantoso ver los males que vendrán y rogaba a
mi amado Jesús que se aplacara, y le pedía me diera sufrimientos para eximir de
ellos a los pueblos, y Jesús me ha dicho:
"Hija mía, agua, fuego y sangre se unirán y
harán justicia. Todas las naciones se están armando para hacerse la guerra, y
esto irrita mayormente la Justicia Divina y dispone a los elementos a tomar
venganza de ellos, por eso la tierra verterá fuego, el aire mandará fuentes de
agua y las guerras formarán fuentes de sangre humana, en las cuales muchos
desaparecerán, ciudades y regiones quedarán destruidas. Qué maldad, después de
tantos males de una guerra súbita, preparan otra más terrible y buscan mover a
casi todo el mundo como si fuera un solo hombre, ¿no dice esto que el pecado ha
entrado hasta en los huesos, tanto de transformar la misma naturaleza en
pecado?"
Abril 30, 1928 Luisa hablando:
Estaba pensando en la Divina Voluntad y, ¡oh! cuántos pensamientos se
agolpaban en mi mente, y habiéndome transportado fuera de mí misma, mi siempre
amable Jesús me hizo ver los castigos con los cuales quiere golpear a las
humanas generaciones, y yo, impresionada pensaba entre mí: "¿Cómo podrá
venir el reino del Fiat Divino si la tierra abunda en males y la Justicia
divina arma a todos los elementos para destruir al hombre, y lo que sirve al
hombre?" Y además, si este reino no vino cuando Jesús vino a la tierra con
su presencia visible, ¿cómo podrá venir ahora? Así como están las cosas parece
difícil. Y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, todo lo que tú has visto servirá
para purificar y preparar a la familia humana; los trastornos servirán para
reordenar, y las destrucciones para edificar cosas más bellas; si un edificio
en mal estado no cae por tierra, no se puede formar el nuevo que será más
bello, sobre aquellas mismas ruinas; Yo todo lo dirigiré hacia el cumplimiento
de mi Divina Voluntad.
6 de junio de 1935:
Luisa hablando:
Después de esto continuaba pensando en la Divina Voluntad, y rogaba que se
apresurara, y que con su Omnipotencia que todo puede venciera todos los
obstáculos e hiciera venir su reino, y que su Voluntad reinara como en el Cielo
así en la tierra. Pero mientras esto pensaba, ante mi mente mi dulce Jesús
hacía ver tantas cosas funestas y horripilantes, ante las cuales se conmovían
los corazones más duros y quedaban aterrados los más obstinados, todo era
terror y espanto. Yo he quedado tan afligida de sentirme morir, y rogaba que
evitara tantos flagelos. Y mi amado Jesús, como si tuviera piedad de mi
aflicción me ha dicho:
"Hija mía, ánimo, todo servirá para el
triunfo de mi Voluntad, SI GOLPEO ES PORQUE QUIERO SANAR; MI AMOR ES TANTO, QUE
CUANDO NO PUEDO VENCER POR VÍA DE AMOR Y DE GRACIAS, TRATO DE VENCER POR VÍA DE
TERROR Y DE ESPANTO; la debilidad humana es tanta, que muchas veces no cuida
mis gracias, se hace la sorda a mis voces, se ríe de mi Amor, pero basta
tocarle la piel, quitarle las cosas necesarias para la vida natural, que abaja
su altanería, se siente tan humillada que se hace un harapo, y Yo hago lo que
quiero, sobre todo si no tienen una voluntad pérfida y obstinada; basta un
castigo, verse a la orilla del sepulcro, para que regresan a mis brazos".
SEPTIEMBRE 18, 1938:
"Hija mía amada, si tú supieras cuánto
sufro, si Yo te lo hiciera ver te morirías de pena. Estoy obligado a esconder
todo, todo el desgarro y la crudeza de la pena que siento para no afligirte de
más. …creen hacer morir lo que he dicho sobre mi Divina Voluntad; en vez de
esto permitiré tales flagelos, incidentes tristes, que HARÉ RESURGIR MIS
VERDADES MÁS BELLAS, MÁS MAJESTUOSAS EN MEDIO DE LOS PUEBLOS…
…Yo me serviré de todos los medios, de amor, de gracias, de castigos, tocaré
por todos los lados de las criaturas para hacer reinar mi Voluntad, Y CUANDO
PAREZCA COMO SI EL VERDADERO BIEN DEBIESE MORIR, RESURGIRÁ MÁS BELLO Y
MAJESTUOSO.
Mientras esto decía, me hacía ver un
mar de fuego en el cual estaba por ser envuelto el mundo entero; yo he quedado
sacudida y mi amable Jesús atrayéndome hacia Él me ha dicho:
"Hija mía bendita,
ánimo, no tengas miedo, ven en mi Divina Voluntad a fin de que su Luz te quite
la triste visión en la cual corre el mundo, y hablándote de mí Querer
mitiguemos las penas que desdichadamente los dos sufrimos. ¡POBRE CRIATURA SIN
MI VOLUNTAD, EN QUÉ ABISMO DE MISERIAS Y DE TINIEBLAS SE ARROJA!..."
0CTUBRE 2, 1938
"Hija mía buena,
ánimo, …Lo que
Yo te digo acerca de mi Querer no es otra cosa que el desenvolvimiento de
NUESTRO DECRETO, HECHO 'AB ETERNO' EN EL CONSISTORIO DE NUESTRA TRINIDAD
SACROSANTA: 'QUE NUESTRO QUERER DEBE TENER SU REINO SOBRE LA TIERRA.' Y
nuestros decretos son infalibles, nadie nos puede impedir que se lleven a cabo.
Hija, para llegar a esto
YO QUERÍA VENCER AL HOMBRE POR CAMINOS DE AMOR, PERO LA PERFIDIA HUMANA ME LO
IMPIDE, POR ESO USARÉ LA JUSTICIA, barreré la tierra, quitaré a todas las
criaturas nocivas, que como plantas venenosas envenenan las plantas inocentes.
CUANDO HAYA PURIFICADO TODO, mis verdades encontrarán el camino para dar a los
sobrevivientes la Vida, el bálsamo, la paz que mis verdades contienen, y todos
las recibirán, les darán el beso de paz…
Jesús ha hecho silencio y mi pobre mente ha quedado afligida por los tantos
males espeluznantes de los cuales está investida, y será investida la tierra.
Mientras estaba en esto, se hacía ver la Soberana Reina con los ojos rojos y
como ensangrentados por tanto que había llorado, ¡oh, qué amargura para el
corazón ver llorar a mi Mamá Celestial! Y Ella con su acento materno y con una ternura indecible, llorando me ha
dicho:
“Hija mía amadísima, ruega junto conmigo. Cómo
me duele el corazón al ver los flagelos en los cuales será envuelta la
humanidad entera.
La volubilidad de
los dirigentes que hoy dicen y mañana se desdicen, arrojará a los pueblos en un
mar de dolores y también de sangre; ¡pobres hijos míos! Ruega hija mía, no me
dejes sola en mi dolor, y pon la intención de que tu dolor sea por el triunfo del
reino de la Divina Voluntad.”
"YO SOY DIOS Y NO HAY NINGÚN OTRO, YO SOY DIOS, NO HAY OTRO COMO YO. YO
ANUNCIO DESDE EL PRINCIPIO LO QUE VIENE DESPUÉS, Y DESDE EL COMIENZO LO QUE AÚN
NO HA SUCEDIDO. YO DIGO: MIS PLANES SE REALIZARÁN Y TODOS MIS DESEOS LLEVARÉ A
CABO. TAL COMO LO HE DICHO, ASÍ SE CUMPLIRÁ; COMO LO HE PLANEADO, ASÍ LO
HARÉ". Isaías 46: 9-11
"TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR DIOS TODOPODEROSO, 'AQUEL QUE ES Y QUE ERA'
PORQUE HAS ASUMIDO TU INMENSO PODER PARA ESTABLECER TU REINADO."
Apocalipsis 11: 17
Junio 6 de 1935 Dice el Señor:
"Hija mía, tú debes saber que amo siempre a
mis hijos, a mis amadas criaturas. Me desviviría por no verlas golpeadas,
tanto, que EN LOS TIEMPOS FUNESTOS QUE VENDRÁN, LOS HE PUESTO A TODOS EN LAS
MANOS DE MI MAMÁ CELESTIAL, A ELLA LOS HE CONFIADO PARA QUE ME LOS TENGA
SEGUROS BAJO SU MANTO…"
Ahora, mientras esto decía, mi querido Jesús me hacía ver con hechos,
que LA SOBERANA REINA (La Virgen María) DESCENDÍA DEL CIELO CON UNA MAJESTAD
INDECIBLE Y UNA TERNURA TODA MATERNA, Y GIRABA EN MEDIO A LAS CRIATURAS, EN
TODAS LAS NACIONES, Y MARCABA A SUS QUERIDOS HIJOS Y A AQUELLOS QUE NO DEBÍAN
SER TOCADOS POR LOS FLAGELOS…(ver: Apoc. 7;2-3)
Cómo era conmovedor ver girar en todas las partes del mundo a la Emperatriz
Celestial, que los tomaba entre sus manos maternas, se los estrechaba a su
pecho, los escondía bajo su manto a fin de que ningún mal pudiera dañar a
aquellos que su materna bondad tenía bajo su custodia, custodiados y
defendidos. ¡Oh! si todos pudieran ver con cuánto amor y ternura hacía este
oficio la Celestial Reina, llorarían de consuelo y amarían a Aquélla que tanto
nos ama".
"¡ALELUYA! PORQUE HA ESTABLECIDO SU REINADO EL SEÑOR, NUESTRO DIOS
TODOPODEROSO. DICHOSOS LOS INVITADOS AL BANQUETE DE BODAS DEL CORDERO".
Apocalipsis 19: 6, 9