lunes, 25 de febrero de 2013

Mensaje del 25 de febrero de 2013 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina



“Queridos hijos: También hoy los invito a la oración. El pecado los atrae hacia las cosas terrenales, yo, por el contrario, he venido a guiarlos hacia la santidad y hacia las cosas de Dios; sin embargo, ustedes se resisten y desperdician sus energías en la lucha entre el bien y el mal que están dentro de ustedes. Por eso hijitos, oren, oren, oren hasta que la oración se convierta para ustedes en alegría, así su vida se convertirá en un simple camino hacia Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

Mensaje a Luz de María - 24 Febrero 2013





MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA

24  DE FEBRERO DEL 2013



Amados hijos Míos:

SON MIS DELEITES, SON LA NIÑA DE MIS OJOS…
DESDE LAS ENTRAÑAS DE SU MADRE LES CONOZCO…
EN LA PALMA DE MIS MANOS LES HE SOSTENIDO…
EN  MIS BRAZOS LES HE ARRULLADO Y LES HE DIRIGIDO POR EL CAMINO…
VOY DELANTE DE USTEDES CON EL AGUA PARA SACIARLES LA SED…
SON MI PUEBLO AL QUE NO DESAMPARO.

Mi Pueblo…. Mi Pueblo, el que sigue a dioses falsos dosificados en pequeñas dosis para que no perciban cuanto va en contra de Mi Amor, entregándoles al mal.

El espíritu demoníaco toma su botín entre aquellos que han dejado la fe y Me ofenden gravemente, arrojándome lejos de sus vidas, quedando ellos  sin rumbo y a la deriva, siendo atrapados entre las redes del maligno.

Amados Míos:

GRANDES Y GRAVES CAMBIOS SE MEZCLAN EN LO COTIDIANO DEL SER HUMANO,
CAMBIOS EN LO SOCIAL, POLÍTICO Y RELIGIOSO.
PERMANEZCAN ATENTOS CON LA MENTE, LA RAZÓN Y EL CORAZÓN, MÁS UNIDOS A MÍ QUE EN ANTERIORES INSTANTES, YA QUE NO HABRÁN OTROS COMO LOS QUE VAN A VIVIR.


Los poderosos les miran como a un código, Yo les miro desde la anchura de Mi Misericordia; así les llamo con insistencia a regresar a Éste que les Ama. Los instantes que esperaban aceleraron el pasar y el rumbo de las Profecías y aún no consagran a Rusia al Inmaculado Corazón de Mi Madre, siendo conocedores los que se han consagrado a Mi Servicio, de la trascendencia de esta Consagración que cambiaría el destino de la humanidad. (*)


Han conocido el Tercer Secreto que Mi Madre reveló en Fátima y lo han dejado de lado para no crear controversias con Mi Pueblo, el cual camina a ciegas ya que si conociera lo que Mi Madre anunció, el corazón del hombre permanecería alerta y atento a cuanto desciende de arriba y procuraría la santidad de la Institución de Mi Iglesia, diferenciaría entre lo verdadero y lo que el impostor dará por bueno a Mis hijos, siendo esto en cambio, grave ofensa contra Mí y contra Mi Madre, la que será definitivamente desechada como un objeto.

MINISTROS MÍOS, NO NIEGUEN LA EXPLICITACIÓN DE MI PALABRA;
SOY EL QUE SOY Y NO ACALLARÉ MI VOZ.     ¡SI TAN SÓLO ME ESCUCHARAN! ...

Mi Pueblo debe ser guiado con la Verdad, sin intereses de ninguna clase, sin proyecciones económicas, sino guiados hacia el Crecimiento Espiritual y hacia el cumplimiento de Mis Preceptos. Para ello no habrá otro camino que la Purificación de Mi Iglesia. No he deseado suntuosos templos, sino que cada uno de ustedes sea cumplidor de Mi Palabra en Espíritu y Verdad.

HAN CONTRISTADO MI SANTO ESPÍRITU, GRAVEMENTE.

En este instante Mi Amor se encuentra en los humildes y de corazón sencillo, en los que Me aman y son cumplidores de Mi Verdad.

Mis hijos deben permanecer dispuestos con la mente sana y clara, con el corazón vaciado de la mentira para poder recibir Mis Llamados de Amor y para que los acojan como el Tesoro que son.  

MIS PROFETAS SERÁN PERSEGUIDOS PARA ACALLARME, PERO NO LO LOGRARÁN.
MI PALABRA ES ETERNA Y CONTINUARÁ LLEGANDO A MI PUEBLO, AL QUE NO DESAMPARO.

Oren, hijos Míos, por ustedes mismos para que la fe no flaquee.
Oren por Japón, padecerá.
Oren por China, sembrará temor.

Amados Míos, los vientos serán más fuertes, presagiando la dureza que ha despertado. Los volcanes lanzarán su furia al tomar el dueño de la mentira a Mi Pueblo, haciéndole cautivo.

HIJOS, NO TEMAN, NO TEMAN.
ENVIARÉ DE LO ALTO A MIS LEGIONES A DEFENDER A MI IGLESIA Y CON ELLAS ENVIARÉ A UN DEFENSOR QUE LUCHARÁ CONTRA EL MAL Y CONTRA EL ANTICRISTO AL QUE VENCERÁ.

Al final Mi Pueblo cautivo será liberado, luego de haber sufrido y haber sido llevado como ovejas al degolladero.
YO MOSTRARÉ MI PODER A LOS INCRÉDULOS Y
 LES ARROJARÉ AL FUEGO POR HABER BLASFEMADO CONTRA MÍ.

HIJOS MÍOS, NO SE DEJEN CONFUNDIR.
YO: EL ALFA Y LA OMEGA, SEPARARÉ AL TRIGO Y LO LLEVARÉ JUNTO A MÍ.

Les bendigo.
Su Jesús.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.



COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


Hermanos (as):

¡CUÁNTO AMOR DERRAMADO POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO!
¡CUÁNTOS LAMENTOS Y CUÁNTOS LLAMADOS!...

Palpamos que éstos no son para un instante lejano sino para éste que vivimos y que ya casi nos atropella con el poder de unos cuantos.

No nos sentimos solos, Cristo y la Madre Santísima defenderán a Su Pueblo junto a Sus Legiones. Pero con humildad, digamos: CREO EN TÍ, SEÑOR, PERO AUMENTA MI FE.

Hermanos, permanezcamos atentos, precisamente para no ofender con innovaciones a Quien es elREY DE LA GLORIA Y A SU MADRE Y MADRE NUESTRA.

Sólo y tan sólo mediante el Amor Divino, mediante el conocimiento de ese Amor Divino de parte nuestra y el uso de una razón libre de ataduras con el mal, es que seremos nuevamente el PUEBLO DIGNO DE TAN JUSTO REY.

Amén.







domingo, 24 de febrero de 2013

VVeD - Después de la Gran Tribulación que sufrirá Mi Iglesia, verán una gran Señal en el cielo...


EL AMOR REINARÁ EN CADA CORAZÓN

10.11.88

Gloria a Dios (San Miguel)

Gloria a Dios (Virgen María)


(Esto fue dicho después de haber rezado las oraciones a Ellos)

¿Dios mío?

 Yo Soy. Yo estaba esperando este momento, con ansia.

(Jesús y yo estábamos muy ansiosos de encontrarnos de esta manera).

Escúchame Vassula Mía, ven y toca Mi Sagrado Corazón, siente Sus Llagas. Mi Sagrado Corazón está afligido por el dolor y herido más allá del reconocimiento. Las almas no Me escuchan... Caen por cientos en las redes de Satanás...

(Más tarde)

Yo no te fallaré ni te abandonaré, pequeña. 

Escucha y escribe:

Después de la Gran Tribulación que sufrirá Mi Iglesia, ustedes verán una gran Señal en el cielo y todos aquellos que Me aman se regocijarán y Me alabarán. Pero todos aquellos quienes profanaron Mi Santo Nombre se apartarán en una oscuridad más profunda y caerán en una inconsciencia total. Mi Señal será una bendición para aquellos que guardaron Mis Mandamientos, porque ellos han guardado Mi Palabra honrándome, glorificándome.

Ellos eran y son los pilares de oro de Mi Iglesia, el fundamento sólido y la estructura robusta de Su Cuerpo, ellos son el incienso purificador dentro de Ella. A estas almas, Yo, el Señor, las exaltaré y las colocaré en Mi Nueva Jerusalén para siempre.  Les será dada de lo alto su Nueva Morada, porque de lo alto se les devolverá de nuevo Mi Nuevo Nombre, y ellos y Yo seremos Uno. Ustedes, Mi pueblo, con Mi Nuevo Nombre, no serán llamados ateos, sino que Yo les restituiré Mi Nombre.

Cuando venga Mi Día, Yo retiraré todo el mal y lo encerraré.  Yo, El Señor de Amor dejaré que esta Nueva Tierra germine con semillas de Amor. Yo la abriré e, incluso de las rocas, dejaré que nuevas fuentes fluyan de ellas. Yo, verdaderamente, haré florecer Mi Jardín.  Por su bien, Yo permitiré que Mis santos ángeles desciendan a ustedes para alimentarlos. Yo permitiré que Mis Santos se conviertan en sus instructores, instruyéndoles Mi Santa Palabra, guiándolos como sus amigos. Y el Amor reinará en cada corazón y la Virtud será llevada como una corona por todo Mi pueblo de Mi Nueva Tierra. Desde hace mucho tiempo, Yo les he prometido esta Nueva Tierra y Yo mantengo mi Promesa. Ésta pronto se cumplirá.

Sin embargo, antes de esto Yo descenderé para purificarlos, Yo los purificaré como el oro se purifica en el fuego. Todas las impurezas serán consumidas en este Fuego.  Yo tendré que hacer todas estas cosas, para lavar toda esta impureza que cubre esta tierra, como una maldición.

Yo les digo, solemnemente, que todo lo que ha pasado y que va a pasar, ya les ha sido anunciado; cada palabra ha sido escrita en Mi Pergamino, este Pergamino que será abierto, leído y luego consumido. Yo, el Señor, he purificado Mi Pergamino con Mi propia Sangre. Así que, cómanlo, léanme...

 Ora, creación, para que la Sabiduría pueda descender sobre ustedes para nutrirlos y permitirles descubrir las verdades y los misterios que yacen todavía ocultos en Mis Libros de Sabiduría. Oren por el discernimiento. Arrepiéntanse a menudo y Yo siempre los perdonaré. 

Hija, ten Mi Paz, Yo te amo por permitirme utilizar tu pequeña mano. Yo concluiré Mi Mensaje de hoy diciendo: "que aquellos que tienen oídos oigan". Ven, Yo te bendigo. ¿Nosotros? 


Para la eternidad, Señor. Alabado sea el Señor. Amén. 

viernes, 22 de febrero de 2013

MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA 2013





Invitación a la oración conjunta por nuestro Santo Padre, el Papa Benedicto XVI
y por toda la Santa Iglesia


Oraciones de la Cruzada por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI.doc (60 kB)

Oraciones de la Cruzada por nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI.pdf (67,4 kB)




“La estrella de su pontificado brillará siempre en la Iglesia”. Cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio cardenalicio – II – MMXIII, Roma It.
11. II. 2013 - La razón -singular- que ha dado el Papa para renunciar es clara: no se encuentra con fuerzas. Su edad avanzada va acompañada de una disminución evidente de vigor físico. Y como él dice “para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu“. El espíritu no le flaquea. El cuerpo sí.
Terencio, y después, Séneca, Cicerón y tantos otros habían recordado melancólicamente: “senectus ipsa est morbus”, la vejez misma es una enfermedad.

“Queridos hermanos y hermanas, en este tiempo de cuaresma, durante el cual nos preparamos a celebrar el acontecimiento de la cruz y la resurrección, mediante el cual el amor de Dios redimió al mundo e iluminó la historia, os deseo a todos que viváis este tiempo precioso reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontramos en nuestra vida. Por esto, elevo mi oración a Dios, a la vez que invoco sobre cada uno y cada comunidad la Bendición del Señor”.
BENEDICTUS PP. XVI
MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA 2013

“La Luz del amor de Dios debe difundirse con alegría” Benedicto PP. XVI

Creer en la caridad suscita caridad – Benedicto PP. XVI
«Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él» (1 Jn 4,16)
Vaticano, 15 de octubre de 2012
BENEDICTUS PP. XVI
MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA 2013


La celebración de la Cuaresma, en el marco del Año de la fe, nos ofrece una ocasión preciosa para meditar sobre la relación entre fe y caridad: entre creer en Dios, el Dios de Jesucristo, y el amor, que es fruto de la acción del Espíritu Santo y nos guía por un camino de entrega a Dios y a los demás.

1. La fe como respuesta al amor de Dios

En mi primera Encíclica expuse ya algunos elementos para comprender el estrecho vínculo entre estas dos virtudes teologales, la fe y la caridad. Partiendo de la afirmación fundamental del apóstol Juan: «Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él» (1 Jn 4,16), recordaba que «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva... Y puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10), ahora el amor ya no es sólo un “mandamiento”, sino la respuesta al don del amor, con el cual Dios viene a nuestro encuentro» (Deus caritas est, 1). La fe constituye la adhesión personal ―que incluye todas nuestras facultades― a la revelación del amor gratuito y «apasionado» que Dios tiene por nosotros y que se manifiesta plenamente en Jesucristo. El encuentro con Dios Amor no sólo comprende el corazón, sino también el entendimiento: «El reconocimiento del Dios vivo es una vía hacia el amor, y el sí de nuestra voluntad a la suya abarca entendimiento, voluntad y sentimiento en el acto único del amor. Sin embargo, éste es un proceso que siempre está en camino: el amor nunca se da por “concluido” y completado» (ibídem, 17). De aquí deriva para todos los cristianos y, en particular, para los «agentes de la caridad», la necesidad de la fe, del «encuentro con Dios en Cristo que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro, de modo que, para ellos, el amor al prójimo ya no sea un mandamiento por así decir impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se desprende de su fe, la cual actúa por la caridad» (ib., 31a). El cristiano es una persona conquistada por el amor de Cristo y movido por este amor ―«caritas Christi urget nos» (2 Co 5,14)―, está abierto de modo profundo y concreto al amor al prójimo (cf. ib., 33). Esta actitud nace ante todo de la conciencia de que el Señor nos ama, nos perdona, incluso nos sirve, se inclina a lavar los pies de los apóstoles y se entrega a sí mismo en la cruz para atraer a la humanidad al amor de Dios.

«La fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor... La fe, que hace tomar conciencia del amor de Dios revelado en el corazón traspasado de Jesús en la cruz, suscita a su vez el amor. El amor es una luz ―en el fondo la única― que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar» (ib., 39). Todo esto nos lleva a comprender que la principal actitud característica de los cristianos es precisamente «el amor fundado en la fe y plasmado por ella» (ib., 7).

2. La caridad como vida en la fe

Toda la vida cristiana consiste en responder al amor de Dios. La primera respuesta es precisamente la fe, acoger llenos de estupor y gratitud una inaudita iniciativa divina que nos precede y nos reclama. Y el «sí» de la fe marca el comienzo de una luminosa historia de amistad con el Señor, que llena toda nuestra existencia y le da pleno sentido. Sin embargo, Dios no se contenta con que nosotros aceptemos su amor gratuito. No se limita a amarnos, quiere atraernos hacia sí, transformarnos de un modo tan profundo que podamos decir con san Pablo: ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (cf. Ga 2,20).

Cuando dejamos espacio al amor de Dios, nos hace semejantes a él, partícipes de su misma caridad. Abrirnos a su amor significa dejar que él viva en nosotros y nos lleve a amar con él, en él y como él; sólo entonces nuestra fe llega verdaderamente «a actuar por la caridad» (Ga 5,6) y él mora en nosotros (cf. 1 Jn 4,12).

La fe es conocer la verdad y adherirse a ella (cf. 1 Tm 2,4); la caridad es «caminar» en la verdad (cf. Ef 4,15). Con la fe se entra en la amistad con el Señor; con la caridad se vive y se cultiva esta amistad (cf. Jn 15,14s). La fe nos hace acoger el mandamiento del Señor y Maestro; la caridad nos da la dicha de ponerlo en práctica (cf. Jn 13,13-17). En la fe somos engendrados como hijos de Dios (cf. Jn 1,12s); la caridad nos hace perseverar concretamente en este vínculo divino y dar el fruto del Espíritu Santo (cf. Ga 5,22). La fe nos lleva a reconocer los dones que el Dios bueno y generoso nos encomienda; la caridad hace que fructifiquen (cf. Mt 25,14-30).

3. El lazo indisoluble entre fe y caridad

A la luz de cuanto hemos dicho, resulta claro que nunca podemos separar, o incluso oponer, fe y caridad. Estas dos virtudes teologales están íntimamente unidas por lo que es equivocado ver en ellas un contraste o una «dialéctica». Por un lado, en efecto, representa una limitación la actitud de quien hace fuerte hincapié en la prioridad y el carácter decisivo de la fe, subestimando y casi despreciando las obras concretas de caridad y reduciéndolas a un humanitarismo genérico. Por otro, sin embargo, también es limitado sostener una supremacía exagerada de la caridad y de su laboriosidad, pensando que las obras puedan sustituir a la fe. Para una vida espiritual sana es necesario rehuir tanto el fideísmo como el activismo moralista.

La existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios. En la Sagrada Escritura vemos que el celo de los apóstoles en el anuncio del Evangelio que suscita la fe está estrechamente vinculado a la solicitud caritativa respecto al servicio de los pobres (cf. Hch 6,1-4). En la Iglesia, contemplación y acción, simbolizadas de alguna manera por las figuras evangélicas de las hermanas Marta y María, deben coexistir e integrarse (cf. Lc 10,38-42). La prioridad corresponde siempre a la relación con Dios y el verdadero compartir evangélico debe estar arraigado en la fe (cf. Audiencia general 25 abril 2012). A veces, de hecho, se tiene la tendencia a reducir el término «caridad» a la solidaridad o a la simple ayuda humanitaria. En cambio, es importante recordar que la mayor obra de caridad es precisamente la evangelización, es decir, el «servicio de la Palabra». Ninguna acción es más benéfica y, por tanto, caritativa hacia el prójimo que partir el pan de la Palabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena Nueva del Evangelio, introducirlo en la relación con Dios: la evangelización es la promoción más alta e integral de la persona humana. Como escribe el siervo de Dios el Papa Pablo VI en la Encíclica Populorum progressio, es el anuncio de Cristo el primer y principal factor de desarrollo (cf. n. 16). La verdad originaria del amor de Dios por nosotros, vivida y anunciada, abre nuestra existencia a aceptar este amor haciendo posible el desarrollo integral de la humanidad y de cada hombre (cf. Caritas in veritate, 8).

En definitiva, todo parte del amor y tiende al amor. Conocemos el amor gratuito de Dios mediante el anuncio del Evangelio. Si lo acogemos con fe, recibimos el primer contacto ―indispensable― con lo divino, capaz de hacernos «enamorar del Amor», para después vivir y crecer en este Amor y comunicarlo con alegría a los demás.

A propósito de la relación entre fe y obras de caridad, unas palabras de la Carta de san Pablo a los Efesios resumen quizá muy bien su correlación: «Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe. En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos» (2,8-10). Aquí se percibe que toda la iniciativa salvífica viene de Dios, de su gracia, de su perdón acogido en la fe; pero esta iniciativa, lejos de limitar nuestra libertad y nuestra responsabilidad, más bien hace que sean auténticas y las orienta hacia las obras de la caridad. Éstas no son principalmente fruto del esfuerzo humano, del cual gloriarse, sino que nacen de la fe, brotan de la gracia que Dios concede abundantemente. Una fe sin obras es como un árbol sin frutos: estas dos virtudes se necesitan recíprocamente. La cuaresma, con las tradicionales indicaciones para la vida cristiana, nos invita precisamente a alimentar la fe a través de una escucha más atenta y prolongada de la Palabra de Dios y la participación en los sacramentos y, al mismo tiempo, a crecer en la caridad, en el amor a Dios y al prójimo, también a través de las indicaciones concretas del ayuno, de la penitencia y de la limosna.

4. Prioridad de la fe, primado de la caridad

Como todo don de Dios, fe y caridad se atribuyen a la acción del único Espíritu Santo (cf. 1 Co 13), ese Espíritu que grita en nosotros «¡Abbá, Padre!» (Ga 4,6), y que nos hace decir: «¡Jesús es el Señor!» (1 Co 12,3) y «¡Maranatha!» (1 Co 16,22; Ap 22,20).

La fe, don y respuesta, nos da a conocer la verdad de Cristo como Amor encarnado y crucificado, adhesión plena y perfecta a la voluntad del Padre e infinita misericordia divina para con el prójimo; la fe graba en el corazón y la mente la firme convicción de que precisamente este Amor es la única realidad que vence el mal y la muerte. La fe nos invita a mirar hacia el futuro con la virtud de la esperanza, esperando confiadamente que la victoria del amor de Cristo alcance su plenitud. Por su parte, la caridad nos hace entrar en el amor de Dios que se manifiesta en Cristo, nos hace adherir de modo personal y existencial a la entrega total y sin reservas de Jesús al Padre y a sus hermanos. Infundiendo en nosotros la caridad, el Espíritu Santo nos hace partícipes de la abnegación propia de Jesús: filial para con Dios y fraterna para con todo hombre (cf. Rm 5,5).

La relación entre estas dos virtudes es análoga a la que existe entre dos sacramentos fundamentales de la Iglesia: el bautismo y la Eucaristía. El bautismo (sacramentum fidei) precede a la Eucaristía (sacramentum caritatis), pero está orientado a ella, que constituye la plenitud del camino cristiano. Análogamente, la fe precede a la

caridad, pero se revela genuina sólo si culmina en ella. Todo parte de la humilde aceptación de la fe («saber que Dios nos ama»), pero debe llegar a la verdad de la caridad («saber amar a Dios y al prójimo»), que permanece para siempre, como cumplimiento de todas las virtudes (cf. 1 Co 13,13).

Queridos hermanos y hermanas, en este tiempo de cuaresma, durante el cual nos preparamos a celebrar el acontecimiento de la cruz y la resurrección, mediante el cual el amor de Dios redimió al mundo e iluminó la historia, os deseo a todos que viváis este tiempo precioso reavivando la fe en Jesucristo, para entrar en su mismo torrente de amor por el Padre y por cada hermano y hermana que encontramos en nuestra vida. Por esto, elevo mi oración a Dios, a la vez que invoco sobre cada uno y cada comunidad la Bendición del Señor.

Vaticano, 15 de octubre de 2012
BENEDICTUS PP. XVI
MENSAJE DEL SANTO PADRE PARA LA CUARESMA 2013


Mensaje a J.V. - 13 Febrero 2013


Feb 13_13 El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero.
ImprimirE-Mail
Rosario vespertino - (Miércoles de Ceniza)

Temas:
  • Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
  • Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.
  • La santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídmela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.
  • El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
  • BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
Hijitos Míos, dejad al hombre que haga las cosas del hombre, especialmente cuando se han dejado llevar por satanás. Vosotros sois Míos, vosotros, los que habéis escogido el mejor camino, no os debéis preocupar. Os he venido preparando por mucho tiempo para estos momentos que padeceréis, son tiempos de purificación, son tiempos de prueba, son tiempos de acrisolamiento, de aquí saldrán las almas que serán escogidas para los Nuevos Tiempos.
Recordad cómo Me he preocupado Yo, vuestro Dios, vuestro Padre, de ir escogiendo el redil, Mi Hijo Me los ha traído, Mi Hija, la Siempre Virgen María, va cuidando de que no salgan del redil y especialmente cuida a aquellos que puedan ser más atacados por las garras de satanás.
Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
Es tiempo en que la Fe os pondrá a salvo y vosotros habéis sido preparados para estos momentos. Os he dicho que éstos tiempos de tribulación os van a traer directamente a Mi Corazón, porque aquellos que confían en Mí, siguen Mi Santa Voluntad. Aquellos que dudan, fácilmente podrán caer y por eso os he pedido que oréis fuertemente por aquellos que no tienen una Fe a prueba de todo lo que vendrá pero, sobre todo por aquellos que no tienen amor a Mí, porque cuando alguien ama, se da totalmente por el que ama y vosotros, que estáis Conmigo, sé que os daréis por Mí. No necesariamente esto quiere decir una donación de muerte o de gran dolor, sino de defensa de lo que es Mío.
Recordad cómo Mi Hijo escogió como apóstoles a unos pocos de tantos que estuvieron a Su alrededor. En este tiempo, son también pocos los que Me aman, los que están Conmigo, los que quieren mantener Mi Amor sobre la Tierra, pero sobre todo, que quieren mantener Mi Amor en su corazón.
¿A qué bando pertenecéis, Mis pequeños?, vosotros os podréis contestar, Yo ya conozco la respuesta.
Deseo, Mis pequeños, que luchéis, pero con amor, contra todo lo que vaya a pasar a vuestro alrededor. Ciertamente, satanás, dará sus coletazos para tratar de destruir la Fe, que es la que Yo estoy manteniendo sobre la Tierra pero, ya os he dicho que, al resto fiel, Yo lo he de mantener junto Conmigo, protegido, contra satanás. Y recordad nuevamente, que satanás no tiene la fuerza, el poder, las capacidades que tengo Yo, como Dios, así que no le temáis, si estáis Conmigo, lo venceréis fácilmente.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y lloro, junto con vosotros, al ver cómo el hombre, que se ha satanizado, al ver cómo el hombre que se ha vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí tanto Me costó y Me sigue costando y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi Iglesia, que deja mucho qué desear.
Ciertamente, hay muy buenos elementos dentro de ella que están manteniendo su vitalidad, pero se está viendo también cómo la maldad se ha introducido y ya no se está dando lo que se debiera dar.
Se ha tomado la Iglesia una posición muy comodina, ya no se lucha por llevarMe a Mí a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos vuestros que necesitan conocerMe y amarMe. No se busca el sufrir ya hasta el cansancio o muerte, por tomar una posición cómoda de muchos de Mis sacerdotes y religiosos, siendo que, el mismo pueblo necesita de los Sacramentos y ésa posición cómoda, hace que muchos mueran sin ellos, los cuales debieran ser administrados por Mis ministros y sacerdotes.
Mucha maldad se ha introducido dentro de ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis Leyes y a Mi Amor, por eso, tiene que ser purificada y santificada.
Ciertamente, esto causará una gran expectación mundial, causará muchas dudas, causará mucho dolor pero, al final, Mi Amor se hará sentir entre los hombres, especialmente cuando quede purificada y regresen a ella.
La Iglesia, el Templo en sí, es Casa de Oración y Yo estoy presente ahí, Mis pequeños y así debiera ser, que todo aquel que Me quisiera encontrar, llegara a orar, llegara a arrepentirse de su mal proceder, llegara a convivir un rato con su Dios. Vosotros sois Iglesia, vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser, vosotros debéis ser ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho de vivir lo que Yo os he enseñado, y eso os debe dar un carácter muy especial entre vuestros hermanos, a tal grado de que se os reconozca como seguidores Míos. Los que Me viven, realmente, Me transmiten sin darse cuenta y ahora no lo estáis viendo con muchos de Mis ministros o sacerdotes. Os acercáis a ellos y viven bien más del mundo, no viven ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy diferentes para la que fueron ellos escogidos. Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.
Me duele ver, Mis pequeños, tanta confusión, maldad, lucha de intereses mundanos y ataques satánicos por parte de ellos, porque muchos de mis ministros se han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y ofrendas a Mi enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta traición por parte de ellos!, ¡Me duele tanto, Mis pequeños! Ciertamente, desde un principio, aquí sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo un traidor, no escogí lo mejor que había entre los hombres. Sé y reconozco las debilidades que existen en la humanidad, pero cuando son escogidas estas almas, para el Sacramento Sacerdotal, Mi Gracia se derrama sobre éstas almas importantes para todos vosotros y hay un cambio grande en su ser. Pero muchos, que han obtenido ésta Gracia, la han hecho a un lado, han traicionado Mis regalos, Mis Bendiciones y no han querido seguirMe. Han regresado al mundo, buscando sus placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus mismos hermanos sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois vosotros. ¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado Mi Amor, pero sobre todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido para ésta misión grande sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre pueda tener, la de ser sacerdote entre los hombres.
No sabéis apreciar la grandiosidad de vuestra posición ante los hombres y ante el Cielo. Habéis desperdiciado Mis regalos pero, sobre todo, el que Yo haya puesto toda Mi Confianza sobre vosotros, Me traicionasteis.
Arrepentíos, ahora que tenéis todavía tiempo para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio sobre vosotros será tremendo, porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios, fallasteis y engañasteis a vuestros hermanos en el mundo y causasteis escándalo, a tal grado, de que muchos perdieron la Fe por vuestro mal proceder. Seréis juzgados severamente, ministros de Mi Iglesia que fallasteis porque Me disteis la espalda y quisisteis seguir a Mi enemigo.
De cualquier manera, recibid Mis Bendiciones, para que ellas toquen vuestro corazón y venga vuestro arrepentimiento antes de vuestro Juicio severo.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: La santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídmela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.
Hijitos Míos, a la Luz de Mi Santo Espíritu, vosotros debéis entrar en vuestro corazón, solos y unidos perfectamente a Mí, sabiendo que os veo, que escucho vuestro corazón, que os conozco perfectamente. Quiero que seáis sinceros, honestos con vosotros mismos, ante Mi Presencia, que os juzguéis ante Mí y, humildemente, caigáis de rodillas,presentándoMe todo vuestro ser, con vuestras cualidades y defectos, con vuestros errores, con vuestras necesidades espirituales, con vuestras fallas que, a pesar de que Yo os di todo para que cumplierais con lo que Yo necesitaba que cumplierais con vuestra misión, no lo quisisteis aprovechar.
Mis pequeños, así solos, ante Mí, sabiendo que Yo Soy todo un Dios de Amor y de Perdón, mostraos enteramente a Mí, para que Yo purifique todo aquello en lo cual habéis fallado, porque os quiero perfectos, porque os quiero santos y no podréis llegar a ése grado de belleza espiritual si, primeramente, no sois humildes y, segundo, si no queréis contar Conmigo, con Mi ayuda que transforma todo, aún lo más malo, aún aquello que es abominable a Mis Ojos.
Mis pequeños, fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía y así os quiero y así os necesito pero, vosotros, en éstos momentos, cuando el pecado ya ha tomado grados muy altos dentro de vosotros y a vuestro alrededor, no tenéis idea lo que éstas Palabras significan, de que debéis ser a Imagen y Semejanza Mía. Por eso necesitáis de Mi ayuda y la debéis pedir de todo corazón, para que Yo pueda cambiar todo aquello que os está llevando hacia el mal, que está destruyendo vuestra misión, para que podáis volver al camino que Yo os tracé  y podáis cumplirlo como debéis hacerlo.
Mi Amor está con vosotros, Mi Gracia os cubre y así, como le dije al apóstol, “Mi Gracia te basta”, y la tenéis, Mis pequeños, pero debéis pedírMela y con eso mostraréis vuestra pequeñez que os la va a dar vuestra humildad. AprovechadMe, Mis pequeños, aprovechadMe a Mí, vuestro Dios, que os regalo tanto de lo Mío y que además, desperdiciáis y tantas oportunidades para vuestra santificación.
Mis pequeños, siendo santos, podréis halagarMe mucho a Mí y podréis ayudar muchísimo a vuestros hermanos a que lleguen a Mí, la santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídMela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad. 
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
Hijitos Míos, vuestra oración es importantísima, os la he venido pidiendo ya de tiempo acá, porque estáis en momentos críticos de la humanidad. El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
Ciertamente será la presencia de satanás en pleno y ha venido preparando el terreno de mucho tiempo para acá y vosotros, en lugar de haber luchado contra todo lo malo con que os iba preparando, lo tomasteis como forma de vida y aceptasteis la maldad en vosotros, en vuestros actos y alrededor vuestro. Con esto, vosotros preparasteis su trono, ahora viene a sentarse en su trono de maldad, para que todos vosotros seáis sus súbditos. No quisisteis luchar contra su maldad y, ahora, su maldad os querrá aplastar y lo logrará con una gran cantidad de hermanos vuestros.
Mis pequeños, son tiempos críticos para vuestra salvación o perdición eternas, no es tiempo de duda, no es tiempo de juego, no es tiempo de diversión, no es tiempo el que debéis perder, lo que Yo os he dado en Enseñanzas. Yo os he ido preparando para éstos momentos, que tarde o temprano tenían que darse y una gran mayoría de vosotros no los aprovechasteis, ahora os atacará con vuestras mismas flaquezas. Os fuisteis debilitando, no os esforzasteis en hacer crecer las Virtudes y Mi Amor en vosotros mismos, con lo cual, fácilmente lo podríais vencer. Él se ríe ante Mi Presencia, al mostrarMe el Mundo caído y a sus pies. Son tan pocos los que ciertamente están Conmigo de corazón pero, ésos pocos, con Mi Gracia, le vencerán, pero ¿cuántos hermanos vuestros sufrirán eternamente por su engaño y por vuestra falta de intercesión por su salvación?
Desgraciadamente, también, muchos de los que están Conmigo, no se pueden decir verdaderos hermanos de aquellos que están viviendo en el mal, porque os falta mucha oración y donación por ellos, no les tomáis de la mano, no les ayudáis a levantarse, no les tratáis de comprender y, de ésta forma, entenderles para ayudarlos mejor.
Habéis pasado junto a ellos y los dejasteis maltrechos en el camino, no os detuvisteis ni les preguntasteis qué necesitaban. Ya no sois el buen samaritano del que os hablé en las Sagradas Escrituras, para que aprendierais a tratar a vuestro hermano caído y enfermo, enfermo de mal, enfermo de pecado, destruido por satanás.
Ciertamente sabéis que Yo no busco la salvación de vuestro cuerpo, busco la salvación eterna de vuestra alma. ¿Cuánto habéis hecho por vuestros hermanos necesitados? Escogéis con quién estar y no os dais en general por todos. Aún os falta Caridad para tratar a todos por igual.
Este tiempo que padeceréis todos vosotros, será para que entendáis Mi Ser, para que no veáis solo lo que Yo hice, sino más bien, el Amor que Yo le daba a cada uno de ellos y que, ahora, también os doy a cada uno de vosotros. En este tiempo Me conoceréis en lo profundo. Cómo oraba Yo a Mi Padre, cómo vivía para cada uno de vosotros, cómo, a pesar de vuestra necedad y del dolor que Me causabais, Yo seguía pendiente de vuestras necesidades y Me seguía dando por vosotros, para que, llegar el momento de vuestro arrepentimiento, de ése dolor interno, del saber cómo Me dañabais, al final regresarais a Mí.
Agradeced pues éste tiempo de purificación que tendréis todos vosotros, porque va a ser bueno y necesario para que alcancéis vuestra santidad de vida. En estos momentos no estáis preparados para recibirMe en Mi Segunda Venida a la Tierra. Hay demasiada maldad, error, pecado en vuestro ser y, lo más doloroso para Mí, vuestro Hermano y vuestro Dios, es que os dejé toda una escuela, una forma de vida espiritual para que, al tomarla, viniera ésa transfiguración, que eso os iba a llevar a ser perfectos para que pudierais convivir Conmigo fácilmente en Mi Segunda Venida, sin tener que padecer lo que tendréis que padecer.
La gran mayoría de vosotros escogisteis el camino errado y, ahora, vuestra enseñanza, tendrá que ir unida al dolor. Si hubierais entendido cómo os amo, y Me hubierais regresado Mi Amor como Yo os lo di, éstos momentos serían de gozo, estaríais venciendo fácilmente a satanás y estaríais esperando impacientes, con gran alegría, Mi Regreso Triunfal, pero no pensasteis en ello y ahora tendréis que sufrir, pero que éste sufrimiento también esté envuelto de gozo, sabiendo que al final de la prueba Me tendréis y gozaréis inmensamente, cosas bellísimas, salidas de Nuestra Trinidad, se os darán. Que ésta Promesa se mantenga en vuestro corazón para que vosotros podáis pasar por la prueba fácilmente, sabiendo que Me tendréis al final del camino. Que sea para vosotros una gran esperanza y que el gozo ya os invada, porque, ciertamente Me tendréis si triunfáis junto Conmigo en ésta purificación que todos deberéis padecer.
Os amo, Mis pequeños, os amo con todo Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono.
Hijitos Míos, vosotros podéis leer en las Escrituras que, aunque una madre se olvidara de sus hijos, Yo nunca lo haría, Mis pequeños y esto os lo digo, porque en muchos de vosotros existe el temor de que Yo os vaya a abandonar en estos momentos de prueba y ya os he repetido varias veces que no os voy a abandonar. Como un Padre que Soy, Yo no puedo abandonar a Mi creatura en éstos momentos de obscuridad espiritual. Yo os creé, no os quiero destruidos y menos por Mi enemigo, satanás. Yo voy a estar junto con vosotros.
Vosotros podéis, en cualquier momento, pedir Mi ayuda, Mi Presencia, Mi Amor, Mis Dones, Mis Bendiciones, Mis Gracias, todo lo que necesitéis de Mí, Mis pequeños. Un padre, una buena madre, siempre están atentos por la salud de sus hijos, Quién mejor que Yo, que Soy vuestro Dios. Si un buen padre o una buena madre están dando buen ejemplo Yo, que Soy el Perfecto, y con mayor razón tengo que dar ése ejemplo de Amor hacia Mis hijos.
Abandonad pues ésa idea, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros en vuestros momentos de tribulación. No estaría cumpliendo con lo que Soy, vuestro Dios y Creador y sobre todo, el Amor, el Amor en pleno. No dudéis, Mis pequeños, en ningún momento, del que no vaya a estar Yo con vosotros. Iréis corroborando todo esto, que Yo os he dado en vuestros momentos de tribulación, tened confianza plena en Mí, confianza de niño chiquito y veréis que no os fallaré, os quiero vivos y, con esto, estoy diciéndoos que os quiero en Mí, vivos en Mi Gracia, vivos en Mis Enseñanzas, vivos para servirMe, no solamente aquí en la Tierra, sino eternamente y que Yo os pueda consentir por haber permanecido en Mí. BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono. Aún a pesar de que veáis que todo se os pone obscuro, que se os cierra el camino, que no veáis luz de salvación, para Mí, no hay imposibles, Mis pequeños, Yo os puedo ayudar en lo que vosotros ni siquiera os podéis imaginar, simplemente necesito vuestra confianza plena en Mí y obtendréis Mi ayuda, Mi Compañía, Mi Amor en todo momento.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

jueves, 21 de febrero de 2013

Mensajes dictados a Catalina Rivas por Jesús, estigmatizada

NO TEMAS, YO ESTOY CONTIGO 


20-Sep-96


Tranquila, hijita, sé que tienes miedo al sufrimiento, sobre todo a las
humillaciones. Te hieren los comentarios de la gente; serénate pensando
que también Yo fui llamado loco, también Yo, en el huerto de los Olivos,
probé estos sentimientos. Mira, voy a hablarte un poco de Mis
sufrimientos. Y esto, no es solamente para ti. Ya lo sabrás luego.
Sacrificio, cruz y martirio, no fueron solamente Mis últimos días,
sino ya desde el momento en el cual llegué al mundo encarnándome en
el seno casticismo de Mi Madre Inmaculada. En los primeros
sufrimientos, en los primeros dolores de la pobreza material y de la
indiferencia humana, al nacer en la gruta de Belén; en el primer
derramamiento de sangre en la circuncisión; en la huida a Egipto, que
contempló a un Dios perseguido y aparentemente vencido por el orgullo
irritado de un hombre malvado; en la vida oculta de Nazaret y en las
fatigas de su vida pública. Toda Mi existencia terrena fue un drama
doloroso, del cual los últimos días no fueron otra cosa que los últimos y
precipitados golpes de un trágico final.
Fui víctima durante Mi vida y lo seré mientras haya Eucaristía. Soy
la Víctima del único sacrificio ofrecido por el único Sacerdote que podía
ser acepto a Dios, porque las víctimas de los sacrificios ofrecidas por
otros Sacerdotes tienen valor solamente si se incorporan a Mí, si se unen
a Mi inmolación, si estos Sacerdotes humanos ejercen las funciones de su
Ministerio.
Por esto, todo cristiano está llamado a la perfección, pero también
está llamado al estado de Víctima —aunque de modo genérico y
remoto— Solamente Mis elegidos están llamados por Mi de un modo
individual e inmediato a este estado de oblación. Sólo el ser generoso
que trata de vivir la plenitud de la vida cristiana, estrechamente unido a
Mi Cruz, podrá realizar plenamente el estado de víctima, que es el estado
más elevado de la vida ascética y la expresión más sublime de la virtud
religiosa, cuyo fin es el de glorificarme…
No temas, Yo estoy contigo. Agradece si te dicen loca; también de Mi
lo dijeron. Es designio Mío y una gran fortuna para el mundo, que de
entre la multitud de cristianos mediocres surjan en todos los tiempos
almas entusiastas y generosas que, después de haber comprendido
plenamente el valor de la existencia humana, la profundidad y la belleza
del cristianismo hasta su expresión más sublime, piden asociarse
íntimamente a Mi sacrificio redentor recorriendo, bajo la guía de Mi
Madre, todas las etapas del estado de Víctimas, del ofrecimiento de
Víctima, del voto de Víctima… Son los Cristos-redentores, son los Moisés
salvadores de su pueblo, son los pararrayos de la humanidad.
Es necesaria una vida interior cada vez más profunda que constituya
la verdadera esencia de la santidad, para que tu alma se encuentre
plenamente Conmigo en cada instante de la vida, en el apostolado de
cada momento, en las varias expresiones de tu actividad, en las etapas de
todo itinerario. Comprobarás que sólo así se realiza esa gran verdad que
a muchos parece utopía: la verdadera relación entre acción y
contemplación, relación que conferirá a tu acción una fuerza
contemplativa y a la contemplación una intención esencialmente activa.
Es preciso que realices ese viaje y no pienses en la parte económica,
eso está arreglado. Deseo que realices la plena comunión con tus
hermanos. Todo grupo sabe que Yo estoy presente, pero ignora que Mi
presencia está condicionada a la plenitud del amor con el cual se vive.
Por eso, como Mi Misionera, deberás presentarte ante los demás
despojada de tí misma, con extrema pobreza interior, dispuesta a pagar
en ese momento con tu persona para llevar a la salvación a los demás.
Recuerda Mis palabras: “El que los escucha a ustedes, Me escucha a Mi”.
Tu mensaje —ponlo entre comillas— “oculto a los sabios y a los
prudentes”, extraído de Mi fuente viva, debe manifestarse a los humildes
y a los pequeños. Grítale al mundo el poder de Mi Nombre y la inmensa
fuerza de Mi amor por él. Es necesario que el mundo reconozca la
necesidad de la penitencia. El hombre debe saber que sus obras están
vacías, porque por su culpa no estoy en ellas. Si no se remedia, todo mal
empeora.
Te lo He dicho antes: primero ama y todo irá bien. Sólo este
sentimiento trasciende y supera la política, el egoísmo, la prepotencia, la
crueldad, la exaltación a la gloria de los hombres sin Evangelio. Es el
sentimiento que, al ver los hombres, grabarán en sus almas y en la nueva
historia del mundo. Lo verdadero es un árbol que lleva buenos frutos; lo
falso es también un árbol, pero sus frutos son venenosos. Piensa que
todo lo que des a los demás, a Mi Me lo das. Tú eres Yo y Yo Soy tú…
Ten confianza, no te decepcionaré.
Quiero que se preparen para que la gente vea en ustedes el
testimonio de su vida interior, del poder de la oración y de la acción
vivida en todo momento como expresión de su inmenso amor a Dios. Un
eficaz y poderoso medio de evangelización, una respuesta a los
sembradores de errores y de cizaña, son los encuentros que deben tener
con los matrimonios, con la gente divorciada, en esa expresión esencial
de la tarea apostólica que es el encuentro personal, realizado de una
manera inmediata, auténtica y profunda, según las necesidades. Para ello
es que deben prepararse las mujeres del grupo evangelizador.
Es necesario que estudien bien la especialización a la cual se
destinará a cada hermano, para poder utilizar sus capacidades
intelectuales, psíquicas, físicas y su misma preparación, de la mejor
manera posible, y todos ayudarán en esta tarea individual. 

Mensaje a Luz de María - 20 Febrero 2013


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
20 DE FEBRERO DEL 2013


Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:

Reciban la bendición de esta Madre que viene a Sus hijos, una vez más como tantas otras, con Mi Corazón abierto, el cual es “Refugio de todos los Pecadores”.

LES INVITO A MANTENERSE EN UNIDAD Y A PERDONARSE MUTUAMENTE
COMO MI HIJO PERDONA A LOS SUYOS.

En este instante, más que otros, ustedes como Pueblo de Mi Hijo y como hijos Míos, DEBEN  MANTENERSE EN UNIDAD. Las legiones malignas se abalanzan sobre el Pueblo de Mi Hijo para destruirlo.  ¿Y cuál arma más grande y poderosa que la desunión?

Amados, Mi Hijo vino a esparcir la semilla, la buena semilla por toda la Tierra, pero vinieron aves de rapiña, tomaron unas semillas que no estaban afianzadas a la tierra fértil  y las llevaron a terrenos áridos en donde dieron fruto pero no buenos frutos sino carentes de amor, carentes de paz, carentes de obediencia y desconocedores de la entrega hacia sus hermanos. Estos frutos totalmente humanos, guiados por el mal, a pasos agigantados fueron  tomando poder en la Casa de Mi Hijo aquí en la Tierra, recorrieron los pasillos, llevando oscuridad por doquier, distorsionando la Voluntad de Mi Hijo y en su lugar, suplantándola con los desdenes y caprichos del maligno.

¡Tanta oración que les he solicitado por Mis hijos Predilectos!... y en muchos de ellos esta maléfica semilla humana ha dado fruto pero no el fruto de Mi Hijo, sino el fruto que cayó en terreno árido, y distorsionando la Palabra de Mi Hijo y dejándose invadir por los caprichos del mal oscurecieron la Casa de Mi Hijo, cerraron las ventanas para que no penetrara la Luz Divina, cerraron las puertas para tramar a escondidas y bajo la oscuridad planearon la caída de la Iglesia de Mi Hijo.

NUNCA EL MAL PREVALECERÁ SOBRE EL BIEN, JAMÁS MI HIJO ABANDONARÁ A SU IGLESIA, A SU CUERPO MÍSTICO, PERO ESTAS ALMAS QUE SE ENTREGARON A LA OSCURIDAD, HARÁN PASAR AL CUERPO MÍSTICO POR LA MÁS CRUENTA SENDA DE DOLOR EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.

USTEDES PERMANEZCAN EN FE, CONOZCAN Y RECONOZCAN A MI HIJO, CONOZCAN Y RECONOZCAN A ESTA MADRE QUE LES AMA, para que reforzados por Mi Amor hacia ustedes y con el rezo del Santo Rosario ante el cual los demonios son ahuyentados, se mantengan de pie y fortalecidos en la fe; pero para esto deben conocer a Mi Hijo, deben penetrar en las Escrituras y aceptar la Palabra y  aceptar los Mandamientos y aceptar los Mandatos que Mi Hijo les legó.

USTEDES, PUEBLO AMADO, HIJOS DE MI CORAZÓN INMACULADO, NO CEDAN ANTE LOS MODERNISMOS, NO CEDAN A LAS NUEVAS DOCTRINAS QUE LES DESEEN IMPLANTAR. La Doctrina es una: “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”. La Ley del Amor es incambiable, insuperable, y ésta conlleva la obediencia a Mi Hijo.

Amados Míos, la serpiente se mueve entre el Pueblo de Mi Hijo sigilosa y en silencio, sin que ustedes se percaten y está envenenando a numerosa cantidad de Mis hijos para que reaccionen en contra de sus hermanos, para que lleguen a la traición, para que lleven la oscuridad a todos Mis amados hijos. PERO, “¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY  MADRE DE TODA LA HUMANIDAD Y NO PERMITIRÉ QUE EL ENEMIGO APLASTE AL CUERPO MÍSTICO?”

ES NECESARIA LA ORACIÓN, ES NECESARIA LA MEDITACIÓN PARA QUE EL TEMOR Y EL MIEDO NO LES INVADAN Y LES IMPIDAN RAZONAR Y LES IMPIDAN DISCERNIR ENTRE LO QUE ES DEBIDO Y LO QUE NO ES DEBIDO.

LES LLEVARÁN HACIA FALSAS DOCTRINAS, REFORMAS Y MODERNISMOS QUE NO SON LA VOLUNTAD DE MI HIJO, QUE SON CONTRARIAS A LA VOLUNTAD DE MI HIJO. NO CEDAN, MANTÉNGANSE FIELES A MI HIJO.

Ustedes tienen que mantenerse en fe, fusionados con la Voluntad Divina para que no sean engañados. No se sumen a aquellos que lleguen a ustedes con falsas noticias de nuevas reformas que no son acordes al Amor y a la Fidelidad que predicó Mi Hijo para Su Pueblo.

Mi Hijo viene en su Segunda Venida a rescatar a sus fieles. Esto ocurrirá luego de la Purificación de toda la Iglesia, luego de que el impostor sea arrojado del Trono de Pedro aquí en la tierra. YA VENDRÁ EL MISMO PEDRO A SENTARSE EN SU SILLA JUNTO A MI AMADO HIJO Y REINARÁ  EN LA IGLESIA SANTA Y REMANENTE.

Pero Yo, como Madre de toda la Humanidad, no deseo que ninguno se pierda. Ustedes, amados Míos, presten atención y recuerden que la oración y la fidelidad a Mi Hijo es continua, de instante a instante, no momentánea, no a conveniencia, sino continua.

LA ORACIÓN ES LA PRÁCTICA DEL AMOR Y DE LA ENTREGA, DE LA OBEDIENCIA Y DE LA FIDELIDAD; sin estos requisitos el árbol no se mantiene mirando hacia el Cielo, sino que en su lugar, decae y  cae por tierra, siendo arrastrado por las multitudes enardecidas que siguen la falsedad del engendro del mal que  ya prepara sus garras para destrozar a la Iglesia de Mi Hijo.

NO SE TURBEN, CUERPO MÍSTICO, NO SE TURBEN CUANDO ESCUCHEN QUE LA CASA DE MI HIJO HA SIDO DERRUMBADA, PORQUE LA CASA DE MI HIJO PERMANECE EN CADA UNO DE USTEDES.

Ustedes son los Sagrarios en donde Mi Hijo se mantiene y es amado. Los edificios son muestra de amor del hombre hacia Mi Hijo, pero el verdadero Sagrario es cada uno de ustedes, Templo y Sagrario del Espíritu Santo.

SEAN FIELES, ES NECESARIO QUE CADA CRIATURA ORE, QUE CADA CRIATURA REFLEXIONE, QUE CADA CREATURA INTIME CON MI HIJO Y LLAME A ESTA MADRE. El que no se acerque a Mi Hijo, el que no piense en Mi Hijo, el que no le lleve en su corazón, el que no acuda a esta Madre, caerá en las garras del mal. Ningún edificio se sostiene sin bases sólidas  ya que ellas son las que lo mantienen en perfecto estado.

Tomen ustedes, hijos Míos, el arma de Mi Santo Rosario y únanse a esta Madre,  vendré a ustedes con Mis Legiones Celestiales a combatir al hijo de la impiedad.

Amados hijos:
NO TEMAN, ¿POR QUÉ TEMEN?
¿DÓNDE SE ENCUENTRA VUESTRA FE EN LA PROTECCIÓN DE MI HIJO?
¿POR QUÉ TEMEN SI SABEN QUE LAS PUERTAS DEL MAL Y QUE EL FUEGO DEL INFIERNO JAMÁS DERROTARÁN A LA IGLESIA DE MI HIJO, PORQUE ÉL ES CABEZA DEL CUERPO MÍSTICO?

Amados Míos, en este instante viven camino al Calvario, pero recuerden que luego de la Crucifixión viene la Resurrección y con la Resurrección,  la Vida Eterna, la Verdad. No crean en las mentiras del impío y sus secuaces.

Oren por Mi Amado Vicario Benedicto XVI, oren, oren por ÉL,  envíenle su amor para que los lobos no lo destrocen.

PERMANEZCAN ATENTOS Y SEAN AMOR HACIA MI HIJO. LES ENTREGO MI AMOR, ÁMENSE UNOS A OTROS Y NO SEAN DE AQUELLOS FARISEOS QUE PROCLAMAN EL AMOR Y NO LO PRACTICABAN.

No sean de aquellos fariseos que llegan a la Casa de Mi Hijo golpeándose el pecho para ver quiénes entran en ellos y luego delatarlos. No, así no actúan los verdaderos.

Oren, amados Míos, oren por Costa Rica, padecerá.
Oren por Inglaterra, será cuna de maldad.
Oren, amados Míos, oren por Jamaica, padecerá.

La Naturaleza consternada ante la llegada del impío, reacciona y traerá dolor a la humanidad, ustedes manténganse preparados.

Hoy les llamo a amarse en un solo Pueblo, en un solo Corazón, a permanecer como almas orantes, a no seguir la corriente de cuanto escuchen, a no temer tanto, que las fuerzas se agoten, porque la encrucijada hacia el Calvario tan sólo está iniciando.

TÓMENSE LAS MANOS Y EN UN SOLO CORAZÓN, BAJO LA FE EN UN SOLO DIOS, ENTREGADOS A MI HIJO Y TOMADOS DE MI MANO Y ALBERGADOS EN MI CORAZÓN, AVANCEMOS PARA APLASTAR LA CABEZA DE LA SERPIENTE INFERNAL, USURPADOR DEL TRONO DE MI HIJO AQUÍ EN LA TIERRA.

Les bendigo, les amo, no teman, no Me encuentro en el desierto, Me encuentro con Mis amados hijos, a los que amo y a los que defenderé como Madre que soy de todos ustedes.

LEVANTEN LA CABEZA,  LEVANTEN EL ALMA Y EL ESPÍRITU QUE SE ENCUENTRA ANTE MI HIJO, VIVAN CONSTANTEMENTE EN ADORACIÓN A LA TRINIDAD SACROSANTA, PROCLAMEN LA GRANDEZA DE DIOS Y PROCLAMEN LA RESURRECCIÓN DE MI HIJO, PROCLAMEN LA REDENCIÓN DEL GÉNERO HUMANO Y
PROCLAMEN QUE ESTA MADRE ES REINA DE LA HUMANIDAD.

Les bendigo, queden en la Paz de Mi Hijo y dentro de Mi Corazón Inmaculado.

NO TAMBALEEN, NO TAMBALEEN, NO TAMBALEEN.

  
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.



COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Hermanos (as):

En la tierra participamos de la Gloria Divina mediante la conciencia y disponibilidad para vivir  la Voluntad Trinitaria.

A la vez como herederos de cuanto Cristo nos legó, es que en este instante somos víctimas en gran parte, de la ignorancia espiritual en la que hemos sido sumergidos deliberadamente.

La Madre Santísima nos habla al corazón para que salgamos de esa ignorancia y así reconozcamos la Voz del Maestro y no nos equivoquemos.

No sea el pensamiento el que nos gobierne sino el Espíritu Santo el que se pose sobre todos nosotros y podamos así discernir.

Amén.