sábado, 21 de julio de 2012

12 Julio 2012 - Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.


Jul 12_12 Esa es la finalidad de ésta purificación, que satanás sea encadenado.
Rosario vespertino
Temas:
  • Vosotros podéis lograr grandes milagros, no desperdiciéis ésta oportunidad, porque podéis salvar a muchas almas y os aseguro que os lo premiaré eternamente.
  • En las Escrituras se os dice que aquél que Me niegue en la Tierra, también lo negaré en el Cielo y son Palabras difíciles, Mis pequeños, ciertamente son muy duras.
  • Gozaréis el haber cargado vuestra cruz, el haberla unido a la de Mi Hijo y, sobre todo gozaréis por la  salvación de muchas almas que vosotros ganasteis.
  • Conoceréis lo que es el Verdadero Amor, lo sentiréis por unos momentos, muchos de vosotros quedaréis prendados por el Amor Divino y Le seguiréis.
  • Muchos de vosotros no tenéis conciencia de esta Bendición tan grande, que es el don de la vida, que es Mi prolongación Divina en vosotros para vuestros hermanos.

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros podéis lograr grandes milagros, no desperdiciéis ésta oportunidad, porque podéis salvar a muchas almas y os aseguro que os lo premiaré eternamente.
Hijitos Míos, no todo lo que vendrá en estos tiempos de purificación va a ser difícil para vosotros. Para aquellos que están Conmigo, que Me han buscado y aquellos que se arrepentirán también en ésos momentos, para todos vosotros, hay grandes Bendiciones.
Yo derramaré Mi Santo Espíritu sobre todos vosotros y vosotros comprenderéis Mi Amor y Mi Donación.
Habrá una vida especial para vosotros, una vida en la cual habrá amor, pero el Verdadero Amor, que es el Mío.
Ciertamente, el hombre ha fallado mucho, pero os sigo amando y deberéis tener ésta purificación para que comprendáis vuestros errores y no los volváis a cometer. Esta purificación os preparará para que tengáis el regalo que os tengo preparado desde antiguo, porque si no estáis preparados por Mi Santo Espíritu, no lo podréis apreciar, no lo entenderíais y no soportaríais tanta belleza, tanta Gracia, todavía, en vuestro cuerpo y vuestra alma, por estar afectados fuertemente por el Pecado Original y por vuestros pecados subsecuentes.
Mis Bendiciones serán grandes para aquellos que Me han buscado, porque Yo tengo que consentir a los Míos, Yo os lo he dicho, tengo que cuidar a los que han cuidado Mi Santo Nombre sobre la Tierra y lo han transmitido.
Si vosotros supierais, Mis pequeños, cuánto os amo, lloraríais de alegría, pero también de arrepentimiento, al saber y sentir cómo habéis pecado contra Mí, contra Mi Amor, durante vuestra vida y que, aún, a pesar de eso, os sigo Yo cuidando y amando.
Mis pequeños, estos son tiempos de oración, y debe aumentar vuestra oración, porque son tiempos difíciles, en que muchas almas podrán condenarse si no tienen vuestro apoyo. Esto es muy serio, Mis pequeños y Yo Me entristezco grandemente por cada alma que se pierde. Yo os podría salvar a todos vosotros, y os he dicho que respeto vuestro libre albedrío, pero Me ayudo con las oraciones, con la intercesión de vosotros, Mis hijos que saben amar y que se cuidan unos a otros, como verdaderos hermanos.
Tan pronto como vosotros oráis por algún hermano vuestro, Yo gozo ése momento, porque Me dais la oportunidad de salvarle eternamente, por eso insisto en vuestra intercesión amorosa hacia vuestros hermanos que necesitan Mi Perdón.
Cuando vosotros actuáis así, es cuando empieza la vida que todos debéis tener, que es vida en familia, os estáis cuidando los unos a los otros y eso Me alegra mucho. Hay tantas, tantas almas alrededor del mundo que necesitan ser salvadas y, gracias a vuestra oración, gracias a vuestra donación, en sacrificios, penitencias, ayunos, Yo puedo salvar a muchas almas de éstos hermanos vuestros. Hay corazones que se han vuelto de piedra, que ya ni siquiera ellos se aman a sí mismos, pero la oración, junto con el sacrificio tiene un poder inmenso y vosotros podéis lograr que ése corazón de piedra cambie y empiece a latir y empiece a ser un corazón que ame y que se arrepienta de sus pecados.
Vosotros podéis lograr grandes milagros, no desperdiciéis ésta oportunidad, porque podéis salvar a muchas almas y os aseguro que os lo premiaré eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: En las Escrituras se os dice que aquél que Me niegue en la Tierra, también lo negaré en el Cielo y son Palabras difíciles, Mis pequeños, ciertamente son muy duras.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo. Yo vine a salvaros, a dejar la Vida que Nuestro Padre Me dio para vosotros, Mi Vida, que debe ser vuestra Vida.
Satanás, en estos momentos de la humanidad, en estos tiempos de tribulación, quiere borrar Mi Santo Nombre de todos los corazones, de todas las mentes y lo ha ido haciendo y vosotros, muchos de vosotros, os habéis percatado de ello, cómo se ha ido introduciendo en la sociedad, en las familias y aún en Mi Iglesia y cómo poco a poco ha ido destruyendo todo lo que viene de Mí y os ha dado otras opciones a seguir, quitandoMe a Mí y haciéndoMe a un lado para que no acudáis a Mí.
Vosotros, los que estáis Conmigo, si Me amáis, luchad, luchad contra todo esto que cada vez más se va volviendo como una ola inmensa y va destruyendo lo bueno que queda en los corazones.
Hay tantos hermanos vuestros que les da vergüenza hablar de Mí o nombrarMe en reuniones sociales. Os da vergüenza que sepan otros que aún asistís a la Santa Misa, que recibís los Sacramentos, que rezáis.
¡Oh!, Mis pequeños, cuánto ha trabajado satanás para sacarMe del corazón de muchos de vosotros y de vuestros hermanos y vosotros no hacéis gran cosa ni en vuestra familia ni con vuestros amigos ni en la sociedad. Vais dejando que se siga proyectando toda esta maldad y no la detenéis, cuando menos con vuestra oración, pidiendo que Mi Amor, Mi Sangre Preciosa cubra a aquellas almas que son atacadas y que no les arranque satanás todas las bellezas que traje para vosotros.
En las Escrituras se os dice que aquél que Me niegue en la Tierra, también lo negaré en el Cielo y son Palabras difíciles, Mis pequeños, ciertamente son muy duras, pero vosotros no estáis cuidando los bienes de todo un Dios que se dio por vosotros. Ahí se nota que no Me amáis como debierais amarMe, porque no Me estáis defendiendo ante los hombres y aquél que no Me defienda ante los hombres, Yo no le puedo dar cabida en el Reino de los Cielos, puesto que si no Me estáis amando, ¿para qué vais a entrar al Reino de los Cielos, donde se Me ama plenamente?
Cuidad, pues, Mi Santo Nombre en vuestro corazón y en el corazón de vuestros hermanos, para que las Puertas del Cielo estén abiertas para vosotros y para todos aquellos por los cuales vosotros oráis o convertís.
Tened cuidado, Mis pequeños, porque si no hay amor en vuestro corazón, no podréis entrar en el Reino del Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla La Santísima Virgen María.
Sobre: Gozaréis el haber cargado vuestra cruz, el haberla unido a la de Mi Hijo y, sobre todo gozaréis por la  salvación de muchas almas que vosotros ganasteis.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, vengo a acompañaros en estos momentos de la humanidad, como Yo acompañé a Mi Hijo, cuando llevaba Su Cruz y se iba a Inmolar por todos vosotros. Es tiempo también de que vosotros toméis vuestra cruz, ciertamente no tendréis los dolores que tuvo Mi Hijo, pero os podréis unir a Él, a Sus intenciones y a Su Amor.
Sí, Mis pequeños, cada uno de vosotros carga una cruz y dependiendo de cuánto amor tengáis para con vuestra cruz, también ésta será para salvación de vuestros hermanos. Cuando vosotros aceptáis vuestra cruz, aún a pesar de vuestros dolores, aún a pesar de que ya no soportéis la prueba, pero la aceptáis con amor, como Mi Hijo, estaréis haciendo un papel grandísimo en la salvación de la humanidad, porque vuestra cruz está unida a la Cruz de Mi Hijo.
Como veis, Mis pequeños, estos son tiempos en que vosotros también estaréis salvando a infinidad de almas con vuestra donación, con vuestra aceptación a la Voluntad de Nuestro Padre, con vuestra donación en el Amor.
Se os ha permitido a muchos de vosotros padecer y quizá, fuera de lo normal en estos momentos, porque hay infinidad de almas que necesitan de vuestra donación y, aunque ya Mi Hijo se donó por vosotros, vosotros Lo estáis ayudando con vuestros hermanos en una unión fraterna.
Mi Hijo, como Hermano vuestro, ciertamente se dio por todos vosotros, éstos son tiempos en que vosotros estaréis viviendo ésa fraternidad, estaréis sintiendo como os estáis dando por vuestros hermanos y esto lo ha permitido Nuestro Padre para que vosotros os unáis más a la donación de Mi Hijo, viviendo lo que Él vivió, y ha venido viviendo, con todos vosotros. De esta forma, no os apartaréis de Él, y gozaréis también los bienes que se derramarán sobre vosotros, ahora y eternamente. Gozaréis el haber cargado vuestra cruz, el haberla unido a la de Mi Hijo y, sobre todo gozaréis por la  salvación de muchas almas que vosotros ganasteis por vuestra donación sencilla, humilde, absoluta, dándoos perfectamente con amor, sin resentimientos, simplemente, como Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Conoceréis lo que es el Verdadero Amor, lo sentiréis por unos momentos, muchos de vosotros quedaréis prendados por el Amor Divino y Le seguiréis.
Hijitos Míos, vengo a protegeros. Los jefes de los pueblos se han confabulado para destruiros, se han dejado convencer por satanás, han aceptado el tener poder y riquezas de la Tierra a cambio de su donación, que los llevará a su perdición eterna y, aún sabiéndolo, siguen adelante.
Yo, como Madre vuestra, os estaré protegiendo contra los ataques de satanás, Yo, como Madre vuestra, al pedirMelo, imploraré ante Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, para que la Gracia de Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor caiga sobre vosotros, para que derrame Su Luz y tengáis entendimiento sobre la realidad que estáis viviendo en estos momentos y en la forma en que estáis destruyendo vuestra alma y todo lo que se os ha dado de bueno, para que vuestra misión en la Tierra fructificara, salvando almas y cambiando a este mundo de la maldad que satanás ha sembrado por todos lados, a hacer un mundo habitable en el Amor.
Esa es la finalidad de ésta purificación, que satanás sea encadenado y que aquellas almas que queden, aquellas almas escogidas, puedan empezar un Nuevo Mundo, en donde se alabará el Santo Nombre de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, como debe ser y como debió haber sido siempre.
Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, se merece todo el honor y toda la Gloria. Los ángeles, día y noche Le cantan, Le bendicen, Le agradecen, Le adoran y vosotros debierais hacer lo mismo, pero no hay suficiente amor en vuestro corazón, no hay suficiente agradecimiento. Todavía hay mucha soberbia en vuestro corazón y mucha distracción, y vosotros, que sois más pequeños, infinitamente más pequeños que los ángeles y que debierais estar haciendo lo mismo que ellos, no lo hacéis, estáis tan metidos en lo vuestro, engañados por satanás, que no estáis llevando a cabo vuestra verdadera misión aquí en la Tierra, que es la de amar y, el amar, quiere decir, luchar contra todo aquello que os esté quitando el amor a vosotros y a vuestros hermanos, pero amar es una donación total de salvación, amor es salvación para vosotros y para vuestros hermanos, amor es unión de todos vosotros, como unión es la Santísima Trinidad. Amar es respetarse a uno mismo y respetar a vuestros hermanos, porque todos sois hijos de Dios. Amar es agradecer infinitamente tantos bienes que recibís en todo momento, porque vosotros, como no estáis consientes y no queréis adentraros en el Corazón de Nuestro Dios, no os dais cuenta de todos los bienes que recibís y por eso no agradecéis.
Insisto, Mis pequeños, estáis demasiado distraídos con los engaños de satanás y no estáis llevando a cabo vuestra misión correctamente.
Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor, se derramará sobre toda la humanidad y conoceréis todo esto que vosotros habéis hecho a un lado de vuestra vida. Conoceréis lo que es el Verdadero Amor, lo sentiréis por unos momentos, muchos de vosotros quedaréis prendados por el Amor Divino y Le seguiréis. Conoceréis éste Amor, que va mucho más allá de lo que vosotros imagináis.
Dejad pues que Mi Santo Espíritu se proyecte perfectamente sobre vosotros, para que seáis enamorados del Amor de la Santísima Trinidad y ya nunca más os apartéis de vuestra misión, que es la de ser amor, con el Amor de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Muchos de vosotros no tenéis conciencia de esta Bendición tan grande, que es el don de la vida, que es Mi prolongación Divina en vosotros para vuestros hermanos.
Hijitos Míos, vosotros no os dais cuenta todavía de la excelsitud que se os ha concedido a cada uno de vosotros, la Gracia que ha caído sobre vosotros al tener el don de la vida.
Vuestra alma está unida a Mí, Yo Soy vuestro Dios y vosotros estáis recibiendo de Mí, a través de vuestra alma, vida, pero es una vida espiritual inmensa, para que os alegréis y meditéis. Vosotros sois prolongación de Mi Vida, como lo fue Mi Hijo Jesucristo.
Vuestra alma, al estar unida a Mí, os debe transfigurar, debéis ser vosotros ésos Cristos que necesito seáis en estos momentos de la humanidad, y lo que quiero que meditéis es ésa grandiosidad para vuestra alma, que es la oportunidad que se os ha dado con el don de la vida.
Imaginad que vuestra alma lleva como una manguera que está unida a Mi Gracia, estáis recibiendo directamente de Mí, vuestro Dios, Vida, Gracias y Bendiciones especiales, según vuestra misión. No habéis sido apartados ninguno de vosotros de Mí, y si decís que Yo Me aparto de vosotros y que no hago caso de vuestra vida y de vuestras necesidades, estáis muy equivocados. Mi Gracia, Mi Luz Divina a todos alcanza, ciertamente, llega, pero no de todos sale, porque muchos de vosotros no dejáis que Mi Vida, que es vuestra vida, salga y os deis a vuestros hermanos, como Mi Hijo se dio por todos vosotros. Vosotros detenéis o limitáis, con vuestra actuación, con vuestro olvido, con vuestra necedad, con vuestro pecado, toda la Gracia que debiera salir a vuestros hermanos.
Ciertamente, se os ha dado el libre albedrío, pero muchos de vosotros no tenéis conciencia de esta Bendición tan grande, que es el don de la vida, que es Mi prolongación Divina en vosotros para vuestros hermanos. Tanto es así, Mis pequeños, que Mi Hijo os dijo que podríais llegar a hacer las mismas cosas que Él hizo o aún mayores, si os donabais completamente a Mi Voluntad y es que vosotros tenéis, también ésa prolongación Divina, que tiene Mi Hijo Conmigo.
Meditad, Mis pequeños, esta realidad, que quizá no habíais meditado o no sabíais, pero que es una realidad que cada uno de vosotros posee.
Vosotros, con la oración, vosotros, con vuestra vida espiritual en aumento, os vais volviendo transparentes a Mi Gracia. Cuando estáis en pecado, cuando estáis alejados de vuestras obligaciones espirituales, sois opacos, no dejáis que Mi Luz Divina pase a través de vosotros, pero cuando vosotros os empezáis a purificar, empezáis a buscar vuestra perfección, que es la que os enseñó Mi Hijo con Su Ejemplo, empezáis a volveros transparentes, limpios, os volvéis verdaderos canales de vida y, así, Mi Gracia fluye a través de vosotros hacia vuestros hermanos. Brilláis ante Mis Ojos, brilláis ante los ojos de las almas que están en el Cielo y así se conoce a cada alma que está caminando sobre la Tierra, mientras más brilláis, más dais a vuestros hermanos, más Me puedo Yo manifestar sobre la Tierra a través vuestro.
También, desde los Cielos, se pueden ver las almas obscuras. Ciertamente Mi Luz llega a ésas almas, pero no puede salir, porque sois almas obscuras, vivís en pecado, no estáis a la par con Mis necesidades de amor, estáis ocupados en otras cosas y quizá, hasta os hayáis donado a satanás y por eso se ven tantas almas obscuras, que no permiten el paso de Mi Gracia, porque así es satanás, y eso es lo que ha logrado sobre la Tierra, que haya muchas almas obscuras, para que Mi Gracia, Mis Bendiciones, Mi Amor, no fluyan hacia la Tierra.
Venid a Mí, Mis pequeños, pedidLe ayuda a Mi Santo Espíritu, para que vosotros os vayáis purificando, os vayáis haciendo transparentes, y así Me ayudaréis para que Mi Gracia, Mis Bendiciones y Mi Amor lleguen a toda la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.



jueves, 19 de julio de 2012

El mensaje del Padre a Madre Eugenia Elisabetta Ravasio


El Mensaje del Padre

Madre Eugenia Elisabetta Ravasio



1o Fascículo parte A
1o de Julio de 1932




Fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. !He aquí finalmente el día para siempre bendito de la promesa del Padre Celestial!

Hoy terminan los largos días de preparación y me siento cerca, muy cerca de la llegada del Padre mío y Padre de todos los hombres.

!Algunos minutos de oración y después todas las alegrías espirituales! !Tengo sed de oírlo y de verlo!

Mi corazón ardiente de amor se abre con una confianza tan grande que he podido constatar que hasta ahora no había estado tan confiada con nadie.

Pensar en mi Padre me lanzaba en una loca alegría.

!Finalmente cánticos comienzan a oírse. Algunos ángeles vienen y me anuncian la feliz llegada! Sus cantos son tan bellos que me propuse de transcribirlos apenas posible.

Esta armonía cesó por un instante y he aquí el cortejo de elegidos, de querubines y de serafines, con Dios nuestro Creador Padre nuestro.

Postrada, con el rostro en el suelo, hundida en mi nada, recité el Magníficat. Enseguida el Padre me dijo que me sentara con El para escribir lo que había decidido decirle a los hombres.

Toda la corte que lo había acompañado desapareció. El Padre se quedó solo conmigo y antes de sentarse me dijo:

!Te lo dije ya y te lo repito: no puedo donar una vez más a mi Hijo predilecto para demostrarles a los hombres mi amor! Ahora es para amarlos y para que conozcan este amor que yo vengo en medio de ellos, tomando el aspecto y semejanza, y la pobreza.

Mira, !pongo en el suelo mi corona y toda mi gloria para tomar la actitud de un hombre común!"

Después de haber tomado la actitud de un hombre común poniendo su corona y su gloria a sus pies, puso el globo del mundo sobre su corazón, sosteniéndolo con la mano izquierda, y se sentó junto a mí. !Puedo sólo decir algunas palabras, ya sea sobre su llegada y sobre la actitud que se dignó asumir, ya sea sobre su amor! En mi ignorancia no encuentro palabras para expresar lo que El me hizo entender.

"!Paz y salvación, dijo, para ésta casa y para el mundo entero! !Que mi potencia, mi amor y mi Espíritu Santo toquen los corazones de los hombres, para que toda la humanidad se encamine hacia la salvación y venga hacia su Padre, que la busca para amarla y salvarla!

Que mi Vicario Pío XI comprenda que estos días son días de salvación y de bendición. Que no se deje escapar la oportunidad de llamar la atención de los hijos hacia el Padre, que viene para darles el bien en esta vida y para prepararles la felicidad eterna.

Escogí este día para iniciar mi obra entre los hombres porque es la fiesta de la Sangre Preciosa de mi hijo Jesús. Tengo la intención de bañar con esta sangre la obra que estoy iniciando, para que de grandes frutos para la humanidad entera".



He aquí el verdadero objeto de mi venida:

1) - Vengo para eliminar el temor excesivo que mis criaturas tienen de mí, y para hacerles comprender que mi alegría está en ser conocido y amado por mis hijos, es decir, por toda la humanidad presente y futura.

2) - Vengo para traerles la esperanza a los hombres y a las naciones. !Cuántos la han perdido desde hace mucho tiempo! Esta esperanza les hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación.

3) - Vengo para hacerme conocer así como soy. Para que la confianza de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia mí, el Padre, que tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como hijos.

El pintor se deleita contemplando el cuadro que pintó; !Así mismo yo me complazco, me alegro, viniendo en medio de los hombres, obra maestra de mi creación!

El tiempo apremia. Quiero que el hombre sepa lo más pronto posible que lo amo y que siento la más grande felicidad estando con el, como un Padre con sus hijos.

Yo soy el Eterno y cuando vivía solo ya había pensado en usar toda mi potencia para crear seres a mi imagen y semejanza. Pero se necesitaba primero la creación material para que estos seres pudieran encontrar su apoyo: entonces fue la creación del mundo. Lo llenaba con todo lo que yo sabia que era necesario para los hombres: el aire, el sol y la lluvia, y muchas otras cosas que yo sabía que eran necesarias para sus vidas.

!Al final, la creación del hombre! Me complací de mi obra. El hombre comete pecados, pero es entonces cuando, justamente, se manifiesta mi bondad infinita. Para vivir entre los hombres creé y escogí, en el Antiguo Testamento, a los profetas, a quienes comuniqué mis deseos, mis penas y mis alegrías, para que los transmitieran a todos.

Más crecía el mal y más mi bondad me apremiaba a comunicarme con las almas justas para que transmitieran mis órdenes a los que causaban desórdenes. Y así, a veces, tuve que usar la severidad para reprenderlos, no para castigarlos - porque eso habría hecho sólo mal - para alejarlos del vicio y dirigirlos hacia el Padre y Creador, a quien, ingratamente, habían olvidado y desconocido. Más tarde el mal sumergió tanto el corazón de los hombres que me vi obligado a enviar plagas al mundo para que el hombre se purificara por medio del sufrimiento, la destrucción de sus bienes y hasta la pérdida de la vida: fue el diluvio, la destrucción de Sodoma y de Gomorra, las guerras del hombre contra el hombre, etc.

Siempre he querido quedarme en este mundo entre los hombres. Y así, durante el diluvio estaba cerca de Noé, el único justo de ese entonces. También durante las otras plagas encontré siempre un justo con el cual morar y, a través de él, viví en medio de los hombres de aquel tiempo, y así fue siempre.

El mundo a menudo ha sido purificado de su corrupción por mi infinita bondad hacia la humanidad. Y entonces continuaba a escoger algunas almas en las cuales me complacía para que, por medio de ellas, pudiera deleitarme con mis criaturas, los hombres.

Le prometí al mundo el Mesías. !Qué no he hecho para preparar su venida, mostrándome en las figuras que lo representaban hasta mil y mil años antes de su venida!

Porque, Quién es este Mesías? De dónde viene? Qué hará en la tierra? Quién viene a representar?



El Mesías es Dios. - Quién es Dios? Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

- De dónde viene, o mejor dicho, quién le ordenó venir en medio de los hombres? Yo, su Padre, Dios.

- A quién representará en la tierra? A su Padre, Dios.

- Qué hará en la tierra? Hará conocer y amar al Padre, Dios.

- No dijo?:

"No sabéis que es necesario que me ocupe de las cosas del Padre mío?" (" nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?" S. Lucas, c. 2 v. 49). "He venido sólo para hacer la voluntad del Padre mío" "Todo lo que pediréis al Padre mío en mi nombre os lo concederé" "Le rezaréis así: Padre nuestro que estás en los Cielos..." y más adelante, dado que vino para glorificar el Padre y hacerlo conocer a los hombres, dijo: "Quién me ve, ve a mi Padre" "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" "Nadie viene al Padre sino es por medio de mí" "Nemo venit ad Patrem nisi per me" - (S. Juan c. 14 v. 6). "Quienquiera esté conmigo está también con el Padre mio", etc., etc. Oh hombres, concluid que por toda la eternidad he tenido solo un deseo, hacerme conocer y amar por los hombres, deseando incesantemente de estar con ellos.

Queréis una prueba auténtica de este deseo que tengo y que apenas he explicado?

Por qué le ordené a Moisés que construyera el tabernáculo y el Arca de la Alianza si no es porque tenía el deseo ardiente de venir a vivir, como un Padre, un hermano, un amigo de confianza, con mis criaturas, los hombres? Y a pesar de esto me olvidaron, me ofendieron con culpas innumerables. Sin embargo, para que se recordaran de Dios, su Padre, y del único deseo que tiene de salvarlos, le di mis mandamientos a Moisés para que teniéndolos y cumpliéndolos se recordaran del Padre infinitamente bueno, todo absorto en la salvación de ellos, salvación presente y eterna.

Todo esto cayó otra vez en el olvido y los hombres se hundieron en el error y en el temor, considerando que cansaba mucho el cumplir con los mandamientos, así como los había transmitido a Moisés. Hicieron otras leyes, que iban de acuerdo con sus vicios, para poder cumplirlas más fácilmente. Poco a poco, con el temor exagerado que tenían de mí, me olvidaron aún más y me llenaron de ultrajes.

Y sin embargo, mi amor por estos hombres, mis hijos, ni siquiera se ha detenido. Cuando constaté bien que ni los patriarcas, ni los profetas habían podido hacer que los hombres me conocieran y me amaran, decidí venir yo mismo.

Pero, cómo hacer para encontrarme en medio de los hombres? No había otro medio que el de ir yo mismo en la segunda persona de mi divinidad.



Me reconocerán los hombres? Me escucharán?



Para mi nada del futuro estaba escondido; a estas dos preguntas respondí yo mismo:

"ignorarán mi presencia aun estando cerca de mí. En mi Hijo me maltratarán, a pesar de todo el bien que les hará. En mi hijo me calumniarán, me crucificarán para hacerme morir".



Me detendré por esto?

No, mi amor por mis hijos, los hombres, es demasiado grande.



No me detuve allí: reconoceréis bien que os he amado más que a mi Hijo predilecto, por así decir, o para decirlo todavía mejor, más que a mi mismo.

Lo que os digo es totalmente verdadero, que si hubiese bastado una de mis criaturas para expiar los pecados de los otros hombres, por medio de una vida y una muerte semejante a la de mi Hijo, hubiera titubeado. Por qué? Porque habría traicionado mi amor haciendo sufrir a una criatura que amo, en vez de sufrir yo mismo en mi Hijo. No he querido nunca hacer sufrir a mis hijos.

Este es, en breve, la historia de mi amor hasta mi venida, por medio de mi Hijo, en medio de los hombres.

La mayor parte de los hombres conoce todos estos hechos, pero ignora lo esencial: es decir, !que fue el amor el que condujo todo!

Sí, es el amor, es esto lo que quiero hacerles notar. Ahora este amor está olvidado. Quiero recordárselos para que aprendan a conocerme así como soy. Para que no estéis atemorizados como esclavos, con un Padre que os ama hasta este punto.

Mirad, en esta historia estamos sólo al primer día del primer siglo, y quisiera conducirla hasta nuestros días: hasta el siglo XX .

!Oh, cómo los hombres han olvidado mi amor de Padre! !Y sin embargo os amo muy tiernamente! En mi Hijo, es decir en la persona de mi Hijo hecho hombre, !qué no he hecho todavía! La divinidad en esta humanidad se veló, quedó pequeña, pobre y humillada. Conduje con mi Hijo una vida de sacrificios y de trabajo. !Recibí sus oraciones para que el hombre tuviera un camino trazado y caminara siempre seguro en la justicia, para que llegase hasta mi.!

!Cierto, puedo muy bien comprender la debilidad de mis hijos! Por esto le pedí a mi Hijo que les donara los medios para levantarse después de las caídas. Estos medios los ayudarán a purificarse de los pecados, para que sean todavía los hijos de mi amor. Principalmente son los siete sacramentos y sobre todo el gran medio para salvarse que es el Crucifijo, que es la Sangre de mi Hijo, que en cada instante se derrama sobre vosotros, siempre y cuando lo queráis, ya sea con el sacramento de la penitencia, ya sea con el santo sacrificio de la Misa.

Mis queridos hijos, desde hace veinte siglos os colmo de estos bienes con gracias especiales y !el resultado es mísero!

!Cuántas criaturas mías, que se han vuelto hijas de mi amor por medio de mi Hijo, se han lanzado muy rápidamente en el abismo eterno! En verdad, no han conocido mi infinita bondad, !Yo os amo mucho! (expresión preferida por Sor Eugenia y que se repite a menudo).

Por lo menos vosotros, que sabéis que he venido personalmente para hablaros, para haceros conocer mi amor, por piedad de vosotros mismos no os lancéis en el precipicio. !Yo soy vuestro Padre!

Es posible que después de haberme llamado Padre y de haberme demostrado vuestro amor, encontréis en mi un corazón tan duro y tan insensible que os deje perecer? !No, no, no lo creáis! !Yo soy el mejor de los padres! !conozco las debilidades de mis criaturas! !venid, venid a mí con confianza y amor! Y yo perdonaré después de vuestro arrepentimiento. !Aunque vuestros pecados fueran repugnantes como el fango, vuestra confianza y vuestro amor me los harían olvidar, y así no seréis juzgados! Yo soy justo, es verdad, pero !el amor paga todo!

Escuchad, hijos míos, hagamos una suposición para que tengáis la seguridad de mi amor. Para mi vuestros pecados son como el hierro y vuestros actos de amor como el oro. !Aunque me entregarais mil kilos de hierro no sería tanto cuanto si me donarais diez kilos de oro! Esto significa que con un poco de amor se rescatan enormes iniquidades.

Este es un pequeñísimo aspecto de mi juicio sobre mis hijos, los hombres, todos sin excepción. Por lo tanto hay que llegar hasta mí. !Yo estoy tan cerca de vosotros! Entonces, es necesario amarme y glorificarme para que no seáis juzgados, o por lo menos para que seáis juzgados con amor infinitamente misericordioso.

!No lo dudéis! Si mi corazón no fuera así !habría ya exterminado el mundo cada vez que se hubiese cometido el pecado! Mientras que, vosotros, sois testigos, en cada instante se manifiesta mi protección, mediante gracias y beneficios. Podéis concluir que existe un Padre sobre todos los padres, que os ama y que no cesará nunca de amaros, siempre y cuando lo queráis.



Vengo en medio de vosotros por dos caminos: !La Cruz y la Eucaristía!



La Cruz es el camino que baja en medio de mis hijos, porque es por medio de ella que os hice redimir por mi Hijo. Y para vosotros, la Cruz es el camino que sube hacia mi Hijo, y desde mi Hijo hacia mí. Sin ella nunca podríais llegar, porque el hombre, con el pecado, ha atraído sobre sí mismo el castigo de la separación de Dios.

En la Eucaristía yo vivo en medio de vosotros como un Padre en su familia. Quise que mi Hijo instituyese la Eucaristía para hacer de cada tabernáculo un depósito de mis gracias, de mis riquezas y de mi amor, para darlos a los hombres, mis hijos.

Es siempre por estos dos caminos que hago descender mi omnipotencia y mi infinita misericordia.

... Ahora que he demostrado que mi Hijo Jesús me representa entre los hombres, y que por medio de él vivo constantemente en medio ellos, quiero demostraros también que vengo entre vosotros por medio de mi Espíritu Santo.

La obra de esta tercera persona de mi divinidad se cumple sin ruido, y a menudo el hombre no se da cuenta. Pero para mi es un medio muy idóneo para vivir, no só1o en cl tabernáculo sino también en el alma de todos los que están en estado de gracia, para establecer mi trono y vivir siempre como un verdadero Padre que ama, protege y sostiene a su hijo. Nadie puede comprender la alegría que siento cuando estoy a solas con un alma. Nadie ha comprendido todavía los deseos infinitos de mi corazón de Dios Padre de ser conocido, amado y glorificado por todos los hombres, justos y pecadores. Por lo tanto, son estos tres homenajes que deseo recibir de parte del hombre, para que yo sea siempre misericordioso y bueno, aun con los grandes pecadores.

!Qué no he hecho por mi pueblo, desde Adán hasta José, padre adoptivo de Jesús, y desde José hasta hoy día, para que el hombre me diese un culto especial, que me es debido, como Padre, Creador y Salvador! Sin embargo, !este culto especial, que he deseado tanto, no me ha sido todavía dado!

En el Éxodo podéis leer que hay que ensalzar a Dios con un culto especial. Sobre todo los salmos de David contienen esta enseñanza. En los mandamientos que yo mismo di a Moisés puse en primer lugar "Adorarás y amarás perfectamente a un solo Dios".

Bien, amar y ensalzar a una persona son dos cosas que van juntas. Dado que os he colmado de muchos bienes, !tengo, por lo tanto, que ser alabado por vosotros en modo particular!

Dándoos la vida !he querido crearos a mi imagen y semejanza! Por lo tanto, !vuestro corazón es sensible como el mío, y el mío como el vuestro!

Qué no haríais si uno de vuestros vecinos os hiciera un pequeño favor para complaceros? El hombre más insensible conservaría para esa persona un agradecimiento inolvidable. Cualquier hombre buscaría también lo que mayor placer le haría a esa persona, para recompensarla por el servicio recibido. Bien, yo, yo seré mucho más agradecido con vosotros, asegurando la vida eterna, si vosotros me hacéis el pequeño favor de glorificarme como os lo pido.

Reconozco que me alabáis en mi Hijo, y que existen algunos que saben elevar todo hacia mi por medio de mi Hijo, !pero son pocos! !Sin embargo no penséis que glorificando a mi Hijo no me glorificáis! !Claro que si, me glorificáis porque yo vivo en mi Hijo! Por lo tanto, !todo lo que es gloria para él lo es también para mí!

Pero yo quisiera ver al hombre glorificar a su Padre y Creador con un culto especial. Mientras más me glorificáis más glorificáis a mi Hijo, dado que, por mi voluntad, él se hizo Verbo encarnado y vino en medio de vosotros para haceros conocer a aquél que lo mandó.

Cuando me conozcas, amaréis, a mí y a mi Hijo predilecto, más de lo que amáis ahora. Mirad cuantas criaturas mías, que se han vuelto mis hijos por medio del misterio de la redención, no están en el prado que he establecido para todos los hombres, mediante mi Hijo. Mirad cuántos otros, y vosotros lo sabéis, ignoran la existencia de estos prados, y cuántas criaturas, que han salido de mis manos, y de las cuales yo conozco la existencia mientras que vosotros la ignoráis. !No conocen ni siquiera la mano que las ha creado!

!Oh, como quisiera hacerles saber que Padre Omnipotente soy para vosotros y como lo sería también para ellos con mis gracias! Quisiera hacerles transcurrir una vida más dulce con mi ley. Quisiera que fuerais a donde ellos en mi nombre y que les hablarais de mí. Sí, decidles que tienen un Padre que, después de haberlos creado, quiere darles los tesoros que posé. Sobre todo decid que pienso en ellos, que los amo y quiero darles la felicidad eterna. !Ah! Os lo prometo: los hombres se convertirán más rápidamente.

miércoles, 18 de julio de 2012

Revelaciones a Padre Juan


20 Agosto 2011

Mensaje de Dios

 A MIS HIJOS OBEDIENTES
Amaos, amaos, amaos; íntimamente unos a otros en el amor de Mamita María, vuestra amorosa capitana. Míos, entre vosotros, con vosotros, para vosotros sólo el amor: ese es el fundamento esencial. el dulce, tierno y poderoso amor; seréis invencibles si os amáis en el corazón de Mamita María. Ella fue invencible porque amó; todo lo vivió desde el amor, todo lo sufrió desde el amor, más aún ella también se crucificó por amor; nunca la pudo tocar el mal ni en lo más mínimo por que su vida sólo fue amarme, amarme, amarme en mi Hijo querido. Imitadla en tan excelso grado de amor. Míos, míos y siempre míos: conformad bajo mi poder amoroso un gran ejército de amor; un escuadrón poderoso e invencible de amor. Conformad la grandeza de los soldados valerosos bajo el estandarte de María Reina; seréis invencibles en mi Divino Amor y misericordia. El enemigo ha bajado con furia dando golpes destructivos sobre esta pobre humanidad; cuantas cosas vendrán más sobre el mundo por su soberbia y abandono de Mi Presencia. El enemigo pidió tiempo para golpear con furia este soberbio mundo y aunque tanto me duela mi corazón paternal ha sido el mismo hombre quien ha invitado al dragón infernal a vivir íntimamente con él. Con dolor y tristeza veo como el hombre creado por mi más grande amor, se aleja más y más de mí. Todo lo que pasa en la humanidad en todos los niveles, tanto espirituales como naturales, son para llevar al hombre a volver a mí, pero nada, su lejanía toca los mismos infiernos y su desobediencia hiere mi corazón; y si le he permitido al dragón infernal sus maldades, es para advertirle al mundo que debe convertirse a mi amado corazón, siempre abierto a la misericordia, pero cada día se aleja más y más y el infierno abre sus fauces nauseabundas para tragar a la humanidad. ¡Ay! cuantos mueren diariamente y se van al lugar de las profundidades por no haber aceptado mi más grande misericordia. ¡Ay! cuanto más daré plazo a esta pobre humanidad, y cuantas cosas pasarán más graves aún en todos los niveles del mundo, que vosotros veréis, y nadie se convierte por que los grandes del mundo ven todo tan natural, y peor aún, los mismos jerarcas ven todo como sí fuera común que pasara; se ve que nunca leen las sagradas escrituras. Sólo a los humildes, de rodillas, desvelo mis misterios. Míos: y cuanto odio en sus entrañas infernales os tiende cada día el fatal enemigo.  Se revuelve en su furia buscando como haceros daño; Vosotros mis niños sólo debéis obedecer, creed y obedeced, creed y amad, creed y sed humildes, creed y perseverad, creed y reparad, creed y luchad, creed como bebes en los brazos de su mamita; no os preocupéis, el enemigo como rayo arde de furia y se desgañita buscando destruiros pero sois míos, os lo aseguro y garantizo. Sed míos y sólo míos, manteneos así: firmes y valientes y no podrá contra vosotros, yo responderé por vosotros en el Corazón valiente de vuestra Reina y Capitana. Sólo os pido fidelidad y obediencia a todo los que os he dicho y mandado; Sed muy humildes y obedientes.  Lastima que la Iglesia Santa dejó de escuchar mi voz, para buscar sus propias voces e intereses y estructurarse a su manera y no a mi voluntad; mirad con dolor como el enemigo se ha infiltrado en mi Santa Iglesia y como la jerarquía sólo vive acomodada a los placeres y deseos del mundo. ¡Ay! cuanto llora mí corazón por mi Iglesia Santa. Son tan pocos los que me aman. La falsa modestia, la falsa tolerancia, la falsa diplomacia, la falsa relación con el mundo entre otras cosas, han hecho de mi iglesia el hazme reír del demonio; cuanto se burla de mi iglesia y su jerarquía, viendo que ya ni me invocan y que sus oraciones son hechas por cumplir y no por amor. Cuanto se mofa el pérfido enemigo de mi Iglesia, cuanto goza viéndola revolcarse con el mundo y sus placeres, porque los que dirigen mi iglesia prefirieron su voz a mi voz y sólo viven preocupados de que el mundo los acepte y dejaron así de predicar la verdad, la única verdad. Ya muchos de mis ministros son sólo funcionarios vendidos al mundo y sus placeres, que apóstoles de mi reino. ¡Que dolor! Como se ha compaginado en mi Iglesia la mentira como verdad. Ya no se creen en las verdades del evangelio, sino en las falsas teologías modernas, que se creen más grandes y capaces de interpretar lo que es sagrado. ¡Que dolor! sentir a los pastores de mi rebaño negando la misma palabra de mi hijo en el Santo Evangelio. Hay muchos que se creen dioses, capaces hasta de negar la presencia de mi Hijo en el Santísimo Sacramento, o hasta lo que se ha llegado en mi Santa Iglesia, de dejar que personas que no han sido consagrados, osen tomar en sus manos lo más sagrado en el cielo y en la tierra, como es la presencia de mi hijo, tanto dándolo como recibiéndolo, profanando así la grandeza de mi Hijo, que ni siquiera María se atrevió a tocar en su divina presencia Eucarística. Ni los coros angélicos se atreven a mirar a mi Hijo; pero los jerarcas con falsedades, llevados por el mal lo han hecho y cuanto duele mi corazón. Es un pecado que clama venganza al cielo como muchos otros; o de aquellos que se creen que pueden hasta decir que el demonio no existe como si fueran dioses. Estúpidos corazones abandonados y esclavos de las garras del mal, como lo hicieron vuestros primeros padres. ¡Ay! En los seminarios y casas de formación religiosa ya poco o nada se vive la verdad: son formados por sus propias conveniencias y los demonios han puesto firmes moradas en estos centros, porque sus oraciones son tan pocas y las pocas tan vacías y las vacías sin amor. Ya no se vive la verdad. ¡Cuantos escándalos!, cuantos se ven cada día y cuantos se vienen peores para mi Iglesia.  Esto es un signo claro que la formación para la vida consagrada está fallando casi en su totalidad. Lo que más me duele es que nadie hace nada y los que desean, son acallados por los que piensan que el poder que Yo les di, es para mandar arbitrariamente y no en la verdad; y muchas cosas más que me duele sentirlas en este momento y mejor no me refiero a ellas por que me duele. Aún así los amo tanto y espero cada día con ansia su conversión. Si os digo todo este es para que oréis, oréis y reparéis. Orad,  orad y reparad: nunca juzguéis; vosotros firmes en la verdad. ¡Firmes! Firmes en la verdad de la sagrada escritura, firmes en la fe verdadera de mi Santa Iglesia, ¡firmes mis soldados valientes;  ¡De vosotros, por que la respuesta es vuestra! ¡Firmes mis niños, nunca crezcáis! Sólo escuchad la voz de vuestro Padre Celestial que os ama. ¡Humildes, muy humildes en mi corazón, como vuestra Mamita María! ¡Os amo tanto, tanto, Cada día haced que mi corazón sonría al sentir vuestro corazón firme en la fe y en la verdad; hacedme sentir orgullso Os amo, sed muy humildes. Muchas otras cosas os comunicaré si permanecéis firmes. Parte de este mensaje podéis darlo a conocer a otras personas de vuestra confianza, todo con el fin de que se acerquen más a mi divina misericordia. ¡Míos, sólo míos, sólo míos! Dadme vuestro corazón y dejad que yo palpite en vosotros, dejadme ser vuestro amor, vuestro único amor. Dejadme palpitar en vosotros, mis niños. Os amo tanto, tanto mis bebes preciosos. Os doy todo mi amor en el corazón de vuestra Reina y Capitana Divina María. Amadla con tanta entrega, que sequéis sus lágrimas por esta pobre humanidad. Os amo míos. Míos, míos. Niños de mi predilección.          Al P.J


lunes, 16 de julio de 2012

Virgen del Carmen



Nuestra Señora del Carmen es una de las advocaciones de María mas extendidas en el mundo. Es patrona de diferentes países, entre ellos Chile e Israel y de cientos de ciudades. También es patrona de los pescadores y navegantes, y de la Marina.
Desde que los antiguos ermitaños se establecieron en el Monte Carmelo, los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.
A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo.
Desde su monasterio, en el principio, no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, no respondían a una imagen en especial. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
La fiesta de Nuestra Señora del Carmen es el 16 de julio, ya que según la tradición, fue el 16 de julio de 1251 la fecha del regalo del escapulario por parte de la Virgen a San Simón Stock.


PALABRAS DE BENEDICTO XVI, 15-VII-06
“El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein).
Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña», y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor.
A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta].
Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración.”

viernes, 13 de julio de 2012

No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra... (27-Junio-2012)




Jun 27_12 No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra...
Rosario vespertino
Temas:
  • Os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador.  
  • Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación.
  • En Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí.
  • Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal.
  • Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador.
Hijitos, ciertamente se os hace difícil aceptar Mi Voluntad, porque muchas veces va en contra de vosotros mismos, de vuestros intereses, de vuestras decisiones, pero recordad que Yo no pienso como piensa el hombre. Mi Pensamiento es Sabio, Mi Pensamiento es constructivo, Mi Pensamiento es de Vida, Mi Pensamiento es de Amor.
Vosotros, al estar afectados por el Pecado Original, no pensáis de esta forma y, especialmente, cuando estáis alejados de Mí, vuestro pensamiento se vuelve destructivo o materialista. Vosotros cambiáis continuamente de manera de pensar, de manera de actuar y Yo no, Mis pequeños. Yo Soy estable en Mi Ser, pero vosotros no entendéis la forma en cómo actúo Yo, y no entendéis que todo lo que Yo deseo para vosotros es para vuestro bien.
Buscáis muchas cosas alrededor de vuestra vida que os van a llevar a una destrucción, espiritual, principalmente y, a veces, entre pueblos, o física, haciéndoos daño en lo personal.
Yo busco lo mejor para vosotros y vosotros no lo entendéis, porque buscáis lo que vuestros sentimientos o vuestras necesidades, mundanas o desviadas, están queriendo tener, pero Yo no actúo así, Mis pequeños, y tengo que ir en contra de vuestros pensamientos o de vuestra manera de ser, porque no es la correcta. Yo quiero la salvación de todos vosotros, Yo quiero que vosotros paséis sobre la Tierra, como si fuera el Paraíso que tenían vuestros Primeros Padres, pero vosotros os alejáis de Mí y, ciertamente, voy tras de vosotros, buscando vuestra conversión, buscando vuestra salvación, buscando vuestro Bien eterno y, por eso, os digo que vuestros pensamientos no son los Míos, porque vosotros estáis nada más buscando lo que necesitáis dentro de vuestro tiempo y Yo estoy buscando lo que necesitáis para vuestro futuro eterno.
Es por eso que vuestros pensamientos no serán nunca como los Míos, porque estáis muy limitados, estáis nada más buscando lo que va a ser vuestro bien terrenal y vuestro bien terrenal es muy limitado, es egoísta, no buscáis realmente lo que os va a santificar y Yo sí estoy buscando vuestra santificación.
Por eso os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador. Os amo, Mis pequeños, confiad en Mí plenamente.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación.
Hijitos Míos, pronto se os olvida todo lo que Yo hice por vosotros para vuestra salvación eterna. Si tan solo vosotros meditarais, cuando menos quince minutos diarios, en pensar en Mí, en vuestro Hermano Jesucristo, en todo lo que hice por cada uno de vosotros, no solamente en Mis momentos de dolor, sino también en Mis momentos bellos, cuando Yo hacía Milagros por vuestros hermanos, cuánto gusto Me daríais.
Hay tantas y tantas cosas, tantos pasajes en las Escrituras, que vosotros podríais meditar por horas, por días y lo desperdiciáis esto, Mis pequeños.
Quince minutos diarios os llevarían a la santidad de vida, os llevarían a tener un lugar muy cercano al Corazón de Mi Padre, en el Reino de los Cielos, eternamente, porque os volveríais otro Cristo. Comprenderíais mejor todo lo que Yo hice por vosotros, os daría la Luz Divina, Luz de Sabiduría, para que entendierais mejor las Escrituras, y entendierais mejor Mi posición como Salvador y Redentor de cada uno de vosotros.
Mis pequeños, es tan grande, tan bello lo que Yo hice por cada uno de vosotros. Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación, pedía para que tuvierais Luz, Luz Divina y que pudierais vosotros comprender lo que es el Amor Divino, que vosotros no tenéis o no queréis tener aquí en la Tierra, porque preferís los amoríos mundanos a conocer el Amor Divino que os daría una Luz inmensa para que pudierais comprender lo que es vuestro Dios, lo que es vuestra eternidad, lo que es vivir realmente sumergidos en la Voluntad de la Santísima Trinidad.
Tratad, Mis pequeños, empezad aunque sea un minuto a diario, recordándoMe, agradeciéndoMe, buscándoMe, tratando de encontrar el Conocimiento Divino, que no está escondido, sino que está a la luz de las Escrituras para que todos vosotros lo podáis entender. Tratad, Mis pequeños y Yo os iré llevando, cada vez más, a que vayáis buscándoMe y veréis que el tiempo será corto después, que buscaréis estar más tiempo Conmigo, porque ya la Luz del Conocimiento, la Luz de Sabiduría os hará entender y amaréis lo que Yo hice por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: En Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí.
Hijitos Míos, en Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí, ya sea bueno o ya sea malo. Ya sea bueno, para que tenga su premio eterno, ya sea malo, para que obtengan su castigo eterno.
Todo lo que viene de Mí, Mis pequeños, produce unión y vosotros lo veis, primeramente, en vuestra vida. Lo veis con vuestra familia, lo veis con los que os rodean.
Meditad, Mis pequeños, si vosotros producís unión dentro de vuestro hogar, dentro de la oficina, dentro de donde trabajáis, dentro de la sociedad. ¿Realmente estáis actuando como en Mi Santísima Trinidad o estáis apartando los corazones? Satanás es lo que ha hecho, satanás destruye, separa, mata, no busca unión y vosotros también lo estáis viendo actualmente, cómo alrededor del mundo hay desunión, guerras, ataques de unos contra otros. Os peleáis por un mendrugo de pan, os peleáis por tener más que los demás, os peleáis por tener un puesto más alto. Vosotros mismos estáis divididos en vuestro interior.
Mis pequeños, debéis uniros a Mí, vuestro Dios, debéis ir desechando la maldad que habita en vuestro corazón, debéis luchar contra eso aunque, ciertamente, lo lleváis dentro de vuestro ser por el Pecado Original. Vosotros, si os lo proponéis, sacaréis una buena parte de lo malo que tenéis dentro de vosotros y Yo os ayudaré a que encontréis vuestra perfección y, de esta forma, vuestros actos, cada vez serán  más bellos, para que os podáis presentar ante Mí, de vuestra mejor forma e inmediatamente después de una pequeña purificación, os unáis eternamente en Mi Santísima Trinidad.
Luchad pues, Mis pequeños, por alcanzar ésa perfección a la que todos vosotros estáis llamados. Buscad la unión, de todos los que os rodean, con vuestra oración, buscad la unión de todos los pueblos de la Tierra, buscad la unión con el Universo entero. No estáis solos en el Universo, buscad la unión, Mis pequeños, de un solo Amor, de un solo Corazón, todos vosotros Conmigo, en Mi Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal.
Hijitos Míos, en estos momentos el Universo entero se convulsiona, no solamente es la Tierra la que está padeciendo ésta convulsión, que le llevará a su purificación por el Pecado Original, por la tentación de satanás. Toda la Creación fue afectada, todo ha sido afectado en el mal y, lo que estáis viendo y veréis en los cielos, es parte de la convulsión que se está dando a nivel Universal, a nivel planetario. No se os permitirá conocer todo en estos momentos, todo lo que sucede fuera de la Tierra, porque no soportaríais tanto cambio, tanta maldad, cómo satanás ha tratado de destruir Mi Obra de Creación.
Ciertamente que no conocéis vosotros las capacidades satánicas en pleno y que tampoco voy a permitir que se dé sobre vosotros, porque no sobreviviríais, por eso, os pido tanto vuestra donación a Mi Santísima Voluntad, vuestra donación a través de la oración, a través de vuestras buenas obras, a través de vuestros pensamientos sanos y santos. Yo quiero que cada uno de vosotros sea verdaderamente bueno, por eso os he pedido ser otros Cristos, porque la salvación y el cambio, con la donación de Mi Hijo, fue Universal.
Satanás está tratando de destruir todo lo creado y por eso viene Mi Hija, Pequeña, una Pequeña Creatura, a la que no quiso obedecer satanás por ser una Creatura, él, siendo un arcángel se sentía infinitamente mayor que Ella y por eso, ésa Pequeña Creatura le va a aplastar su cabeza, le va a aplastar su soberbia.
Vosotros, siendo hijos de Nuestra Pequeña Creatura, María, la Siempre Virgen, que es inmensamente superior a cualquier arcángel, os da el ejemplo para que vosotros también crezcáis ante Nuestros Ojos, ante Nuestra Santísima Trinidad.
Ella alcanzó de Nosotros tantas Bondades, Gracias, Bendiciones, Dones, Virtudes, por su Humildad, que vosotros, debéis seguir Su ejemplo. ¿Por qué vosotros, si sois infinitamente inferiores a Nuestra Creatura amada, la Virgen María, os creéis superiores a Ella y aún a los mismos ángeles y arcángeles? Vosotros estáis actuando como satanás, os estáis llenando de soberbia y cuando os llenáis de soberbia, ya no aceptáis Mis Mandatos, Mis Leyes, Mis Órdenes. No confiáis en Mi Amor, no lo queréis tomar para vosotros mismos, no os queréis llenar de él para darlo a vuestros hermanos. Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal, donde vendrá el Juicio de los buenos y los malos. ¿Cómo está vuestro corazón? ¿Cómo son vuestros actos? ¿Cómo respetáis Mis Leyes y Mi Amor?
Tened cuidado pues, Mis pequeños, con vuestro actuar actual y el del futuro cercano, porque os estáis jugando vuestra eternidad. Si sois malos, si os habéis llenado de la maldad de satanás, le seguiréis a él eternamente. Tened cuidado, Mis pequeños, os amo, pero vosotros no queréis amarMe, vuestra maldad os ha llenado de obscuridad y no pensáis correctamente.
Venid a Mí, para que tengáis ésa Luz Divina y veáis la realidad de vuestra Creación, de vuestra misión, de vuestro propio ser, os quiero a todos, os quiero a todos de regreso.
Vosotros, los que habéis buscado el Bien, orad por vuestros hermanos que viven en el error, que satanás les ha obnubilado su mente a tal grado, que no quieren conocer la Verdad, la niegan, la atacan, ayudadles, Mis pequeños, son vuestros hermanos, éste es tiempo de Amor, éste es tiempo de ayuda, éste es tiempo de salvación.
No veáis esta purificación como destructiva, sino es tiempo de salvación para aquellos que viven en el mal. Si vosotros, los que Me decís que estáis en el Bien y buscáis el Bien, demostradlo, orando por vuestros hermanos que viven en el mal y salvadles, para su gozo eterno.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.
Hijitos Míos, ya se os ha explicado cómo satanás ataca usando una piel de oveja, o sea, aparentando un bien para todos vosotros y os engaña, de tal forma, que vosotros realmente creéis, de corazón, que ése bien os ayudará, pero os prevengo, Mis pequeños, de que satanás ha afectado a muchos de vuestros hermanos y aún a hermanos vuestros, que llegarán después, -de vuestros cielos-, hermanos caídos, hermanos afectados por el pecado de satanás, que os tratarán de engañar y os llevarán a un pecado mayor y es principalmente la separación de Mí, de Mi Ser, de Mi Pensamiento, de Mi Amor para con vosotros.
Mis pequeños, mucho mal viene hacia vosotros, mucho mal ya está entre vosotros y vosotros no os estáis protegiendo debidamente. Se os ha venido previniendo desde muchos años atrás de todo el mal que sufriréis y que podríais haber aminorado, pero no tomasteis en serio Mis Palabras. Mi Hija, la Siempre Virgen María, se preocupó también por advertiros de lo que pasará o de lo que podría pasar en vuestro mundo, pero no habéis querido entender. Muy pocos tomaron en cuenta Nuestras advertencias, Nuestros consejos y cambiaron de vida y empezaron a vivir vida de oración, mientras muchos otros llevan vida de falsedad, de error, de pecado.
Mis pequeños, Soy un Dios Sensible, Mi Misericordia es Infinita y hablar de Misericordia, Mis pequeños, es hablar de ésa sensibilidad en el Amor. Con un arrepentimiento de corazón, podríais cambiar todo, podéis constatarlo en las Sagradas Escrituras. Cuando se le anunciaba a un rey, a un pueblo, su mal proceder, se rasgaban las vestiduras, aceptando sus pecados, su error, dormían en el suelo, se cubrían con sayal y ceniza, imponiéndose una penitencia, para que Yo olvidara sus pecados. Ciertamente, sus pecados eran enormes y con ése pequeño sacrificio y penitencia que se permitían en su ser, Yo los perdonaba.
Los pecados de ahora, Mis pequeños, ciertamente también son enormes pero, Mi Misericordia, también es inmensa. Yo podría perdonaros y protegeros de los ataques tan fuertes de satanás, pero no entendéis. Haced penitencia, aceptando vuestros errores y pidiendo perdón por ellos, de corazón, y veréis cómo podréis gozar de Mi Misericordia y de Mi Perdón, pero si no queréis hacer caso, a Mis peticiones, que os convienen para vuestro bienestar, tendréis que padecer vuestro error. No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra, nunca antes se ha dado algo como lo que veréis, pero no queréis entender, vuestra soberbia no os permite razonar éstas Palabras que salen de vuestro Creador, vuestro corazón no se mueve al arrepentimiento, no se mueve a la conversión. El dolor, os moverá hacia vuestra conversión, hacia vuestro arrepentimiento, os arrodillaréis, ya no buscando el perdón de corazón, sino os arrodillaréis con temor, ciertamente, buscando Mi Perdón, pero con temor, con terror de que no seáis tocados por el mal tan fuerte que caerá sobre vosotros.
Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.
Gracias, Mis pequeños.