Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
7 de diciembre de 2013 – 1er sábado
Queridos hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos, que alegría Yo siento en estar aquí y encontraros reunidos en oración por las almas del Purgatorio y por la paz mundial.
Veo el Purgatorio tan lleno, todos los días llegan más almas sufridoras y pienso si ellas hubiesen escuchado la Palabra de Dios, con corazón abierto, dispuesto a aprender cómo no pasar por el Purgatorio, ellas no estarían tristes porque habrían merecido pasar directo por la puerta del Cielo. Cómo es triste el sufrimiento de ellas, ellas ya saben que van para el Cielo, pero todavía tienen que pasar la purificación. Nos saben cuánto tiempo tienen que esperar por esto están tristes, muy tristes. De Mis ojos corren lágrimas por ellas.
Mis hijos, todos los días rezad por ellas, estad atentos para no olvidar que Yo os pedí estas oraciones por ellas.
Sabéis queridos hijos, que Yo no estoy sola con vosotros, en todos los lugares Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo está presente y Yo, los Santos y los Angeles estamos también porque somos la Familia que todavía no está completa, estamos aquí para buscar el resto de la Familia de Dios. Somos todos nosotros los que Lo amamos, creemos en El y queremos vivir eternamente con El en el Cielo.
El Me envió al mundo para rezar con vosotros, alertaros porque el tiempo de esta división se está cerrando. Mientras sois pecadores no podéis todavía estar unidos en el Cielo.
Entonces, vos sois la parte que no puede todavía vivir la alegría del Cielo, es necesario que renunciéis definitivamente al pecado para juntarnos en el Cielo.
Las personas de vuestras familias en la tierra que ya llegaron al Cielo, ya están contentas porque llegó la hora de todos dejar este mundo tierra y subir para el Cielo.
Cuando dio llegó la hora, no significa la hora de la tierra, significa un tiempo final de la humanidad pecadora entrar en el tiempo de la humanidad purificada, santificada, entrar en la eternidad.
El tiempo para Dios es diferente del tiempo de la tierra. Porque Dios es Eterno El sabe cuánto todavía dura vuestra vida en la tierra. Un día para Dios puede ser muy diferente de lo que es para vos.
Entonces, esta hora que os hablo puede ser un tiempo mayor que una hora, mayor que un día, mayor que un año, o más, lo importante es que os quedéis sabiendo que esta hora significa último tiempo que el hombre tiene para convertirse.
Felices los que piensan que es un tiempo corto y piensan en convertirse, se confiesan y no pecan más. Los acomodados piensan que puede ser un largo tiempo, después ellos piensan en confesar, en reparar sus pecados y prepararse para encontrarse con Dios. Pobres hijos, nadie sabe cuál será la hora de este encuentro, puede ser en cualquier momento.
Sólo quiero que vos recordéis que el Purgatorio es un lugar triste, de mucha soledad y nadie que llega allá sabe cuándo va a salir.
Mis hijos, la cosa más grave que os revelé sobre el Purgatorio fue la falta de interés de los pecadores que no escucharon la Palabra de Dios en la vida en la tierra. Si ellos hubiesen escuchado y plantado dentro del corazón, habrían ayudado en la Evangelización y ya estarían en el Cielo.
Para vos dejo esta alerta, escuchéis el Santo Evangelio y seáis discípulos de Jesucristo practicando y enseñando a todos los que necesitan. Seáis buenos porque Dios es bueno, seáis obedientes, seáis ejemplos del Santo Evangelio, seáis un espejo para el Cielo mostrar al mundo las grandes maravillas que existen allá y que si vos vencéis las tentaciones, no os quedareis tristes al dejar este mundo, al contrario, sentiréis alegría de saber que el Reino de Dios es un Reino donde sólo existe amor, felicidad y justicia verdadera.
Debéis subir la cabeza erguida sabiendo que Dios os libertó de todo sufrimiento, toda tristeza, toda soledad. Dios os recibirá de brazos abiertos, apresuraos en renunciar al pecado para entrar en la eternidad.
La Vida eterna en los brazos del Padre, en el Amor del Hijo y en la Luz del Divino Espíritu Santo y Me abrazareis felices porque podremos decir con alegría:- Nada más nos separa, somos una familia ahora completa y feliz para siempre en el Reino del Cielo.
Mis hijitos, vamos a prepararnos para la Santa Navidad, procurando hacer más obras de misericordia, y vamos a pedir a Mi Divino Hijo, el Niñito Jesús, que derrame sobre el mundo el Espíritu Santo, fortaleciendo toda la humanidad, para que ella sea vencedora en todas las batallas de aquí en adelante, que el amor crezca dentro de vos y que vuestros corazones se abran ahora más que nunca antes para escuchar las instrucciones que vos necesitáis para seste tiempo de purificación del mundo.
Esto es lo que vengo a revelaros en este día tan lindo que es el primer sábado, cuando las almas son liberadas del Purgatorio, pudiendo ver el Rostro de Dios.
Rezad para que vuestro ánimo aumente cada día más, no os quedéis abatidos, Dios quiere vuestra participación.
La Santa Palabra de Dios os lleva a meditar hoy sobre vuestra participación en la Salvación del mundo.
Todo pecador para merecer la Salvación necesita antes decidirse en aprender las Enseñanzas de Dios y enseñar lo que fuere posible, es como plantar un bosque, comienza con una semilla y luego se torna en una linda vegetación.
Rezad, rezad, rezad por los Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por los ateos y paganos, ofreced a Dios vuestras oraciones por la Salvación de ellos. Esto es agradable al Señor.
Rezad por la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, unión y oración para combatir la indiferencia en el mundo, la falta de respeto a Dios, la muerte de los inocentes, las enfermedades, las guerras. Ayudéis a los Santos Padres los Papas a buscar a los que están distantes. Este tiempo de apostasía será terrible, es necesaria mucha oración.
Yo os amo mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasil, no os quedéis elevándote con cosas inútiles, tu estáis al borde de un gran peligro. Catástrofes, lluvias torrenciales, muchos hijos desabrigados. Cuidéis de vuestras almas, brasileños, y dejéis las ilusiones fuera de vuestros corazones.
Todas las naciones, preparaos, el hambre y las enfermedades se esparcirán, solamente Dios puede ayudaros.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre de Jesucristo, el Salvador del mundo,
María, la Inmaculada Concepción.
Agradezco la presencia de todos y dejo Mi Corazón lleno de amor por vos y por el niñito que está presente.
Debéis meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Mt. 9: 35 – 10, 1: 6 – 8.
Mensaje a Darly Chagas
Mensaje de Nuestra Señora – María Llena de
Gracia
El Advenimiento del Nuevo Mundo – Palabras de
Nuestra Señora
El Ultimo Tiempo de Preparación para la Purificación de la Humanidad
8 de diciembre de 2013 – 2do domingo
de Adviento, Fiesta de la Inmaculada Concepción
Queridos
hijos, con mucho amor y cariño vengo a bendeciros en el Nombre del Padre, del
Hijo y del Divino Espíritu Santo.
Unidos a la
Santísima Trinidad, vamos juntos a buscar la verdadera Paz para el mundo.
Mis hijos,
agradezco a todos vos los lindos homenajes hechos as Mí en este día, en que la
Santa Iglesia conmemora la fiesta de Mi Inmaculada Concepción. Esto significa
que es una cosa que Dios quería para todo ser humano, el hombre nacer sin el
Pecado Original. Dios Me preservó del pecado y Me escogió para ser la
Madre de Su Divino Hijo Jesucristo.
Adán y Eva
fueron contaminados por el pecado, desobedecieron a Dios y lo pasaron a todas
las generaciones, este error fue creciendo, creciendo y atrayendo gran
sufrimiento para todas las generaciones.
Dios Me
preservó de este terrible acontecimiento que fue la contaminación del pecado.
Dios no ama al pecado, pero El no abandona a nadie, está siempre enseñando al
mundo cómo liberarse de este mal. El pecado es toda desobediencia a
Dios, todo hombre puede ser curado de este mal si renunciara a la desobediencia
y no pecar más.
Lucifer os
engaña, os domina y os incentiva a la desobediencia, porque perdió el
Cielo y quiere hacer que todos vos perdáis también el Cielo. Es por esto
que hoy el mundo está en gran peligro de ser castigado porque está
dejándose engañar por él y está ofendiendo más y más a Dios.
Dios Me
hizo pura, obediente, fiel, sumisa, El hizo de Mí Su Sierva, Soy aquella que el
sirve a Dios, con todo Mi amor, nunca Lo ofendí y vos debéis de aquí en
adelante esforzaros más para Agradarle y no Ofenderlo, quién sabe si todavía
podéis volveros puros, sin pecado.
Yo Soy la
que nació sólo para servirle a Dios, obedeciendo, siendo fiel, So la que Lo ama
verdaderamente por encima de todo lo que puede existir.
Nada en
este mundo fue motivo para Yo pecar, nací pura, sin ninguna mancha de pecado.
Soy toda purísima, Soy la Sierva del Señor, Aquella que fue creada para
Servirlo. Dios es para Mí, Mi Padre, Mi Señor, Mi propietario, sólo a El le
pertenezco, sólo a El dediqué y le dedico todo Mi amor, El es todo para
Mí.
Mis
hijitos, seáis también así, todavía es tiempo para entregaros a El, traed en
vuestras manos vuestra vida para entregarla a El antes que sea tarde. Seáis
fieles, puros de corazón, reconocedores de que recibisteis de El la mayor
riqueza y todavía podéis Agradecerle procurando no perder esta riqueza que es
mayor, vuestra vida. Seáis fieles, obedientes, responsables, no continuéis
ofendiendo a El. Todo lo tendréis bueno, no aquí en la tierra, sino que en la
Vida Eterna.
La vida en
la tierra es de poca duración, ella simplemente está contaminada por el pecado
y por esto tiene que pasar por una gran transformación para entrar en la
Eternidad. Tienen que ser curada, purificada y santificada y sólo conseguiréis
pasar por estas cosas, si fuereis capaces de dar testimonio de vuestra
decisión, si renunciáis al pecado porque todo pecado es muerte y quien ama al
pecado más que a la propia vida, pierde y muere para siempre. Muerte que es el
merecimiento del Infierno, separación del Amor de Dios.
Vos pecando
estáis muertos, estáis perdiendo el derecho de la Gracia de la vida, por esto
debéis regresar para Dios, arrepentiros de vuestros pecados y no pecar
mas. Seáis responsables, no continuéis ofendiendo a Dios, vos no tenéis más
mucho tiempo sobre la tierra, vuestros días están llenos de infidelidad,
procuréis corregir y no pequéis más.
Seáis
siervos fieles capaces de dar vuestra vida enteramente en las Manos de Dios. El
os purificará y os santificará, vos seréis sabios de una sabiduría completa no
cometeréis más ningún pecado.
El enviará
al Divino Espíritu Santo sobre la Santa Iglesia que sois vos todos los hijos
que El creó, todos los pueblos, transformando así vuestros corazones. Vos no
causareis más ningún mal a nadie, seréis humildes y simples, desapegados de
toda la desobediencia.
El os
perdonará si vos pedid a El perdón con verdadero arrepentimiento y entonces
recomenzareis vuestra vida de plena felicidad.
Es
necesario que ahora, en este final de tiempo, vos os desapeguéis de toda vida
material, confiando que Dios os da todo lo que vos necesitáis.
Muchas
veces vos pensáis que Yo no tuve dificultades para vivir en la tierra, pero
estáis engañados, porque debajo de Mi Divino Hijo Jesucristo, Yo fui la persona
que más sufrió, porque sufrí viendo a Mi Divino Hijo sufrir y sufro hasta ahora
viendo a vos que sois Mis hijos pecadores sufriendo.
Mi Divino
Hijo también fue perseguido por el demonio que quería Destruirlo desde cuando
estaba en Mi Vientre. Pero, Dios no permitió que él venciese, Jesucristo venció
la muerte y resucitó salvándoos.
Yo
acompañaba la vida de Mi Divino Hijo, no podía cambiar Su sufrimiento porque la
Mision de El era mayor que la Mía, tenía que suceder. El obedecía fielmente al
Padre porque era Dios, pero también era Hijo.
El Padre
determinó que era con sufrimiento que El salvaría a la humanidad.
Mis hijos,
la Santa Palabra de Dios os lleva hoy a meditar sobre la palabra siervo. Todos
debéis parar un poquito para escuchar esta palabra, mirar para ella y guardarla
dentro del corazón. Debéis plantar esta palabra dentro del corazón con amor y
cuidar de ella siempre.
Cuando se
planta en el suelo alguna cosa, una hortaliza, un árbol o apenas una semilla de
un fruto cualquiera, no se tiene la certeza de que ella va a fecundar, porque
depende de munchos cuidados, agua, sol y tierra fértil. Pero, cuando se planta
en el corazón del alma, que es tierra fértil, sabe que dentro de poco tiempo
nace una nueva esperanza, no fue perdida la plantación.
Por esto
hoy os invito a acoger dentro de vuestros corazones, de vuestras almas, la
palabra ‘siervo’. Deseo que todos sepan coger el fruto de esta palabra que os
da la condición de merecer la Salvación. Cuando el hombre consigue ser ‘siervo’
él aprende a valorar su vida, no la echa afuera, cuida de ella y tiene la
alegría de tenerla. El siervo agradece lo que recibe y cuida de lo que recibió
para no perder. Vos como Yo recibimos de Dios la vida y esta vida que
El nos dio es parte de la Vida de El porque él es Vida.
Entonces,
toda criatura tiene que decidir si quiere esta vida o no.
El siervo
se humilla, trabaja, y es responsable, no engaña, no se eleva por encima de
Dios y ni de los hermanos. El siervo escucha los consejos de Dios y agradece.
El siervo ama si exigir recompensa porque ama, fue creado sólo para amar, no
odia.
Veáis Mis
hijos, mirad alrededor de vos y veáis que la mayor parte de la humanidad
no sabe ser sierva. El mundo está sólo traicionando al Amor de Dios, el mundo
crucifica al Hijo Unigénito de Dios que también es Dios.
Vos sois
dependientes del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo. Somos hijos,
somos dependientes de Ellos para existir.
Dios todo
lo crea, todo sustenta. El nos da todo lo que necesitamos tanto para nuestras
almas como para nuestro cuerpo. Vos todos necesitáis hacer que vuestras vidas
lleguen hasta el Cielo y vuestros cuerpos merezcan también llegar al
Cielo.
Pero vos
diréis: - “¿Será que llegaremos allá? Es tan difícil porque vemos en el mundo
diferencias, unos son pobres, otros son ricos, unos son sordos, otros no lo
son, unos saludables, otros enfermos, unos ciegos, otros no, unos son mudos,
otros hablan, unos trabajan, otros no tienen trabajo, unos comen, otros no
comen, mueren de hambre, …” – y así iréis haciendo otras tantas preguntas. Pero
Yo os digo, esto es un desequilibrio. En verdad el mundo no está acercándose a
Dios, pero Dios nunca abandonó, está a la espera del regreso de todos vos para
El.
Venid y
trabajad para el Señor, cuidéis de vuestras almas y la igualdad llegará para
todos.
El pecado
es la causa del desequilibrio, cuando todos renunciéis a él, no habrá más
desigualdad en el mundo. Todos se abrazaran y sabrán darse en todo unos por los
otros.
Cuando
un hombre aprende a entregarse al comando de Dios, nada más es difícil para él, porque él aprende a hacer lo que
Dios habla para él hacer y escuchando el hombre vence.
Mis hijos,
viene ahí un tiempo de destrucción, de miserias, enfermedades, hambre, guerras,
tantas dificultades, pero si vos os entregáis a Dios, venceréis todo
esto, seáis apenas siervos del Señor, el cuida de todos los que Le
sirven.
Sabéis Mis
hijos, que la culpa de todo esto que viene llegando es vuestra desobediencia,
son los ‘Pecados Capitales’.
La fuerza
del mal está sobre el mundo, porque vos plantasteis dentro de vuestros
corazones la desobediencia a Dios. Vos atrajisteis esta fuerza sobre vos. Os alejasteis
de Dios y os aproximasteis al mal.
Esta fuerza
del mal quiere llevar al hombre a rebelarse en contra de Dios, él saca
la capacidad del hombre a humillarse y reconocer que necesita sólo de
Dios, nada más.
Vos estáis
cada día queriendo dirigir vuestra propia vida, pero no podéis, si así, estáis
sin Luz, porque fuera de Dios no existe Luz, es sólo oscuridad. Debéis luchar
contra de la oscuridad, sino no veréis lo que necesitáis ver, caires en el
Infierno.
Es esto lo
que vengo a revelaros hoy para vuestra conversión.
Seáis
siervos, humillaos y tendréis la Felicidad eterna.
Rezad,
rezad, rezad por los Santos Padres los Papas, Benedicto XVI y Francisco, por
todo el Clero, por los religiosos y religiosas, por toda la humanidad.
Rezad por
los ateos y paganos, seáis siervos, trabajad para ayudar en la Salvación de
todos los que todavía no han regresado a Dios.
Rezad por
la Santa Iglesia fundad por Jesucristo, llegó el momento más difícil
para la humanidad, que es desapegarse de las cosas materiales y cuidar de la
vida espiritual. Este es el momento de las grandes catástrofes, de las
grandes tragedias también, es momento de mucha hambre, muchas enfermedades y
los rumores de la gran guerra, la guerra mundial.
Y vos
veréis una gran tragedia muy pronto, todo esto fue atraído por el pecado del
mundo.
La
desobediencia humana, el hombre quiso ser más que Dios y entró donde no podía,
no pensó que podría en lo que podría causar con sus inventos y ahí viene la
consecuencia muy pronto.
Ayudéis a
los Santos Padres los Papas en este momento de mucha dispersión, hasta dentro de
la Iglesia, es necesaria más unión en esta hora.
Todos los
cristianos deben rezar para que la apostasía tenga fin.
Yo os amo
mucho y os cubro con Mi Manto de Amor.
Brasileños,
vos que tenéis buena voluntad para rezar, pongáis en vuestras manos el Santo
Rosario y recordéis que la Fuerza de Dios está sobre vos. Ayudéis
unos a otros, muchas tempestades están llegando, estad firmes en vuestra fe.
Preparaos, encendéis velas y rezad por todos.
Todas las
naciones, rezad, rezad, rezad, no será fácil para nadie, unión, oración, fe,
esperanza y mucha caridad. Confíen en el Amor de Dios por vos.
Ahora os
bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Divino Espíritu Santo, la Madre
de Jesucristo, el Salvador del mundo,
Maria,
la Inmaculada Concepción.
Debéis
meditar sobre el Santo Evangelio de hoy: Lc.1: 26 – 38.
“38.María,
entonces, dijo: “¡He aquí la Sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra!”
y el ángel se retiró.”
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