sábado, 20 de abril de 2013

Mas sobre el Papa Francisco.

31.03.13

El Papa Francisco y el Apocalipsis

A las 9:28 AM, por José María Iraburu
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La elección del Papa Francisco ha ocasionado en el pueblo cristiano reacciones muy diversas. Aunque predominando ampliamente la alegría y la aceptación, la gratitud hacia Dios y el abandono confiado en su providencia, no han faltado reacciones hostiles, especialmente en el mundo católico más extremadamente «tradicionalista».
Y digo tradicionalista, en un contexto exclusivamente eclesial, no político, distinguiendo esta palabra de otra semejante, tradicional. Porque si todos los católicos vivimos la fe apoyándonos en sus tres fuentes fundamentales, Biblia, Tradición y Magisterio (Vat. II, Dei Verbum 10), todos los católicos somos bíblicos, tradicionales y dóciles al magisterio apostólico. De tal modo que quien no es tradicional, no es católico.
Internet, como siempre, ha sido el medio de comunicación más rápido a la hora de expresar esta diversidad de reacciones ante la elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco. Concretamente, al día siguiente de la elección, o a los dos o tres días, junto a las manifestaciones de gozo y confianza que se produjeron, ya no pocos tradicionalistas se expresaron públicamente con acentuada reticencia o con franco rechazo. Y sus escritos, como he podido comprobar, han causado en no pocos católicos una perplejidad y angustia muy graves.

Traté del problema en este blog, en mi artículo Dios proteja al Papa de los ataques de Satanás y de todos sus otros enemigos (16-III-2013). Pero veo la necesidad de insistir sobre lo mismo, procurando, con el favor de Dios, confirmar en la fe y en la paz a mis hermanos católicos perturbados. Para ello, en primer lugar, resumiré un texto que el mismo día de la entronización del Papa (19-III-2013) fue publicado en el blog de la revista Cabildo por el Dr. Antonio Caponnetto, católico argentino (1951-) que, como dice, se vió «obligado a mantener con el Cardenal Bergoglio un doloroso y sistemático disenso» en estos años pasados. Nos vale aquí como ejemplo y síntesis de los argumentos contrarios a la elección del nuevo Papa. Y en segundo lugar, trataré de analizarlo y contestarlo a la luz de la fe.
* * *
Recitencias o rechazos ante la elección del Papa Francisco
1. Una elección problemática. El Autor aludido, escribiendo a propósito del Nuevo Pontificado, afirma que «será tarea de los teólogos de la historia más eminentes, discernir con solvencia si el Cónclave que eligió al Papa Francisco estuvo iluminado y movido por la inspiración del Espíritu Santo, como la fe nos lo señala; o si por alguna razón que ahora ignoramos, los Cardenales electores fueron engañados, resultaron objeto de alguna extraña manipulación, o cerraron su entendimiento a la lumbre del Paráclito». Así pues, los cristianos no tenemos hoy conocimiento cierto sobre la elección del Papa Francisco, en tanto «los teólogos de la historia más eminentes» dictaminen sobre tan gravísimo asunto.
2. Un grave dilema nos enfrenta a dos posibilidades. «Una la presencia [en el Cónclave] del Espíritu Santo, que no osaríamos negar. Otra la recepción del mismo por parte de los electores, que pudo haber estado parcialmente eclipsada, por los motivos que la misma Escritura advierte». Este «eclipse», de suyo, es posible, ya que «las deliberaciones de los hombres son indecisas y sus resoluciones precarias» (Sab 9,14).
La duda que presenta el Autor no se refiere a la asistencia del Espíritu Santo en el Cónclave, ni tampoco a «la valía moral de quienes se aprontaban a ser movidos por Él, sino [que está] en la incertidumbre sobre la ciencia, la serenidad y la prudencia de este específico Cardenalato para signar a la persona indicada».
3. Es posible que la elección haya sido funesta. No cabe excluir esta posibilidad. «Es imposible omitir o ignorar que el hombre que acaba de llegar a la silla petrina arrastra concretos, abultados y probadísimos antecedentes que lo sindican como un enemigo de la Tradición Católica, un propulsor obsesivo de la herejía judeocristiana, un perseguidor de la ortodoxia y un adherente activo a todas las formas de sincretismo, irenismo y pseudoecumenismo crecidas al calor de la llamada mentalidad conciliar».
Y no debemos ignorar tampoco las adhesiones que su nuevo Pontificado ha suscitado en los guías del Modernismo actual, como Küng y Boff, en las sinagogas judías, en la masonería argentina. «Rabinos, cabalistas y masones están de parabienes». Son indicios muy negros.
4. Es posible, sin embargo, por milagro de Dios, que Bergoglio cambie al ser constituido Papa Francisco: «Como se ha repetido en estos días, el Cardenal Bergoglio ha muerto para dar paso al Vicario de Cristo; si Dios opera el milagro de sacar agua de las piedras y de convertir a Mastai Ferreti en el insigne Pío IX», aún hay esperanza. «Todo esto lo creemos, esperamos y rogamos».
No parece, sin embargo, que el Autor crea probable este cambio. Más bien da a entender que, al menos por ahora, Francisco sigue siendo Bergoglio. Prueba de ello, nos dice, es que cuando llamó por teléfono a su secretaria de Buenos Aires, ella le preguntó azorada cómo tenía que llamarle: «“Llámeme Padre Bergoglio”, fue la respuesta». Y el Autor comenta esta anécdota diciendo: «El primero que debe creer y aceptar que Bergoglio ha muerto para dar lugar al Santo Padre Francisco, es el mismo Cardenal Jorge Mario Bergoglio».
5. No cabe excluir tampoco la posibilidad de que el nuevo Papa sea introductor del Anticristo. «También es católico leer el Libro del Apocalipsis. Y en el capítulo trece se describe a dos fieras, del mar la una, de la tierra la otra, que a su turno, y desde ámbitos distintos aunque complementarios, coadyuvan al triunfo del Anticristo. Contestes están los hermeneutas, y citamos por lo pronto a Straubinger –quien a su vez remite a los Padres– en que esta fiera terrena tiene mucha semejanza con el pastor insensato del que habla Zacarías (Zac.11,15); en que podría tratarse de “un gran impostor que aparece con la mansedumbre de un cordero”; en que no sería otra cosa, al fin, más que un falso profeta al servicio de la Bestia».
6. Las dos posibilidades han de ser consideradas. «No estamos diciendo ni sugiriendo que el Papa Francisco sea la Fierra Terrena que columbró San Juan. Estamos diciendo que tan católico es confiar en que la Divina Providencia puede hacer de un heterodoxo al Papa del Syllabus, como tener en cuenta que, alguna vez, un Falso Profeta puede acarrear a la perdición desde un alto sitial religioso. Y que ese “alguna vez” no puede excluir nuestro presente, sólo porque nos aterre la sola idea de protagonizar el final». El Autor, a los dos días de la elección del Papa Francisco, estima lícito creer en el Papa, pero también nos permite sospechar que el Papa Francisco sea el Falso Profeta, la Fiera Terrena que se apodera de la Santa Sede, la de Pedro, la del Vicario de Cristo.
Esta terrible posibilidad ya había sido anticipada por Mons. Lefebvre, cuando dijo: «Como la Sede de Pedro y los puestos de autoridad de Roma están ocupados por anticristos, le destrucción del Reino de Nuestro Señor avanza aceleradamente» (29-VIII-1987, Ob. Tissier de Mallerais, Marcel Lefebvre, une vie, Clovis 2002, pg. 578). Y hace poco (11-XI-2012), el Ob. Bernard Fellay, Superior General de la FSSPX, volvía a la misma idea: «Las apariciones bellas, magníficas, de Notre-Dame de la Salette, de Nuestra Señora de Fátima, anuncian esta época, dolorosa, terrible. Roma vendrá a ser la sede del Anti-Cristo, Roma perderá la fe… se dice en La Salette. La Iglesia se verá eclipsada. Y no son palabras sin importancia. Dan la impresión de que es lo que ahora se está viviendo».
7. ¿Estamos en sede vacante? El Autor no lo afirma, pero sugiere la posibilidad. Si realmente la Iglesia pasa por ese misterioso «Eclipse» que señala como posible, si la Sede de Pedro ha caído bajo el poder del Anticristo, eso significa que la Cátedra romana está sede vacante, pues un Papa hereje no es verdaderamente el Papa.
El aludido Mons. Lefebvre ya muy pronto puso en duda la verdadera identidad de Pablo VI como Papa: «¿Cómo un sucesor de Pedro ha podido en tan poco tiempo causar más destrozos en la Iglesia que la Revolución del 89?… ¿Tenemos verdaderamente un papa o un intruso sentado en la sede de Pedro?» (8-XI-1979; Tissier 533).
8. Hacerse hoy esta pregunta es un deber de conciencia de cualquier católico responsable. «Tanto se peca contra la mirada sub specie aeternitatis si nos negamos a considerar que la gracia de estado puede hacer prodigios, aún en un hombre contrahecho; como si nos negamos a considerar que la revelación divina contenida en el Apocalipsis es tema que no nos compete aquí y ahora». Así pues, piense el pueblo católico con toda piedad y responsabilidad: ¿Será el Papa Francisco el verdadero Papa, puesto por Dios a través de la decisión del Cónclave, o será «la Fiera Terrena, que columbró San Juan» en el Apocalipsis, aquel Pastor falso que por elmysterium iniquitatis llega a apoderarse de la Sede de Pedro?
9. Los primeros gestos del Papa Francisco son muy alarmantes. Al considerar al Papa Francisco, sigue diciendo el Autor, no sólo hemos de tener en cuenta sus antecedentes bergoglianos, que lo muestran como propulsor de herejías y enemigo de la ortodoxia, sino también las palabras y gestos que en esta semana primera de su Pontificado confirman las sospechas negativas.
Es cierto que la presentación primera del Papa Francisco parece humilde y sencilla. Pero «no debe confundirse la virtud de la humildad con su parodia». No ayuda la elevación de las almas realizar «ademanes gratos a las tribunas aplaudidoras». «En nada se analogan el abajamiento ascético y el plebeyismo gestual». Por ejemplo, «calzar por humildad zapatos ordinarios de calle, cuando hasta ayer se usaron otros en consonancia con los colores litúrgicos y la dignidad del Divino Peregrino a quien esos pies representan en la tierra, es ofender, o al menos poner en duda, precisamente por contraste, la humildad de quien hasta hace instantes calzó de ese modo». Simplificar el necesario homenaje de Cardenales y fieles en la investidura es también «suprimir el ceremonial tradicional y digno, con sus signos, sus gestos, sus pasos demarcados y significativos, porque dicha supresión no comporta incremento de la humildad sino abolición de los ritos y de los símbolos. La Iglesia no es la limusina ni los uniformes de los guardas suizos. Pero bien ha explicado Guardini la pervivencia del espíritu eclesial en los signos sagrados. Si en nombre de la austeridad quedasen abolidas o relegadas todas aquellas hierofanías que comporta el canto, la museta, la estola o la bendición melismática [cantada en gregoriano], el Papado no habrá ganado en pobreza evangélica. Se habrá vaciado demytos […], se habrá inmanentizado y rebajado, para hablar sin metáforas». El Papa desaconsejó a los argentinos viajar a su entronización en la Sede pontificia. Pero «querer viajar a la Ciudad Eterna para postrarse ante el Vicario de Cristo, no es un dolo que deba reprimirse, dando el monto del pasaje a los pobres, sino una virtud llamada magnificencia»; y alude la escena de María ungiendo a Jesús con un costoso perfume, y el comentario de Judas (Jn 12,1-11).
10. Es inevitable una cierta bicefalía en la Iglesia. Éstos y otros gestos igualmente lamentables justifican el dolor y la sospecha que ya tuvo el Autor cuando Benedicto XVI anunció su dimisión: «guste o no guste, la Iglesia, en la práctica, quedará sujeta a una bicefalía. Tanto más si, como está a la vista, el heredero del Cardenal Ratzinger parece querer diferenciarse de él, y de sus predecesores».
11. No faltan, sin embargo, fundamentos para la esperanza. Dice el Autor: «En esa espera tensa nos acompaña una promesa, un pedido y un ejemplo. La promesa es de Nuestro Señor Jesucristo. “Yo rezaré por tí para que no desfallezca tu fe”, le dijo a su primer vicario, y en él a todos sus sucesores […] Recemos recíprocamente para sostenernos en estos tiempos, tal vez apocalípticos, sin el uso hiperbólico sino estricto de la palabra; y elevemos en común la plegaria a la Trinidad Santa para que nos permita discernir […] Si fuera la hora de la luz, que nos dejemos envolver por ella, olvidándonos de las tenebrosidades del pasado. Si en cambio éstas persistieran, que no desertemos de la luz».
Hasta aquí el Autor.







* * *
Aceptación católica del Papa Francisco
1. Escritos como éste, a propósito del Nuevo Pontificado, están causando graves daños entre sus lectores. Repito lo que dije en mi anterior artículo glosando el texto de un lefebvriano: con textos como éste se procura «el siniestro objetivo de dificultar al máximo a los fieles católicos tradicionales y a los tradicionalistas la aceptación del nuevo Papa Francisco en fe y confianza, caridad y obediencia». Y aunque sea en contra de la intención de sus Autores, de hecho, «colaboran con el Enemigo, que disfruta destruyendo el amor al Papa y a la Iglesia en el corazón de los fieles».
2. Es inadmisible afirmar que el Cardenal Bergoglio era un promotor de herejías, y que hará falta un milagro para que sea un buen Papa Francisco. Aunque el Autor, en varias ocasiones, afirma su fe en la acción del Espíritu Santo en el Cónclave, difunde públicamente su convicción de que hará falta un milagro para hacer del Papa Francisco un auténtico Sucesor de Pedro, fiel Vicario de Cristo. Y eso es una falsedad intolerable.
Hago notar de paso que los tradicionalistas más extremos han de dar muchas gracias a Dios porque hoy la Iglesia no mantiene algunas sanciones que durante muchos siglos, es decir, tradicionalmente, se aplicaron con frecuencia, como las excomuniones. Si esa tradición concreta hoy se mantuviera, muchos de ellos habrían sido ya fulminantemente excomulgados. Si el que «atenta físicamente» contra el Papa queda automáticamente excomulgado (Código c.1370,1), considérese la sanción que merece quien «atenta espiritualmente» contra él, denigrándolo públicamente y difundiendo su personal convicción de que es un amigo de herejes y un perseguidor de la ortodoxia.
3. La Iglesia no pasa por un eclipse. No hace falta ningún milagro para que el Papa Francisco sea un fiel Vicario de Cristo en la tierra, pues éste es justamente el don de gracia que Simón recibió de Jesús hace unos días para venir a ser Pedro: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará» (Mt 16,18). Y vinculada a esa promesa de Jesús va esta otra: «Yo estaré con vosotros siempre, hasta la consumaciónde los siglos» (Mt 28,20). Dentro de la economía normal de la gracia está que Cristo, eligiendo a Simón como cabeza del colegio apostólico, lo transforme en Pedro.
Por eso mismo, no se necesita tampoco que el pueblo cristiano haga un discernimiento acerca de la autenticidad del Papa Francisco. Es bastante que lo reciba simplemente con fe y esperanza, con amor y obediencia. Cuando el Autor dice que «será tarea de los teólogos de la historia más eminentes, discernir si el Cónclave» acertó o erró, está afirmando una gran falsedad. Si fuera ésta una exigencia verdadera, tendría que decirnos cuántos años habrá de esperar el pueblo cristiano a que se produzca ese discernimiento «histórico» fidedigno. Y qué debe hacer mientras tanto.
4. La oración de Cristo y de su Iglesia Esposa tiene un poder irresistible. El Papa está «sujeto» a la verdad y al bien por la oración de Cristo y de toda la Iglesia celestial y militante. Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, sentado a la derecha del Padre, «vive siempre para interceder por nosotros» (Heb 7,25), los cristianos, y su intercesión es especialísima en favor del Sucesor de Pedro: «Simón, Simón, Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo. Pero yo he pedido por ti, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos» (Lc 22,32). Simón, por sí mismo, es impulsivo, carnal, temeroso: no quiere en absoluto la cruz para Cristo, piensa como los hombres, no como Dios, y niega tres veces a Jesús. Es Cristo quien transforma a Simón al elegirle y establecerle como Primado del colegio apostólico. Es su gracia la que cambia a Simón en Pedro, en la Roca sobre la que edificará su Iglesia. El Papa, al ser investido como Vicario de Cristo y Sucesor de Pedro, recibe «una gracia de estado» permanente que, por supuesto, no lo exime de todo error o pecado, ni lo hace infalible en todos y cada uno de sus actos y palabras, pero que sí opera en él cambios muy profundos.
Y con Cristo orante, toda la Iglesia ora por el Papa Francisco: los ángeles y los santos del cielo, las parroquias y capillas de la tierra, los conventos y monasterios, los hogares cristianos. Toda la Iglesia está orando continuamente por el Papa, por el Papa Francisco. Cuando Pedro fue encarcelado, «la Iglesia oraba insistentemente por él» (Hch 12,5). Y ahora, en el año 2013, toda la Iglesia, todos los días, en todas los cientos de miles de Misas, en todo el mundo, ora continuamente «por el Papa Francisco». En la Misa, en la oración de los fieles, al final de Rosario, pide «por el Papa y sus intenciones».
Bien hace el Papa Francisco en decir con frecuencia «rezad por mí». Pero lo haríamos igual sin su ruego. La oración por el Papa y los Obispos está situada en el centro de la Eucaristía y del corazón del pueblo cristiano. Y estamos absolutamente seguros –sin necesidad de hacer discernimiento prudencial alguno– de que el Señor nos escucha y nos concede lo que le pedimos, porque así lo ha prometido: «lo que pidiereis [al Padre] en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo» (Jn 14,13).
5. El Autor considera con gran dureza, haciendo no pocos juicios temerarios, los gestos iniciales del Papa Francisco (9). Pero en cuestiones prudenciales, el Papa puede perfectamente modificar o eliminar tradiciones pontificias con la suprema Autoridad apostólica de que está revestido. Y siempre se han producido esos cambios, en mayor o menor medida, al paso de los siglos. Si miramos, por ejemplo, la evolución de la indumentaria de los Papas en los últimos cien o doscientos años, podríamos comprobar muy numerosos cambios. Entre San Pío X y Pío XII, entre Juan XXIII y Juan Pablo II, entre Benedicto XVI y el Papa Francisco, los ha habido, como todos sabemos, y seguirá habiéndolos sin que por eso se desmorone la Roca de Pedro. Incluso en un mismo Papa, como Benedicto XVI, algunos intentos de cambio –la recuperación del gorro «camauro» o del sombrero «saturno»– no prosperaron, y renunció a ellos. El Papa Francisco tiene, pues, perfectísimo derecho a presentarse por primera vez en la loggia de la Basílica de San Pedro sin muceta y sin estola, para recibir luego ésta, a la hora de bendecir los fieles. Y aunque no se sirva de otras «hierofanías», como dice el Autor, en nada disminuye ante el pueblo católico su excelsa dignidad de Romano Pontífice. Las críticas hechas por el Autor sobre estas cuestiones son crueles y falsas, y sólo sirven para denigrar al Papa Francisco gratuitamente.
Cuando Pío XII, en un momento de la II Guerra Mundial, para detener el peligro inminente en que se veía la Ciudad Eterna, se pone a orar en medio de la muchedumbre con los brazos en cruz y mirando al cielo, no está haciendo ningún gesto teatral, sino expresando su oración al modo que le es más propio. Y el Papa Francisco, realizando entre los fieles algunos gestos que podrían parecer populistas, no está haciendo ejercicios de campechanía para ganar el aplauso del pueblo, sino que está expresando con toda sinceridad su modo de ser. Eugenio d’Ors decía que «cuando el enfático habla con énfasis, está hablando con naturalidad». Ni Pío XII ni el Papa Francisco están haciendo teatro.












6. La dignidad sagrada del Romano Pontífice puede expresarse y se ha expresado históricamente en modos muy diversos. Hace poco precisamente escribía yo en este blog sobre el valor y la necesidad de los signos sagrados (210) y lamentaba grandemente las pésimas consecuencias que trae la secularización del sacerdocio ministerial, también en su apariencia exterior (212). Pero con la misma convicción hay que afirmar la licitud, y la necesidad incluso, de una cierta evolución en la forma concreta de los signos sagrados. La tiara, la silla gestatoria, acompañada de flabelos, la capa magna con una cola de cuatro o cinco metros, sostenida por uncaudatario, el besapiés del Papa, y tantos y tantos otros modos y gestos tradicionales en la vida de la Iglesia pueden y deben cambiar o eliminarse en el tiempo histórico oportuno. Interpretar esos cambios como atropellos a la majestad de la liturgia o del Papa es un abuso inadmisible.
En ocasiones, por otra parte, formas relativamente modernas, como las casullas en forma de guitarra, son exigidas por los tradicionalistas como signo de fidelidad a la tradición; cuando lo cierto es que ese estilo de casulla, la que deja los brazos descubiertos, fue desconocida antes del XVI, y es por tanto relativamente moderna. Mucha más tradicional es la casulla antigua y medieval, que cubre al sacerdote completamente como una casita (casula) o una capa (casubla). De modo semejante, las mitras episcopales altísimas, a veces hoy usadas, no son en absoluto tradicionales, aunque algunos las exijan como si lo fueran. Las mitras usadas en la antigüedad y en la Edad Media, según se nos representan en mosaicos, sepulcros, imágenes y capiteles, eran bastante más bajas.
7. El Papa Francisco, como bastantes Papas lo han hecho, puede introducir en cuestiones formales cambios considerables, quitando y poniendo, según la Iglesia y las circunstancias del mundo se lo aconsejen. Asistido por el Espíritu Santo y por toda la Iglesia, permanecerá absolutamente en la doctrina católica de fe y costumbres, e incluso mantendrá también en cuestiones menores una continuidad espiritual de fondo con las tradiciones de la Iglesia, aunque cambie ciertas formas concretas. Por supuesto que la infalibilidad no asegura la perfección en la verdad y la prudencia de todos y cada uno de sus gestos y palabras, lo que puede verificarse por la misma historia de los Papas. Pero los cambios que estime convenientes de ningún modo han de ser pre-juzgados y juzgados con suspicacia y dureza de juicio. Ni han de producir la «bicefalía» profetizada por el Autor.
Puede el Papa cambiar el lugar tradicional para el Cónclave, saliéndose de la Capilla Sixtina, si es que llegara a considerarla como una explosión grandiosa del espíritu sensual y neopagano del Renacimiento, y si es que prefiriese para el Cónclave la inmensa majestad de las sobrias Basílicas romanas. Puede el Papa suprimir las Jornadas Mundiales de la Juventud, o puede transformarlas en Continentales, o incluso Nacionales, evitando que cientos de miles de jóvenes tengan que viajar periódicamente a sitios lejanísimos –¡a Australia!–, gastando en ello mucho trabajo, tiempo y dinero. Puede restablecer la muy venerable tradición de los diezmos, para que el pueblo cristiano exprese mejor el amor de la Iglesia a las misiones y a los misioneros, a los templos y a los sacerdotes, a los pobres y a los países pobres. Puede ordenar que se niegue el sacramento del matrimonio a parejas de bautizados no practicantes, para evitar una previsible profanación habitual del vínculo conyugal. Y todas éstas y tantas otras determinaciones posibles, en el caso de que las decidiera, las tomará asistido por la Iglesia, especialmente por el Colegio apostólico de los Obispos y por las propias Congregaciones de la Santa Sede por él constituidas, y con una asistencia especial del Espíritu Santo, distinta, por supuesto, del don de la infalibilidad.
Yo, acerca de la conveniencia o inoportunidad de los ejemplos aludidos, no tengo ni la menor idea. Lo mismo que mis lectores, podré tener ciertas opiniones –y a veces ni eso–. Pero el Romano Pontífice sí tiene esa gracia de estado como Pastor universal de la Iglesia. Por tanto, cuando el Papa Francisco realice en esas cuestiones prudenciales los cambios que estime convenientes –aunque, por supuesto, su discernimiento no sea infalible–, ninguno se atreva a calificarlos de atropellos a la Tradición o de ofensivos distanciamientos de su predecesores. Y menos lo haga a priori, antes de que inicie su guía pastoral de la Santa Iglesia. «La Primera Sede por nadie puede ser juzgada» (Código c.1404).
8. Recibamos al Papa Francisco como un don de Dios providente. El Obispo brasileño Mons. Fernando Arêas Rifan, en carta a sus sacerdotes, exhorta después del Cónclave con una doctrina que, ésta sí, es verdaderamente tradicional: «Hago mías las palabras de Dom Antonio de Castro Meyer, cuando era Obispo diocesano de Campos, refiriéndose al Beato Juan Pablo II: “Como fieles católicos, en nuestras relaciones con el Papa debemos dejarnos guiar por un vivo espíritu de fe. Y ver siempre en el Papa al Vicario de Cristo en la tierra. Sus palabras, en el ejercicio de su ministerio, deben ser recibidas como palabras del mismo Señor. Por eso debemos al Papa respeto, veneración y dócil obediencia, evitando todo espíritu de crítica destructiva. Es necesario que nuestro proceder refleje la convicción de nuestra fe, que muestra al Papa como Vicario del mismo Jesucristo” (Veritas, abril-maio de 1980)».
En el salmo interleccional de la misa de hoy, sábado de la V semana de Cuaresma, toda la Iglesia, unánimemente, con la absoluta firmeza de la esperanza, hemos confesado una y otra vez:
«El Señor nos guardará como pastor a su rebaño» (Jer 31,10).
José María Iraburu, sacerdote

Las bendiciones de Dios




LAS BENDICIONES
18.01.2002

¿Mi Señor?

Yo Soy. La paz sea contigo.

Te he mostrado Mi Omnipotencia de muchas maneras. Todos estos años no te he privado de Mi Luz ni de Mi Misericordia. Todo lo que quiero de ti, hermana Mía, es amor. Amor por amor, corazón por corazón. Éste es Mi lema para ti.

- Que puedas continuar haciendo progresos en el camino de la unidad y que Mi beso a ti te reconforte de nuevo. Permíteme recordarte que has de estar en Mi campo como un lirio, libre de cualquier ansiedad o preocupación.

- Que puedas progresar en la senda de la unidad que compartes Conmigo, y que ésta se amplíe ahora más aún para Mi gloria.

- Que Mi beso paternal consuele tu corazón y llene tu espíritu de celo por Mi Casa.

- Que cada uno de tus miembros repose dulcemente en Mi Corazón para obtener fuerza, perseverancia y deleites interiores de bienestar.

- Que tu labor pueda ser fructífera y que tus actividades se hagan en Mi Nombre, ungidas con el óleo de la Fuente de Vida.

- Que puedas ser beneficiosa para los corazones afligidos, e igualmente buena y tierna para los agotados.

- Que Yo siga siendo para ti más querido que nadie ni nada que exista sobre esta tierra, a fin de que, por este acto de renuncia, pueda Yo pasar por alto la maldad de los hombres, para que puedan arrepentirse.
1

- Que a tus opresores que gobiernan con vanagloria y orgullo, acusándote sin misericordia por su falta de buen juicio, calumniando los dones que te he dado, puedan caerles sus pecados sobre su propia cabeza.

- Que Yo aumente en ti para que, cuando tus amigos te miren, puedan verme a Mí en vez de a ti, convirtiéndose así en la verdadera razón por la que te quieran.

- Continuaré dándome más a ti, siempre que permitas que Mi Divina Voluntad permanezca en ti, confiando en Ella y renunciando a tu voluntad por la Mía.

- Que seas bendita por haberte retirado de todo lo que te ataba a este mundo y haber preferido la Fuente de la Divina Dulzura.

- Que tu alma pueda estar ahora más motivada aún por el celo de la gloria de Mi Casa para atraerla con lazos de amor hacia una unidad espiritual. Entonces, Mi Imagen Divina estará plenamente impresa en Ella, derramando una vez más Mi Luz en Ella.

- Que puedas ser el icono perfecto de la unidad, atrayendo a todo el mundo con benignidad a vivir una verdadera vida en Mí. Por este acto imperial de amor, Yo recibiré sobre Mi Cabeza la corona imperial de la unidad.

- Que todo acto violento y todo odio hacia ti que venga del hombre pueda ser reemplazado por bendiciones Nuestras.
2 Estos inútiles tendrán que responder ante Mí en el día del Juicio.

- Que cada fibra de tu corazón viva para Mí, dándote entusiasmo para trabajar por Mí. Y, como un esclavo que no reclama salario, tampoco tú reclamarás jamás ningún salario, sino que darás corazón y alma por el Reino de los Cielos.

Óyeme, Yo te he creado y te he puesto sobre la tierra únicamente para esta noble obra. Hueso de Mi Hueso, carne de Mi Carne, permanece unida y un solo espíritu Conmigo, y medita acerca de todas las vestiduras con las que te he revestido para procurarte libre acceso para entrar y salir de Mi Corte. Es realmente un misterio impresionante, que sobrepasa todo conocimiento y entendimiento humano en la mayor parte de Mi creación. Mas Yo, el Maestro celestial, tenía fijos Mis Ojos en ti y Mis Manos sobre las tuyas, con el fin de bordar juntos rosas doradas, dándoles vida para que esparcieran su dulce fragancia, perfumando no sólo la Iglesia sino el cosmos entero.

Sin la cooperación de esta divina gracia que te he dado, habrías permanecido indigente. Pero ahora, por gracia divina, ¡te he enclaustrado enteramente en Mi Corazón!, habiéndote así ennoblecido tras haberte unido a Nosotros. Colmada e iluminada por Nuestra Luz sublime, hemos alzado Nuestro Cetro y hemos marcado en ti Nuestro Nombre para que sirvas a Nuestra Casa y dirijas Nuestro poema de Amor al mundo entero.

- Que tu lengua pueda estar tan dispuesta como la pluma de un atareado escriba y nunca se canse de dar testimonio, incluso entre las llamas.

Yo, Jesús, te bendigo. Ic.



1 Por el acto de renuncia, la Misericordia de Dios cae sobre el hombre, llevándole al arrepentimiento
2 La Santísima Trinidad 

jueves, 18 de abril de 2013

Mensaje a Luz de María - 15 de Abril del 2013


MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
15 DE ABRIL DEL 2013



Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado

LES BENDIGO, LES MANTENGO CONSTANTEMENTE BAJO MI MANTO PROTECTOR, EL CUAL HE EXTENDIDO SOBRE TODA ESTA HUMANIDAD DOLIENTE Y PECADORA A LA VEZ.

Son instantes de tribulación para toda esta generación, instantes en los que serán purificados severamente, no sólo por la Mano de Mi Hijo, sino por todos aquellos flagelos que se presentan y se mantienen entre ustedes.

Amados Míos, hoy invito especialmente a todos aquellos que permanecen en Mis Grupos de Oración, que son Mis fieles:

Les invito a ser verdaderos y a amarse como verdaderos hermanos que son.

Les invito a respetarse unos a otros y a amar las responsabilidades y encomiendas que cada uno de ustedes mantiene dentro de cada misión. Así es como todos son sumamente importantes en estos instantes.


LA UNIDAD ES EL ALIMENTO DE LAS COMUNIDADES, LA UNIDAD ES ALIMENTO PARA LA FRATERNIDAD.

Amados Míos, no puedo traerles ni dirigirles palabras únicamente de Amor y Misericordia ante una humanidad que desatiende insistentemente los Llamados de Mi Hijo y Mis Llamados.

Se acercan instantes de pruebas, tantas que ustedes mismos se asombrarán…, buscarán y acudirán a un lugar y a otro, y no hallarán consuelo.

Amados Míos:

OREN EL SANTO ROSARIO.
 ACÉRQUENSE A RECIBIR A MI HIJO: EL ALIMENTO DIVINO QUE LES FORTALECE CONSTANTEMENTE. NO ENCONTRARÁN OTRO ALIMENTO MÁS GRANDE QUE EL CUERPO Y LA SANGRE DE MI AMADÍSIMO HIJO.

Me buscan, me buscan y no me encuentran… y es que no se acercan a Mi Hijo, y al no acercarse a Él no encuentran a la Madre sin el Hijo.

La Iglesia de Mi Hijo será acrisolada, en los instantes próximos será duramente acrisolada, la desobediencia  socava duramente y daña a la Iglesia de Mi Hijo sin que ésta trate de ahondar en la raíz de todos los males que la han aquejado y la han asechado desde antaño.

Amados Míos:

 Les invito a orar fuertemente por Brasil.
Les llamo a orar por Japón, padecerá duramente.
Les invito a orar por la paz mundial.


Amados Míos:

 SEAN CONSCIENTES DEL INSTANTE EN QUE VIVEN, NO PERMANEZCAN INDIFERENTES A CUANTO ACONTECE A CAUSA DE AQUELLAS MENTES QUE DOMINAN A LA HUMANIDAD.

NO SEAN ARROGANTES, NO CONTINÚEN CAMINANDO COMO SI NADA ESTUVIERA ACONTECIENDO; ABRAN EL CORAZÓN, ÉSE QUE EL MAL HA ABLANDADO Y DEBILITADO, ÁBRANLO A MI HIJO PARA QUE ÉL LES ANUNCIE CUÁL ES SU VOLUNTAD Y PARA QUE USTEDES ATIENDAN SUS LLAMADOS Y LOS LLAMADOS QUE COMO MADRE YO LES TRAIGO A USTEDES.

Prepárense, pero no se afanen solamente en  su vida espiritual personal, sino también preocúpense y afánense  por el espíritu y el alma de sus  hermanos, no busquen sólo el bien espiritual personal, sino el bien fraterno; PREOCÚPENSE USTEDES DE AUXILIAR ESPIRITUALMENTE A LOS HERMANOS, DE LO CONTRARIO EL EGOÍSMO ESPIRITUAL LES LLEVARÁ A CAER.

Este es el instante en que deben ser un solo Corazón: el de Mi Hijo, y en Él, deben mantenerse unidos a Mí en favor de sus hermanos, en favor de todos aquellos que se mantienen en este instante aquí en la Tierra junto a ustedes.

OFREZCAN, PERO NO OFREZCAN CON DOLOR; OFREZCAN CON AMOR, y aquello que ustedes no comprenden aún, y que ha sido la Voluntad de Mi Hijo, ámenlo, ámenlo aunque ustedes no comprendan. No sean como aquellos que llegan ante Mi Hijo a decirle que le aman y cuando se enfrentan a Su Santa Voluntad, como los más soberbios y arrogantes, no la comprenden ni  la aceptan y se dejan llevar por sentimientos muy humanos.

Amados Míos:

EL INSTANTE DE LA VERDAD PERSONAL ESTÁ MÁS CERCA DE USTEDES, ese instante que les llevará a mirarse sin disimulo, ese instante que es bendición y misericordia, ya que ahí sí se mirarán tal cual son y podrán decirse a sí mismos si han actuado en la verdad, o si han mantenido una espiritualidad mediocre y una falsa religiosidad.

Amados Míos:

NO SON INSTANTES PARA MIRAR EL OBRAR Y ACTUAR DE LOS HERMANOS, SINO INSTANTES PARA MIRAR EL OBRAR Y ACTUAR PROPIO, el personal, y en este constante crecer, fusionarse con Mi Hijo y al fusionarse con Mi Hijo, permitirme a Mí que les ampare y les conduzca sin que se desvíen.

Yo les amo, pero como Madre debo hablarles con la Verdad.

Les bendigo, manténganse unidos.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

  

COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA 

Hermanos (as):

Nuestra Madre nos recuerda que vivimos tiempos muy difíciles y nos anima a responder al llamado del Señor con generosidad y valentía, ¿qué le responderemos?...
Oigamos a San Pablo que nos dice:

 “Pongan pues atención en comportarse no como necios, sino como sabios, aprovechando el momento presente, porque corren malos tiempos. Por lo mismo, no sean irreflexivos; sino antes bien, traten de descubrir cuál es la Voluntad del Señor”.  

Efesios 5,15-17



miércoles, 17 de abril de 2013

Abr 11_13 La oración es importantísima para los hijos de Dios.

Abr 11_13 La oración es importantísima para los hijos de Dios.ImprimirE-Mail


Rosario vespertino.

Temas:

  • Muchos os habéis vuelto ricos, si no económicamente, sí en soberbia, Mis pequeños.
  • Entended esto, os seguiré llamando hasta que entendáis, no permitáis que vuestra alma se presente ante Mí y os avergoncéis por no haber aprovechado todo lo que Yo os di.
  • PedidMe continuamente, Mis pequeños, para que todas las almas de vuestros hermanos y aún vuestra propia alma, estén preparados para recibir la muerte de su cuerpo, pero en estado de Gracia de su alma y se puedan salvar eternamente.
  • La enfermedad del pecado la tenéis todos vosotros, algunos en forma leve, pero a otros les está acabando su vida, están tan enfermos que ya no saben guiarse ni ellos mismos.
  • Ahora satanás buscará destruir a aquellas almas que todavía viven en oración, que buscan lo Sacramentos, aquellos que Me tienen todavía como lo primero en su vida.

Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Muchos os habéis vuelto ricos, si no económicamente, sí en soberbia, Mis pequeños.
Hijitos Míos, éste es el tiempo para los humildes, éste es el tiempo para que, en la prueba, los humildes puedan salir adelante. Satanás se ha encargado de crear mucha soberbia en el mundo, mucha maldad, mucha pretensión. Os habéis llenado de tantos bienes de la Tierra que con esos os habéis vuelto muy pretenciosos y soberbios, porque estáis mostrando en ellos vuestro poderío económico, más os habéis olvidado de lo más importante, que es el valor de vuestra alma.
No habéis hecho crecer vuestra alma con todo lo que Yo os di, Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, a través de Mi Hijo y Sus Enseñanzas, con ellas, debierais vosotros perfeccionaros, pero habéis hecho a un lado todo lo que realmente os iba a dar un gran valor a vuestra alma, una entrada fácil al Reino de los Cielos, pero vosotros mismos estáis haciendo difícil vuestra entrada al Reino de los Cielos y Mi Hijo os lo dijo claramente, que era más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja, que un rico se salvara y estos son los momentos en que estáis viviendo eso, Mis pequeños.
Muchos os habéis vuelto ricos, si no económicamente, sí en soberbia, Mis pequeños. La humildad, tan necesaria, para que se os llame “hijos de Dios”, ya no la practicáis, la habéis hecho a un lado. No queréis siquiera aparentar o aparecer ante vuestros hermanos en ésa forma, de ser humildes, sencillos, amigables, respetuosos. Todo lo contrario, queréis aparentar ser poderosos y con eso, generalmente, sois groseros y os aprovecháis de vuestros hermanos, no los respetáis, los calumniáis, los tratáis de manera grosera, porque sentís que, al tener mucho de lo económico, vosotros sois mejores o superiores a vuestros hermanos, que no tienen, a veces, hasta de lo más necesario y, ¡qué sorpresa os vais a llevar, Mis pequeños!, porque también tenéis ese ejemplo en las Sagradas Escrituras, del Mendigo y de Epulón, el rico y el pobre, tarde se dio cuenta el rico de que sus riquezas lo condenaron.
Así pues, Mis pequeños, tened cuidado, el tiempo ya está sobre todos vosotros, en cualquier momento podréis tener vuestra prueba final y, cómo estaréis ante Mis Ojos. ¿Seréis de ésos ricos, soberbios, pagados de vosotros mismos, que no tendréis derecho al Reino de los Cielos, porque no os interesó crecer en lo espiritual?, o seréis de los que se pueden llamar “hijos Míos”, que realmente transmitieron Mi Presencia a través de sus actos y de sus palabras, ¿cómo estaréis, entonces, Mis pequeños?
Entrad en vuestro corazón y pedidMe Mi ayuda, para que podáis realmente veros, como Yo os veo.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Entended esto, os seguiré llamando hasta que entendáis, no permitáis que vuestra alma se presente ante Mí y os avergoncéis por no haber aprovechado todo lo que Yo os di.
Hijitos Míos, os habéis deshumanizado, primeramente, al no tener ése trato humano, pero también, al no tener ése trato Conmigo, con vuestro Dios.
Ciertamente tenéis tecnologías avanzadas, pero eso no os ha ayudado en gran cosa a crecer espiritualmente, muy pocos son los que tienen la sabiduría como para utilizar lo que tenéis a la mano, en lo moderno, y seguir buscándoMe a Mí, vuestro Dios.
Cuando no Me tenéis a Mí en vuestro corazón, ciertamente, tengáis o no tengáis lo último en tecnología o a un acceso a los libros más excelsos que pudierais encontrar, no Me vais a buscar, porque no tenéis ése interés en buscarMe.
Debéis dejar crecer Mi Luz internamente en vuestro ser, tenéis que reconocer, y con mucha humildad, como os decía antes, que sin Mí, no sois nada. Yo Soy la Fuente de toda vida, de todo lo que existe, de todo lo que ha existido y existirá. Ciertamente, sois muy distraídos y tontos al no venir a Mí, buscarMe, tratarMe de entender y de conocerMe más, para luego amarMe, porque ciertamente no podéis amar a quien no conocéis.
Estáis tan metidos en las cosas del mundo y ciertamente, con tecnologías muy avanzadas, que os interesa más aprender y conocer más de las tecnologías, que no os van a ayudar en vuestra salvación, que a Mí, vuestro Dios, que os puedo dar más que todo ésos “avances” que ahora tenéis, si estáis Conmigo.
Como veis, Mis pequeños, estáis desperdiciando vuestro tiempo de vida, os estáis llenando de cosas inservibles.
Ciertamente, en vuestro trabajo, necesitáis la tecnología, pero también debéis tener tiempo para estar Conmigo, para encontrarMe, para platicar Conmigo y sobre todo, para que vosotros recibáis Mi Alimento, Mi Alimento de Vida, Mi Alimento Espiritual, el conocimiento de tantas y tantas cosas que Yo os puedo dar, estando Conmigo.
No Me conocéis, Mis pequeños, no conocéis a vuestro Dios y tanto que podéis aprender de Mí.
Vosotros no viviréis eternamente en la Tierra, vinisteis solamente por un tiempo, viviréis y, ojalá así fuera, eternamente Conmigo en el Reino de los Cielos. No os estáis llenando de ésa parte espiritual que tenéis todos vosotros para prepararos, precisamente, para poder convivir con las almas que están en el Reino de los Cielos.
Se podría decir que llegaréis al Reino de los Cielos en párvulos, que aunque fuera así, que os salvarais, pero no es realmente la mejor forma, Yo quisiera que llegarais Conmigo, grandes en Conocimiento y en Amor de Mí, para que gozarais más con lo que Yo os voy a dar y de lo que viviréis eternamente.
Ahora estáis ciegos y sordos a las cosas espirituales, a lo que Yo os doy y de lo que vosotros os debéis llenar. No estáis haciendo vuestra parte, satanás os está distrayendo y os lleva por caminos equivocados y esto es porque no habéis pedido el Discernimiento, para que no os dejéis engañar por las cosas superfluas.
¡Cuán equivocada está ésta humanidad!, se os dio toda una Evangelización Divina a través de Mi Hijo Jesucristo y no la estáis aprovechando, Mis pequeños. Lo hacéis a un lado, Lo habéis olvidado, no tenéis tiempo para tomar de Sus Enseñanzas para crecer espiritualmente.
Vuestra tecnología, vuestras ciencias, todo lo que tenéis humanamente, se acabará junto con vosotros, con vuestro cuerpo, con vuestra humanidad y ¿qué os quedará cuando se acabe todo eso? Es cuando veréis vuestra alma, es cuando os veréis perfectamente a vosotros mismos y es cuando lloraréis porque no os presentaréis ante Mí de la mejor forma, como debierais haberos presentado. Os veréis raquíticos, no crecisteis, seréis unos enfermos espiritualmente, os avergonzaréis ante Mi Presencia.
Pensadlo bien, Mis pequeños, meditad esto, porque vuestra vergüenza, al estar ante Mí, en vuestro Juicio Particular, va a ser inmensa, vuestro dolor, tremendo. No supisteis escuchar tantos consejos o advertencias que se os dieron y quisisteis permanecer tal como estáis ahora.
Os quiero ahorrar dolores, Mis pequeños, pero además os quiero de regreso en el Reino de los Cielos, pero vosotros no estáis haciendo vuestra parteYo os di a Mi Hijo, os dio Enseñanzas, os dio Vida, os dejó los Sacramentos y ¿qué habéis hecho con todo eso? ¡Nada, un desperdicio total!, pero en vuestro Juicio Particular lo recordaréis y lloraréis el no haber atendido todo lo que Yo os pedí que hicierais y todo lo que en vuestro corazón estaba, porque en vuestro corazón habito Yo y os llamo continuamente a crecer y a perfeccionaros en el Amor, pero no hicisteis caso.
Os amo, Mis pequeños y entended esto, os seguiré llamando hasta que entendáis, no permitáis que vuestra alma se presente ante Mí y os avergoncéis por no haber aprovechado todo lo que Yo os di.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: PedidMe continuamente, Mis pequeños, para que todas las almas de vuestros hermanos y aún vuestra propia alma, estén preparados para recibir la muerte de su cuerpo, pero en estado de Gracia de su alma y se puedan salvar eternamente.
Hijitos Míos, os he hablado tanto de lo que es la oración y vosotros seguís desperdiciando ésta Gracia tan grande que es la oración.
Mis pequeños, para que la oración tenga mayor potencia, la debéis hacer con sencillez, con confianza plena, con humildad y uniéndoos a Mí, vuestro Dios, primeramente y luego a todos las almas, a los santos, a todo el Cielo, al Universo entero, Mis pequeños.
La oración es importantísima para los hijos de Dios. Con la oración, vosotros, primeramente os acercáis a Mí. Ya desde ése preciso momento, es un encuentro inmenso, que vosotros no sabéis valorar todavía cuando el alma se acerca a su Dios.
La oración, es la plática Conmigo, es el intercambio amoroso, es la humildad del alma que se acerca a Mí, a vuestro Padre, a vuestro Dios, pidiéndoMe, ya sean cosas materiales, espirituales, consejos, compañía a vuestras soledades o a vuestros problemas, soluciones a tantas cosas que os aquejan en el mundo. El hombre ya no sabe acercarse a Mí, porque no Me tiene confianza, no se le ha enseñado desde pequeño Mi Potencial como Padre y como Dios. Prefieren buscar por otros lados, primeramente, llenos de soberbia, con sus capacidades, soluciones a sus problemas a través de lo que se conoce en la técnica, con los consejos de las amistades o desgraciadamente, a veces buscando a través de brujería los de consejos de hermanos vuestros que están con Mi enemigo, satanás.
Sí, Mis pequeños, desgraciadamente, hay muchos hermanos vuestros que prefieren ir a buscar a Mi enemigo antes que buscarMe a Mí y no se dan cuenta que, al buscar la ayuda de Mi enemigo, que es vuestro enemigo, os vais a hundir más todavía, no os va a ayudar, porque él es maldad absoluta, os engaña y os lleva a un callejón sin salida, porque no tiene interés en ayudaros; él quiere destruir a todo el género humano, no os quiere ayudar, entendedlo, Mis pequeños. Yo Soy vuestro Padre y Soy vuestro Creador, Yo os quiero ayudar en cualquier cosa en que estéis, en cualquier error en el que hayáis caído, en cualquier pecado que hayáis cometido. Yo os comprendo, comprendo vuestra pequeñez, os quiero levantar, os quiero ver nuevamente como hijos Míos, hijos de todo un Dios, hijos del Creador del Universo. El ir a buscar ayuda con el que quiere destruir todo lo que Yo he creado, es un gravísimo error.
La oración, nuevamente os repito, Mis pequeños, es una Bendición que Yo le he concedido a todos Mis hijos, que sois todos vosotros. Os podéis ayudar a vosotros, primeramente, al venir a Mí, pidiéndoMe lo que necesitéis y, por otro lado, ayudar a vuestros hermanos que más lo necesiten, de toda la humanidad y del Universo entero.
Estos son tiempos de Caridad, estos son tiempos de ayuda a vuestro prójimo, estos son tiempos de lucha contra el enemigo que os quiere destruir y, si vosotros no os unís en oración, formando un bloque de amor, poniéndoMe a Mí, vuestro Dios, como vuestro protector, difícilmente lo podréis vencer. Satanás, os he dicho tantas veces, que es muy poderoso, que os puede destruir a vosotros, si no tenéis Mi Protección.
BuscadMe a Mí primero, Mis pequeños y ayudad a vuestros hermanos. Los tiempos de la gran lucha Universal son estos, los estáis viviendo ya y no os estáis protegiendo la gran mayoría de vosotros, para responder contra esa fuerza espiritual tan fuerte que se os vendrá encima y que os quiere engañar y destruir espiritualmente, para luego destruiros físicamente.
Satanás sabe perfectamente que si destruye vuestra alma, vuestra espiritualidad, si os lleva al pecado, si os lleva hacia el mal, vosotros os perderéis eternamente, él no es tonto, Mis pequeños, él os quiere destruir espiritualmente para que no toméis el lugar que él perdió en el Reino de los Cielos, él no os va a destruir primeramente en vuestro cuerpo, porque podríais estar en estado de Gracia y podríais llegar al Reino de los Cielos y con eso él no ganaría nada, al contrario, perdería la oportunidad de que vosotros no gozarais y, por eso, quiere primeramente destruir la espiritualidad de toda la humanidad y luego, ya que estéis destruidos espiritualmente, os quitará la vida y, así, os perderéis eternamente.
Os estoy advirtiendo de esto, Mis pequeños, por todo lo que se os va a venir y que ya en parte tenéis encima. Estáis perdiendo vuestra espiritualidad, os estáis apartando de Mí, estáis permitiendo el pecado en vuestra vida, lo estáis consintiendo y no estáis viviendo en el estado de Gracia que Yo quiero que vivíais. Después, de alguna forma, él causará problemas ambientales, terremotos, inundaciones, tantas cosas que satanás puede causar y con ello destruir infinidad de almas y, ¿cómo estarán ellas, Mis pequeños?, ¿cómo estarán ésas almas en el momento de su muerte, en el momento de los desastres que se vendrán? Si ya las habrá destruido satanás, ¿qué futuro eterno tendrán?, por eso os insisto nuevamente, la oración de intercesión por todos vuestros hermanos, por la humanidad entera, por el Universo entero. PedidMe continuamente, Mis pequeños, para que todas las almas de vuestros hermanos y aún vuestra propia alma, estén preparados para recibir la muerte de su cuerpo, pero en estado de Gracia de su alma y se puedan salvar eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La enfermedad del pecado la tenéis todos vosotros, algunos en forma leve, pero a otros les está acabando su vida, están tan enfermos que ya no saben guiarse ni ellos mismos.
Mi Hijo os dijo, “Yo vengo a buscar a los enfermos, no a los sanos”, el pecado os enferma y así debéis ver a vuestros hermanos que están en pecado, son almas enfermas, almas que debéis cuidar, almas por las cuales vosotros debéis pedir para que sanen.
El mundo, sus bienes, sus riquezas, sus pecados, sus maldades, hacen que las almas se enfermen. Así lo veis ejemplificado en aquellos que tienen los poderes de la Tierra, de los gobiernos y aún de Mi Propia Iglesia.
El hombre sigue siendo hombre y no por tener títulos altos por eso van a ser perfectos. Desgraciadamente, la mayoría caen en una imperfección muy graves, en pecados graves y son almas muy enfermas, Mis pequeños, enfermas de poder, enfermas de dinero, enfermas de sexo, enfermas en tantos pecados en los cuales el hombre cae y que no solamente destruyen su alma, sino destruyen a la de muchos que están a su alrededor.
La enfermedad del pecado la tenéis todos vosotros, algunos en forma leve, pero a otros les está acabando su vida, están tan enfermos que ya no saben guiarse ni ellos mismos. Esto es lo que provoca satanás en las almas, Mis pequeños, enfermedad, porque vosotros no podéis decir que una persona que está obrando en el mal, sea una persona sana, no Mis pequeños, inmediatamente, vosotros os dais cuenta que ése hermano vuestro está fallando, su proceder es malo, sus actos son malos, sus resoluciones son malas, su manera de pensar equivocada, eso es lo que les pasa, precisamente a aquellos que están como jefes de gobiernos o en puestos altos, se llenan de tanta enfermedad, que ya no saben pensar, ya no saben guiar lo que deben de guiar, se satanizan y en lugar de dar vida, destruyen.
Tenéis la historia, conocéis el actuar de los pueblo antiguos, lejos de ayudarse los unos a los otros, luchaban, se asesinaban unos a otros, buscaban quedarse con sus reinos, con sus mujeres, con sus riquezas, no podéis decir que estuvieran bien en su actuar, en su pensar, son almas enfermas y el resultado eran guerras y guerras continuas. Lo mismo lo veis ahora, las guerras siguen, el actuar de los que llevan los gobiernos de la Tierra, no es un actuar sano, sensato, inteligente o sabio, la gran mayoría de vuestros gobernantes de la Tierra no actúan sabiamente ni en forma inteligente, generalmente ven por su propio bien y arrastran a sus pueblos hacia la pobreza o hacia la guerra, hacia el sufrimiento, hacia la maldad.
Lo que estáis viviendo no es nuevo en la historia, os creéis más civilizados ahora, pero el error es el mismo, las almas están enfermas y por eso vino Mi Hijo a salvaros a todos vosotros, porque todos estáis enfermos y debéis pedir unos por otros, para que la Gracia de Nuestra Santísima Trinidad, caiga sobre toda la Tierra y sobre el Universo enteropara que todos vosotros podáis recuperar la salud espiritual y cuando seáis buenos y santos en vuestro interior, vuestro exterior brillará como las estrellas, viviréis como verdaderos hermanos, os amaréis los unos a los otros, con una pureza real, con una santidad verdadera.
Manteneos pues, Mis pequeños en oración por vosotros mismos y por vuestros hermanos, porque todos estáis enfermos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Ahora satanás buscará destruir a aquellas almas que todavía viven en oración, que buscan lo Sacramentos, aquellos que Me tienen todavía como lo primero en su vida. 
Hijitos Míos, ya os he advertido que satanás tratará de dar su último zarpazo para destruiros espiritualmente y luego, humanamente, para llevaros a vuestra perdición eterna.
Recordad, Mis pequeños de tantas veces que os he advertido de las capacidades de satanás, es muy sutil y engañoso, él os lleva por caminos que aparentemente se puedan ver como buenos, como verdaderos. Os puede dar clases hasta de teología, Mis pequeños, él conoce perfectamente las Sagradas Escrituras y os puede llevar a la equivocación, él puede manipular fácilmente los conceptos y haceros creer que él os está diciendo la verdad, y basado en las Sagradas Escrituras.
La manipulación de conceptos os lleva fácilmente hacia el error y eso es lo que hará, Mis pequeños, os llevará hacia el error amparado en las Sagradas Escrituras, pero manipulando todo, para que vosotros, al creer que estáis actuando en el Bien, realmente estaréis actuando en el mal.
Os apartará del Verdadero Camino, de lo que Yo he dejado ahí en Sabiduría, de lo que Mi Hijo os dejó en enseñanzas, por eso os he pedido tantas veces, Me pidáis el don del Discernimiento y Discernimiento Santo, para que satanás no os pueda engañar. No lo subestiméis, Mis pequeños, es un enemigo poderoso, difícil de vencer si no estáis Conmigo.
Ha tratado de destruir Mi Iglesia, la Iglesia de Mi Hijo, desde que ésta fue fundada y por eso Mi Hijo os advirtió que iba a prevalecer hasta el fin del mundo, queriéndoos decir que satanás la iba a seguir atacando y tratando de destruir, pero que no lo iba a lograr, pero Yo puedo agregar, Mis pequeños, que mientras la siga atacando, muchos, muchos de vuestros hermanos caerán en los errores que él diseminará. Él ha ido quitando Mi Amor, Mis Leyes, Mis Enseñanzas de vuestra vida y de vuestro corazón y ahora podéis ver las Iglesias casi vacías, la juventud prácticamente alejada de todo lo que es Mío, los padres ya no enseñan a sus hijos pequeños a amarMe, a respetarMe, a seguir Mis Enseñanzas, a crecer en Sabiduría Santa. Estáis ya viviendo el fin de los tiempos en donde todo iba a ser un caos espiritual y, por eso, os repito, que satanás va a dar su último zarpazo contra todos aquellos que aún les queda un poco de deseo de estar Conmigo y de buscarMe a Mí, vuestro Dios.
La prueba es difícil, Mis pequeños, es una prueba espiritual principalmente. Aquellos que no Me buscan, que no se refuerzan con los Sacramentos, que no se refuerzan con la oración, son los que primeros caen y ahora satanás buscará destruir a aquellas almas que todavía viven en oración, que buscan lo Sacramentos, aquellos que Me tienen todavía como lo primero en su vida.
Entended, Mis pequeños, que os quiere destruir a todos. ¿Os dejaréis destruir tan fácilmente? ¿Dejaréis que Mi enemigo, que es vuestro enemigo, os destruya sin ni siquiera luchar? ¿Estáis dispuestos a perder fácilmente la Vida que Yo os he dado y que tanto vale?
Gracias, Mis pequeños.

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martes, 16 de abril de 2013

Mensaje a Luz de María - 13 de Abril del 2013


MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
13  DE ABRIL DEL 2013




Amado Pueblo Mío: 

SON MI GRAN REBAÑO DE OVEJAS A LAS QUE PROTEJO COMO GRAN PASTOR QUE SOY.

En esta generación la grandeza que Yo encontraré  en la criatura humana será LA PERSEVERANCIA

LA DISPOSICIÓN será una joya, LA ENTREGA a Mí habrá sido clausurada en el corazón  del hombre.

En esta generación el conocerme será un estorbo para quien lo externe, de ahí que el que continúe conmigo será héroe. Por lo tanto, Mis instrumentos Me  deben fidelidad para llevar Mi Palabra con fidelidad y sin temor, ya que les elegí para este instante no para otro.

Amados hijos, la humanidad no penetrará  en Mi Misterio  hasta que Me conozcan  y se adentren en Mí. El hombre viviendo sin Mí, será cada instante más fuertemente asediado por el mal, ya que se encontrará debilitado en su fe.

EL INSTANTE DE LA VERDAD EN EL CUAL SE MIRARÁN TAL CUAL SON, SERÁ UNA RESURRECCIÓN Y UN INSTANTE DE GRACIA.

La PERSECUCIÓN DESPIADADA hacia Mi Pueblo llega con la rapidez de un rayo, de la mano de los perseguidores de Mi Iglesia.

Permaneceré presente en Mis criaturas, no vivirán la soledad.  

Yo Soy Amor que invade el ser,  para que la soledad no les penetre, ni el desaliento les derrote.

NO TEMAN,  YO ESTOY PRESENTE EN CADA UNO, CON LA FUERZA DE MI AMOR.

Oren, hijos, por Japón, padecerá.
Oren por Inglaterra, sufrirá.

Amados Míos, no pasen inadvertidas las señales de los tiempos, ni los actos de los hombres que les acercan al padecer mundial. 


YO LES ENVÍO DE LO ALTO EL AUXILIO, PERO USTEDES ATRAEN DE LO ALTO PURIFICACIÓN.

Son Mi Pueblo, la niña de Mis Ojos. 

Les amo.

Su Jesús.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.




COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Hermanos (as):

UN PUEBLO UNIDO CAMINA CON UNA BARRERA QUE ES CORAZA Y ARMADURA A LA VEZ.

La unidad posee ese ingrediente que no solo solidifica y fortalece la fraternidad sustentada en la fe, sino que engrandece al hombre acercándole a Su Señor y Su Dios. 

Amén.