martes, 26 de abril de 2016

Mzo 23_16 Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar.

Mzo 23_16 Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.
  • No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.
  • Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.
  • Os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual.
  • Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.

Hijitos Míos os he dicho que la salvación es para todos, que Yo Me di por toda la humanidad y de todos los tiempos. Obedeciendo al Padre, bajé a la Tierra para serviros. Yo, Todo un Dios, Hecho Hombre, humillándoMe, abajándoMe, haciéndoMe Pequeño, para poder darMe en salvación para todos vosotros, purificándoos de vuestros pecados y abriéndoos nuevamente las Puertas del Cielo, que estaban cerradas por el Pecado Original.

Ciertamente, Mi Padre, vuestro Padre, anunció, desde el Principio, cuando se cometió el Pecado Original, que vendría un momento en que se daría esta Gracia a los hombres, pero vosotros no os dais cuenta de la magnitud de Mi Sacrificio por vosotros.

El Pecado Original fue algo tremendo, fue un pecado muy grave, porque Adán y Eva, vuestro Primeros Padres, le dieron la espalda a su Creador, a su Dios, a su Todo. Pecado gravísimo, parecido al de Luzbella, en donde él traicionó a Su Amor.

Entended, Mis pequeños, que el Amor lo es todo, es la Esencia Divina y vosotros también fuisteis creados para gozar de Su Esencia Divina.

Nuestro Padre, vuestro Creador, vuestro Dios, os regaló, al crearos, Su Esencia Divina. Es la Vida que mueve al Universo entero, a todo lo Creado, visible e invisible.

Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, fueron Creados y dotados de infinidad de capacidades, que vosotros, ni siquiera os podéis imaginar ahora, pero que iréis recuperando poco a poco, después de esta purificación que ya está sobre vosotros.

Aquellos que niegan al Amor, que Es también vuestra Esencia, traicionáis a vuestro Dios, Mi Padre, que es vuestro Padre, también, y traicionar a vuestro Dios y Creador, es un pecado muy grave y la gravedad de este pecado no podía ser purificada más que por Alguien que pudiera hacerlo, pero a un nivel muy alto y ése fui Yo, Jesucristo, vuestro Dios y Salvador. Ni un ángel podría haber hecho Mi Tarea como Redentor, el Pecado de vuestros Primeros Padres iba directamente sobre Nuestra Esencia Divina, que es el Amor. Ciertamente, los ángeles poseen el Amor, pero ellos son depositarios, no son creadores.

Ahora podéis ir entendiendo por qué Mi Padre, Me pidió esta Tarea tan grande y tan importante, porque  sólo Yo, poseedor y también Creador de esta Esencia Divina, que os da Vida en el Amor, podía reparar el daño causado por vuestros Primeros Padres y lo hice con Mi Amor, para que vosotros recuperarais el Amor Divino.

Entended que esto es muy grande, muy bello y cómo quisiera que vosotros lo meditarais para que agradecierais, de corazón, lo que hice por vosotros.

Yo, Dios Hombre, reparé el daño que vuestros Primeros Padres causaron, orad por ellos y agradecedMe a Mí, vuestro Dios, que os abrí nuevamente las Puertas del Cielo con Mi Donación.

Os repito, nadie podría llevar a cabo esta tarea de la Redención y Yo la acepté por Amor a cada uno de vosotros. LlevadMe en vuestro corazón, entended esta realidad y agradecedLe también a vuestro Padre y Creador, que Me diera esta Misión para que vosotros pudierais gozar el Cielo, que estaba cerrado por el Pecado de vuestros Primeros Padres.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.

Hijitos Míos, miles y millones de ojos os observan desde el Cielo, son las almas que ya están en el Cielo y, también, las almas que están en el Purgatorio. Todas ellas son hermanas vuestras, son almas que también misionaron en la Tierra, que están, algunas, purificándose y otras gozando de Mis Bienes en el Reino de los Cielos.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que no os sintáis solos, es una realidad que os están observando desde el Cielo y desde el Purgatorio, para ayudaros.

Ciertamente, todas estas almas son intercesores vuestros, que conocen, perfectamente, lo que estáis padeciendo, lo que estáis viviendo y ellas, os pueden ayudar, también, especialmente, aquellas almas que fueron vuestros padres o hermanos, parientes cercanos, amistades fuertes, que tuvisteis en la Tierra. Estas almas os ayudan a salir adelante en vuestra misión, conocen lo que vosotros debéis hacer, quizá muchas de estas almas, que ya están purificándose o ya están en el Reino de los Cielos, no sabían qué hacer y muchos errores cometieron. Yo las fui guiando, las fui llevando por el camino del bien y sobre todo, para completar su misión, para la cual fueron llamadas a la vida.

La misión que tenéis, cada uno de vosotros, es totalmente personal, ningún alma puede hacer lo mismo, todos vosotros tenéis una vida irrepetible, que ninguna otra alma ha tenido ni tendrá. Os he dicho que sois como piezas de rompecabezas y así mismo, ninguna pieza es igual.

Dejaos mover, Mis pequeños, dejaos mover por Mi Voluntad para que, siendo instrumentos fieles, sencillos, humildes, pero sabios, Me dejéis moveros. No pongáis nada de vuestra parte, más que vuestro gusto en que Yo os mueva para servirMe. El alma se debe sentir honrada en que Yo, vuestro Dios, os mueva y os lleve por caminos de perfección y no solamente para santificaros a cada uno de vosotros, sino para que podáis vosotros santificar a otras almas, en donde, ciertamente, Yo, vuestro Dios, estaré tomando la Palabra y os estaré moviendo a que, alguno de vosotros, hagáis hasta milagros.

Ciertamente a vuestros hermanos os gusta ser admirados por los demás, pero ésa es otra de las Virtudes que Me debéis pedir: la humildad. En la humildad reconoceréis que Yo os estoy moviendo y Me agradeceréis esto. Vosotros mismos sentiréis cuando Yo os tome para producir un milagropero el milagro, no puede salir de vuestra pequeñez, saldrá de Mí. También agradecedMe esa Gracia tan grande.

Sois muy pequeños para entender grandes cosas y mientras más pequeños seáis, más humildes, más donados a Mi Voluntad, más grandes seréis ante Mis Ojos.

No busquéis la grandeza entre los hombres, buscad vuestra grandeza para el Reino de los Cielos, obedeciendo lo que Yo os pida y gozando el que Yo os mueva.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.

Hijitos Míos, la iluminación de las conciencias, no es otra cosa más que un profundo conocimiento de vuestros errores y de cómo dañasteis Mi Corazón de Padre.

Conoceréis cómo Me afectasteis con vuestros desprecios, con vuestros pecados, con vuestras acciones y omisiones.

Esto lo debéis tomar, Mis pequeños, como una Gracia de Mi Parte, como un regalo de Mi Misericordia. No le deberéis temer a ese momento, puesto que conoceréis lo que tenéis en vuestro interior, simplemente os conoceréis más profundamente. Recordaréis vuestras faltas pasadas que ya las conocíais, pero vendrán nuevamente a vuestra mente. Ciertamente, desde que sois pequeños y luego ya, un poco mayores, sabéis que cometéis pecados y que debéis confesarlos, para que vuestra alma regrese al estado de Gracia.

Es una Gracia muy especial la Gracia Sacramental, es la que hace que vuestra alma pueda, nuevamente, regresar a ése estado que os permite entrar al Reino de los Cielos.

Todos tenéis derecho a ello, puesto que Yo os la gané con Mi Donación, con Mi Sangre Preciosa, con Mis Dolores, con Mis Lágrimas. Todos Me pertenecéis por la Sangre que derramé por vosotros.

Todos estos Misterios se os develarán en profundidad. Conoceréis el estado de Mi Corazón cuando Yo estaba siendo atormentado, siendo blasfemado, siendo maltratado, por los judíos. Muy poco pensáis en ello y eso Me duele mucho, Mis pequeños, porque, cuando tenéis a un ser al que amáis mucho en la Tierra y a veces, hasta a un animal, que tenéis por mascota en vuestros hogares, sufrís por sus dolores, por su estado de enfermedad, por su vejez, por algún accidente que hayan tenido, Yo, ciertamente, Soy más que todos ellos, porque Yo os creé.

Yo Me merezco puro amor, Me merezco el que penséis más profundamente en Mí, que Me acompañéis en todo momento, que Me hagáis pasar buenos ratos, que sea vuestro compañero de todo lo que hagáis. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Redentor, Soy vuestra Guía amorosa, Soy vuestra Santísima Trinidad.

Mis pequeños, mucho os doy y poco recibo de vosotros, ¿no se os hace esto injusto? Todo lo más valioso que tenéis, os lo di Yo, y vosotros, ¿qué Me dais?, las migajas de vuestro amor, si es que os acordáis de Mí.

Tratad pues de consentirMe, como Yo os consiento; de amarMe, como Yo os amo; de atenderMe, como si fuera vuestro mejor Amigo, vuestro Hermano, al que más queréis.

Cuando encuentro un corazón, en donde puedo descansar, realmente lo gozo, Mis pequeños, encuentro Mi Amor en el corazón de un creaturita.

Vuestros Primeros Padres, antes del Pecado Original, vivían Mi Amor y Yo Me congratulaba en ello, así ahora, en estos tiempos, también Me congratulo con aquellas almas que en varios momentos del día se acuerdan de Mí, Me comparten su vida, Me toman en cuenta para algún consejo.

Sed pues, Mis pequeños, de esas almas que tienen un corazón que sabe amarMe y en el cual puedo descansar y olvidarMe de tanta maldad que, tanto vosotros, como vuestros hermanos, cometéis y dañáis Mi Amor y Mi Corazón.

Cambiad, Mis pequeños, cambiad vuestra forma de ser, Mi Hijo Jesucristo os enseñó cómo hacerlo, Él es vuestro Maestro. Seguid adelante, ya falta poco, los que estáis Conmigo, entendéis esto. Orad, orad todo lo que podáis, para que podáis salvar a infinidad de almas que tanto lo necesitan.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual.

Hijitos Míos, os pido que oréis y Me ofrezcáis a Nuestro Padre, por la conversión de aquellos hermanos vuestros que están causando tanto mal en el Mundo, que están llevando a muchas almas a la muerte física y otros, a la muerte espiritual. Ciertamente, la peor, es la muerte espiritual, porque con ella perderéis vuestro derecho de entrar al Reino de los Cielos.

Satanás ha obrado en muchas almas, las ha engañado, las ha envuelto en mentiras y ellos, convenientemente, han aceptado toda esta guía satánica y están trabajando junto con él, para destruir a infinidad de almas con su engaño.

Satanás, entended, os quiere destruir, quiere destruir Mi Obra de Amor, pero, sobre todo, él sabe que vosotros lleváis Mi Vida Divina, Mi Esencia, como os expliqué anteriormente. Todos vosotros sois, potencialmente, destructores del mal, sois enemigos de satanás por el amor que Yo he puesto en vuestros corazones, por eso, ataca más a las almas que saben amar, porque con ese amor regresan muchas almas a su salvación y a una vida eterna en el Reino de los Cielos.

Todo esto lo ataca fuertemente satanás, porque él perdió el Cielo, sabe lo que es ese gozo Divino y por causa de ello, por su envidia y por su maldad, ataca a las almas buenas en diferentes formas y, sobre todo, a aquellas que llevan misiones especiales de salvación de muchas, muchas almas. Satanás es envidioso, no quiere que gocéis lo que él ya perdió y que no va a recuperar nunca.

Con esto os debéis dar cuenta del gran regalo que Yo puse en vuestro corazón, que es el amor, en esto se resume toda vuestra vida y toda vuestra misión, el Amor.

Mi Amor lo debéis compartir, Mi Amor os salvará, Mi Amor salva a almas que están muertas a la Gracia, Mi Amor os hace ver las cosas diferentes, todo, todo tiende hacia el Amor.

Bendecid en todo momento a vuestros hermanos, bendecid Mi Santo Nombre, bendecid Mi Creación que estáis gozando, bendecid y agradeced vuestra vida y todo lo que os he dado en ella.

Podéis ver, podéis sentir, podéis hablar, podéis tocar, podéis gozar el sabor de los alimentos, el olor de las flores, tantas y tantas cosas que podéis gozar con los sentidos que Yo os di y, ¿cuántas veces Me habéis agradecido esto? Cuando se pierden los sentidos que Yo os di, como la vista, es cuando os dais cuenta que dejáis de gozar de tantas bellezas que Yo creé para vosotros.

Aprended, pues, Mis pequeños, a agradecerMe, el que agradece, recibe más, porque hace que Mi Corazón se alegre. Quiero consentiros, os quiero dar más, quiero que gocéis Mi Cielo ya desde la Tierra. No podéis medir ahora tanto Amor que tengo por cada uno de vosotros, pero con lo que os digo, os podéis a empezar a dar cuenta la magnitud de Mi Amor hacia vosotros.

Os amo tanto, Mis pequeños, que os quiero ya Conmigo en el Reino de los Cielos, pero antes de que os mande llamar, dejad el Amor que Yo he puesto en vuestro corazón a vuestros hermanos que os rodean, dejadles a ellos esta herencia; Mi Amor vencerá a satanás.

Engrandeced Mi Amor en vosotros, dejadMe que Yo lo engrandezca para vuestro bien y para el de vuestros hermanos, vuestra vida eterna depende de esto.

Dejad que Mi Santo Espíritu os explique, invocadLe, invocadLe en todo momento y Él os dará lecciones de Amor. Conoce Mi Amor, porque también Él es Dios, en Nuestra Santísima Trinidad, dejadLe que os mueva hacia la perfección, que la perfección, es el saber amar como Yo os amo.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.

Hijitos Míos, os pido que mantengáis la calma, cuando los acontecimientos, no solamente se desaten, sino que se encadenen. Ciertamente, será una prueba difícil para algunos y para otros, la prueba será un momento agradable que, dentro de lo difícil y doloroso, al saber que viene de Mí, la aceptarán y la agradecerán.

Entended, Mis pequeños, que cuando os hablo de pruebas, siempre Mi Amor va adelante.

Entended, que lo primero que quiero de todo esto que padeceréis, es vuestra conversión y vuestra salvación, no lo hago por otra cosa, Mis pequeños.

Muchas Bendiciones de Mi parte se pierden porque nadie las pide, se quedan en el Cielo, por eso os pido a vosotros, los que estáis Conmigo, que pidáis lo que otros no piden. Dejad que Mi Santo Espíritu os instruya y que os enseñe cómo pedirMe, para que derrame todas Mis Bendiciones, materiales y espirituales sobre vosotros.

Podríais estar gozando inmensamente, pero satanás os convence muy fácilmente u os amenaza para que no pidáis lo que tanto necesitáis de parte Mía.

¡Os quisiera dar tanto!, pero tenéis cerradas las puertas de vuestro corazón. ¡Qué tristeza Me dais, Mis pequeños!, sois como un pobre, que necesita dinero para tener un lugar donde dormir, alimentos para comer, ropa limpia para vestir; llega un rico y le da todo, se lo pone todo al alcance de su mano, le quiere regalar de sus riquezas y el pobre no quiere, prefiere estarse en lo suyo, quejándose, quedándose en el lodo en el que vive y no querer mejorarse, así estáis vosotros.

Yo puedo hacer todo, os puedo proteger de las influencias de satanás que os impiden crecer espiritualmente, pero vosotros no venís a Mí a pedirMe ésa ayuda y sufrís por vuestra tontería, por vuestra necedad.

Dentro de vosotros está Mi felicidad, pero no la queréis tomar. Yo Me entrego completamente a vosotros y vosotros, ¿acaso os entregáis también a Mí, completamente?, no, desgraciadamente, no. Cuando un alma viene a Mí y se entrega a Mí, por esa donación que ella tiene hacia Mí, Yo la cuido, le voy eliminando todo lo malo que tiene y la hago crecer en perfección.

No desperdiciéis, pues, Mis pequeños, todas Mis Bendiciones, todo Mi Amor, la Sabiduría que os puedo dar, para que podáis ir entendiendo los misterios Divinos que os rodean. Sobre todo, Mis pequeños, agradecedMe de corazón, todo lo que Yo os puedo dar, pero que vosotros no queréis tomar. Está al alcance de vuestra mano vuestra perfección pero no la queréis buscar.

Dejad a un lado las insidias de satanás, dejad el Mundo, manteniéndoos en humildad y sencillez. GozadMe en todo momento, Yo estoy en todo, he creado todo para vosotros, soy el Alfa y el Omega, Soy la Vida misma, ¿por qué seguís a aquél que os da muerte, solamente, cuando Yo Soy la Vida, Soy el Amor, Soy la Perfección?

Os amo inmensamente y os quiero entregar Mi Cielo que os pertenece, pero desconfiáis de Mí. ¡Cuánta Sabiduría os falta! ¡Cuánta Fe necesitáis! ¡Cuánta soberbia en vosotros! ¡Os creéis más que Yo, por eso no pedís y por eso no obtenéis lo que necesitáis! Sed honestos con vosotros mismos y daos cuenta de vuestra realidad humana.

Si buscáis lo del hombre, perdidos estáis, si buscáis lo Divino, tendréis todo, todo lo que es Mío.

Sabiduría, pedidMe Sabiduría, para que os podáis mover libremente en la Tierra y por ella misma podáis regresar al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.

Mzo 18_16 Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.
  • Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.
  • ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.
  • ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!
  • La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo.

Hijitos Míos, vosotros os imagináis que porque Soy vuestro Dios, no necesito de vosotros; ciertamente, como Dios, Soy Perfecto y no necesito de nadie para que Yo esté perfectamente Completo en Mi Ser, pero sois Mis hijos y, así, como un padre o una madre necesitan del amor, del cariño, de las palabritas, de la compañía de sus hijos, Yo, también, Mis pequeños.

Ciertamente, os he creado, os voy guiando, os protejo, voy viendo cómo os desempeñáis en la Tierra, de acuerdo a Mi Voluntad. Os conozco a cada uno por vuestro nombre, por vuestras acciones, pero os necesito también.

Vosotros, necesitáis de Mí, porque Soy vuestro Creador, pero os metéis tanto en las cosas del Mundo, que os olvidáis de Mí, a tal grado, que muchas veces pueden pasar días, semanas, en que no os acordéis de Mí. En cambio Yo, vuestro Padre y Creador, en todo momento estoy con vosotros, buscando lo mejor para vosotros, tratando de entrar en vuestro corazón, tratando de hablaros y que vosotros entendáis Mis Palabras y entendáis, principalmente, lo que Mi Voluntad quiere de vosotros.

Os necesito, Mis pequeños, os necesito, a cada uno de vosotros. Tenéis parte de Mi Amor, porque Mi Esencia es Amor. Yo he puesto vuestra alma en vuestro cuerpo y vuestra alma, sale de Mí y Soy Todo Amor, ya con esto, vosotros podéis entender que fuisteis creados en el Amor, que debéis regresar a vuestro Origen, que Soy Yo, vuestro Dios, el Dios del Amor y que debéis dejar en la Tierra, una estela de Amor para el bien de vuestros hermanos.

Se escucha fácil, pero vuestras distracciones hacen que todo se vuelva difícil y Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, sufro, porque os olvidáis de Mí y de lo que Me debéis ofrecer.

Yo os acompaño en todo momento de vuestra vida y vosotros, ni cuenta os dais. No os imagináis de cuántas ocasiones os he salvado de los ataques de satanás, de cuántos accidentes que pudisteis haber tenido, a veces, naturales y a veces, ataques del mismo satanás, para que, si fuera posible, perdierais la vida en los momentos en los cuales, vuestra alma, no está en sus mejores condiciones de salud espiritual y os podríais perder eternamente.

Como os dije hace un momento, Yo os he visto crecer, ¡Cómo quisiera que entendierais, Mis pequeños!, cuál es vuestra tarea en la Tierra!, que es la de amar y producir amor entre vuestros hermanos, para que podáis regresar contentos al Reino de los Cielos, porque disteis amor, cambiasteis almas hacia el amor y, esto se logra solamente, estando Conmigo.

Espero pues, Mis pequeños, entendáis cuál es vuestro Origen, porque vuestro Origen, Soy Yo, vuestro Dios. Habéis salido de Mí, os he Creado Yo, vuestro Dios y Mi Esencia es Amor, así que, vuestra esencia Soy Yo y Soy Amor y vosotros debéis ser amor; que Me vean a Mí en vosotros y a través de vosotros.

Poned todo de vuestra parte, para que podáis producir el amor que va a ir, ya, en estos tiempos, cambiando a toda la Tierra. Que seáis de ésos instrumentos Míos que van a dejar estela, como dije, que van a dejar Mi Amor, Mi Esencia, Mi Ejemplo entre vuestros hermanos. Sed pues, dóciles, Mis pequeños, para que Yo pueda hacer con vosotros bellezas espirituales.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios.

Hijitos Míos, Mi Vida sobre la Tierra, se desarrolló en la Caridad, en la ayuda a vuestros hermanos, en comprender su situación y darles salida a sus problemas, tanto físicos como espirituales, pero lo que quiero enfatizar, Mis pequeños, es la vida en la Caridad, que es la vida en el Amor, que Nosotros teneMos en Nuestra Santísima Trinidad.

Yo os mostré, en Mi Persona, en Mis Palabras, lo que es la Vida del Cielo. Yo vine a hacer lo que Mi Padre Me pidió, Yo os mostré Vida de Cielo, que se desarrolla en el Amor, en la donación, en el cuidado por los demás, a tal grado que uno se da por los demás, aún a costa de su propia vida.

Vosotros a eso le teméis inmensamente, os preguntáis, ¿acaso tenemos que morir por el hermano, por el necesitado? No necesariamente es muerte física, es el morir a vuestros intereses mezquinos. Quizá, hacéis más daño y mal ejemplo cuando vosotros no compartís con vuestros hermanos de lo que tenéis, que, ciertamente, no es vuestro. Os he dado mucho para compartir con vuestros hermanos, y no os estoy hablando de lo económico. Lo espiritual es lo que mueve corazones, lo espiritual es lo que mueve a cada uno de vosotros y vosotros, no os preparáis para eso, para daros por vuestros hermanos.

Cuando os he dicho ser otros Cristos, es Caridad, es Amor, es Vida de Cielo, pero sois muy egoístas. Ciertamente, veis las necesidades materiales y espirituales de vuestros hermanos, pero difícilmente os acercáis a ellos, preferís haceros a un lado y no entablar conversación con vuestro hermano necesitado.

Cuánto egoísmo de vuestra parte y eso, entendedlo bien, es muy castigado por Nosotros porque va contrariamente al amor que debéis dar. Entended bien eso, Mis pequeños, si no dais amor, si os escondéis del hermano que necesita de vosotros, eso mismo recibiréis de parte Nuestra. Yo os dije muchas veces, estando aquí en la Tierra: lo que hagáis con vuestro hermano, Me lo hacéis a Mí, vuestro Dios. Cuando no actuáis en Caridad, cuando no actuáis en el bien con vuestros hermanos y, ya sea, que no queráis dar u os escondáis del hermano o lo rechacéis, eso mismo haremos Nosotros con vosotros y será muy doloroso, porque Mi Reino es de Amor y no egoísmos y menos de maldad.

El Cielo, vuestro Hogar, se gana con vuestra donación, se gana con el trabajo espiritual que hagáis hacia vuestros hermanos, pero ese trabajo espiritual, debe ser lo que exista profundamente en todo vuestro ser y, principalmente, en vuestro corazón. Es el amor el que debe ser también vuestra esencia, si os llenáis de Mi Amor, fácilmente lo daréis a vuestros hermanos, pero si vosotros mismos impedís que fluya de vosotros ése Amor que recibisteis gratuitamente y, si no lo dais, tendréis que padecer una purificación larga, en la Tierra y en el Purgatorio para poder entrar al Reino de los Cielos. A Nuestra forma de ver, en Nuestra Santísima Trinidad, es una falta muy grave que cualquiera de vosotros no deis lo que gratuitamente recibís. El Amor debe ser también vuestra esencia.

Tened pues cuidado, Mis pequeños, con la Caridad, dadla, dadla a manos llenas, para que recibáis, también, de Nuestra Santísima Trinidad, a manos llenas, desde ahora y por toda la eternidad, compartid lo que gratuitamente se os dio.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser Juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

Hijitos Míos, hace tiempo os dije que el Espíritu Santo ya estaba entre vosotros, os he dicho también, que Yo no impongo, en Nuestra Santísima Trinidad, no imponeMos Nuestro Amor, no imponeMos lo que vosotros debéis vivir, que es Nuestra Voluntad.

Os he dicho que quisiera imponeros Mi Voluntad, porque con eso os perfeccionaríais, vuestra santidad llegaría de inmediato. Todo lo que salga de Nosotros, os da crecimiento, os da vida espiritual, os da perfección; si vosotros estudiarais las Sagradas Escrituras y las pusierais en práctica, necesariamente os llevaría a la santidad.

El obrar en el amor, ayudar a vuestros hermanos en el amor, dar consejos en el amor, todo eso y más os lleva a una vida de perfección. El amor es la perfección, porque Yo Soy el Perfecto, Mi Santísima Trinidad es la Perfección Misma y en Nosotros no puede haber egoísmo, por eso os dejaMos las Sagradas Escrituras, para que a través de ellas, pudierais también vosotros llegar a la perfección. Muchas veces se os hace muy difícil esto que os pido. Creéis que esto es difícil, lo que es difícil es que vosotros os neguéis a vosotros mismos, preferís seguir viviendo en el pecado, en las inmundicias de la Tierra, que hacen que a vuestra alma la desperdiciéis.

Vuestra alma, en algún momento llegará de regreso al Reino de los Cielos y le pediremos cuenta de todas vuestras obras: qué tanto hicisteis por dejar Nuestro Amor sobre la Tierra, ¿qué responderéis vosotros ante estas preguntas de lo que debisteis haber dejado sobre la Tierra?, ¿cómo os comportasteis entre vuestros hermanos?, ¿qué dejasteis de bueno en sus corazones?, aunque no los conocierais, el ejemplo arrastra. Si vosotros sois ejemplo bueno, ejemplo de vida, necesariamente los que os rodean, os conocen.

Esa pregunta, ¿cómo Me la podréis contestar? ¿Qué dejasteis en la Tierra, para que Yo esté contento de vosotros, de vuestra actuación, cuando regreséis a ser juzgados para el Reino de los Cielos o para el dolor eterno? A esta pregunta le debéis temer, porque es lo que os va a dar el gozo eterno o vuestro dolor eterno.

¿Qué hicisteis con vuestro tiempo, con el tiempo que se os concedió para dejar vida de amor para vuestros hermanos?, y quizá, para muchos de ellos, vuestro ejemplo pudo haber sido de salvación y, por no darlo, pudo ser también, de condenación.

Cuidad, pues, de vuestras palabras, de vuestras obras y, especialmente, de vuestros pensamientos, porque lo que tengáis dentro de vosotros, saldrá después, en palabras y obras hacia vuestros hermanos.

Os quiero perfectos, os repito, si habéis errado a lo largo de vuestra vida, arrepentíos de todo corazón, para que Mi Gracia pueda mover a aquellas almas que quedaron afectadas con vuestro mal ejemplo o con lo que les dijisteis y que marcó su vida y, quizá, en el mal. Tened cuidado, mucho cuidado con vuestros actos, estos serán juzgados fuertemente.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

Hijitos Míos, Yo decía de los escribas y fariseos: “hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen”. Ciertamente, ellos podían leer lo que los profetas antiguos recibían de Mi Padre, ellos sabían leer, cosa que el pueblo en general no sabía y no podían refutarles nada a ellos.

Ahora sucede lo mismo, también, Mis pequeños, haced lo que vuestros ministros, o sacerdotes, os dicen, porque leen Mi Palabra, la Palabra que se os ha dado para vuestra vida espiritual; pero el hombre se ha alejado de las acciones. Mi Palabra, la Palabra Santa de las Sagradas Escrituras, no hace mella en sus almas. La dicen, la enseñan, pero no la viven y muchos, muchos dentro de la Iglesia y fuera de ella, que sois todos vosotros, ciertamente escucháis las Palabras de las Escrituras que se leen en cada Misa y qué mejor que vosotros ya fuerais asiduos a la lectura de las Sagradas Escrituras, pero en general no es así. Cómo quisiera que las vivierais, Palabras de Vida, Palabras de Amor y ellas os llevarían a un cambio grandísimo de vuestra forma de ser y, sobre todo de actuar.

Mucho amor desperdiciáis, mucha perfección desperdiciáis, presumís que buscáis las mejores cosas de la vida. Compráis supuestamente, lo más delicado, lo más caro, lo mejor hecho y no buscáis lo perfecto, no buscáis el mejor alimento para vuestra alma, que se encuentra en las  Sagradas Escrituras, entonces, no sois congruentes con lo que vosotros decís: que buscáis lo mejor para vosotros y quizá también para los vuestros y acabáis actuando según lo que satanás os da. ¿En dónde quedó pues, el buscar la perfección, si no la estáis viviendo? Esa es la diferencia, no vivís lo que Yo os di, como Dios entre vosotros. ¡Cuántos errores cometéis a diario y todo, porque no vivís en la perfección que Yo os dejé en los Evangelios!

¿Se os hace difícil, acaso, vivir en el Bien? Es más difícil vivir en el mal, porque además de que todo os sale mal, tenéis las represalias de vuestros hermanos, porque actuasteis en el mal contra ellos y, ciertamente, os llaman la atención y os castigan de diferentes formas. Por el contrario, al vivir en el Bien, al hacerlo, tenéis una amistad profunda Conmigo, con vuestro Dios, y de parte de vuestros hermanos, ellos os tratarán como vosotros los tratéis. Es la regla de oro que os dejé, si dais amor, lo recibiréis tarde o temprano, pero si vivís produciendo odio, maldad a vuestro alrededor, tarde o temprano, también se os regresa; sembráis bueno, recolectaréis bueno, sembráis maldad, recolectaréis odio de parte de vuestros hermanos.

Buscáis la perfección, la tenéis en las Sagradas Escrituras, seguidla, para que os ganéis el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Hijitos Míos, Mis pequeños, Mis hermanos, os dije durante Mi Vida sobre la Tierra, que el seguirMe, ciertamente, es difícil, porque es una puerta estrecha, un camino de piedras, de dolor y aquellos que escogen la puerta ancha y no hay dolor, sino buscan la vida fácil, regalada, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos.

Pero, ¿por qué es difícil la vida en la Gracia, Mis pequeños?, vivís en la Tierra, donde satanás es el príncipe de este Mundo y va a hacer de vuestra vida un tormento si estáis Conmigo, si vivís para Mí, si vivís para salvar almas, como Yo lo hice.

Yo bajé a la Tierra para salvar a las almas del presente, del pasado, del futuro. Me di por cada uno de vosotros y también fui atacado por satanás.

Vosotros sois Mis discípulos, vosotros también habéis escogido la vida de la salvación vuestra y la de vuestros hermanos. Vinisteis para luchar contra las fuerzas del mal, contra las injusticias, contra toda maldad que sale del corazón del hombre cuando se deja vencer por los pecados a donde os lleva satanás.

La vida de la Gracia es difícil, porque satanás os traerá muchas, muchas tentaciones para vuestra vida, tratará de desviaros, caeréis, os levantaréis, pero es una eterna lucha. Aquellos que prefirieron la puerta ancha, parecerá que no caen con los ataques de satanás, parecerá que llevan una vida regalada y fácil, parecerá que todo lo tienen y son felices en la Tierra con sus amistades, pero Yo conozco su interior y su corazón no está Conmigo, está con satanás.

Satanás no tiene por qué atacar a los que están con él, ya está seguro que sus almas le pertenecen, los consentirá aquí, para afianzar la maldad que tienen en su corazón y para que no regresen a Mí.

Ciertamente, Yo exijo mucho para las almas que quieren estar Conmigo, Mi Padre os dio los Mandamientos y ya con esto, la gran mayoría no los aceptan, los rechazan, porque limitan sus actos. Luego vengo Yo y os doy toda una vida que os va a llevar a la santidad, pero para ello, vosotros mismos os tenéis que limitar en vuestras acciones, debéis detener a vuestra humanidad, vuestro cuerpo, vuestra carne, que tiende al pecado y debéis luchar contra ello y eso también os molesta y, muchos de vosotros, preferís darle gusto a vuestro cuerpo, darle las libertades que os pide y, de esta forma, si estabais buscando vuestra perfección, la perdéis, perdéis el estado de Gracia, perdéis, quizá, vuestra entrada al Reino de los Cielos y no nacerá en vosotros el arrepentimiento para que podáis entrar después de que hayáis dejado ésa vida regalada, fácil, pecaminosa.

La puerta de la Gracia, la puerta de la perfección es estrecha, dolorosa, porque tenéis que estar luchando continuamente contra vosotros mismos, contra todo aquello que os lleva al pecado y contra todos aquellos, a vuestro alrededor, que os incitan, también, a vivir en el error y en el mal.

Sufrís porque os atacan a vuestro alrededor, aunque, ciertamente, os voy protegiendo y os voy uniendo, para que tengáis el apoyo de almas que también buscan su perfección y, así es como voy reuniendo al rebaño, Mis pequeños, al rebaño que ha buscado el paso por la puerta angosta, aquellos que luchan por su perfección, aquellos que Me aman, aquellos que tienen el corazón en la mano para darlo a sus hermanos, como lo hice Yo, Mis pequeños.

Voy reuniendo el rebaño alrededor del Mundo, almas que tienen ése ideal de vivir eternamente en el Reino de los Cielos. Estoy con vosotros, Mis pequeños, caminé Yo también sobre la Tierra y os conozco, conozco a las almas que quieren estar Conmigo, almas sufrientes, porque son atacadas por satanás y por sus mismos hermanos porque las ven diferentes, porque no son como ellos, que ya están sucios por los pecados del Mundo. Manteneos así, Mis pequeños, con ése ideal, Yo os protegeré y Yo os tomaré de la mano para llevaros a una eternidad de Bendiciones, del Amor del Cielo, de los regalos que solamente podréis tener en el Reino de los Cielos. No claudiquéis, Yo estoy con vosotros, Yo vencí a satanás, Yo vencí a la Muerte y vosotros estáis Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

Mzo 10_16 Estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad.

Mzo 10_16 Estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino


Temas:

  • Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis?
  • Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.
  • Vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor.
  • Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.
  • Os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien.



Mensaje de Dios Padre a J. V.


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis?

Hijitos Míos, una vida os di, esa vida Me la debéis entregar de regreso; os di una vida nueva, para que trabajarais para Mí, aquí en la Tierra, una vida que la debíais haber llenado con méritos, con amor, con obras buenas, una vida para que pudierais regresar al Reino de los Cielos, en vuestro Juicio, y que Yo Me sintiera orgulloso de haberos mandado a la Tierra a ayudarMe en la conversión y salvación de las almas.

Una bella tarea os di a cada uno de vosotros, en eso se resume vuestra vida en la Tierraamar y salvar almas. Esa es la vida de toda alma, la salvación de vuestros hermanos; ¡cuánto se desperdicia! y, muchas veces, en lugar de salvar almas, perdéis hasta la vuestra y es lo que sucede con tantos de vuestros hermanos.

Venís a la Tierra a servirMe y termináis muertos a la Gracia, muertos al amor que debisteis haber dado, porque no os llenasteis de él ni lo disteis a vuestros hermanos. ¡Cuánta tristeza Me dan infinidad de almas! Cómo ellas no se nutren de Mi Amor y, además, terminan condenadas por no tener cuidado de su alma. Ciertamente, la primer alma que debéis proteger y salvar, es la vuestra y no lo hacéis.

Cuántas almas viven vacías de Mi Gracia y de Mi Amor, muchas de ellas, os he dicho, que hasta se vuelven instrumentos de satanás.

¡Qué tristeza Me dais, Mis pequeños, con todo esto que os digo! Tenéis un lugar en el Reino de los Cielos. Estáis trabajando para el Creador del Universo.

Os regalo Bendiciones inmensas, que muchas almas quisieran tener; contáis con tantas cosas positivas para vuestra alma, para vuestra salvación, para salvación de muchos y las desperdiciáis.

Mi Amor, tan valioso, tan necesario para vuestro crecimiento y lo hacéis a un lado, preferís lo inútil para vuestro crecimiento espiritual. La lucha está empezando, lucha de poderes que iréis sintiendo cada vez más fuertes. Ahora es cuando empezaréis a ver las potencias de satanás.

Tenéis que alimentaros de Mi Gracia, de la oración, de la vida Sacramental. Ciertamente, os iré protegiendo, iréis viendo cómo muchas almas irán cayendo, pero aunque estas almas pierdan la vida del cuerpo, no pierden la Gracia del alma. Esto es importantísimo, Mis pequeños, que lo entendáis y de vosotros depende que muchas almas se salven.

Cuando vosotros pedís por alguien, ésas Bendiciones también llegan a vosotros por vuestra intercesión. Este es un bien muy grande que concedo a las almas, ya que mientras más veis por vuestros hermanos, todo ése bien se os regresa y estáis protegidos contra los ataques de satanás. Ciertamente, sus ataques se irán incrementando en fuerza y en cantidad, pero Yo también os iré protegiendo, para que salgáis adelante de ésas pruebas.

Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Mi Amor es lo mejor para vosotros y de hecho, lo tenéis, pero no lo utilizáis, Yo Vivo en cada uno de vosotros.

Venid pues, Mis pequeños a Mi ardiente Corazón, Mi Corazón arde de Amor por cada uno de vosotros y más en estos tiempos, en que por el hecho de que estáis viviendo los últimos tiempos, satanás no quiere perder la batalla y se llevará a muchas almas; contáis con Mi Gracia, pero ¿la utilizaréis? No desperdiciéis lo que os doy, Mis pequeños, os protejo en estos momentos difíciles, pero, también, os tengo que advertir que las potencias de satanás se van a incrementar y si no estáis junto a Mí, ciertamente, por vosotros mismos no podréis defenderos, necesitáis de Mí. No desperdiciéis todo el Amor que derramo por cada uno de vosotros, aprovechadlo, no solamente para vosotros, aprovechadlo para la salvación de las almas de los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.

Hijitos Míos, cuando os he dicho que estos son tiempos para hacer milagros y que son tiempos, también, para que pidáis exageradamente, con esto os estoy dando a entender que los ataques que tendréis de satanás, serán muy fuertes y, si no estáis preparados, podríais sucumbir a sus ataques.

Os gusta, a veces, bromear con estas situaciones que son serias para Mí. Os gusta minimizar los acontecimientos y burlaros del poder satánico, de esta forma, vosotros mismos perdéis, porque al minimizar y al burlaros del enemigo, vosotros no os protegéis, os sentís superiores, sentís que podéis terminarlo o podríamos decir, exterminarlo fácilmente y no es así, Mis pequeños.

Tenéis que ser conscientes de la situación que estáis viviendo. Sí, hay maldad a vuestro alrededor, en algunos lugares, maldad muy fuerte, maldad satánica, brutalidad entre hermanos, eso viene de satanás. Hermanos vuestros que viven más gravemente esta situación de los ataques de satanás contra ellos. Mis hijos, se dan cuenta de la realidad espiritual que están viviendo y ellos no se burlan ni minimizan el poder satánico, saben contra quien están luchando y se protegen con todo lo que Yo os he dado.

Tenéis que ser más sabios e inteligentes y tomar la situación que estáis viviendo más en serio, es una guerra espiritual real y muy fuerte, donde podéis perder vuestra vida espiritual eternamente.

Yo, como Padre vuestro, os aviso, os prevengo, os ayudo, para que podáis luchar contra las fuerzas de satanás, sois Mis instrumentos y os necesito para la gran lucha. Tengo necesidad de vosotros para que salvéis, tanto vuestra vida como la de muchos de vuestros hermanos, pero no tomáis toda esta vida en serio, muy pocos son los que se dan cuenta de la realidad espiritual que estáis viviendo.

¿Cuántos de vosotros os perderéis? ¿Cuántos Me daréis la espalda en los momentos difíciles? Preguntaos esto, Mis pequeños y protegeos. Mientras sigáis bromeando, mientras no toméis los acontecimientos en serio, fácilmente os va a exterminar satanás; él no tiene compasión de las almas, quiere destruir todo lo que Yo he creado, porque Yo amo todo lo que he Creado, especialmente a vosotros, que sois Mis hijos.

El salvarse tiene un precio y un trabajo, ¿podréis sacar adelante vuestra vida y la de vuestros hermanos? ¿Estáis preparados para ello? ¿Creéis poder luchar solos y no necesitar de Mi ayuda y la del Cielo? Si vuestra respuesta es afirmativa, posiblemente os podáis condenar por vuestra soberbia, por vuestra falta de Sabiduría. Temeos a vosotros mismos, temed a vuestra soberbia, satanás no va a tener compasión de vosotros, Yo sí, Mis pequeños, pero tenéis que tener una actitud más humilde, más sencilla y pedir Mi ayuda.

Sois creaturitas, no sois ángeles que están más preparados, en potencias, para la lucha y para la vida en la Gracia. Vosotros tenéis muchas deficiencias, especialmente espirituales y, específicamente, en Fe, si no os acercáis a Mí, pidiendo Mi ayuda, os repito, fácilmente satanás os va a destruir.

Estoy con vosotros, os voy a ayudar a salir adelante, sois Mis instrumentos, pero mientras más pequeños os hagáis, más posibilidades tengo Yo de ayudaros.

Orad, entrad en vuestro corazón, pedid Mi ayuda, para que entendáis cómo os debéis mover en estos tiempos. No os sintáis prepotentes, sentíos como realmente sois, pequeñitos e indefensos y, así, Yo, como Padre vuestro, os podré ayudar y os podré salvar.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor.
Hijitos, hace tiempo os dije que así como se fuera acercando el tiempo de los acontecimientos más fuertes, las cloacas de todos los secretos humanos, en donde, ciertamente, satanás está actuando, se iban a abrir e ibais a conocer cómo satanás ha trabajado con el hombre y todo lo que estaba escondido se iba a develar.

Pedid Mi Gracia, Mis pequeños, para poder soportar la realidad espiritual que os rodea y os estaba afectando inmensamente. Conoceréis la problemática satánica dentro de la Iglesia, dentro de los gobiernos de la Tierra, cómo os han movido a vosotros, como sociedad, cómo se han ido aprovechando de vosotros estas potencias y os han ido disminuyendo, en lugar de ayudaros a crecer y ser individuos de potencias espirituales altísimas.

Satanás os ha aplastado, no os ha dejado crecer, no estáis viviendo como debierais ya vivir a los niveles a donde Yo os he querido levantar. Satanás es el príncipe de éste Mundo y, ciertamente, todo está afectado por él. Pudisteis haber crecido si os hubierais abocado a buscar vuestra espiritualidad y dejar más las cosas del Mundo.

Las capacidades que les di a vuestro Primeros Padres, eran inmensas. Si os he dicho que eran los reyes de la Creación, que eran ellos lo más perfecto que creé, si comparáis lo que eran, a lo que sois vosotros, sois una caricatura de la perfección que ellos tuvieron en un Principio.

Todo esto os lo digo, Mis pequeños, porque después de todo lo que Yo os he dado y, especialmente la Vida de Mi Hijo, debierais haber crecido y debierais haber recuperado una buena parte de la perfección en la que fueron creados vuestros Primeros Padres, pero satanás os siguió engañando y os siguió llevando por caminos en donde vosotros os sentíais a gusto, cuando, realmente, no estabais creciendo en lo espiritual y, aún en lo humano, sino todo lo contrario, ibais disminuyendo cada vez más y, si realmente sois sabios y honestos, podéis ver cómo la humanidad se mueve como en un estercolero; vuestra vida, da asco. Y disculpen que os hable así, no estáis viviendo en la vida espiritual en la que Yo os creé y que debisteis haber buscado.

Cada uno de vosotros podéis hacer vuestro propio juicio, sed honestos con vosotros mismos, ¿acaso habéis seguido fielmente Mis Leyes, Mis Mandamientos, los habéis cumplido a la perfección? ¡No! ¿Habéis seguido las Enseñanzas de Mi Hijo a la perfección? Tampoco. ¿Crecisteis, os sentís que lleváis una vida santa o de ejemplo? Tampoco es así.

Os he dado mucho, he buscado el cuidaros y llevaros a la perfección a la que Yo quería que crecierais, pero no pusisteis de vuestra parte. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy el Perfecto y Mi Hijo os lo pidió, “sean perfectos, como Mi Padre es Perfecto” y ¿qué hicisteis? Os conformabais, pero con servir a satanás, no a Mí. Os conformabais con ser medianamente buenos, pero no perfectos.

Yo Soy, Fuente de Vida, Soy Fuente de Perfección y muchas veces os lo he dicho, que de Mí, podíais tomar lo que quisierais para lograr esa perfección en vosotros y ayudar, con ella, a vuestros hermanos, pero ¿qué hicisteis?, prácticamente nada. No os interesaron Mis Palabras, no os interesó vivir en la perfección, os aburre ya hablar de Mí y vivir en Mí; os he protegido tanto contra los ataques de satanás. Por eso, vuestra purificación se acerca, estáis ya a las puertas, esto no se debió de haber dado, si vosotros hubierais sido realmente hijos Míos, que hubierais querido crecer y vivir más una vida profunda de amor. Mi Hijo os pidió que os amaráis los unos a los otros, ¿dónde está ése amor entre vosotros? Tampoco lo seguisteis.

Ciertamente, perdono vuestros errores y os ayudo a crecer y a regresar a Mí, pero la purificación la necesitaréis, pocas almas pasarán la prueba y, de ahí, un Nuevo Mundo construiré.

Me da tanto dolor, Mis pequeños, y que esto os sirva de lección a vosotros y las generaciones futuras de cómo os debéis comportar con lo que Yo pido a Mis hijos, a Mis creaturas, a vosotros, que os creé, con todo Mi Amor. Aceptad, pues, la Purificación, primeramente, por el dolor que Me habéis causado porque Yo os traté con Amor, os creé con Amor os he cuidado con tanto Amor y vosotros no habéis pagado de la misma forma, y aceptad, también, esta Purificación, para que tenga compasión de vosotros, que os podáis salvar, que podáis vivir Conmigo eternamente. Os amo, os creé para amaros, y vosotros, ¿también Me necesitáis, como Yo os necesito?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.

Hijitos Míos, en las Escrituras podéis leer el pasaje, cuando voy con Mis apóstoles, que Me acerco a una higuera y quiero tomar de ella un fruto y no encuentro en ella ese fruto y la trato de destruir, porque no tiene frutos y Me dicen que no, que le dé otra oportunidad.

No os imagináis, Mis pequeños, cuántas oportunidades os he dado a cada uno de vosotros. Si fuera el Dios del Antiguo Testamento, ése Dios en el que muchos Me ven duro, cruel, ¿cuántos de vosotros viviríais en estos momentos, si Me comportara así, duro, rígido, con lo que Yo os he mandado que hicierais y que vosotros no habéis cumplido? ¿Cuántos frutos habéis dado, como para que pudierais mantener vuestra vida activa? ¿Realmente dais frutos o Me causáis dolores con vuestros pecados, con vuestras maldades? ¿Realmente sois almas de las cuales Yo Me pueda congratular, que pueda Yo presumiros, que pueda estar a gusto con vuestra vida en la Tierra, porque estáis dando mucho fruto? ¿Estáis viviendo Mi Amor y lo estáis dando a vuestros hermanos?

Cada uno de vosotros conoce la respuesta, si Yo os tratara como Juez Severo, ¿en dónde estaríais ahora cada uno de vosotros?, ¿estaríais vivos?, ¿habría respetado vuestra vida, porque sí estáis trabajando para Mí o ya hubiera arrancado vuestra vida de este mundo y os hubiera aventado ya al fuego eterno, porque en lugar de dar frutos, causasteis la muerte espiritual a muchos de vuestros hermanos, con vuestro mal ejemplo, con vuestras malas acciones?

Vosotros conocéis la respuesta y muchos de vosotros debierais estar ya en el fuego eterno, pero Soy Amor, Soy un Dios de Perdón, Soy un Dios Paciente, Soy Todo Bondad, os creé para vivir, no para destruiros, sino para daros otra oportunidad.

Siempre voy a estar cuidando de vosotros y voy a tener paciencia con vosotros. Oportunidades, tendréis muchas, el perdón lo tendréis continuamente, siempre os lo voy a dar. Yo quiero vuestra salvación, entended que sois Mis instrumentos, necesito de vosotros para levantar a este Mundo de la maldad en la que vive. Ciertamente, Yo lo podría hacer sin vosotros, pero sois parte de Mí y quiero que vosotros compartáis el triunfo, el triunfo de Mi Amor, del Amor Divino que vive en vosotros. Quiero que le mostréis a satanás, como, siendo unas creaturitas pequeñas, podéis destruir su soberbia, su orgullo, su maldad, con vuestra obediencia a Mí, vuestro Dios.

Por eso sois tan necesarios para la Obra de la Salvación: cómo la pequeñez va a destruir su maldad, porque se siente grande, y empezando con la Pequeñez de Mi Hija, la Siempre Virgen María y la de vosotros, Sus hijos. Destruiréis ésa maldad con la que tanto os ha atacado y con la que os quiere destruir eternamente. El Amor, junto con vuestra obediencia y vuestra sencillez, va a dar el triunfo a vuestras almas y a las de vuestros hermanos. Os uniréis al Triunfo de Mi Hijo, Jesucristo, viviréis unidos en Su Amor y, así, el poder de satanás será encadenado.

Necesito de vosotros, necesito de vuestra sencillez, de vuestra obediencia. Falta poco, el gran cambio se acerca, Mis pequeños, Yo necesito pequeñitos obedientes, para que Yo os pueda tomar como verdaderos instrumentos.

Ved lo que hizo Moisés, los portentos que pude hacer a través de él. Estáis llamados a eso, Mis pequeños, Yo puedo hacer eso y más y, así os lo dije en las Sagradas Escrituras, vais a hacer lo que Mi Hijo hizo y más, pero no por soberbia, sino por obediencia y amor hacia Mí y por el bien de vuestro hermanos. Unidos todos en amor, en obediencia, en Fe, lograreMos el triunfo de Mi Amor sobre la maldad de satanás.

El triunfo es Mío y lo compartiré con vosotros y eso os dará un gozo eterno, Mis pequeños. Os he creado para este tiempo, para que podáis gozar eternamente este momento en el cual, cada uno de vosotros, Me estáis ayudando y Me ayudaréis; sois una generación triunfadora.

DadMe las gracias por esto, Mis pequeños, porque estáis viviendo en estos tiempos de cambio, de triunfo de Mi Amor sobre las fuerzas del mal y del principio de una nueva generación de Amor. Gozad pues, Mis pequeños, desde ahora, vuestro triunfo, porque estáis Conmigo, que Soy vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien.

Hijitos Míos, después de la noche sigue el día, estáis viviendo en las tinieblas espirituales, estáis viviendo en la noche obscura espiritual de la humanidad, estáis viviendo, prácticamente, ésos días obscuros de muerte, en los que Mi Hijo Murió en la Cruz, pero luego Resucitó, para daros Vida.

Ahora estáis viviendo una obscuridad espiritual tremenda, cada quien, prácticamente vive su propia espiritualidad, por nombrarlo así, porque muchos de vuestros hermanos llevan una espiritualidad muy diferente a lo que se os ha enseñado en las Sagradas Escrituras.

La obscuridad espiritual que cada uno de vosotros traéis, os va llevando por diferentes caminos.

Los que traéis una espiritualidad verdadera, bella, que fue lo que Yo os he dado en Mi Santísima Trinidad, estáis dando frutos, frutos de vida, con vuestro ejemplo, con vuestras palabras, con vuestras oraciones. Otros, que se han dejado engañar por satanás y que han tomado diferentes corrientes espirituales, no dan fruto. Muchos viven para su propio egoísmo, se llenan de soberbia, porque buscan el llenarse de poderes o capacidades superiores al resto de sus hermanos y, en la mayoría de los casos, es satanás el que está atrás de todo eso, de ésas vidas de aparente espiritualidad, en donde el engaño a donde han caído, los está llevando a la perdición.

Yo, vuestro Dios, os he dado lo sencillo, que es el Amor y el Amor conlleva a la paz entre los hombres, a una vida fraterna, a una vida de ayuda entre unos y otros y, todo lo que se salga de esto, no puede venir de Mí. Yo elevo a las almas en una forma sencilla, pero inmensa, Yo Me he dado por cada uno de vosotros y lo visteis en la Presencia de Mi Hijo Jesucristo entre vosotros, Soy Yo en Él, Él en Mí, Somos Uno sólo, junto con el Espíritu Santo. Mi Donación en Él, es total y Él, hacia vosotros, fue total, aquél que no se da por sus hermanos, aquél que no busca el bien del hermano, no lleva amor en su corazón. Esto lo podéis ver todos los días, entre toda la gente que veis a vuestro alrededor, o con la que tratáis, cuántos no llevan amor.

Tanta maldad en el corazón del hombre, que hace difíciles las relaciones humanas y todo porque no hay Caridad en vuestra forma de ser hacia vuestros hermanos. No hay amor en vuestras relaciones humanas, no hay respeto, no hay cariño, no hay crecimiento espiritual. Este ya no es un Mundo de amor, es la selva, el más fuerte contra el más pequeño. Ya no buscáis el bienestar del hermano, buscáis aprovecharos del hermano no os importa cómo lo dejéis después: abatido, destrozado, vacío, lo importante es vuestro ser. Os veis a vosotros mismos, queréis tener más y no importa a quién le quitáis para tener más, y no compartís de lo que tenéis ni de lo espiritual ni de lo material. Vida de consumismo, vida de desigualdades, de injusticias, de maldad, de falsedad, de mentira, de odios.

Al final del día, ¿qué Me podéis presentar? Estaréis orgullosos de ofrecerMe cosas buenas que hicisteis a vuestros hermanos, con las capacidades que Yo os di o no querréis ni verMe ni pensar en Mí, sabiendo que os remuerde vuestra conciencia, por el mal que hicisteis durante el día y que no Me podéis ofrecer algo bueno.

Ahora tenéis todavía oportunidad de arrepentiros y confesar vuestros pecados, de reparar. Ciertamente, os he pedido que cada noche lo toméis como un Juicio particular, que os enfrentéis a Mí, vuestro Dios, que seáis honestos y que esto os sirva, no para reprenderos, sino para que crezcáis en humildad y con ganas de crecer en el Bien. Os quiero perfectos, os lo vuelvo a repetir, y esto solamente lo lograréis en la honestidad de vuestro ser.

Si no lo habéis hecho, empezad, Mis pequeños, para que día a día, al enfrentaros a Mí cada noche, antes de dormir, podáis ir mejorando, ir presentándoMe cada día, una mejora en vuestra actuación en la Tierra hacia vuestros hermanos y, así, os preparéis para el encuentro final y que, ése encuentro final, sea de alegría en que Me podáis ofrecer, muchas, muchas cosas buenas, aunque, ciertamente, algo malo habrá, por vuestras imperfecciones naturales, pero, con ése deseo de perfección, fácilmente olvidaré Yo, ésas imperfecciones, para daros entrada rápida al Reino de los Cielos. Quiero almas santas, almas buenas, almas que busquen su perfección, pedídMelo y Yo estaré ahí para ayudaros.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com