sábado, 27 de febrero de 2010



Venerable P. Bernardo María Clausi, religioso de la orden de los Hermanos Franciscanos mínimos, muerto en Paola (Italia) en 1849. Parece haber heredado de su padre San Francisco de Paula el espíritu de profecía que le animó. Anuncia la catástrofe con las siguientes palabras: “Este azote se hará sentir en todo el mundo y será tan terrible que cada uno de los que sobrevivieren se imaginará que será el único que ha quedado libre. Todos se arrepentirán y serán buenos. Este castigo será muy corto, instantáneo, pero terrible. Más antes que sucedan estas cosas habrá hecho el mal tantos progresos en el mundo que parecerá que los demonios han salido de los infiernos. Hasta el principio de las tinieblas, la persecución de los justos por los malos y los impíos será tan grande que habrán de padecer un verdadero martirio. Las cosas vendrán a tal extremo que parecerá imposible humanamente hacer nada y que todo está perdido. Entonces Nuestro Señor hará un cambio tan notable en un momento, como de la mañana a la noche, que El pondrá todas las cosas en orden. “El triunfo de la Iglesia vendrá precedido de un gran castigo. Será un nuevo castigo y principalmente contra los impíos, que serán juzgados y castigados. Serán muchos más los que sucumbirán a el que los que se verán libres. Y en seguida vendrá el gran triunfo de la Santa Iglesia y el reinado del amor fraternal; ¡Dichoso aquel que viva en tan venturosos días.”


(Tomado en esencia del libro alemán “LA VENIDA DEL GRAN MONARCA” y del libro de López Galúa “FUTURA GRANDEZA DE ESPAÑA”, tercera edición, La Coruña, pág. 118.)

Del libro: ¡Alerta Humanidad!

TERREMOTOS EN ESTE 2010

A 46 días de esta tragedia del terremoto de Haití, que fue registrado el 12 de enero de 2010 a las 16:53:09 hora local (21:53:09 UTC) con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo habría tenido una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 kilómetros.
Se presenta una segunda tragedia. Como si fuera el fin del mundo…, millones de chilenos despertaron la madrugada del sábado en medio del segundo terremoto más grande de la historia del país y el quinto en el mundo, con una fuerza de 8.8 grados en la escala de Richter, que dejó más de 300 muertos y dos millones de damnificados.
Ambos eventos fueron prevenidos por nuestra Santa Madre en sus mensajes que está enviando constantemente en Anguera, Brasil.





www.apelosurgentes.org

HAITÍ Y CHILE
29/12/2009
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3259

Queridos hijos, Yo soy vuestra madre dolorosa y sufro a causa de vuestros sufrimientos. Doblad vuestras rodillas en oración suplicando la Misericordia del Señor para la humanidad. Mis pobres hijos cargaran la cruz pesada. La costa terrestre se partirá en muchas regiones de la tierra. La energía venida de su interior causará sufrimiento a muchos de mis pobres hijos. Escuchad lo que os digo. La humanidad está a las vísperas de los más terribles flagelos y castigos. Lo que os anuncié va a realizarse. Sed fuertes y firmes en la fe. Sed del Señor y seréis victoriosos. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

CHILE
16/01/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3267

Queridos hijos, abrid vuestros corazones al Dios de la salvación y de la paz. Sed solamente del Señor y dejad que Él os transforme. No viváis alejados del camino que os señalé al largo de estos años. Doblad vuestras rodillas en oración. No quiero forzaros, pero lo que digo debe ser tomado en serio. Yo soy vuestra Madre y sufro a causa de vuestros sufrimientos. He ahí los tiempos difíciles para la humanidad. Un gran sufrimiento vendrá para los habitantes de Chile. Semejante sufrimiento vendrá también para los habitantes de Lisboa. Rezad. Rezad, rezad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.


Nuestra Madre del Cielo sólo pretende mantenernos enterados antes de los acontecimientos. No pretende asustarnos, sólo nos avisa, hasta se siente algo de desesperación en sus palabras.

¿Que necesitamos para prestar atención a sus palabras y volver nuestros ojos a nuestro Dios Padre que clama nuestra atención?

El hombre sobrepasa con soberbia los límites. ¡Dios tenga misericordia de nosotros!